[EXORGIA] #WEIRD Capitulo 2



Asaltarlo en la universidad no era una buena opción, ni en la parada de bus porque podría salir corriendo y lo que él quería era que le hiciese caso no que lo ignorase. Aquella conversación tan extraña que tuvo con los extraños, llamados Chanyeol y Jongdae, le había hecho reflexionar. Podía parecer estúpido que después de tiempo queriendo ser completamente libre unas cuantas palabras de unos tipos fumados podían hacerle cambiar de idea pero si lo pensaba detenidamente durante muchos meses había querido tener a Luhan para él solo y no compartirlo con nadie. El solo había cambiado de opinión por... por a saber qué cosa. Estaba seguro que el Sehun interior que se había liado con Baekhyun no era el mismo.

Además aquella noche no llego a pasar nada. Baekhyun se quedo dormido en el baño. Cuando se dio cuenta de que ya había pasado ahí media hora (porque Chanyeol y Jongdae eran muy entretenidos si se lo proponían) fue a buscarle. Los dos fumados ya le habían advertido de lo que se iba a encontrar pero preocupado fue en su busca.

Y ahí se lo encontró. Sentado en la taza del baño, con los pantalones bajados y en posición para hacer sus necesidades, con la cabeza apoyada contra la pared. Tenía la boca abierta y le salía un pequeño hilo de baba. Murmuraba cosas, pero nada que se pudiese entender. Sin despertarlo lo vistió completamente y lo llevo en brazos hasta el sofá que había estado utilizando él.

Después se sentó con los dos mayores y los tres se dedicaron a jugar a videojuegos y a ver películas malas durante el resto de la noche. Su plan no había salido como debía. El había salido de casa con la intención de conocer mejor a los amigos de Luhan aquella noche ya que el mayor había insistido (eran una parte importante de su vida).

Y por eso mismo se encontraba frente a la puerta del piso de Luhan. Todo sea dicho, iba a por todas porque sabía que de otra manera no iba a poder conseguir nada de nada. Su novio (ex novio aunque él no lo quisiese ver así) tenía buen corazón, sabia escuchar. Puede que le costase un poco más de lo normal pero puede que le costase un poco querer volver a hacerlo. Aunque sabía que si insistía lo acabaría consiguiendo.

Toco la puerta y después de esperar un rato lo intento con el timbre al ver que nadie contestaba a su llamada. Escucho como alguien se movía al otro lado de la puerta, con prisa pero a la vez de una manera perezosa. Parecía que había despertado a alguien. Cuando la puerta se abrió no vio a Luhan frente a él, si no a Zitao, uno de sus amigos y compañero de piso.

Este se despertó nada más verle la cara, cambiando de una dormida a una de mal humor en cuestión de segundos. Fue a cerrarle la puerta pero Sehun fue rápido y supo meter el pie antes de que pudiese cerrarla del todo.

–Tengo que hablar con Luhan, por favor –rogó. Que lo recibiesen con esa alegría no era buena señal, estaba claro. Zitao abrió la puerta repentinamente pero en vez de dejarle sitio para pasar se encaro a él.

–No voy a dejar que te vuelvas a acercar a él –declaró con voz siseante–. Ni se te ocurra volver a arrimarte por aquí, como te vea intentarlo te mato –aseguró con gran fiereza.

Sehun trago saliva, estaba seguro que por su compañero de piso sería capaz de hacerlo. Pero tenía que hablar con Luhan y encarar a Tao nuevamente. Puede que hubiese sido un estúpido, algo que no se atrevía a negar porque estaba claro que listo no había sido, pero se merecía otra oportunidad. Todo el mundo se la merecía.

–Por favor, solo quiero pedirle perdón y…

–¿Y qué? –casi bramo comenzando a enfadarse–. Me da igual quien te crees que eres para jugar con los sentimientos de Luhan de esta manera porque no voy a volver a permitir que lo hagas –lo empujo lejos y le cerró la puerta con fuerza para desanimarlo aun más.

Sin ganas de rendirse tan fácilmente comenzó a tocar la puerta de manera insistente y permanente, si querían que parase le tendrían que dejar hablar con Luhan. No había otra opción.

–Es con Luhan con quien quiero hablar, no contigo –siguió golpeando una y otra vez.

