Siento decir esto, pero el Kryskaisoo que estaba preparando es algo IMPOSIBLE. Y digo imposible porque el ordenador hoy me ha borrado ni más ni menos que 20 PAGINAS de lo que había escrito, aunque en total sumen más. O sea que lo siento, pero yo ya no puedo más porque no solo se esta retrasando este fic sino que también todos los demás. O sea que visto lo visto he decidido hacer algo diferente. Os voy a dejar todo lo que no me ha borrado en forma de fic, y lo que queda os lo resumiré. Luego cuando tenga tiempo de verdad y si a el ordenador le place seguiré escribiéndolo (una vez terminado todo lo demás).
Titulo: Forgot to Laugh. [Luminescent Complement]
Rated: +17.
Genero: AU.
Grupo: EXO, f(x).
Pairing: KrysKaiSoo (Krystal + Jongin / Jongin + Kyungsoo).
Nota de la autora: En este tampoco pasa nada extraño extraño(?). Siento que ha pasado una eternidad, que lo ha hecho hahaha. Bueno, después de incontables trabajos, exámenes, una operación de ojo y unas anginas que acabo de pasar aquí "esta" la ultima entrega de los Complementos, supuestamente claro. Ya dije que no descartaba hacer alguno más de esta historia, pero en principio voy a enfocarme más en lo que tengo pendiente.
En fines, siento todas las molestias. Espero que de alguna manera o otra me perdonéis lo que ha pasado, y también a mi ordenador que ha contribuido mucho a la tardanza.
¿Alguna vez has sentido que has
podido conectar con una persona nada más conocerla? ¿Qué puedes entenderle
aunque no te lo comunique todo? Do Kyungsoo sabía lo que era eso, aunque dudaba
que Kim Jongin supiese el cómo se sentía él.
Durante muchos años había
pretendido que no pasaba nada, hasta que le toco de la misma manera en la que
un hombre toca a una mujer. Todas las chicas de su clase hablaban de Baekhyun y
Chanyeol, de la amistad tan especial que tenían y de lo bien que se veían
juntos, incluso alguna se atrevía a hablar en clase sobre lo que “hacían” en
sus noches privadas. Que luego resulto ser verdad, aunque ellas no se enterasen
jamás de este último dato, bueno solo una y porque luego acabo siendo novia de
Chanyeol. Hasta entonces jamás había se le había ocurrido pensar que dos
hombres, o dos mujeres, pudiesen quererse o sentir el mismo placer que una
pareja normal. De ahí que no supiese exactamente qué era lo que sentía por su
buen amigo Kai.
Aunque Jongin hubiese pensado que
lo había asustado por abusar de él, lo que en realidad le había dado más miedo
era el haberlo disfrutado. Pero una cosa no quitaba la otra. Había sentido
mucho miedo de su amigo también, al ver que no podía controlarse y que podían
acabar haciendo algo que no podían.
Kai le prometió protegerlo, y él
en realidad no quería eso. Solo quería estar tranquilo y volver a sentir cosas
normales. Pero se sintió traicionado cuando al crecer lo descuido y comenzó a
tener novias. No de esas que se tiene cuando uno es joven y en realidad no te
importa tanto, si no de esas que quieres que por todos los medios salga bien.
El verdadero problema empezó el
día en el que Sehun presento a su nueva amiga a sus amigos de siempre. A todos
les pareció extraño que hubiese hecho una amiga en vez de un amigo pues el
chico siempre había sido tímido con ellas más que con ellos. Luego se dieron
cuenta de que las personalidades de ambos congeniaban bien porque a ella le
gustaba llevar las riendas de su propia vida y él solo quería dejarse llevar
por alguien.
En principio a los chicos no les
gusto la personalidad remilgada de Jung Soojeong. Demasiado pija para chicos
normales y corrientes, pero tenía algo. Y ese algo era el carisma. Llamaba la
atención y cuando hablaba de ciertos temas era imposible no querer prestarle
atención. Eso le pasó a Jongin, se quedo embobado con ella, pero ella con él
no.
Necesito mucho tiempo para que
ella se fijase en él de la manera que el moreno quería. A Kyungsoo no le
extraño nada que él se embobase con ella, lo vio hasta normal, pero eso no era
equivalente a que le diese igual. Le dolió mucho que su amigo le dejase de lado
por ella. ¿Una chica merecía más atención que él acaso? Y aun así esas palabras
jamás saldrían de su cabeza, no era lo suficientemente valiente como para decírselo
a Jongin. Tenía miedo de que el pensase que era un egoísta y que no merecía la
pena seguir perdiendo el tiempo con él. Perder a su amigo no era una opción
factible. Jamás lo seria.
-¿Quieres tomar algo más?
–preguntó la chica después de limpiarse los labios con la servilleta-. Aun nos
queda algo de tiempo.
-No, creo que ya he comido
demasiado –respondió el moreno-. ¿Me seguirás queriendo aunque me ponga gordo?
–sonrió con picardía.
-¿Cuántos kilos te propones
engordar? –inquirió ella a cambio-. No me importa que engordes un poco pero ten
en cuenta que no puedes permitirte comprarte mucha ropa y que yo sepa no sabes
coser y no podrías ensancharte los pantalones ¿no?
El chico frunció el ceño. No
sabía cómo pero la menor siempre conseguía ver cosas en las que él jamás habría
pensado. Le encantaba que su novia, secreta, fuese tan inteligente aunque a
veces le hiciese sentir como un estúpido. Pero no se podía comparar la
educación tan diferente que habían tenido o sea que intentaba no comerse la
cabeza.
-Siempre te he visto comer mucho
y nunca te he visto engordar. ¿Estás seguro de que podrías hacerlo? –y esta vez
su mirada era curiosa. Jongin conocía muy bien esa mirada y siempre le recorría
una extraña sensación cada vez que la veía. Sentía miedo. No un miedo
estrictamente dicho como si fuese terror. Era más un sentimiento incomodo.
-No voy a engordar para hacer un
experimento –le informo con fuerza para que no insistiese más-. Me gusta como
estoy y lo único que quería era que me dijeses que estoy perfecto tal y como
estoy. ¿Acaso no te lo parezco?
Inevitablemente la chica echo a
reír. No de una manera fuerte, pues estaban en un restaurante no exclusivo pero
si de categoría. El mayor se sintió estúpido. ¿Desde cuanto tenia esas
necesidades de mujer?
-Lo siento –se disculpó ella aun
con una pequeña sonrisa en los labios-. Pensé que después de ver todo lo que
provocas en mí no tendrías ese tipo de dudas.
La muchacha acaricio la pierna de
con su pie y tobillo debajo de la mesa tapada. No pudo evitar sonreír ante la
caricia y las palabras. Era cierto que a veces Krystal no era la chica más
sensible y delicada del mundo pero sabia como complacerle.
-¿Sabes a qué hora llegara hoy
Sehun a casa? –preguntó de manera coqueta haciéndole ver sus intenciones.
Jongin trago la saliva que tenía en la boca antes de contestar.
-Dudo que tenga algo para hacer
esta noche, Sehun es un… -un suspiro de la menor le interrumpió-. Pero si
quieres en el cine… -volvió a quedarse callado, esta vez por la mirada asesina
que le lanzaba.
-Solo en tus mejores sueños,
cariño –sonrió pegándole una pequeña patada a la altura de la rodilla.
Había decidido que pasaría de él.
Le importaba un bledo si su corazón golpeaba sus entrañas y sus ganas de
lanzarse sobre él. Se le había quedado grabado en la cabeza que la única
persona a la que le había podido poner un interés especial jamás lo iba a
querer de la misma manera en la que él lo quería. Sonaba triste, pero en cierta
manera se sentía culpable de su situación. El no decirle nada fue un gran error.
El hacerse de rogar fue otro de sus grandes errores. No volvería a confiar en
nadie que le prometiese el oro, porque nadie se lo iba a dar a cambio de nada.
Incluso cuando tenía algo que dar a cambio.
Se sentía estúpido y no podía
soportarse a sí mismo. Cada vez que Do Kyungsoo se miraba en el espejo o lo
veía sonreír a causa de ella se preguntaba el porqué lo había dejado pasar. Un
Jongin enamorado era un Jongin hermoso, aunque no fuese amor hacia él. Pero se
le veía tan feliz y contento… Y odiaba esa faceta suya, quería que se volviese
a fijar en él. Que volviese a ver en su figura la única persona con la que
podía experimentar con confianza. No al amigo tímido y débil al que debía de
ver en ese momento.
-No me gusta verte de mal humor,
hyung.
Otra vez aquella sonrisa en su cara. No estaba seguro
si era porque la seguía manteniendo de antes o porque había decidido animarle
un poco. Esperaba que fuese la segunda opción. Aunque después de verle toda la
tarde sonreír le parecía un poco extraño que se le hubiese ocurrido de repente
poner esa blanca y delineada sonrisa en su cara así como así.
-No estoy de humor, déjame en paz
Jongin –le espeto mientras dejaba los platos en el fregadero y se secaba las
manos sacudiéndolas. Se dio la vuelta y comenzó a caminar hacia su habitación.
Como fuera hacia muy mal tiempo habían decidido hacer su cena en casa. Pedir
algo para comer, ya que era imposible que a Kyungsoo le diese tiempo a cocinar
algo bueno y bien preparado para tantas personas en tan poco tiempo, ver algo en
la televisión, discutir sobre cosas que les habían pasado durante la semana y
reírse un rato.
-¿Eh? –pocas veces Kyungsoo le
hablaba así a alguien, y mucho menos a Kai. El único de los amigos que había
llegado a sufrir su furia había sido Baekhyun, una sola vez-. ¿Qué te pasa
hyung? ¿Te sientes mal?
Intento cogerlo del brazo para
retenerlo, pero este no se dejo. Actuó más rápido de lo que el menor se había
esperado. Tuvo que seguirlo hasta el piso de arriba para poder atraparlo y
hacerle dar la cara.
-Te he dicho que me dejes en paz
–le volvió a ladrar nuevamente. Cerró la puerta prácticamente ante las narices
del menor. Este no se quedo tranquilo con la respuesta que había obtenido y se
dedico a golpear la puerta una y otra vez de manera continua.
Y le cansaba tener que
comportarse de esa manera. Era una discusión de niños pequeños y ambos ya eran
mayores para tener que hacer ese tipo de cosas ¿no? Entonces ¿por qué seguía
ahí tocando la puerta una y otra vez?
Al final consiguió que le abriese
la puerta, algo que se esperaba. Lo que no se esperaba fue lo que paso a
continuación. Kyungsoo ataco sus labios, no como una ofensiva a la desesperada
pero sí que lo hizo con gran ahincó.
Jongin no sabía cómo tomarse
aquello exactamente. Después del incidente que habían tenido jamás había visto
a Kyungsoo tan receptivo o queriendo hacer algo con alguien. Siempre se había
sentido culpable por ello, mucho además. Y no era para menos.
Sentía que debía de dejarse
llevar por el cuerpo del mayor, pero ahí estaba Soojeong. Era difícil no pensar
en ella en esos momentos, incluso cuando no era su cuerpo el que estaba
tocando. Quería sentirse culpable por lo que estaba pasando, porque tampoco
había perdido el tiempo y había metido a Kyungsoo en la oscura habitación
(lejos de miradas indiscretas), pero el solo hecho de pensar que estaba
desobedeciendo y rebelándose (en secreto) ante la autoritaria figura que era su
novia le agradaba. Le excitaba.
Lograron deshacerse con facilidad
de la ropa del otro, incluso de la propia. Quedando casi desnudos en una
habitación en la que apenas veían nada. En más de una ocasión provocaron que
las cosas cayesen de su sitio, ya las recogerían después si es que no se habían
roto.
Jongin dejo caer a Kyungsoo donde
creía que estaba la cama, tuvo suerte porque calculo bien, aunque luego él casi
cayó de rodillas al suelo.
-Auchs… -se quejó cuando sus
rodillas golpearon contra la madera del mueble. Antes de que el mayor pudiese
ir a atender su pequeño rasguño lo agarro de las muñecas y lo mantuvo pegado a la
cama-. Quieto ahí –ordeno provocando que la piel de su nuevo amante se
estremeciese.
Jongin despertó cuando escucho la
puerta abrir y la luz que entraba golpeo contra sus ojos. Intento taparse con
las sabanas, pero un dulce y delicioso olor entro por sus fosas nasales. Eso
junto con el rugir de sus tripas fue lo que le obligo a enderezarse sobre la
cama, aun sin poder abrir del todo los ojos.
-¿Sehun? ¿Desde cuándo haces tú
el desayuno? –pregunto confundido mientras se intentaba desperezar y frotaba
los ojos para poder ver algo. Una pequeña risa, que no era de Sehun, lo recibió
alegremente. Y entonces recordó lo que había pasado la noche anterior.
Kyungsoo. Era lo que había
pasado.
Le había puesto los cuernos a su
novia con nada más y nada menos que con uno de sus mejores amigos. La idea no
le agradaba mucho, ya que el solo pensar de que su novia se enterase de aquello
le aterraba.
-Te he preparado algo para
desayunar –le informo la dulce voz del mayor-. Ayer se lo comieron casi todo,
pero he sido capaz de conseguir algo.
El bajo le dejo una bandeja sobre
la cama, con lo que era un desayuno anglosajón. Tenía una pinta excelente y el
olor le abrumaba. Tenía hambre y quería devorarlo todo pero sentía un gran nudo
en la garganta. ¿Cómo debía tratar ahora a su amigo? No había sido una
situación normal, empezando porque había sido Kyungsoo el que se había
abalanzado sobre él y no al revés. La sola idea de imaginarse a su hyung como
el atacante, un depredador, hacia que sus bajos instintos se encendiesen. Le excitaba.
-¿Te has quedado mudo? –inquirió
el mayor al ver que su dongsaeng no pronunciaba palabra-. Te arrepientes de lo
que paso ayer.
Sentencio firmemente solo
pudiendo interpretar la situación de una manera. La verdad es que se lo había
imaginado. ¿Cómo iba a acabar el chico guapo y atractivo para todos con su
amigo el friki con el que siempre se
habían metido por tener gustos de mujer? Se odiaba a sí mismo por haber
obligado a su amigo a tener sexo con él. Había sido cruel.
-Es solo que… -y Jongin quería decir
algo, pero el olor que emanaba de la comida le dejaba medio atontado, más de lo
que ya estaba por haberse despertado hacia un minuto. Quería moverse, apartar la bandeja que tenia encima,
pero iba a tirarlo todo. En esos momentos sus perfectos reflejos no eran nada.
Quiso decirle algo, seguir
hablando, pero Kyungsoo se fue de su propia habitación. Se quedo solo y sin
saber que hacer exactamente. Tenía mucho hambre, o sea que lo primero que hizo
fue devorar el desayuno que le habían preparado.
Cuando ya tuviese el estomago
lleno y pudiese pensar como una persona normal ya se encargaría de hacer algo
por arreglar el lio en el que se había metido.
Las cosas se habían vuelto
ciertamente incomodas. Kyungsoo no le hablaba, y Soojeong pasaba demasiado tiempo
estudiando ya que era época de exámenes en la universidad. Si a eso le sumabas
las interminables prácticas a las que tenía que acudir la menor el tiempo que
pasaba con su novio era mínimo. Al menos tenia a Sehun en casa, podía hablar y
molestarle un rato.
-Chanyeol me dijo el otro día que
Kyungsoo se está comportando de una manera muy extraña. ¿Qué le has hecho?
–pregunto sin cortarse un solo pelo. Kai levanto la mirada de su comida
extrañado por el rumbo que había cogido la conversación.
-Na–
-No mientas –interrumpió el
menor. ¿Desde cuanto tenia la osadía para hacer eso?-. Siempre que a Kyungsoo
le pasa algo es porque tú le has hecho algo –razono-. Es como si fueseis un
matrimonio de esos que llevan ya veinte años casados y que no soportan los detalles
del otro… -suspiro pesadamente.
Jongin se quedo en silencio, y su
amigo lo mismo al esperar una respuesta del mayor. Pensó que podría haber
solucionado las cosas con él antes, pero le había evitado durante tanto tiempo
que había sido imposible. Ya no iba a las reuniones que hacían siempre, y
mágicamente se enteraba cuando a él le era imposible de ir.
Había descubierto varias veces
que Sehun había quedado en secreto con él ya que hacía mucho tiempo que no se
veían. Y ¿el qué? ¿Acaso tenía menos derechos que los demás? Se suponía que lo
que había pasado en la habitación del mayor le iba a traer problemas a él
mismo, no al bajo.
Maldijo en bajo para sí mismo
antes de levantarse de la mesa, sin despegarse de la no muy atenta pero
impresionada mirada de Sehun, y salió de la cocina.
-¿A dónde vas? –pero el mayor no
llego a escuchar esas palabras de lo rápido que salió tanto de la habitación en
la que se encontraban como de la casa.
Después de pedirle abruptamente
una cita en medio de la noche se sentía realmente tonto. Y ñoño. Muy ñoño.
Cuando escucho las palabras de Sehun le pareció lo correcto, aunque dudaba que
este estuviese intentando hacer algo por ellos ya que como casi todas las
relaciones de Jongin era algo secreto. Si afirmaba que no le gustaba lo
secreto, que no le daba morbo, estaría mintiendo y aunque no siempre dijese
toda la verdad no era un mentiroso.
-Lo sabía.
Jongin se dio la vuelta y sonrió
sin poder evitarlo al ver a su novia ahí. No estaba seguro de si iba a
aparecer. Llamarla tan de repente había sido precipitado y cuando le había
cogido el teléfono le había parecido realmente dormida. No le había dado tiempo
a maquillarse, pero aun así estaba preciosa.
La observo acercarse a él y
pasarle una manta por encima. No se había percatado del frío que hacía en la
calle a esas horas de la noche hasta que noto el calor que le proporcionaba
aquel cacho de tela.
-¿Cómo sabias que…?
-¿Qué ibas a estar en medio de la
calle sin algo con lo que calentarte? –termino su frase ante la tenue voz de su
novio-. Eres espontaneo y no piensas lo que haces muchas veces, supuse que
habrías salido de casa sin pensar en lo que había fuera. Creo que debería de
agradecer que lleves las zapatillas puestas –ambos se sonrieron mutuamente.
Jongin tan solo se agacho un poco
para poder besar los labios de ella. Tan solo fue un simple roce de labios,
pero no estaba bien visto hacer algo más en medio de la calle y sabía
perfectamente que si se atrevía a hacer algo más allí acabaría siendo golpeado.
No quería romper el momento que había creado su pequeño pronto. Y la situación
no requería más en ese momento.
-¿Quieres hacer algo especial?
–preguntó ella al separarse. Fue entonces cuando Jongin se dio cuenta de que
poco podrían hacer en ese momento. Se mordió el labio. La había hecho ir hasta
allí para nada-. Mi familia tiene un piso cerca de aquí. Si quieres…
Otro acto de espontaneidad le
hizo abrazarla fuertemente, enterrándola entre sus brazos y el calor de la
manta. Normalmente no solían tener momentos bonitos o de pareja por lo ocupados
que estaban los dos, y porque en la casa de Sehun tenían que estar siempre
alerta. Era agradable pensar que aun con todo, incluyendo la manera de ser de
ambos, podían seguir teniendo momentos especiales y pensar que no habían caído
en la rutina.
-Jongin, me estas ahogando y… -se
agarro a sus ropas intentando encontrar un agujero para respirar- seguro que la
gente nos estará mirando raramente. Pensaran que me quieres secuestrar o algo
–añadió intentado separar su cabeza del cuerpo de su novio aunque él no le
dejase.
