[EXORGIA] #WEIRD Capitulo 4



Sehun había conseguido dar esquinazo a Baekhyun durante tres días. Sabía que tenía que estar enfadado por lo que había ocurrido con Kai y no tenía ninguna gana de sufrir las consecuencias. Durante tres días tuvo bastante suerte, pero la suerte se esfumo el cuarto cuando Baekhyun agarró a Sehun en la biblioteca, donde estaba prohibido hablar si no era en susurros, y se lo llevo a un lugar apartado. Iba a morir ahí mismo.

En cuanto le soltó la mano el menor camino hacia atrás, intentado no perderlo de vista mientras huía, pero su espalda golpeó contra la vieja estantería.

–Oh Sehun –pronunció su nombre lentamente haciendo que el nombrado se pusiese más nervioso–. ¿Pretendes escapar después de lo que has provocado? –alzó la ceja indignado.

El menor solo atino a negar con la cabeza y a tragar saliva. No era capaz de nada más en ese momento.

–Muy bien, porque tendrás que ocupar el gran vacío que me ha dejado Kai por tú culpa –y prácticamente se tiro sobre él. Sus labios chocaron contra los del menor, pero también lo hicieron su frente, su nariz, su barbilla y su todo. Sehun no se esperaba que Baekhyun fuese a saltar encima suyo de esa manera o sea que no estaba preparado para agarrarlo en el aire, el mayor tuvo que sujetarse con fuerza a la cadera del menor con las piernas y a su cuello con los brazos para que no lo dejara caer–. Al final sí que vas a tener una noche loca conmigo. Una, dos, tres… todas las que quieras –volvió a besarle. Esta vez con más ansia ya que el menor había reaccionado y ahora además de responderle y ponérselo más fácilmente lo agarraba con fuerza para que pudiese concentrarse en el beso que estaban compartiendo.

Sehun aun seguía empeñado en que él y Luhan iban a volver. Esa fantasía seguía rondando una y otra vez en su cabeza y estaba seguro de que algún día se volvería real. Viajarían a algún estado de los Estados Unidos, se casarían, adoptarían una niña y vivirían felices para siempre. Sabía que tenía que darse prisa para que eso sucediese, pero de mientras podía disfrutar un poco del terreno carnal que Baekhyun le ofrecía ¿no? En muchas ocasiones sentía como que no podía escapar de ello. Era humano, tenía sus propias necesidades y el contacto físico con otro humano le era necesario.

En un arranque de pasión Sehun empotro a Baekhyun contra la estantería contraria a la que estaban los dos. Este se quejo levemente ante el golpe que había recibido en la espalda pero en vez de parar y echarle la bronca lo agarró con más fuerza, pegándole aun más si podía a su cuerpo. Algunos libros se cayeron al otro lado del empuje que le habían dado a las baldas.

No hicieron caso. Era más entretenido lo que tenían uno en frente del otro. Baekhyun quiso gemir cuando los labios de su menor tocaron su propio cuello pero recordó que estaban en la biblioteca y que no podía hacer semejantes ruidos. A cambio golpeo con todo su cuerpo la estantería que aun tenia atrás de lo excitado que estaba.

Fue entonces cuando esta se inclino y comenzó a caer. Ninguno de los dos se dio cuenta de eso por lo que siguieron a lo suyo. Pero en cuanto escucharon el estrepito en seguida pararon. La estantería choco contra otra y así sucesivamente hasta que ya no había más que tirar. Aquello parecía de lo más surrealista. Además ¿acaso no estaban sujetas al suelo?

La gente pudo ver como los alumnos corrían por los pasillos de libros para que las estanterías no les pillasen. Estaba claro que no podía ser nada agradable que una gran estantería llena de libros pesados se te cayese encima. Baekhyun ya no estaba encima de Sehun, se habían separado al ver lo que habían provocado sin querer. Se quedaron paralizados hasta que escucharon como alguien gritaba de agonía.


Sentía como su cuerpo temblaba de la manera más agresiva que había sentido en su vida. Su cabeza no llegaba a comprender como había acabado en esa situación tan dramática. El corazón bombeaba tan fuerte que se estremecía con solo escucharlo. Alguien intento arroparlo en la manta que le habían echado encima en la comisaria al pensar que temblaba del frío y no del miedo. Se encogió sobre sí mismo. Estaba seguro que su madre estaría a punto de llegar. Todo había sido un mísero accidente, no podían meterle en la cárcel por eso ¿no?

Tampoco es como si eso le importase mucho. Le soltarían por su condición. Aunque aquello no le aliviaba. Había sido un accidente, un maldito accidente, pero la suerte había jugado en contra y había muerto una persona. Sehun casi podía ver como el destino se ensañaba con él, in que el comprendiese porque lo estaba haciendo. ¿A quién le había hecho semejante daño para merecer aquello?


