¿Cómo había pasada a ser
amenazado cuando él lo que quería era besar suaves labios? Definitivamente ser
zarandeado de una manera tan brusca no era algo de su agrado. No comprendía que
había hecho para merecérselo, claro que tampoco estaba escuchando lo que el
agresor le decía. Sintió como alguien peleaba entre los dos para separarlos, venditas manos aquellas. Él estaba
demasiado sorprendido como para intentar hacer algo.
–¡KRIS! –esa era la voz de Luhan.
En seguida salió de su pequeño ensoñamiento para hacerle caso–. (No puedes
agarrar a la gente así porque te da la gana) –le recrimino hablando en chino.
De esta manera ni Baekhyun ni Sehun se enteraron de nada, solo de palabras
sueltas.
–¡(Cállate) Luhan! –le respondió
el grande hombre–. (Deberías de cuidar mejor a tu mascota ya que parece ser que
no sabe estarse quieto. No es la primera vez que se tira encima de) Baekhyun.
–(¿No deberías de tener tu
cuidado de en donde pones los labios?) –se metió entonces Zitao ya que no iba a
dejar que Luhan pelease solo contra Yifan, aunque la causa para él no mereciese
la pena–. (No estás saliendo precisamente con un modelo de la castidad).
Kris encaro a Zitao antes de que
Luhan se pusiese en medio y Baekhyun agarrase a su amante del brazo y estirara
de él para atrás.
–Vámonos, no merece la pena
discutir por esto –se le colgó del brazo del mayor, con clara intención de
confundirlo y terminar aquella estúpida pelea. Baekhyun ya estaba feliz de ver
lo que era capaz de provocar en Kris (y también en Sehun, ¿para qué mentir?).
El interesado gruño antes de
darse la vuelta y seguir el camino que deberían de haber hecho los dos sin
distracciones en principio. No era tonto y conocía a Baekhyun lo suficiente
como para saber cuándo parar porque su amante podía acabar realmente cabreado.
Y Byun Baekhyun cabreado era insoportable, daba igual si el cabreo iba con él o
con otra persona.
Luhan se giro a mirar a Sehun, y
acto seguido lo hizo Zitao. El primero se aproximo a él preocupado, el segundo
solo los miro, dispuesto a interrumpir cuando fuese necesario. El mayor le miro
de arriba abajo, verificando que no le había ocurrido nada malo. Sehun solo
supo quedarse callado mientras este indagaba en su cuerpo.
–¿Estás bien? –le pregunto
finalmente. El menor asintió lentamente–. ¿Se puede saber en que estabas
pensando? –casi exclamo, eso si, sin decir ninguna palabra mal sonante porque a
Luhan le gustaba hablar bien.
–En ponerte celoso –confesó.
El aludido lo miro con grandes
ojos, parpadeando varias veces. No comprendía porque querría ponerlo celoso
ahora que todo había terminado. Para Luhan había quedado claro que Sehun no buscaba
nada serio con él y que recordando cómo había empezado todo en parte habían
acabado saliendo porque él no le había dejado expresarse como debía de haber
hecho. Aunque eso no eximia de la culpa al menor. Además lo había pasado muy
mal por su culpa. Vale que aun no hubiese pasado mucho tiempo desde la
traición, pero había sido una traición al fin y al cabo. Él tenía toda la
confianza puesta en el menor y…
–Luhan, yo siento lo que hice, en
serio. Luego no llego a pasar nada más, bueno el beso que has visto ahora pero…
pero nada más –Luhan y Zitao escuchaban atentamente lo que estaba diciendo–. Chanyeol
y Chen me hicieron dar cuenta de que lo que hice fue un error –vio como el
mayor fruncía el ceño–. Hemos pasado tantos buenos momentos en apenas unos meses
que incluso proponiéndomelo no podría pasarlos con otra persona porque tú,
Luhan…
–Ya vale Sehun –le interrumpió el
nombrado–. Lo que dices no tiene ningún sentido. Primero me pones los cuernos.