La puerta del apartamento se
abrió. Por el olor que había dentro se podía notar que había estado durante
mucho tiempo cerrado. Pero la luz funcionaba y se estaba mucho más caliente que
en la calle, aunque aún no se pudiesen quitar el abrigo, o en el caso de Jongin
la manta.
-Voy a… -y la muchacha salió en
una dirección que Jongin desconocía. Inspecciono el piso, mejor dicho lo que
estaba a su vista porque estaba seguro de que no iba a ser nada pequeño-. Hacía
tiempo que la caldera no se ponía en marcha o sea que supongo que le costara un
poco volver a ponerse en marcha –explicó. En realidad la menor sentía la
necesidad de darse una ducha de agua caliente el frío había calado bien dentro
de ella.
Se metieron en la cocina y
descubrieron que no había nada para comer allí dentro. Tampoco era de extrañar
si hacía meses que nadie pasaba por ahí. Lo que le extrañaba a Jongin era que
Soojeong no se hubiese acordado antes de que aquel lugar existiera. Su relación
habría sido mucho más sencilla.
La idea de que la menor pudiese
tener un amante inundo su cabeza, pero era absurdo. ¿No? ¿Para qué querría a
alguien más si le tenía a él? Entonces recordó lo que había pasado con Kyungsoo
en su habitación. Sinceramente Jongin se sentía muy a gusto con la relación que
tenia con su novia, no sentía necesidad de nada más, pero aun así se había
acostado con Kyungsoo. Con otro hombre.
Sintió su mundo tambalearse al
darse cuenta de que todo podía cambiar de un día para otro y sin previo aviso.
Su mirada se nublo momentáneamente y al recuperarla vio a una hermosa dama. A
la hermosa dama que tenía como novia.
Sin pensárselo dos veces la cogió
en brazos y la estampo, no tan suavemente como le habría gustado, contra el
frigorífico. Esta se quejo, pero no pudo seguir haciéndolo cuando sus labios
chocaron fuertemente contra los de su novio. Después de un largo rato besándose
sin ningún compas el uno al otro ella logro separarle medianamente de él
estirando de los pelos de su cogote.
-Jongin… -suspiro fuertemente
intentando pronunciar palabras enteras-. Fr–frío –separo su espalda, o al menos
la arqueo para que no estuviese tan pegada a la nevera, haciéndole ver de qué
hablaba.
-Ah, lo siento.
Aun con ella a cuestas se separo
del lugar en la que la mantenía sujeta, notando inmediatamente que necesitaba
otro lugar donde apoyarse si no quería hacerla caer.
-¿Ducha? –preguntó ella entonces.
-Ducha –asintió sin siquiera
pensárselo dos veces. La alzo otra vez, dejando que ella se agarrase mejor con
sus piernas su delgado cuerpo. Con torpes indicaciones, que se interrumpían con
constantes besos, llegaron a su destino. A ambos les faltaba la ropa de su
mitad superior y aunque el ambiente estuviese frío no sentían nada de ello pues
la situación no les permitía.
Con movimientos más exagerados
lograron abrir el agua de la ducha, metiéndose en ella después de quitarse los
calcetines cada uno con sus propios pies. Prácticamente a la vez estremecieron
al sentir la aun no caliente agua que caía sobre ellos. Rieron sin poder
evitarlo e intentaron acostumbrarse cuanto antes a aquella sensación.
-Creo que es la primera vez que
nos lo podemos montar de esta manera sin ir a un hotel –comento el hombre
besando seguidamente los labios de su novia.
-Tiene su gracia entonces que mi
hermana tenga que salir del país para que esto pase –pudo decir entre los besos
que él le proporcionaba. Aquella frase hizo que Jongin parase en seco y la
mirase a los ojos, o lo intentase al menos ya que con las gotas que caían de la
alcachofa era un tanto difícil.
-¿Es la casa de tu hermana?
