[Hunhan] Luminescent II Parte 30

Hola hola a tooodo el mundo. Mucho tiempo sin vernos ¿no? *-* Bueno, por lo general decir que tengais unas bonitas vacaciones TODOS. Pasaoslo muy bien ¿si? :)

Creo que voy a tener un verano bastante movidito y tendre que ver cuanto tiempo tengo para escribir y todo eso, que no estoy segura de si voy a tener mucho la verdad y... bueno, que espero que no os hayais olvidado de Luminescent II.

Voy poco a poco con los comentarios porque soy una lenta pero... fasda (?) que hola otra vez -Se emociona sola- Espero que lo disfruteis :B

Quería seguir el consejo de Lay. Sabía que cuando me lo había dado había estado condicionado por el disparo de bala y por todos los calmantes que tenía en vena pero no era una mala idea. Justo a primera hora de la mañana Yifan había acudido al hospital y me relevo de mi pequeño cargo.

Me había pasado toda la noche firmando papeleo del hospital, haciendo trampas para que no constase nada como arma de fuego y así no incriminarnos a ninguno de los seis. No había sido difícil ya que lo había hecho miles de veces. No solo por mis compañeros.

Me encontraba justo delante de la puerta de la casa que Sehun compartía con su amigo el chico moreno (¿Cómo es que nunca me acordaba de su nombre?). Comencé a marcar numero por numero la antigua contraseña de la casa, la que estaba cuando yo aun vivía allí.

La luz verde se encendió y la puerta hizo un pequeño sordo ruido indicando que estaba abierta. No había cambiado la contraseña después de seis años.

Entre por la puerta de manera decidida. El piso estaba en silencio, lo normal para las horas que eran. Recordé entonces que tampoco me podía demorar mucho porque llevaba toda la noche sin ver a Tiarn y sin saber cómo estaba. Espera que no me tomaran por ladrón o algo parecido. Sabía que a Sehun a veces le daba por pensar demasiado y sacar conclusiones extrañas que cualquier otra persona no era capaz de comprenderlas. Y teniendo en cuenta que nuestra relación se había vuelto a enfriar por mi culpa no podía estar seguro de cual iba a ser su reacción.

Abrí la puerta de la habitación lentamente, para no hacer ruido y entre en ella. Lo que me encontré allí era algo que jamás me espere ver. Bueno, sí que había pensado alguna vez en ello pero contaba con no verlo jamás.

Sehun y Soojeong se encontraban desnudos y bien metidos en la cama. Sus cuerpos se entrelazaban el uno con el otro, no de una manera obscena, más bien de una más intima y cariñosa. El ambiente olía a sudor y a sexo, sin lugar a duda. Aun después de años podía distinguir aquel olor. La chica se movió sobre la cama provocando que Sehun también se moviese un poco. Todo se sintió lento pero real. Como si que ella se moviese me hiciese ver que no estaba viendo una foto o un cuadro.

-¿Sehun? –pregunto con voz suave mientras se intentaba incorporar. Fue en ese momento cuando se dio cuenta de que yo me encontraba allí. Se quedo mirándome fijamente mientras con las manos intentaba certificar que estaba totalmente tapada y que no podía ver ninguno de sus lugares íntimos.

Sin saber qué hacer o decir exactamente me di la vuelta y me dispuse a dejar el lugar. Ya había visto demasiado. No era un ser que había nacido para sufrir, y lo siento pero no tenía ninguna intención de quedarme a ver más y que todas mis recientes esperanzas se hicieran trizas.

-¡Espera, espera! –exclamo Krystal mientras salía de la habitación con las sabanas encima para cubrirle. No pare hasta que esta me obligo a meterme en la sala con un fuerte empujón. No sé porque no me había imaginado que aquella chica pudiese tener tanta fuerza escondida. ¿De dónde la había sacado?-. No es lo que parece –aseguró mientras cubría la puerta para que yo no pudiese salir de la sala.

-No quiero hablar contigo, lo siento –su inquisidora mirada se poso en mi, haciendo que mi cuerpo se estremeciese del miedo-. Da igual lo que pareciese –respondí nervioso intentando parecer lo mas indiferente posible y que no se notase mi gran decepción-. Cuando Sehun y tú os caséis, y seas la señora Lee, podréis formar una familia normal. Esa que tanto quieren vuestros padres y…

-Otro con la misma tontería –murmuro ella tan rápido que casi no pude llegar a comprenderle-. Siéntate y escucha lo que te voy a decir –me ordeno de manera firme y un tanto agresiva-. No me gusta repetir las cosas o sea que atiende bien.

››No se qué coño le has hecho a Sehun para que ahora de repente se plantee el casarse conmigo –comenzó a hablar como si yo tuviese la culpa de algo, que en realidad la tenia-. Pero yo no quiero casarme y no lo haré –aseguro totalmente firme-. Si desde un principio no rechiste por lo que fueseis a tener vosotros fue porque… ¡madre de Dios, QUE SEHUN TE HA PERDONADO HABER SIDO COMPLICE DE ASESINATO! –exclamó de repente-. Si eso no es amor no se qué más coño quieres de él.

La mire fijamente. ¿Sabía todo lo que había pasado entre Sehun y yo? ¿Se lo había contado todo? Puede que solo hubiese atado cabos, por lo que había entendido, y visto, Soojeong era una chica muy inteligente.

-No es que no agradezca tu intento de juntarnos –baje la mirada ciertamente apenado-, pero yo ya he perdido mi oportunidad con él. Si se está planteando el casarse contigo yo… yo ya estoy completamente olvidado.

Soojeong se aproximo hasta mí y me golpeo el cogote con mala leche. Exclame tanto por el dolor que me había causado como por la sorpresa pues jamás pensé que lo fuese a hacer. Me obligo a mirarle a los ojos con la misma mano que me había golpeado y con un gesto  que incluso me intimido.

-Te he dicho que vayas allí y lo conquistes. Sehun puede ser fuerte hasta cierto punto pero si no se le dan las razones suficientes o un empuje para que pueda ver que está consiguiendo algo, simplemente lo dejara. De ahí mi pregunta: ¿Qué coño le has hecho?

-¿Tengo que ser yo el causante de todos sus males? –pregunte retóricamente intentando escabullirme de mi culpa. Estaba claro que los padres adoptivos de Sehun tenían toda la fe en que Soojeong le fuese a convertir en un hombre derecho y sensato.

-Como el culpable no sea un hada con tu misma apariencia sí –declaró con convicción antes de abrir la puerta y cerrarme el paso a la salida para que fuese a despertar a Sehun.