[Kryskaisoo] Forgot to Laugh [Luminescent Complement]

Siento decir esto, pero el Kryskaisoo que estaba preparando es algo IMPOSIBLE. Y digo imposible porque el ordenador hoy me ha borrado ni más ni menos que 20 PAGINAS de lo que había escrito, aunque en total sumen más. O sea que lo siento, pero yo ya no puedo más porque no solo se esta retrasando este fic sino que también todos los demás. O sea que visto lo visto he decidido hacer algo diferente. Os voy a dejar todo lo que no me ha borrado en forma de fic, y lo que queda os lo resumiré. Luego cuando tenga tiempo de verdad y si a el ordenador le place seguiré escribiéndolo (una vez terminado todo lo demás).

Titulo: Forgot to Laugh. [Luminescent Complement]
Rated: +17.
Genero: AU.
Grupo: EXO, f(x).
Pairing: KrysKaiSoo (Krystal + Jongin / Jongin + Kyungsoo).
Nota de la autora: En este tampoco pasa nada extraño extraño(?). Siento que ha pasado una eternidad, que lo ha hecho hahaha. Bueno, después de incontables trabajos, exámenes, una operación de ojo y unas anginas que acabo de pasar aquí "esta" la ultima entrega de los Complementos, supuestamente claro. Ya dije que no descartaba hacer alguno más de esta historia, pero en principio voy a enfocarme más en lo que tengo pendiente.
En fines, siento todas las molestias. Espero que de alguna manera o otra me perdonéis lo que ha pasado, y también a mi ordenador que ha contribuido mucho a la tardanza.




¿Alguna vez has sentido que has podido conectar con una persona nada más conocerla? ¿Qué puedes entenderle aunque no te lo comunique todo? Do Kyungsoo sabía lo que era eso, aunque dudaba que Kim Jongin supiese el cómo se sentía él.

Durante muchos años había pretendido que no pasaba nada, hasta que le toco de la misma manera en la que un hombre toca a una mujer. Todas las chicas de su clase hablaban de Baekhyun y Chanyeol, de la amistad tan especial que tenían y de lo bien que se veían juntos, incluso alguna se atrevía a hablar en clase sobre lo que “hacían” en sus noches privadas. Que luego resulto ser verdad, aunque ellas no se enterasen jamás de este último dato, bueno solo una y porque luego acabo siendo novia de Chanyeol. Hasta entonces jamás había se le había ocurrido pensar que dos hombres, o dos mujeres, pudiesen quererse o sentir el mismo placer que una pareja normal. De ahí que no supiese exactamente qué era lo que sentía por su buen amigo Kai.

Aunque Jongin hubiese pensado que lo había asustado por abusar de él, lo que en realidad le había dado más miedo era el haberlo disfrutado. Pero una cosa no quitaba la otra. Había sentido mucho miedo de su amigo también, al ver que no podía controlarse y que podían acabar haciendo algo que no podían.

Kai le prometió protegerlo, y él en realidad no quería eso. Solo quería estar tranquilo y volver a sentir cosas normales. Pero se sintió traicionado cuando al crecer lo descuido y comenzó a tener novias. No de esas que se tiene cuando uno es joven y en realidad no te importa tanto, si no de esas que quieres que por todos los medios salga bien.

El verdadero problema empezó el día en el que Sehun presento a su nueva amiga a sus amigos de siempre. A todos les pareció extraño que hubiese hecho una amiga en vez de un amigo pues el chico siempre había sido tímido con ellas más que con ellos. Luego se dieron cuenta de que las personalidades de ambos congeniaban bien porque a ella le gustaba llevar las riendas de su propia vida y él solo quería dejarse llevar por alguien.

En principio a los chicos no les gusto la personalidad remilgada de Jung Soojeong. Demasiado pija para chicos normales y corrientes, pero tenía algo. Y ese algo era el carisma. Llamaba la atención y cuando hablaba de ciertos temas era imposible no querer prestarle atención. Eso le pasó a Jongin, se quedo embobado con ella, pero ella con él no.

Necesito mucho tiempo para que ella se fijase en él de la manera que el moreno quería. A Kyungsoo no le extraño nada que él se embobase con ella, lo vio hasta normal, pero eso no era equivalente a que le diese igual. Le dolió mucho que su amigo le dejase de lado por ella. ¿Una chica merecía más atención que él acaso? Y aun así esas palabras jamás saldrían de su cabeza, no era lo suficientemente valiente como para decírselo a Jongin. Tenía miedo de que el pensase que era un egoísta y que no merecía la pena seguir perdiendo el tiempo con él. Perder a su amigo no era una opción factible. Jamás lo seria.

-¿Quieres tomar algo más? –preguntó la chica después de limpiarse los labios con la servilleta-. Aun nos queda algo de tiempo.

-No, creo que ya he comido demasiado –respondió el moreno-. ¿Me seguirás queriendo aunque me ponga gordo? –sonrió con picardía.

-¿Cuántos kilos te propones engordar? –inquirió ella a cambio-. No me importa que engordes un poco pero ten en cuenta que no puedes permitirte comprarte mucha ropa y que yo sepa no sabes coser y no podrías ensancharte los pantalones ¿no?

El chico frunció el ceño. No sabía cómo pero la menor siempre conseguía ver cosas en las que él jamás habría pensado. Le encantaba que su novia, secreta, fuese tan inteligente aunque a veces le hiciese sentir como un estúpido. Pero no se podía comparar la educación tan diferente que habían tenido o sea que intentaba no comerse la cabeza.

-Siempre te he visto comer mucho y nunca te he visto engordar. ¿Estás seguro de que podrías hacerlo? –y esta vez su mirada era curiosa. Jongin conocía muy bien esa mirada y siempre le recorría una extraña sensación cada vez que la veía. Sentía miedo. No un miedo estrictamente dicho como si fuese terror. Era más un sentimiento incomodo.

-No voy a engordar para hacer un experimento –le informo con fuerza para que no insistiese más-. Me gusta como estoy y lo único que quería era que me dijeses que estoy perfecto tal y como estoy. ¿Acaso no te lo parezco?

Inevitablemente la chica echo a reír. No de una manera fuerte, pues estaban en un restaurante no exclusivo pero si de categoría. El mayor se sintió estúpido. ¿Desde cuanto tenia esas necesidades de mujer?

-Lo siento –se disculpó ella aun con una pequeña sonrisa en los labios-. Pensé que después de ver todo lo que provocas en mí no tendrías ese tipo de dudas.

La muchacha acaricio la pierna de con su pie y tobillo debajo de la mesa tapada. No pudo evitar sonreír ante la caricia y las palabras. Era cierto que a veces Krystal no era la chica más sensible y delicada del mundo pero sabia como complacerle.

-¿Sabes a qué hora llegara hoy Sehun a casa? –preguntó de manera coqueta haciéndole ver sus intenciones. Jongin trago la saliva que tenía en la boca antes de contestar.

-Dudo que tenga algo para hacer esta noche, Sehun es un… -un suspiro de la menor le interrumpió-. Pero si quieres en el cine… -volvió a quedarse callado, esta vez por la mirada asesina que le lanzaba.

-Solo en tus mejores sueños, cariño –sonrió pegándole una pequeña patada a la altura de la rodilla.

Había decidido que pasaría de él. Le importaba un bledo si su corazón golpeaba sus entrañas y sus ganas de lanzarse sobre él. Se le había quedado grabado en la cabeza que la única persona a la que le había podido poner un interés especial jamás lo iba a querer de la misma manera en la que él lo quería. Sonaba triste, pero en cierta manera se sentía culpable de su situación. El no decirle nada fue un gran error. El hacerse de rogar fue otro de sus grandes errores. No volvería a confiar en nadie que le prometiese el oro, porque nadie se lo iba a dar a cambio de nada. Incluso cuando tenía algo que dar a cambio.

Se sentía estúpido y no podía soportarse a sí mismo. Cada vez que Do Kyungsoo se miraba en el espejo o lo veía sonreír a causa de ella se preguntaba el porqué lo había dejado pasar. Un Jongin enamorado era un Jongin hermoso, aunque no fuese amor hacia él. Pero se le veía tan feliz y contento… Y odiaba esa faceta suya, quería que se volviese a fijar en él. Que volviese a ver en su figura la única persona con la que podía experimentar con confianza. No al amigo tímido y débil al que debía de ver en ese momento.

-No me gusta verte de mal humor, hyung.

Otra vez  aquella sonrisa en su cara. No estaba seguro si era porque la seguía manteniendo de antes o porque había decidido animarle un poco. Esperaba que fuese la segunda opción. Aunque después de verle toda la tarde sonreír le parecía un poco extraño que se le hubiese ocurrido de repente poner esa blanca y delineada sonrisa en su cara así como así.

-No estoy de humor, déjame en paz Jongin –le espeto mientras dejaba los platos en el fregadero y se secaba las manos sacudiéndolas. Se dio la vuelta y comenzó a caminar hacia su habitación. Como fuera hacia muy mal tiempo habían decidido hacer su cena en casa. Pedir algo para comer, ya que era imposible que a Kyungsoo le diese tiempo a cocinar algo bueno y bien preparado para tantas personas en tan poco tiempo, ver algo en la televisión, discutir sobre cosas que les habían pasado durante la semana y reírse un rato.

-¿Eh? –pocas veces Kyungsoo le hablaba así a alguien, y mucho menos a Kai. El único de los amigos que había llegado a sufrir su furia había sido Baekhyun, una sola vez-. ¿Qué te pasa hyung? ¿Te sientes mal?

Intento cogerlo del brazo para retenerlo, pero este no se dejo. Actuó más rápido de lo que el menor se había esperado. Tuvo que seguirlo hasta el piso de arriba para poder atraparlo y hacerle dar la cara.

-Te he dicho que me dejes en paz –le volvió a ladrar nuevamente. Cerró la puerta prácticamente ante las narices del menor. Este no se quedo tranquilo con la respuesta que había obtenido y se dedico a golpear la puerta una y otra vez de manera continua.

Y le cansaba tener que comportarse de esa manera. Era una discusión de niños pequeños y ambos ya eran mayores para tener que hacer ese tipo de cosas ¿no? Entonces ¿por qué seguía ahí tocando la puerta una y otra vez?

Al final consiguió que le abriese la puerta, algo que se esperaba. Lo que no se esperaba fue lo que paso a continuación. Kyungsoo ataco sus labios, no como una ofensiva a la desesperada pero sí que lo hizo con gran ahincó.

Jongin no sabía cómo tomarse aquello exactamente. Después del incidente que habían tenido jamás había visto a Kyungsoo tan receptivo o queriendo hacer algo con alguien. Siempre se había sentido culpable por ello, mucho además. Y no era para menos.

Sentía que debía de dejarse llevar por el cuerpo del mayor, pero ahí estaba Soojeong. Era difícil no pensar en ella en esos momentos, incluso cuando no era su cuerpo el que estaba tocando. Quería sentirse culpable por lo que estaba pasando, porque tampoco había perdido el tiempo y había metido a Kyungsoo en la oscura habitación (lejos de miradas indiscretas), pero el solo hecho de pensar que estaba desobedeciendo y rebelándose (en secreto) ante la autoritaria figura que era su novia le agradaba. Le excitaba.

Lograron deshacerse con facilidad de la ropa del otro, incluso de la propia. Quedando casi desnudos en una habitación en la que apenas veían nada. En más de una ocasión provocaron que las cosas cayesen de su sitio, ya las recogerían después si es que no se habían roto.

Jongin dejo caer a Kyungsoo donde creía que estaba la cama, tuvo suerte porque calculo bien, aunque luego él casi cayó de rodillas al suelo.

-Auchs… -se quejó cuando sus rodillas golpearon contra la madera del mueble. Antes de que el mayor pudiese ir a atender su pequeño rasguño lo agarro de las muñecas y lo mantuvo pegado a la cama-. Quieto ahí –ordeno provocando que la piel de su nuevo amante se estremeciese.


Jongin despertó cuando escucho la puerta abrir y la luz que entraba golpeo contra sus ojos. Intento taparse con las sabanas, pero un dulce y delicioso olor entro por sus fosas nasales. Eso junto con el rugir de sus tripas fue lo que le obligo a enderezarse sobre la cama, aun sin poder abrir del todo los ojos.

-¿Sehun? ¿Desde cuándo haces tú el desayuno? –pregunto confundido mientras se intentaba desperezar y frotaba los ojos para poder ver algo. Una pequeña risa, que no era de Sehun, lo recibió alegremente. Y entonces recordó lo que había pasado la noche anterior.

Kyungsoo. Era lo que había pasado.

Le había puesto los cuernos a su novia con nada más y nada menos que con uno de sus mejores amigos. La idea no le agradaba mucho, ya que el solo pensar de que su novia se enterase de aquello le aterraba.

-Te he preparado algo para desayunar –le informo la dulce voz del mayor-. Ayer se lo comieron casi todo, pero he sido capaz de conseguir algo.

El bajo le dejo una bandeja sobre la cama, con lo que era un desayuno anglosajón. Tenía una pinta excelente y el olor le abrumaba. Tenía hambre y quería devorarlo todo pero sentía un gran nudo en la garganta. ¿Cómo debía tratar ahora a su amigo? No había sido una situación normal, empezando porque había sido Kyungsoo el que se había abalanzado sobre él y no al revés. La sola idea de imaginarse a su hyung como el atacante, un depredador, hacia que sus bajos instintos se encendiesen. Le excitaba.

-¿Te has quedado mudo? –inquirió el mayor al ver que su dongsaeng no pronunciaba palabra-. Te arrepientes de lo que paso ayer.

Sentencio firmemente solo pudiendo interpretar la situación de una manera. La verdad es que se lo había imaginado. ¿Cómo iba a acabar el chico guapo y atractivo para todos con su amigo el friki con el que siempre se habían metido por tener gustos de mujer? Se odiaba a sí mismo por haber obligado a su amigo a tener sexo con él. Había sido cruel.

-Es solo que… -y Jongin quería decir algo, pero el olor que emanaba de la comida le dejaba medio atontado, más de lo que ya estaba por haberse despertado hacia un minuto. Quería  moverse, apartar la bandeja que tenia encima, pero iba a tirarlo todo. En esos momentos sus perfectos reflejos no eran nada.

Quiso decirle algo, seguir hablando, pero Kyungsoo se fue de su propia habitación. Se quedo solo y sin saber que hacer exactamente. Tenía mucho hambre, o sea que lo primero que hizo fue devorar el desayuno que le habían preparado.

Cuando ya tuviese el estomago lleno y pudiese pensar como una persona normal ya se encargaría de hacer algo por arreglar el lio en el que se había metido.


Las cosas se habían vuelto ciertamente incomodas. Kyungsoo no le hablaba, y Soojeong pasaba demasiado tiempo estudiando ya que era época de exámenes en la universidad. Si a eso le sumabas las interminables prácticas a las que tenía que acudir la menor el tiempo que pasaba con su novio era mínimo. Al menos tenia a Sehun en casa, podía hablar y molestarle un rato.

-Chanyeol me dijo el otro día que Kyungsoo se está comportando de una manera muy extraña. ¿Qué le has hecho? –pregunto sin cortarse un solo pelo. Kai levanto la mirada de su comida extrañado por el rumbo que había cogido la conversación.