Pareció que su insistencia iba a dar sus frutos cuando volvió a abrirse la puerta. Pero de esta volvió a aparecer Zitao ya cansado de su insistencia. Sehun dio un paso hacia adelante, esperando una buena respuesta ante su interés pero el mayor le echo un liquido naranja y espeso encima que olía a mango. ¿Pero qué…? Le había echado zumo de mango encima. ¿Qué clase de broma era aquella?

–Hazte un favor y no vuelvas a tocar la puerta. Si aun tienes ganas adelante, pero tengo miles de cosas para echarte encima, y no todas van a ser tan agradables como el zumo –sonrió con una amabilidad fingida y volvió a cerrar la puerta otra vez.

Sehun no quiso volver a tentar el humor y paciencia de Tao, en esos momentos le creía perfectamente cuando le amenazaba. Sinceramente, no quería ganarse un enemigo y menos uno que iba tan en serio como Zitao a la hora de castigarlo.

Tuvo que aguantar como todo el mundo le miraba con caras extrañas mientras volvía hasta su casa. Se sentía pegajoso, y por lo que podía ver en la mirada de los demás, también se veía de esa manera. Maldijo para sí mismo a aquel estúpido compañero de piso que tenía su novio. No podía ser como él no, tenía que ser un pequeño psicópata.

El destino, el karma, la suerte etc. todo, TODO, estaba en su contra aquel día. Al llegar a casa lo único que quería hacer era ducharse y meterse en la cama, aunque solo fuese una hora, pero al ver la guisa con la que volvía a casa su madre se enfado y lo castigo. Ni cama, ni ducha ni nada. Le toco trabajar pintando el cuarto que utilizaban para dejar dormir a algún invitado cuando alguien que no era de la familia venia a visitarles con su padre. Parecía ser que a su madre ahora le había dado con que quería tener una hija y en contra de la opinión que pudiesen tener su marido e hijo iba a hacer todo lo posible por tener una hija.


Después de aquel fatídico día intento una y otra vez acercarse a Luhan, pero Zitao siempre estaba ahí para observarlo y echarlo atrás. ¿Es que nunca se separaba de él? Pudo observar como Luhan seguía sonriendo como siempre, aish su preciosa risa, pero que de vez en cuando flaqueaba y se sumía en su pequeño mundo negro. El pequeño estaba seguro de que él podía ayudarle a salir de él pero le era imposible conseguirlo ya que cierta persona no le debajo acercarse a él.

–¿Qué crees que estás haciendo Sehun? –preguntó una voz que no reconocía del todo pero que sabía que la había escuchado en alguna parte. Miro hacia la persona que había hablado, allí se encontraban los tres chicos con los que había acabado pasando aquella noche de fiesta, aunque uno de ellos se quedase dormido y no le diese lo prometido. Justo le habían pillado espiando a Luhan detrás del pequeño muero que tenía el puente en el que se encontraban.

–Emh…. Nada –musitó el apartándose del lugar como si hubiese hecho algo malo y no quería que le pillasen con las manos en la masa–. ¿Qué hacéis vosotros aquí? –quiso saber, pues era la primera vez que les veía por el campus.

–Tenemos una hora “libre” –Jongdae marco bien como era debido la palabra ‘libre’ para indicar que en realidad no la tenían libre y que simplemente habían decidido no ir a clase–. ¿A quién andas espiando? –preguntó provocando que en la cara de los tres se formase una maliciosa sonrisa.

Sehun no pudo evitar ponerse nervioso ante aquella pregunta. ¿Espiando? El no espiaba, solo vigilaba lo que era suyo y no le dejaban tener.

–¿Yo? A nadie –se apresuro a decir pero nadie le creyó, no al menos con ese tono tan inseguro con el que lo dijo–. De cualquier modo, Baekhyun me debes una noche inolvidable –exigió. Nada más reclamarlo Chanyeol y Jongdae echaron a reír mientras Baekhyun le miraba con cara de pocos amigos, como si no se creyese que era lo que le acababa de decir. El pequeño tuvo que tragar saliva y aire para que su valentía volviese a él.

–Te lo diré de una manera sencilla –parecía que el mayor del lugar estaba intentando ser amable aun en contra de todas sus intenciones–: tengo dos amantes, no tengo tiempo para otro más.