Luego no paras de seguirme y te lías con el que me has puesto los cuernos
delante de mis ojos para ponerme celoso. ¿Esa es tu manera de hacerme querer
volver contigo? ¿Acaso no ves que si ya no estamos juntos es porque me
engañaste y porque no merezco ver cómo te besas con otro? ¿Te parece acaso esa
una manera de volver conmigo? –tanto sus palabras como su tono demostraban que
estaba herido–. No puedes venir y decirme que porque no sé quién te ha comido
la cabeza ahora quieres volver conmigo. Si no sale de dentro, de ti, a mi no me
vale de nada –concluyó–. Vámonos Zitao.
El mayor del lugar comenzó a
andar escaleras abajo, seguido de su fiel amigo. Sehun estaba equivocado.
Hubiese preferido que Tao le tirase cualquier cosa encima antes que escuchar
las palabras de rechazo de Luhan.
Fue le mismo Baekhyun que llevo a
Kris hasta la moto de este. Como si el mayor necesitase que lo guiaran hasta
donde la había dejado el mismo. Le ofreció el casco al menor y en cuestión de
segundos los dos se encaminaban a un lugar lejos de la universidad, donde
pudiesen estar más tranquilos y lejos de Oh Sehun.
Kris lo llevo hasta su casa,
sabía que sus padres no iban a llegar hasta bien entrada la noche porque habían
acudido a una gala benéfica y que ni se enterarían. Además a la mañana
siguiente Baekhyun y él tendrían que levantarse temprano y ellos estarían
durmiendo.
Baekhyun conocía ya aquella
enorme mansión, casi palacete. La primera vez que la vio se quedo boquiabierto.
No sé esperaba que llegase a conocer (tan joven) a alguien que viviese como un
rey, y menos que lo hiciese en una universidad pública. Daba por hecho que
todos aquellos ricachones iban a privadas. Pero a Kris le gustaba ser la
excepción y no soportaba a la gente más preocupada de las cosas superficiales
en vez de las que de verdad merecían la pena. Aunque en el fondo él fuese
igual.
Directamente fueron a la
habitación del mayor, aunque más que una habitación era como otro piso propio
más. Al entrar por la puerta tenía un salón que disponía de televisión,
aparatos de música (con altavoces por todo el cuarto), un home cinema, mini-bar un sofá que era de por sí más grande que la
cama de Baekhyun, unas alfombras en las que te podías quedar dormido
tranquilamente etc. Un arco te llevaba a la alcoba, aunque esta tuviese espejos
por todas partes, como no la cama era algo enorme. La alcoba tenía una puerta
que te llevaba al inmenso vestuario. A Baekhyun la ropa de Kris le parecía toda
igual (aunque Chanyeol decía que había mucha diferencia) jamás le había visto
usar la misma ropa dos veces (y hacía mucho tiempo ya que se conocían). El
vestidor al otro lado de la puerta a la alcoba tenía otra puerta más, que
llevaba a una pequeña terraza comparando con la inmensidad de su habitación,
aunque de proporciones más que dignas. Además tenía una pequeña escalera para
poder acceder al patio trasero. En el salón además del puente a la alcoba había
otra puerta más, esta con puerta, que llevaba al baño. Un baño que disponía de
ducha y bañera (separadas), retrete, tocador, grifos de todos los tipos, un
enorme armario para las toallas y miles de cosas más que el pequeño no entendía
para que servían.
–¿Tienes alguna nueva película
interesante para ver? –inquirió mientras se sentaba en el sofá plácidamente.
Yifan rebusco en uno de los armarios para ver si encontraba algo de interés
para los dos.
–A mi madre le ha dado porque vea
cine clásico ahora. Se ha llevado todas mis películas y solo ha dejado viejas
–a la madre de Kris le encantaba meterse allí donde nadie le llamaba. Tampoco
es que molestase mucho, no a Baekhyun al menos–. ¿Pongo cualquiera entonces?
–Claro, me gusta el cine clásico
–contestó con una gran sonrisa.
–¿A sí? ¿Desde cuándo? –inquirió
el mayor ya que nunca le había escuchado hablar sobre cine que no fuese de su
época.
–Desde que tu madre se entero de
que deje una película porno en tu habitación y preocupada te las ha cambiado
todas.
Kris torció el cuello en seguida
para mirarle. ¿Estaba hablando en serio? Baekhyun le miraba con una sonrisa
llena de felicidad, aquello no era bueno. No es como si le importase que su
madre supiese ese tipo de cosas, aunque no tenía sentido que el menor dejase
esas películas en su casa cuando ellos no necesitaban ese tipo de motivación
para darle al tema.
–Tranquilo, es broma –confesó–.
Si lo hubiese hecho tu madre no me dejaría volver a poner un pie en su casa.
Creo que no le caigo muy bien, y de tu padre ya ni hablemos –se rió de su
situación.
Golpeó con la el sofá para que se
diera prisa y fuese a su vera cuanto antes. Yifan se dio por aludido. Cogió la
primera película que vio, la puso en el reproductor y después de agarrar el
mando se sentó al lado de su medio novio.
–Es difícil caerle bien a mi
padre –le explico aunque el menor realmente no tenía ninguna intención de
caerle bien al padre–. No se cae bien ni a sí mismo –sonrió antes de besar los
labios de su amante con suavidad. Baekhyun correspondió al beso de manera
lenta, disfrutando de lo que era cada segundo.
–En cambio tu les caes muy bien a
mis padres, sobre todo a mi madre –sonrió antes de volver a besar sus labios–.
Está empeñada en que tengo que pegarme mucho a ti para que no te puedas librar
de mí nunca y así ser tan genial como tú algún día –ambos rieron sin poder
evitarlo–. Me gusta que le caigas bien a mi familia –admitió.
Kris agarró la manta que tenia al
lado a la vez que el bajito se escurría en el sofá para tumbarse con la cabeza
en las piernas del alto.
–También me gusta el cómo has
reaccionado con Sehun –se tumbó bocarriba para que pudiesen mirarse a los ojos
mientras hablaban–. Estabas muy celoso –se medio burlo–, pero me ha gustado.
Aunque para mi Sehun es solo un crió, no tienes porque preocuparte por él –en
parte podía decirse que aquellas palabras eran verdad, pero por otra parte no.
Al fin y al cabo el otro amante que tenia era de la misma edad que Sehun, y
estaba completamente embobado con él (cuando no estaba con Kris, claro queda).
Chen y Chanyeol se encontraron a
Sehun sentado en las escaleras principales de la ciudad universitaria.
Suspiraba cada dos por tres y su gesto denotaba que estaba pensando en algo de
manera profunda. De vez en cuando sacudía la cabeza muy disgustado con sus
propias ocurrencias.
–Estas cosas deberías hacerlas en
casa, lejos de donde alguien te pueda ver –le recomendó Chen mientras se
sentaba a su izquierda a la vez que Chanyeol lo hacía a su derecha. El menor
miro a ambos lados sobresaltado.
–Luhan no quiere volver conmigo…
–se lamento mientras bajaba la cabeza–. Dice que es culpa vuestra que no
saliese de mí el volver junto a él y que por eso no vale nada lo que yo piense.
Ambos chicos sonrieron al
entender lo que había pasado.
–Veras pequeño saltamontes
–Chanyeol paso su enorme brazo por los hombros de Sehun–. Hablar con tu pareja,
ya sea chica o chico, requiere cierto arte. No es como si fuese un amigo o
amiga ¿comprendes? A tu pareja no puedes mentirle (porque si lo haces y lo
descubre puedes acabar muy mal), pero tienes que aprender a ocultarle cosas.
–Y no es lo mismo –fue a agregar
Jongdae al ver que el menor iba a hacer la misma pregunta que haría todo el
mundo: Y ¿no es lo mismo mentir que ocultar?–. No es lo mismo porque solo
tienes que agregar que esa información no te parecía relevante.
–Luhan era tu primera pareja
seria ¿verdad? –Sehun asintió antes de hundirse aun más en su propia miseria–.
Jongdae y yo podríamos darte un curso exprés pero no lo haremos gratis –movió
las cejas de arriba abajo dejando claro lo que estaba insinuando.
Sehun se quedo un tiempo en
silencio. Primero meditando lo que le habían dicho y luego planteándose si de
verdad necesitaba que alguien le diese clases sobre ese tipo de cosas. No podía
negar que había gente que sabría mucho más que él, pero tampoco estaba seguro
de que Chanyeol y Jongdae fuesen los adecuados para aprender de ellos.
–Oh mira –exclamo Chanyeol–. Ahí
está Kai –acto seguido se puso a llamar al chico de tez morena al que había
identificado como Kai.
Kai. Ese nombre le sonaba de
algo. No de algo como si fuese muy importante para él en su vida pero si de
algo relevante. El muchacho se acerco a ellos mientras se quitaba los
auriculares de las orejas. Porque sí, Chanyeol tenía tal potencia de voz que
podía hacerse escuchar de una manera sobrehumana.
–Hey, ¿qué tal todo? –les
preguntó en un tono coloquial mientras chocaba la mano con cada uno de ellos–.
Baekhyun me dijo ayer que hoy iba a hacer un trabajo con vosotros –raramente
las primeras palabras de Jongin al hablar con los dos amigos de su amante
solían no tener nada que ver con él mismo. Sehun levanto la cabeza rápidamente
para ver como era el otro amante de Baekhyun. Kris era alto, elegante y magnifico,
entendía por lo tanto que él a su vera le pareciese poco, pero ese tal Kai no
tenía nada del otro mundo. Era alto y tenía una cara bonita, vale, pero su piel
era oscura y la actitud de su expresión no detonaba nada que a Sehun le
gustase.
–Se ha adelantado –mintió
Chanyeol–. Se le ha antojado no sé qué cosa que ha decidido pasarse antes por
el supermercado a comprarlo. Nosotros íbamos ya para allí pero nos hemos
encontrado con nuestro amigo Baekhyun y no hemos podido evitar saludarle
–sonrió de oreja a oreja mientras Sehun aun seguía escrutando a Jongin en busca
de más defectos.
–¿En serio vais a mentirle de
esta manera tan vil? –soltó sin siquiera pensarlo–. Baekhyun se ha ido con un
tal Kris a tener una cita o algo –tanto Chanyeol como Chen lo miraban
incrédulos–, ya sabes que estarán haciendo ahora.
La expresión de Kai también
cambio por completo. Apenas unos segundos atrás parecía que nada le importaba
nada y ahora la incredulidad era gran parte de él. Sus ojos y boca abiertos lo
dejaban ver fácilmente. No es como si él supiese que Baekhyun tenía otra
persona con la que estar, estaba seguro que con él le era suficiente aunque no
quisiera tener nada realmente serio con él. Se aclaro la garganta antes de
volver a hablar, esta vez ignorando a los dos mayores, dirigiéndose
directamente al menor (que tenía su misma edad).
–Y ¿tú que sabes? –le espetó
poniéndose a la defensiva–. ¿Acaso conoces a Baekhyun lo suficiente como para
saber eso? –levanto las cejas seguro de que no podría responderle.
–Lo suficiente para saber que el
fin de semana pasado se lió conmigo y casi pasamos a hacer cosas más de…
–¿Debía decir de adultos o de mayores? ¿Qué palabra le iba a dar más fuerza a
su argumentación?– de ya sabes –al final ni la una ni la otra.
Jongin lo fulmino con la mirada
ferozmente. Gruño y se dio la vuelta raudo.
–Decidle a Baekhyun que no quiero
volver a saber nada de él –prácticamente bramo–. Y tú, idiota sin expresión, no
vas a salir impune de esto. Te lo aseguro.
Comenzó a bajar las escaleras
otra vez, alejándose de esta manera de los tres chicos. De los cuales dos no se
podían creer lo que había pasado ahí. Iba a ser la primera vez que un amante
dejase a Baekhyun y no al revés. Aquello era algo que no se veía todos los
días, y menos de la mano de un muchacho que aun se comía los mocos (dicho como
expresión). Oh Sehun corría peligro como Byun Baekhyun se enterase de la verdad
al completo.
Luhan dejo caer su mochila con
cansancio. Sus propios pensamientos le cansaban. Empezaban a cansarse de no
saber pensar en otra cosa que en Sehun desde había tenido aquel altercado en
frente de su facultad. No es como si no hubiese pensado en él desde el
incidente. Aquella noche se fue directo a su casa, sin hablar con nadie más, y
sinceramente hablando: lloro. Lloro de la impotencia de no poder hacer
permanecer a Sehun a su lado, de lo triste que se sentía al ver como el menor
se había buscado a otro. Había sido duro.
Vale que solo hubiesen pasado
unos meses juntos, no mucho tiempo, pero estaba seguro de que esa era la razón por
la que dolía más. Porque todo se había terminado en la mejor etapa. En esa
etapa en la que había confianza de sobra, en la que ya se habían acostumbrado a
las cosas raras del otro y le parecían algo de lo cotidiano, el momento en el
que aun no había tanta confianza como para echarse pedos uno en frente del
otro, esa época en la que el compartir tiempo juntos era más importante que…
esa misma noche se dio cuenta de que se había vuelto un ñoño (si es que ya no
lo era desde antes).
Después de aquel bajón se había
convencido a sí mismo de que no necesitaba a Sehun. Era un chico guapo,
inteligente, muy amable y querido por la gente. No tenía que ser muy difícil.
Y todo hubiese sido más fácil si
Sehun no dejase de seguirle a todas partes, ahuyentando a la gente con la que
Luhan trataba porque pensaban que le seguía el loco de su ex novio y que eso
podía crear consecuencias fatales para cualquiera.
–No vas a volver con él –le
aseguró Zitao después de dejar también sus cosas, aunque este lo hiciese de una
manera más ordenada–. No es bueno para ti, tú mereces a alguien que de verdad
cuide de ti y esté dispuesto a cualquier cosa con tal de verte sonreír –le
abrazó por la cintura esperando que si le daba algo de cariño fuese a ser más
fácil para él.
Luhan suspiro airadamente.
–Lo sé. Y no quiero volver con él
–respondió aunque no estuviese del todo seguro de ello. Saber que Sehun quería
volver con él causaba sentimientos contradictorios–. Yo solo creo que merezco
una buena explicación de por qué lo hizo –cogió aire con fuerza mientras
agarraba con dulzura las manos de los brazos que lo abrazaban con fuerza.
–Tampoco es como si eso fuese una
buena idea –lo alerto–. Luhan, los dos sabemos cómo eres, que no tiene nada de
malo, y que una persona como Oh Sehun solo va a intentar aprovecharse de tus
buenas intenciones.
Quedaba claro que Huang Zitao no
le procesaba ningún tipo de cariño a Oh Sehun. Aun cuando salían juntos no le
caía del todo bien y agradecía que Luhan se las ingeniase para que lo viese lo
menos posible. Era como si hubiese predicho lo que iba a ocurrir porque le
había dado mala espina desde el principio.
–Lo sé –volvió a repetir–. Pero
no es como si me viese a mi mismo haciendo otra cosa. Sehun no es el tipo de
persona que hace las cosas por hacer. Le suele dar muchas vueltas a todo y
algunas veces lo hace tanto que toma la decisión contraria a la que tenía que
tomar por que sus ideas toman un contrapunto imposible y dejan de tener un
sentido normal –sonrió bobamente sin poder evitar recordar todas esas veces que
había pasado eso y lo adorable que le había parecido por aquello.
–No. No puedes volver a verlo
Luhan. Seria estúpido por tu parte –termino la conversación.
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