–pregunto intentando no parecer muy emocionado aunque no pudiese esconder su
alegría tan fácilmente. Su novia asintió con la cabeza bajándole los pantalones
ya que estaba quieto en ese momento y era medianamente fácil por lo que pesaban
con el agua incluida-. Te amo –confesó como muchas otras veces atrás alzándola
un poco más para poder cogerla mejor y que no se le escurriese más entre los
brazos.
Con cierto grado de complicación
consiguieron acabar los dos desnudos dentro de la ducha. Sin parar de besarse
una y otra vez dejando que el éxtasis les llegase hasta lo más profundo. Las
caricias, que en cualquier otro lugar podían calificarse como inadecuadas, fueron
sucediéndose una a una hasta el punto de que los dos estaban a punto de
explotar a su propia manera.
Sin ningún previo aviso Jongin la
volvió a apoyar mejor contra la pared y así poder controlarla mejor. Y de la
misma manera la penetro sin mucho esfuerzo provocando que sus uñas se clavasen
en su hombro como otras tantas veces. Se sonrieron el uno al otro una vez más
antes de seguir con lo propio de la situación. Para ayudarle con la fuerza que
necesitaba Jongin para alzarla y penetrarla a la vez Soojeong se agarro a uno
de los salientes de la mampara y comenzó ella también a moverse, de una manera
más sutil que el desenfreno que quería seguir el mayor del lugar.
Salieron del edificio entre
risas. Había sido tranquilizante y de esta manera habían conseguido deshacerse
del estrés acumulado y de la pequeña tensión sexual que los había estado
atosigando. Krystal agarro la manta que le había dejado a Jongin y tiro de esta
en medio de la calle, haciendo que ambos volvieran a juntarse en un ligero
abrazo.
-Hacia mucho que no podíamos
hacer algo parecido –recalco la menor al recordar las semanas tan ocupadas que
habían tenido últimamente y que no habían tenido ocasión de estar tan siquiera
una hora juntos-. Tendré que echar a mi hermana de la ciudad con más frecuencia
–rio entre dientes antes de darle un suave pico en los labios.
-Siempre puedo echar yo a Sehun
de su casa y… -se quedó en completo silencio al cruzarse con los ojos bien
abiertos de Kyungsoo sobre ellos. Más concretamente sobre él y la persona que
tenía entre sus brazos.
Extrañada de lo rígido que se
había puesto su novio y que hubiese dejado de hablar repentinamente Soojeong se
separo de él y miro hacia donde este estaba mirando, encontrándose de esta
manera con la figura de Do Kyungsoo ella también. Seguidamente miro a Jongin,
que se encontraba paralizado y no sabía exactamente porque.
Comprendía hasta cierto punto que
no quisiese que Sehun se enterase de lo que pasaba entre ellos. También era
verdad que le parecía una idiotez mantenerlo en secreto, pero había aprendido
que para Jongin era importante que fuese así o sea que tampoco se había
dedicado a pregonarlo por ahí a los cuatro vientos. Aunque en muchas ocasiones
podía parecer temperamental y autoritaria, de esas personas que acaban haciendo
lo que les da la gana estén de acuerdo con ella o no, sabía respetar (hasta
cierto punto) los deseos de los demás. Al principio fue difícil no decirle nada
a su mejor amigo, al menor amigo de los dos, pero había acabado por volverse
una rutina al final y ahora ya ni se lo pensaba.
En cambio que lo supiese otra
persona cualquiera no conllevaba nada. ¿Verdad?
La muchacha no podía ni
imaginarse el poder que sus amigos tenían sobre su novio. Ya fuese su gran
amigo de siempre Lee Sehun o el siempre callado, apuesto y educado Do Kyungsoo.
Soojeong debía de admitir que aquella criatura siempre le había agradado mucho:
era trabajador, responsable, cocinaba tan bien como la cocinera más experta de
su casa y no solía hacer mucho ruido, cosas que no podía atribuir a gran parte
de las amistades de Sehun y de Jongin. Pero poco se imaginaba que a partir de
ese momento iba a desesperarle lo peor del mundo en los siguientes meses.
A partir de aquí deja de ser fic y es el resumen de la historia.