Sehun se quedo con la boca abierta ante la escusa que le había dado. No es como si le estuviese pidiendo ser su novio o una gran cantidad de tiempo, solo quería una noche.

–Pe…pero –comenzó a vocalizar para quejarse de aquella decisión.

–Pe…pero nada –lo interrumpió burlándose de su momentáneo tartamudeo–. Si hubieses sido listo me habrías despertado y hubiésemos seguido con lo que habíamos ido a hacer, pero en vez de eso preferiste jugar con estos dos borregos –los señalo con un gesto de cabeza. En cuanto pronuncio la última frase sus dos amigos dejaron de reírse y emitieron un sonido de queja, al parecer no estaban de acuerdo con lo que había dicho–. Vamos, dejemos aquí al pequeño acosador.

Se dio la vuelta y camino por el mismo camino por el que había venido. Chen lo siguió el primero, justo antes de que Chanyeol le dedicase una despedida con la mano y se fuese tras ellos con los brazos en alto.

Sehun no pretendía rendirse tan fácilmente. Ni con Luhan, que iba primero, ni con Baekhyun.


–¿Estás seguro que a tu madre le parece bien que te quedes a dormir aquí? No quiero problemas con ella.

Luhan y Sehun se encontraban cambiando las sabanas de la cama del mayor para que el menor se quedase a dormir con él. Luhan conocía, no muy bien pero si lo suficiente, a la madre de Sehun como para saber que era controladora y cascarrabias, para tener que convencerla tendría que haber hecho las mil y un maravillas.

–Estaba de buen humor –explicó con una sonrisa–. Pero me ha hecho prometer que a la siguiente iras tu a mi casa a dormir. Algo así como un cama por cama o… La verdad: he dejado de escucharle en cuanto ha dicho que sí –sonrió como un memo.

Hacía ya un rato que ambos jóvenes habían terminado de cenar, se habían lavado los dientes y ahora se disponían a ver una película antes de dormir, eso si no pasaba algo más. No lo habían hablado, les daba vergüenza hablar de ello la verdad. Porque normalmente cuando la relación es heterosexual no hay problema, bueno si lo hay pero no del mismo tipo que con una relación homosexual.

Ambos estaban nerviosos, no por compartir cama (ya lo habían hecho antes de declararse) si no por lo que podía suponer implícitamente. No se podía negar que los dos tenían ganas de que eso pasase, pero tampoco es como si lo hubiesen exteriorizado y el otro lo supiese. Por si acaso Sehun había llevado un condón y lubricante, que estaban bien escondidos en su mochila. Por su parte Luhan le había robado un par de condones a Kris y había comprado el lubricante, por si acaso las cosas no eran como las pintaban.

–Entonces… ¿qué película quieres ver? –preguntó el más bajo mientras cogía su ordenador y lo utilizaba para poder encontrar aquella que quisiese–. Nos ha quedado claro que una de terror no –rió entre dientes al recordar el desastre que fue para ambos. No llegaron ni a ver el final de la película–. ¿Una de aventuras o de humor?

–Preferiblemente de aventuras –opinó–. Me apetece ver acción, golpes, sangre…

–¿Qué te parece Shutter Island? Me la han recomendado miles de veces y aun no me la he visto.

–Me parece bien, no me suena haberla visto tampoco –se encogió de hombros.

El mayor no tardo en poner la película, luego con un gesto le indico que se tumbase sobre la cama, que en seguida iba él. Después de posicionar el ordenador en el lugar perfecto para que ambos viesen bien se tumbo a su lado, pasando su brazo por debajo del cuello de Sehun, arrimándolo a él en un ligero abrazo. Como respuesta Sehun se engancho con sus piernas a su cuerpo, tal y como esperaba que hiciese. Siempre lo hacía.


–No comprendo porque te la han recomendado, nada tiene sentido –se quejo Sehun al terminar de ver la película.

–Es una película hecha para pensar –comentó Luhan con una sonrisa. A él le había encantado y comprendía perfectamente porque se la habían recomendado. Estaba claro que la gente le conocía bien al recomendarle películas en las que el final era incierto y lleno de intriga–. Tendremos que buscar otro género entonces, que nos guste a los dos digo.

El menor asintió con la cabeza a la vez que se estiraba y bostezaba. Hubiese preferido gastar aquel tiempo en acurrucarse cerca de Luhan (cosa que ya hacia) y comérselo a besos, de tal manera que ninguno de los dos pudiese respirar.

