[Hunhan] Luminescent II Parte 18

Mi compromiso (Sehun).

Llevaba toda la semana intentando encontrarme a solas con Luhan, pero el tal Yixing o Lay (no me había quedado cual era su nombre) se pasaba el día completo pegado a él. Ni mis miradas de celo, odio y molestia lo separaban de él y eso me molestaba tanto que casi llegaba a cabrearme.

Comenzaba a pensar que no lo iba a ver solo nunca más. Porque el tiempo que pasaba con Tiarn no era el mismo que pasaba con él. Minseok parecía fastidiado por este mismo tema, y le solía llamar para que viniese más de lo normal. Pero como no, Yixing estaba con él.

-Buenos días –levante la cabeza y me encontré con Soojeong, la cual parecía estar un poco perdida en el lugar. Le mire extrañado, no me había avisado de que iba a venir a verme.

-Buenos días –la salude con educación antes de parecer brusco-. ¿Qué haces aquí?

-Tu madre me llamo ayer –vale, con solo esas palabras ya sabía de qué venia a hablar-. He tenido que venir en autobús público para que no sepan que estoy aquí.

Alzo las cejas al hablar para mostrarme lo que había hecho, toda una hazaña para una persona como ella.

-Si me quedo embarazada por sentarme en uno de esos asientos mis padres no lo verán verosímil ya que yo no utilizo transporte público –comenzó a bromear-, y nos tocara pagar el pato.

Reí sin poder evitarlo ante su absurdo humor. Desde que nos habíamos conocido había adquirido ese tipo de humor al saber más de la clase trabajadora. No es que no le tuviese respeto, era simplemente que le hacía gracia. Los problemas de los trabajadores.

-¿Dudo que hayas venido en autobús? –cuestione sin creérmelo del todo-. No sabes pagar con calderilla.

-En realidad me ha invitado un compañero de prácticas porque me ha visto muy perdida –suspiro pesadamente-. He tenido que esconderme y esquivar al chofer para poder venir a verte. Cuando tu madre o mi madre se enteran de que hemos estado juntos se vuelven muy pesadas y me presionan con nuestro compromiso. Tienes suerte de ser hombre ¿eh? Claro a ti no te piden nada y te quedas tan contento, pero a mí me toca soportar a las dos con sus parloteos y sus planes de boda. Que si flores por aquí, que si el vestido de novia por allá, que si es mejor que venga un cuarteto de cuerda a un grupo de música… –hizo una pequeña pausa-. Firma los papeles de una vez OH/LEE SEHUN –exclamo.

-¿Qué estás qué? –pregunto Luhan detrás de ella, como no acompañado de Lay. Fue cuando los dos nos dimos cuenta de que el rubio estaba ahí. Me horrorice al saber que precisamente él de repente tenía conocimiento del compromiso que nos habían puesto nuestros padres a Krystal y a mí.

Cuando vieron que nos llevábamos bien y que comenzábamos a forjar una amistad, decidieron que lo mejor sería prometernos, y así crear un vínculo entre las dos empresas. En mi caso yo iba a heredar la empresa de mi padre adoptivo y en el de Soojeong iba a heredarlo su hermana mayor y la persona con la que se casase. Por eso mismo nos encascaron la boda a nosotros dos.

-No te preocupes –hablo Soojeong directamente a Luhan-. Tiarn podrá casarse con Sehun cuando quiera porque yo no lo voy a hacer –comenzó a sacar catálogos de su bolso-. Toma. Tú madre me ha dado esto para que vayamos decidiendo las flores de la boda. Te comes tu el marrón, que no quiero ser siempre yo la que moja –comento brusca y enfadada.

Aunque yo no le estuviese haciendo mucho caso a lo que decía, podía percibir que Luhan si lo estaba haciendo. Y detrás de el Yixing también pues parecía ser que ninguno de los dos se esperaba aquello. Por lo general nadie, ya que no éramos pareja y solía ser una noticia que chocaba.

-Ya… Tiarn… -murmuro él antes de darse la vuelta y salir casi corriendo.

-¿Puedes llevar a Soojeong a la entrada? –le pedí a Yixing mientras salía detrás de Luhan. No tenia porque hacerme caso, él era superior a mí, pero así estaría lejos de Luhan durante un rato y así yo podría hablar con él más o menos tranquilamente.

El chino sabía correr, pues cuando pude alcanzarle ya había llegado muy lejos. Un chico alto nos echo la bronca por correr por los pasillos, pero como él no le hizo caso yo tampoco lo hice.

-¿Quieres dejar de correr? –le pedí con los pulmones en la garganta a la vez que le cogía de su muñeca. El siguió intentando correr pero le agarre del brazo con fuerza para que no se escapase-. ¡Estate quieto! –le ordene.

-Con que era eso –se giro de repente haciendo que yo diese un traspié hacia atrás-. Dices que me quieres y que quieres tener algo conmigo. Intento por todos los medios que te alejes y me dejes en paz. Haces caso omiso de mis palabras. Comienzo a plantearme el darte una oportunidad pero me dejas a medias en un armario y ¡resulta que estas prometido! –exclamo dejando ver que estaba enfadado de verdad-. ¿¡Te estás burlando de mí!?

No sé ni cómo se le había ocurrido pensar aquello. ¿No había escuchado lo que había dicho Krystal? Ninguno de los dos queríamos casarnos, desde el principio nos había parecido una idea absurda. Si que había una bonita amistad entre nosotros, pero eso no servía de nada en un matrimonio.

-No sé cómo puedes pensar eso –le recrimine-. Yo no utilizo este tipo de bromas para reírme ¿sabes? En todo momento he sido sincero contigo, si no te conté lo del compromiso con Soojeong es porque no nos vamos a casar. Ni nos queremos ni nada. Yo lo sé y ella lo sabe –trague saliva lentamente-. No tienes porque dejar de confiar en mí por esto –le asegure firmemente.

Se dio la vuelta y me miro fijamente.

-Estás prometido –aseguro-. Tu futura mujer es preciosa. ¿Por qué querrías tirar todo eso por la borda? –inquirió con más tranquilidad.

-Porque entre nosotros no hay amor.