[Hunhan] Luminescent Parte 34

Siento haber hecho esperar, rlly. Pero vengo a decir que el siguiente ya lo tengo escrito y que con el 36 ya me he puesto o sea que por ahora esta semana podre publicar como lo hago siempre. Ademas estoy super animada porque el fic esta teniendo una acogida que no me esperaba *-* He estado mirando estatisticas, tanto aquí como en las otras paginas que publico, y me ha dado un subidon de alegría.

Muchas gracias por leer, en serio que me he emocionado mucho ♥

No me gustan los pueblos (Luhan).

Nunca me habían gustado los pueblos. Eran feos, sucios y húmedos. Pero a medida que nos acercábamos al Sehun se emocionaba cada vez más y la esperanza de que su pueblo fuese a ser la excepción de toda regla comenzó a florecer en mí.

Debí de pegarle una colleja nada más salir del coche por crearme falsas esperanzas. Mi coche no estaba preparado para estar en un lugar como ese; yo tampoco lo estaba. Casi toda la población era anciana, al menos se veían a pocos niños por la calle y no había ninguna persona de mi edad o de la de Sehun. Busque a mi novio con la mirada, al recordar que había ido allí con él, pero había desaparecido de repente o sea que me encargue de sacar a Tiarn del coche y depositarla en el arnés que me había comprado. No es que no confiase en mi fuerza para poder transportarla, es que no me fiaba del suelo desigual del lugar.

-Va a ser un fin de semana muy largo, mi niñita –suspire dándole un pequeño beso en el cogote.

La agarre bien, por rutina olvidándome del arnés que la sujetaba, y comencé a buscar a Sehun. No se podía haber ido muy lejos. Y no me equivocaba, en seguida lo vi salir de una casa, seguido de dos ancianos que debían de ser sus abuelos. Sonreía de oreja a oreja y para no fastidiarle la estancia decidí hacer lo mismo. Parecían ser abuelos normales y amables, haciendo que me preguntase a mi mismo de cuál de los perturbados padres de Sehun serian padres.

-¿Esta niñita es tuya? –pregunto la abuela de Sehun queriendo coger a Tiarn, al principio me rehusé un poco, pero acabe dejando que la cogiese ya que debía de tener experiencia.

-Es mi sobrina –concrete-, mi hermana murió al dar a luz y soy yo el que cuida de ella –ensanche mi sonrisa después de decirlo. No me gustaba hacer aquello, pero quería agradar a aquellos ancianos y que vieran que era una buena persona y responsable me hacia ganar puntos. O eso pensaba, ya que en vez de escuchar lo que había dicho los dos ancianos estaban que se les caía la baba con la niña y me estaban ignorando por completo. Al notarlo, Sehun se acerco a mí y después de darme dos palmadas en la espalda me la acaricio como consuelo.

Acto seguido, nos dejaron entrar a la casa y nos enseñaron cual iba a ser nuestra habitación, claramente con futones separados. A los ojos de los dos ancianos no teníamos que ser más que dos amigos, ni siquiera explotador y esclavo (que es la manera en la que nos veían sus padres según había entendido).

Una vez nos asentamos, nos dijeron que hasta la hora de comer podíamos hacer lo que quisiésemos, y por esta misma razón Sehun decidió enseñarme el pueblo que tan poquito me importaba. Aun así intente mostrar interés, es lo que hacen los buenos novios.

En aquel momento nos habíamos alejado del pueblo, ya que se había empeñado en enseñarme la charca en la que solía coger renacuajos y ranas en antaño, cuando aun le daban curiosidad. Esas habían sido sus palabras, pero con solo verle la expresión pude comprobar que quería volver a hacerlo. Sonreí y le cogí de la mano, entrelazando nuestros dedos pues no había nadie que nos pudiese ver.

-Sé que mis abuelos son un poco difíciles de llevar, pero gracias –seguimos andando, sin mirarnos a la cara para no caernos con tanto bache. ¿Tanto se me notaba lo poco feliz que me encontraba en el lugar? Pensaba ser un maestro en ocultar mis sentimientos o lo que estaba pensando.

-No te preocupes, a la siguiente se que no debo darte a elegir a donde podamos ir de fin de semana, lo escogeré yo directamente –solté una pequeña risa ante la broma.

-¡Pero tus lugares deben de ser incómodos para mí! –exclamo de repente haciendo zarandear mi brazo con su fuerza. Intente que aquel movimiento no siguiese a mi cuerpo entero, pues aun tenía a Tiarn colgada de mí-. No quiero ir a un palacio chino o algo así.

Solté una gran carcajada al escucharlo. ¿Un palacio chino? ¿De dónde había sido capaz de sacar aquello?

-¿De dónde has sacado que yo provengo de un palacio chino? –pregunte intentando no reírme tanto.

-Todos los chinos son feos –salto de repente como si aquello fuese una verdad universal-. Pero tú eres guapo, los príncipes y sus criados son siempre guapos.

Disimule otra risa, aunque se vio igualmente lo que estaba haciendo. Supuse que aquella estúpida idea la debía de haber sacado de alguna película, drama o de algo parecido pues si no, no tenía ningún sentido.

-Tú mismo has visto a algunos de mis amigos. ¿Te parecen feos? Porque aunque no todos sean de procedencia china todos nos hemos criado ahí.

-¡Ese caso es diferente! ¡Parece casi que te has dedicado a recolectar gente guapa para que sean tus amigos!

Eche a reír por todo lo que estaba saliendo de su boca, lo cual lo hacía sin pensar, espero. Tampoco estaba muy equivocado, ya que una de las razones para nuestro reclutamiento hace ya años había sido la buena apariencia y el saber aprovecharse de ella. Me dio un escalofrío al recordar aquellos momentos, o sea que decidí deshacerme de ellos en aquel momento.

-Yo solo me junto con gente guapa Sehun, no tengo porque juntarme con la fea cuando no lo merezco –bromee sin estar seguro de que fuese a pillar el sarcasmo que utilizaba en mis palabras.

Pero en vez de responder algo a lo que yo le estaba hablando tiro de mí, más fuerte que antes y apresuro la marcha.

-¡Ahí es! –exclamo señalando una pequeña charca antes de hacerme correr hasta ella-. Oh. ¡OH, OH, OOOOH! –casi grito demasiado emocionado para mi gusto-. ¡Mira cuantos renacuajos hay! ¡Vamos a cogerlos!

Comenzó a agarrarse a las hiervas comenzó a bajar el pequeño desnivel que había para llegar al terreno acuoso. Daba gracias de que al menos se había cambiado de pantalones y de botas pues se estaba manchando por completo.

-Yo mejor te espero aquí –murmure antes de ver como prácticamente se tiraba al agua a buscarlos.

Me quede preocupado durante unos segundos, ya que no salía del agua y comencé a pensar que no se había tirado, si no que se había caído y algo malo le estaba pasando. Antes de que me diese cuenta, me había lanzado hacia abajo, agarrándome a las hierbas solamente con la mano que no agarraba a Tiarn.

-¡Estúpido niño de… ¿Dónde te has metido?! –grite mientras me aproximaba al agua, lanzándome yo también. Note que agarraba algo peludo y fino, o sea que estire  de eso, sacando a la superficie la cabeza de Sehun-. ¿¡Qué coño crees que estás haciendo!?

-Necesito una bolsa –dijo después de dar una bocanada de aire, aun siendo agarrado por mi mano. Lo mire severamente, Tiarn se había puesto nerviosa, lo notaba pues estaba agarrándose fuertemente a mí y porque no le agradaba estar solamente medio mojada.

-Nos vamos ahora mismo.