-Na–

-No mientas –interrumpió el menor. ¿Desde cuanto tenia la osadía para hacer eso?-. Siempre que a Kyungsoo le pasa algo es porque tú le has hecho algo –razono-. Es como si fueseis un matrimonio de esos que llevan ya veinte años casados y que no soportan los detalles del otro… -suspiro pesadamente.

Jongin se quedo en silencio, y su amigo lo mismo al esperar una respuesta del mayor. Pensó que podría haber solucionado las cosas con él antes, pero le había evitado durante tanto tiempo que había sido imposible. Ya no iba a las reuniones que hacían siempre, y mágicamente se enteraba cuando a él le era imposible de ir.

Había descubierto varias veces que Sehun había quedado en secreto con él ya que hacía mucho tiempo que no se veían. Y ¿el qué? ¿Acaso tenía menos derechos que los demás? Se suponía que lo que había pasado en la habitación del mayor le iba a traer problemas a él mismo, no al bajo.

Maldijo en bajo para sí mismo antes de levantarse de la mesa, sin despegarse de la no muy atenta pero impresionada mirada de Sehun, y salió de la cocina.

-¿A dónde vas? –pero el mayor no llego a escuchar esas palabras de lo rápido que salió tanto de la habitación en la que se encontraban como de la casa.


Después de pedirle abruptamente una cita en medio de la noche se sentía realmente tonto. Y ñoño. Muy ñoño. Cuando escucho las palabras de Sehun le pareció lo correcto, aunque dudaba que este estuviese intentando hacer algo por ellos ya que como casi todas las relaciones de Jongin era algo secreto. Si afirmaba que no le gustaba lo secreto, que no le daba morbo, estaría mintiendo y aunque no siempre dijese toda la verdad no era un mentiroso.

-Lo sabía.

Jongin se dio la vuelta y sonrió sin poder evitarlo al ver a su novia ahí. No estaba seguro de si iba a aparecer. Llamarla tan de repente había sido precipitado y cuando le había cogido el teléfono le había parecido realmente dormida. No le había dado tiempo a maquillarse, pero aun así estaba preciosa.
La observo acercarse a él y pasarle una manta por encima. No se había percatado del frío que hacía en la calle a esas horas de la noche hasta que noto el calor que le proporcionaba aquel cacho de tela.

-¿Cómo sabias que…?

-¿Qué ibas a estar en medio de la calle sin algo con lo que calentarte? –termino su frase ante la tenue voz de su novio-. Eres espontaneo y no piensas lo que haces muchas veces, supuse que habrías salido de casa sin pensar en lo que había fuera. Creo que debería de agradecer que lleves las zapatillas puestas –ambos se sonrieron mutuamente.

Jongin tan solo se agacho un poco para poder besar los labios de ella. Tan solo fue un simple roce de labios, pero no estaba bien visto hacer algo más en medio de la calle y sabía perfectamente que si se atrevía a hacer algo más allí acabaría siendo golpeado. No quería romper el momento que había creado su pequeño pronto. Y la situación no requería más en ese momento.

-¿Quieres hacer algo especial? –preguntó ella al separarse. Fue entonces cuando Jongin se dio cuenta de que poco podrían hacer en ese momento. Se mordió el labio. La había hecho ir hasta allí para nada-. Mi familia tiene un piso cerca de aquí. Si quieres…

Otro acto de espontaneidad le hizo abrazarla fuertemente, enterrándola entre sus brazos y el calor de la manta. Normalmente no solían tener momentos bonitos o de pareja por lo ocupados que estaban los dos, y porque en la casa de Sehun tenían que estar siempre alerta. Era agradable pensar que aun con todo, incluyendo la manera de ser de ambos, podían seguir teniendo momentos especiales y pensar que no habían caído en la rutina.

-Jongin, me estas ahogando y… -se agarro a sus ropas intentando encontrar un agujero para respirar- seguro que la gente nos estará mirando raramente. Pensaran que me quieres secuestrar o algo –añadió intentado separar su cabeza del cuerpo de su novio aunque él no le dejase.


La puerta del apartamento se abrió. Por el olor que había dentro se podía notar que había estado durante mucho tiempo cerrado. Pero la luz funcionaba y se estaba mucho más caliente que en la calle, aunque aún no se pudiesen quitar el abrigo, o en el caso de Jongin la manta.

-Voy a… -y la muchacha salió en una dirección que Jongin desconocía. Inspecciono el piso, mejor dicho lo que estaba a su vista porque estaba seguro de que no iba a ser nada pequeño-. Hacía tiempo que la caldera no se ponía en marcha o sea que supongo que le costara un poco volver a ponerse en marcha –explicó. En realidad la menor sentía la necesidad de darse una ducha de agua caliente el frío había calado bien dentro de ella.

Se metieron en la cocina y descubrieron que no había nada para comer allí dentro. Tampoco era de extrañar si hacía meses que nadie pasaba por ahí. Lo que le extrañaba a Jongin era que Soojeong no se hubiese acordado antes de que aquel lugar existiera. Su relación habría sido mucho más sencilla.

La idea de que la menor pudiese tener un amante inundo su cabeza, pero era absurdo. ¿No? ¿Para qué querría a alguien más si le tenía a él? Entonces recordó lo que había pasado con Kyungsoo en su habitación. Sinceramente Jongin se sentía muy a gusto con la relación que tenia con su novia, no sentía necesidad de nada más, pero aun así se había acostado con Kyungsoo. Con otro hombre.

Sintió su mundo tambalearse al darse cuenta de que todo podía cambiar de un día para otro y sin previo aviso. Su mirada se nublo momentáneamente y al recuperarla vio a una hermosa dama. A la hermosa dama que tenía como novia.

Sin pensárselo dos veces la cogió en brazos y la estampo, no tan suavemente como le habría gustado, contra el frigorífico. Esta se quejo, pero no pudo seguir haciéndolo cuando sus labios chocaron fuertemente contra los de su novio. Después de un largo rato besándose sin ningún compas el uno al otro ella logro separarle medianamente de él estirando de los pelos de su cogote.

-Jongin… -suspiro fuertemente intentando pronunciar palabras enteras-. Fr–frío –separo su espalda, o al menos la arqueo para que no estuviese tan pegada a la nevera, haciéndole ver de qué hablaba.

-Ah, lo siento.

Aun con ella a cuestas se separo del lugar en la que la mantenía sujeta, notando inmediatamente que necesitaba otro lugar donde apoyarse si no quería hacerla caer.

-¿Ducha? –preguntó ella entonces.

-Ducha –asintió sin siquiera pensárselo dos veces. La alzo otra vez, dejando que ella se agarrase mejor con sus piernas su delgado cuerpo. Con torpes indicaciones, que se interrumpían con constantes besos, llegaron a su destino. A ambos les faltaba la ropa de su mitad superior y aunque el ambiente estuviese frío no sentían nada de ello pues la situación no les permitía.

Con movimientos más exagerados lograron abrir el agua de la ducha, metiéndose en ella después de quitarse los calcetines cada uno con sus propios pies. Prácticamente a la vez estremecieron al sentir la aun no caliente agua que caía sobre ellos. Rieron sin poder evitarlo e intentaron acostumbrarse cuanto antes a aquella sensación.

-Creo que es la primera vez que nos lo podemos montar de esta manera sin ir a un hotel –comento el hombre besando seguidamente los labios de su novia.

-Tiene su gracia entonces que mi hermana tenga que salir del país para que esto pase –pudo decir entre los besos que él le proporcionaba. Aquella frase hizo que Jongin parase en seco y la mirase a los ojos, o lo intentase al menos ya que con las gotas que caían de la alcachofa era un tanto difícil.

-¿Es la casa de tu hermana? –pregunto intentando no parecer muy emocionado aunque no pudiese esconder su alegría tan fácilmente. Su novia asintió con la cabeza bajándole los pantalones ya que estaba quieto en ese momento y era medianamente fácil por lo que pesaban con el agua incluida-. Te amo –confesó como muchas otras veces atrás alzándola un poco más para poder cogerla mejor y que no se le escurriese más entre los brazos.

Con cierto grado de complicación consiguieron acabar los dos desnudos dentro de la ducha. Sin parar de besarse una y otra vez dejando que el éxtasis les llegase hasta lo más profundo. Las caricias, que en cualquier otro lugar podían calificarse como inadecuadas, fueron sucediéndose una a una hasta el punto de que los dos estaban a punto de explotar a su propia manera.

Sin ningún previo aviso Jongin la volvió a apoyar mejor contra la pared y así poder controlarla mejor. Y de la misma manera la penetro sin mucho esfuerzo provocando que sus uñas se clavasen en su hombro como otras tantas veces. Se sonrieron el uno al otro una vez más antes de seguir con lo propio de la situación. Para ayudarle con la fuerza que necesitaba Jongin para alzarla y penetrarla a la vez Soojeong se agarro a uno de los salientes de la mampara y comenzó ella también a moverse, de una manera más sutil que el desenfreno que quería seguir el mayor del lugar.


Salieron del edificio entre risas. Había sido tranquilizante y de esta manera habían conseguido deshacerse del estrés acumulado y de la pequeña tensión sexual que los había estado atosigando. Krystal agarro la manta que le había dejado a Jongin y tiro de esta en medio de la calle, haciendo que ambos volvieran a juntarse en un ligero abrazo.

-Hacia mucho que no podíamos hacer algo parecido –recalco la menor al recordar las semanas tan ocupadas que habían tenido últimamente y que no habían tenido ocasión de estar tan siquiera una hora juntos-. Tendré que echar a mi hermana de la ciudad con más frecuencia –rio entre dientes antes de darle un suave pico en los labios.

-Siempre puedo echar yo a Sehun de su casa y… -se quedó en completo silencio al cruzarse con los ojos bien abiertos de Kyungsoo sobre ellos. Más concretamente sobre él y la persona que tenía entre sus brazos.

Extrañada de lo rígido que se había puesto su novio y que hubiese dejado de hablar repentinamente Soojeong se separo de él y miro hacia donde este estaba mirando, encontrándose de esta manera con la figura de Do Kyungsoo ella también. Seguidamente miro a Jongin, que se encontraba paralizado y no sabía exactamente porque.

Comprendía hasta cierto punto que no quisiese que Sehun se enterase de lo que pasaba entre ellos. También era verdad que le parecía una idiotez mantenerlo en secreto, pero había aprendido que para Jongin era importante que fuese así o sea que tampoco se había dedicado a pregonarlo por ahí a los cuatro vientos. Aunque en muchas ocasiones podía parecer temperamental y autoritaria, de esas personas que acaban haciendo lo que les da la gana estén de acuerdo con ella o no, sabía respetar (hasta cierto punto) los deseos de los demás. Al principio fue difícil no decirle nada a su mejor amigo, al menor amigo de los dos, pero había acabado por volverse una rutina al final y ahora ya ni se lo pensaba.

En cambio que lo supiese otra persona cualquiera no conllevaba nada. ¿Verdad?

La muchacha no podía ni imaginarse el poder que sus amigos tenían sobre su novio. Ya fuese su gran amigo de siempre Lee Sehun o el siempre callado, apuesto y educado Do Kyungsoo. Soojeong debía de admitir que aquella criatura siempre le había agradado mucho: era trabajador, responsable, cocinaba tan bien como la cocinera más experta de su casa y no solía hacer mucho ruido, cosas que no podía atribuir a gran parte de las amistades de Sehun y de Jongin. Pero poco se imaginaba que a partir de ese momento iba a desesperarle lo peor del mundo en los siguientes meses.



A partir de aquí deja de ser fic y es el resumen de la historia.

Después de que Kyungsoo se entere de la verdad sobre la relación que tienen Jongin y Krystal ve una oportunidad para apartarlos el uno del otro. Comienza haciéndoles picias, así como que no se puedan ver etc, pero al ver que tiene cierto poder sobre los dos se corroe bastante y les obliga a hacer quehaceres que tiene que hacer el mismo, o incluso a pedirles favores bastantes más grandes.

Un día le pide a Jongin que siga con lo que le hizo una vez en su habitación (el incidente del vibrador), y este no se niega. Desde este punto empiezan a tener una relación a escondidas del resto del mundo, poniéndole así los cuernos a Krystal. En la merienda esa que dan los padres de Sehun en su casa, cuando se encuentran a Kai desnudo en la cama no había estado con Soojeong, sino con Kyungsoo (aunque luego aprovecha para pincharse a la otra hahahaha). 

Pero todo se va un poco a la mierda cuando Krystal decide que no puede más con la situación y le dice a Sehun por teléfono que ella y Jongin llevan tiempo saliendo y que ya lo siente si le molesta de alguna manera pero que como tampoco son nada no tiene derecho a quejarse o a decir algo. Como ya se ve en Luminescent II, a Sehun le da más que igual que esto sea así. Es más le conviene bastante.

La cosa podría haber acabado ahí tranquilamente, pero no. Por un descuido de Jongin, Krystal se entera de que le esta poniendo los cuernos con Kyungsoo y esta se enfada. La cosa es que no solo se enfada porque le este poniendo los cuernos, si no porque se los esta poniendo con un chico (véase que por culpa de la homosexualidad de Sehun hacía Luhan se le complican bastante las cosas, al igual que sus planes para el futuro y comienza a pillarle algo de manía a eso a las parejas homosexuales porque le complican la vida a más no poder). Con todo el cabreo encima Soojeong le dice a Kai que se lo va a contar a sus amigos, ya que tienen derecho a saberlo (aunque realmente duda que ellos ya no lo sepan y se estén riendo de ella). Es cuando Kai le golpea con la sarten y la ata a la silla sin saber que hacer después ya que no estaba dentro de su plan del día.

Los dos cortan todo contacto entre ellos hasta que en cierto momento ambos deciden que es mejor hablarlo, aunque sea con alguien delante. De mientras Kai ha seguido teniendo una relación con Kyungsoo, como la que mantenían antes. Eso si, sin contárselo a nadie. En Luminescent II se ve como termina esa escena o sea que no voy a explicarla. La cosa es que llegan a hacer las paces hasta cierto punto, aunque luego no vayan a tener la misma relación que antes. Es más durante un año solo se hablan cuando a Sehun le pasa algo para nada más.

Luego queda el asunto del accidente. Kai y Kyungsoo nunca llegaron a formalizar la relación que tenían, aunque al final todo el mundo se enterase de que estaban juntos (demasiado ñoñis para no darse cuenta). Un día después de una cita fuera de la ciudad, al volver ya de noche por la carretera tienen un accidente en el que Kai (piloto) muere prácticamente en el acto y Kyungsoo (copiloto) logra sobrevivir aunque se haga lesiones que no van a ser nada fáciles de curar. Además como se puede ver en el ultimo capitulo le quedan secuelas emocionales también, lo cual es bastante normal y habitual en un accidente de este tipo.

1 comentario:

  1. Primero que todo, siento la tardanza, no es algo normal en mi, pero a partir de ahora, bu si quiera se si voy a poder ser tan fiel como prometí, leeré en momentos que tenga libre. Ugh.

    Referente al especial, me he quedado de piedra, no se bien bien que decir, no me esperaba la mitad de las cosas.
    Eso de que DO se lanzase sobre Jongin... OMG, qué por ese motivo le pagó el sartenazo y pillo manía a los homosexuales.... Hasta la comprendo, ella que se veía feliz y va Jongin y la caga. -Ardo y lanzo zapatos-

    Ahora entiendo más de una cosa juuuum.

    Un saludo y ánimo con tooooodo, espero volver pronto para seguir leyendo y tirar zapatos. Besos amore, Fighting!

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