–Me siento mala persona –aseguró Baekhyun mientras se sentaba al lado de su nuevo amante después de ofrecerle un pequeño brick de zumo.

–Yo me siento igual –arrebatarle la vida a alguien era my duro–. Es… –no sabía si podía describirlo con palabras precisamente. Su madre se había empeñado en que aun no tenía porque ir a clase. Baekhyun y él se habían pasado toda la tarde en comisaría, les habían hecho testificar una y otra vez. Las preguntas nunca terminaban, casi siempre eran las mismas y pocas veces cambiaban. Por eso mismo su madre era consciente de que al día siguiente no iba a poder tener las baterías totalmente cargadas. Se arrepentía de no haberle hecho caso.

–Eish… –sin previo permiso el mayor se sentó en el regazo del menor, meciendo a los dos de esta manera. Lo abrazó con cariño por el cuello y beso su cabeza suavemente. Se quedo mirando un punto fijo antes de susurrar–. Tú y yo. Juntos. Superaremos esto –le prometió.


–¿Desde cuándo esos dos son tan íntimos? –Luhan no dejo que la molestia se quedase atrás al dejar salir sus palabras. Tao miro en la dirección que su mejor amigo miraba. Allí pudo encontrarse a dos ñoños adolescentes (porque aun siendo mayores parecían eso) dándose cariño entre ellos, sin importar quien les fuese a ver. El chico estaba a punto de responder que le daba exactamente igual lo que hiciese el-niñato-de-Sehun cuando una ronca voz sonó detrás de ellos.

–Ayer, ellos dos –ambos chicos se dieron la vuelta encontrándose de frente con Chanyeol, Jongdae y Jongin, aunque no supiesen exactamente quienes eran– tuvieron una cruel vivencia. ¿Habéis escuchado del accidente ayer en la biblioteca? –ambos asintieron, Kai también lo hizo porque les había preguntado lo mismo a los buenos amigos de su ex amante (el cual por lo que veía ya le había encontrado un sustituto, la misma persona que los había separado)–. Estaban justo al lado de esa estantería, la golpearon, esta no estaba bien sujeta y… –se quedo en silencio dejando que los demás pudiesen imaginar lo que había pasado. Lo cual era más que obvio.

Los tres que no habían tenido conocimiento de lo realmente ocurrido hasta ese momento se quedaron horrorizados. Volvieron a mirar a la pareja, esta vez viéndolos con otros ojos diferentes. Después de saber la verdad era difícil no sentir compasión en vez de ganas de vomitar.

Sin dudarlo un segundo, más bien sus piernas anduvieron solas, Luhan se encamino hacia ellos. Zitao quiso detenerlo pero la mano de Jongdae le retuvo. Comprendía que no quisiese que se mezclase en el asunto pero en aquel momento lo mejor que se podía hacer era involucrarse lo menos posible.

–Sehun –lo llamo sin alzar la voz. Ambos chicos que se encontraban acurrucados uno encima del otro levantaron la cabeza lentamente. Desde ahí el mayor podía ver el sufrimiento que ambos estaban conteniendo. El corazón se le encogió momentáneamente. No comprendía bien como podían permanecer en la universidad aun con lo que había pasado– y… Baekhyun, yo siento lo que os ha pasado –pronuncio con sinceridad–. Si puedo hacer algo por alguno de vosotros… solo pedid.

–Gracias –respondieron prácticamente al unisonó. Baekhyun se giro hacia Sehun y beso su cuello antes de enterrar la cabeza en aquel hueco.

Al ver que no le iban a hacer mucho caso precisamente Luhan volvió con las personas que estaba antes, de las que solo conocía a Zitao. Todos, excepto Tao que estaba más interesado en su móvil, lo esperaban con ansia. Sabía que su cara no auguraba nada bueno por la expresión con la que le recibieron.

–Somos seres invisibles ante su desgracia –sin poder evitarlo Chanyeol soltó una pequeña burla ante las melancólicas y teatrales palabras de Luhan. Aunque acalló su risa al instante al ver la mirada de pocos amigos que le echaba Jongin.

–No conocemos mucho a Sehun, pero Baekhyun en unos días estará bien –aseguro Jongdae–. No es el tipo de persona que se pasa toda su vida lamentándose por algo. El año pasado Chanyeol y yo sin querer matamos a sus peces cuando se fue de vacaciones, no nos hablo durante dos días y después de eso paso a ser el mismo de siempre. En cuanto a Sehun, parece que se lo ha tomado bastante peor.

–No me extraña, siempre ha parecido un chico tan frágil… –Chanyeol se mordió el labio. Aunque para el ese “siempre” significase la semana pasada–. Deberíamos de llamar a Kris para que se lleve a Baekhyun a algún lugar que le anime o algo –se dirigió a su buen amigo como si no hubiese nadie más al lado–. Estar con él le vendrá mejor que con alguien que esta tan deprimido.

–O podríais hablar conmigo que estoy aquí en frente –Jongin se mostro molesto al ver que pasaban de él a la hora de querer animar a su antiguo amante. Había cortado con él el día anterior, y eso claramente no significaba que aun no sintiese nada por Baekhyun. Al fin y al cabo si fuese así no habría preguntado nada a aquel par de locos a los que apenas conocía.

–No te lo tomes a mal Kai, pero es por tu culpa y la de este muchacho –señalo a Luhan– por la que estamos en esta situación. Si no fueseis unos –de su boca no salió nada inteligente, solo sonidos aleatorios aunque con cierto tono despectivo–, ayer no hubiese pasado nada de nada.

–Mantengamos la fiesta en paz –se metió Zitao en medio al ver que Luhan no iba a responder a aquella recriminación tan injusta–. Lo mejor es que las cosas se queden como están. Ya es bastante difícil para ellos superar por lo que han pasado para que vosotros andéis con teorías estúpidas. Durante un tiempo no se van a separar, necesitan a alguien que comprenda lo que están sintiendo en cada momento y ninguno de vosotros –los señalo a todos uno por uno–, ni Kris va a poder ocupar esa posición porque no estuvisteis en la catástrofe. Quitaos las estúpidas ideas de la cabeza porque solo vais a conseguir dolor de cabeza y más quejas porque no os salgan las cosas a vuestro gusto.

Realmente se había quedado a gusto al soltar todo eso. Había permanecido en silencio mientras escuchaba chorradas, pero es que parecía que ninguno de ellos se daba cuenta de lo serio que era el asunto. ¿Es que no tenían sentido común? Esperaba que todos comprendiesen sus palabras, recapacitasen y dejasen el tema en paz.

–Quiero volver con Sehun –sentencio entonces Luhan. Vale, bien. Zitao casi se pego un tortazo a sí mismo en la cara al ver la poca lógica que tenía su amigo, además de lo poco que se quería a sí mismo. Querer arrastrarse por Oh Sehun le parecía de lo más estúpido del mundo.

El lugar se quedo en silencio. El chico menor chino pensó que era porque los demás si habían recapacitado sobre sus palabras, pero no.

–Tú lo tienes fácil –le anuncio Jongdae–: solo tienes que decirle a Sehun que le quieres e ira corriendo a tus brazos.

–Entonces Baekhyun recapacitara, y si ve que tu, Jongin, estas dispuesto a estar otra vez con él caerá a tus brazos. Puede que si logres ser su héroe deje a Kris y solo se contente contigo –termino de explicar Chanyeol–. A nosotros nos da igual lo que hagáis siempre y cuando ninguno de ellos dos salga más herido de lo que ya esta –señalo a la parejita mimosa a la que querían separar–. Atreveos a hacer algo malo y sufriréis nuestras consecuencias.

El único que llego a tomarse esa amenaza en serio fue Kai, pues sabía de buena mano (Baekhyun le había contado todo tipo de cosas) que Chanyeol y Jongdae siempre eran personas muy “normales” y amigables, pero que en cuanto alguien provocaba un cruce de cables era mejor no verlos. Baekhyun se había incluido entre ellos, pero en aquel momento no parecía precisamente peligroso.


Jongin se sentía malo y ruin por querer separar a Baekhyun y Sehun. Tenía seguro que su relación no iba a durar mucho porque estaba basada en la tristeza y la angustia. Quería auto convencerse de que en realidad él y Luhan estaban haciendo lo correcto, pero era difícil. Por eso había decidido intentar interactuar con el pequeño. Zitao le había insistido en que perdía el tiempo porque Oh Sehun no merecía la pena, pero acababa de conocer al chino y no pensaba hacerle caso en todo lo que dijese.

Se asombro al ver que los dos estaban en la misma carrera, mismo curso y misma clase. Luego se recordó que no es que fuese homosexual, que no le gustaban los chicos y por consecuente no se fijaba en ellos.

Para poder acercarse a él le dio un toque en el hombro, este en seguida giro la cabeza para ver quién era la persona que quería llamar su atención. Jongin no pudo pasar por alto la cara de miedo con la que lo miraba o sea que sonrió para él.

–¿Puedo sentarme a tu lado? Vengo en son de paz –se apresuro a agregar para que no le tomase por un loco vengativo. El menor se lo pensó, pero acabo asintiendo–. Antes no he podido hablar contigo pero siento lo que os ha pasado a Baekhyun y a ti –se disculpó mientras se sentaba a su lado–. No puedo evitar sentirme algo culpable.

Sehun le miro con pena y resignación. El mayor pensó que por su cabeza podían estar pasando mil y una teorías sobre que había acudido a él para sentirse mejor, pero aquello no era verdad.

–No es culpa tuya –aseguro con voz seria, no parecía que fuese a causa de su tristeza más bien era porque de verdad lo creía así–. Hay cosas en la vida que pasan por pura casualidad y que no se pueden evitar, o eso dice Baekhyun –intentó esbozar una sonrisa que se quedo a medias. Al ver el esfuerzo que hacia Kai se la devolvió.

–Yo si estuviese en tu lugar me hubiese derrumbado –admitió–. No habría podido salir de la cama en toda la semana. Realmente me parece que eres digno de admiración.

Sehun le respondió con una irónica sonrisa. Parecía que había algo más pero no eran amigos, no podía pretender que el menor le contase todo de repente.

–La verdad es que hasta hace poco la situación era tan surrealista que no me la podía creer –se paso la lengua por los labios–. Me he pasado horas hablando con policías sin comprender bien de que iba la cosa –suspiró–. Es… exasperante.

Hubo una gran pausa en la que no sabían que decirse el uno al otro.

–Baekhyun no esta tan afectado como yo. Él es mucho más fuerte de lo que aparenta. Le envidio.

El moreno sabía a qué se refería. Baekhyun tenía un carisma envidiable. Era capaz de hacer muchas cosas con solo proponérselo y además era inteligente. Era una de las tantas cosas que le había gustado del mayor. Aunque también sabía que en ciertos momentos y con temas específicos se volvía inseguro y toda la seguridad que tenía en si mismo desaparecía repentinamente.

–Baekhyun es impresionante –corroboró–. Pero tu tampoco lo estás haciendo nada mal –palmeo su hombro para darle ánimos–. Sé que no nos conocimos en una situación adecuada, y que al principio solo quería partirte la cara –Sehun no pudo evitar sonreír con esa confesión–, pero ayer comprendí que la culpa no era tuya, ni siquiera quiero culpar a Baekhyun por nada –rió como el estúpido que se sentía por no poder culpar a quien de verdad tenía la culpa–. O sea que seamos amigos. Me gusta la gente sincera como tú, no todo el mundo está dispuesta a dispuesta decirme las cosas a la cara –sonrió amigablemente antes de ver como respondía a su gesto.


Los días pasaron rápidamente para la gente normal, para Sehun en cambio lo hicieron de manera más lenta. Tal y como predijeron los hermanos del mal (Zitao les había puesto ese mote porque ahora que le conocían le hablaban de cosas que no le agradaban y le gastaban bromas pesadas continuamente, aparte de llamarlo estirado) Baekhyun en dos días volvía a ser el mismo. Lloro todo lo que tuvo que llorar y siguió su vida como si no hubiese pasado nada.

Con la excepción de que parecía el hermano mayor de Sehun. Lo acompañaba a todas partes, y detrás de ellos iban Chanyeol y Jongdae con sus pequeñas malicias. Jongin había acabado por hacerse amigo de Sehun (aunque aun estuviesen más bien en proceso) y también acompañaba al grupo a todas partes. Por su parte Luhan decidió que no podía quedarse atrás o sea que en cuanto veía a Sehun (y por consecuente con todos los demás) se juntaba con ellos, casi arrastrando a un desganado Zitao.

El grupo era extraño, algo que debían de admitir. Pero se llevaban bien entre ellos. Tao había aprendido a respetar a Sehun (como para no hacerlo visto su ánimo) y los hermanos del mal poco a poco lo fueron dejando en paz para meterse con Jongin. Aunque el chino se había dado cuenta que en realidad aquellos dos chicos eran los más cariñosos del grupo.


Prácticamente eran un grupo de extraños que se habían conocido por casualidad y que habían congeniado a la perfección. El problema para el mayor de todos era que no había conseguido volver a hablar con Sehun a solas, porque siempre había alguien en medio. Quería volver con él menor, porque pasar más tiempo con él significaba adorarlo aun más. Se planteo el estar simplemente obsesionado ya que el menor había sido su primer amor, pero no estaba completamente seguro. A veces sentía que su adoración era paternal y no amorosa; y no veía que el pequeño mostrase interés hacia él (no romántico al menos). Tampoco veía que intentase estar a su lado, o que se quedasen a solas (como acompañarlo a comprar algo en las maquinas para los demás). Luhan sentía que había perdido la oportunidad para estar a su lado, pero no sabía hasta que punto lo había perdido. Puede que aun estuviese en un punto de retorno y que se pudiese solucionar fácilmente, o puede que jamás volviesen a estar juntos.

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