Después de que Kyungsoo se entere de la verdad sobre la relación que tienen Jongin y Krystal ve una oportunidad para apartarlos el uno del otro. Comienza haciéndoles picias, así como que no se puedan ver etc, pero al ver que tiene cierto poder sobre los dos se corroe bastante y les obliga a hacer quehaceres que tiene que hacer el mismo, o incluso a pedirles favores bastantes más grandes.
Un día le pide a Jongin que siga con lo que le hizo una vez en su habitación (el incidente del vibrador), y este no se niega. Desde este punto empiezan a tener una relación a escondidas del resto del mundo, poniéndole así los cuernos a Krystal. En la merienda esa que dan los padres de Sehun en su casa, cuando se encuentran a Kai desnudo en la cama no había estado con Soojeong, sino con Kyungsoo (aunque luego aprovecha para pincharse a la otra hahahaha).
Pero todo se va un poco a la mierda cuando Krystal decide que no puede más con la situación y le dice a Sehun por teléfono que ella y Jongin llevan tiempo saliendo y que ya lo siente si le molesta de alguna manera pero que como tampoco son nada no tiene derecho a quejarse o a decir algo. Como ya se ve en Luminescent II, a Sehun le da más que igual que esto sea así. Es más le conviene bastante.
La cosa podría haber acabado ahí tranquilamente, pero no. Por un descuido de Jongin, Krystal se entera de que le esta poniendo los cuernos con Kyungsoo y esta se enfada. La cosa es que no solo se enfada porque le este poniendo los cuernos, si no porque se los esta poniendo con un chico (véase que por culpa de la homosexualidad de Sehun hacía Luhan se le complican bastante las cosas, al igual que sus planes para el futuro y comienza a pillarle algo de manía a eso a las parejas homosexuales porque le complican la vida a más no poder). Con todo el cabreo encima Soojeong le dice a Kai que se lo va a contar a sus amigos, ya que tienen derecho a saberlo (aunque realmente duda que ellos ya no lo sepan y se estén riendo de ella). Es cuando Kai le golpea con la sarten y la ata a la silla sin saber que hacer después ya que no estaba dentro de su plan del día.
Los dos cortan todo contacto entre ellos hasta que en cierto momento ambos deciden que es mejor hablarlo, aunque sea con alguien delante. De mientras Kai ha seguido teniendo una relación con Kyungsoo, como la que mantenían antes. Eso si, sin contárselo a nadie. En Luminescent II se ve como termina esa escena o sea que no voy a explicarla. La cosa es que llegan a hacer las paces hasta cierto punto, aunque luego no vayan a tener la misma relación que antes. Es más durante un año solo se hablan cuando a Sehun le pasa algo para nada más.
Luego queda el asunto del accidente. Kai y Kyungsoo nunca llegaron a formalizar la relación que tenían, aunque al final todo el mundo se enterase de que estaban juntos (demasiado ñoñis para no darse cuenta). Un día después de una cita fuera de la ciudad, al volver ya de noche por la carretera tienen un accidente en el que Kai (piloto) muere prácticamente en el acto y Kyungsoo (copiloto) logra sobrevivir aunque se haga lesiones que no van a ser nada fáciles de curar. Además como se puede ver en el ultimo capitulo le quedan secuelas emocionales también, lo cual es bastante normal y habitual en un accidente de este tipo.
Primero que todo, siento la tardanza, no es algo normal en mi, pero a partir de ahora, bu si quiera se si voy a poder ser tan fiel como prometí, leeré en momentos que tenga libre. Ugh.
ResponderEliminarReferente al especial, me he quedado de piedra, no se bien bien que decir, no me esperaba la mitad de las cosas.
Eso de que DO se lanzase sobre Jongin... OMG, qué por ese motivo le pagó el sartenazo y pillo manía a los homosexuales.... Hasta la comprendo, ella que se veía feliz y va Jongin y la caga. -Ardo y lanzo zapatos-
Ahora entiendo más de una cosa juuuum.
Un saludo y ánimo con tooooodo, espero volver pronto para seguir leyendo y tirar zapatos. Besos amore, Fighting!