Luhan beso su mejilla antes de que terminase de bostezar, de esta manera no pudo terminarlo. Dejo salir un quejido antes de que lo volviese a besar, esta vez en la boca. La sensación del bostezo a medias y el lujurioso beso hacían una combinación extraña. No le era del todo agradable, pero eso cambio rápidamente cuando la adrenalina y la excitación corrió por sus venas.

Agarró al mayor por la cadera obligándolo a que se pegase a su cuerpo tumbado, poniéndolo así sobre él. Se miraron a los ojos y se sonrieron antes de volver a besarse otra vez. Siguieron de esta manera durante un buen rato. Las manos de Sehun habían pasado a la espalda baja de Luhan y a su trasero, mientras que una de las manos de Luhan exploraba el costado derecho, propinándole pequeñas corrientes placenteras a su novio, y la otra revolvía su pelo con ansia.

El menor dio un brinco cuando la mano que Luhan tenía sobre su lateral pasó a estar en la parte delantera bajo el pantalón.

–¡E…espera! –exclamo antes de pensar si quería que parase o no. Luhan se asustó por el repentino ataque que le había dado.

–Lo…lo siento, yo pensaba que tú querías y… –se tapó la cara con el hombro del alto de lo avergonzado que estaba.

–Y quiero pero… –suspiró porque él mismo se había buscado esa situación. Si no hubiese hablado ahora mismo estaría disfrutando–. Pero también quiero que tú quieras.

Luhan sonrió ante aquellas dulces palabras sin poder evitarlo. Cuando quería, en realidad lo hacía sin querer, Sehun era lo más dulce que había visto en su vida. Volvió a besar sus labios, esta vez de una manera más suave y pausada.

–Nos lo tomaremos con tranquilidad –beso nuevamente sus labios de una manera ruidosa–. Iremos poco a poco –viajo hasta su cuello para darle placer ahí–. No es como si tuviésemos que correr, aun nos queda mucho tiempo para profundizar y hacerlo bien.


Decidió entonces que lo mejor sería esperarle en la puerta frente a la facultad de Luhan. Tarde o temprano tendría que salir y ahí estaría él para ofrecerle su brazo, hacer las paces y volver a salir juntos nuevamente. Empezaba a creerse eso de que era un acosador, tal y como lo había llamado Baekhyun hacia unas horas. Pero no. Él simplemente tenía que hacer todo lo posible para que Luhan volviese con él.

Tardaba en salir, normalmente cuando estaban aun juntos Luhan salía corriendo del edificio para encontrarse con él. Comprendía que ahora con lo dolido que estaba no saliese con el mismo entusiasmo pero algo tenía que quedar.

Su entusiasmo poco duro en esfumarse cuando vio a Tao, que acompañaba a Luhan. Su rostro palideció, llevaba una botella de agua. Una cosa era que le echase zumo donde solo el mayor lo podía ver y otra cosa muy diferente que lo hiciese donde había tanta gente.

Se puso nervioso. Muy nervioso. Si Zitao creyese que estaba acosando a Luhan, siguiéndolo o lo que fuese, la pagaría con él y haría el ridículo delante de su novio. Eso no podía darse de esa manera.

Cuando sintió que todo estaba perdido diviso a Baekhyun más o menos al lado de Luhan y de Zitao. Camino en esa dirección, Zitao se dio cuenta de que estaba y se puso en guardia preparado para golpear a Sehun, pero Sehun paso de ellos y siguió caminando hasta Baekhyun, este le miro extrañado sin comprender que hacia tan cerca de él, y comprendió aun menos porque Sehun se había abalanzado sobre él a besarle en la boca. ¿Es que se había vuelto loco? ¿Iba a tener que preocuparse ahora de un acosador el también?

Definitivamente odiaría a Sehun, le pegaría y no le volvería dejar arrimarse a él otra vez si se daba ese caso.

Su salvación llego en forma de amante. Un mosqueado Kris apareció de la nada (bueno de la nada no, Baekhyun había quedado con él al salir de clase) y agarró a Sehun con fuerza, separándolo de su pequeño idiota.


–¿Qué te crees que estás haciendo? –le miro de manera amenazante mientras prácticamente zarandeaba al menor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario