[Hunhan] Luminescent II Parte 16

Maldita lluvia (Sehun).

Era un día muy lluvioso. Tanto que había llevado a Tiarn a casa para poder jugar con ella mientras su padre tenía una de sus importantes reuniones. No habíamos hablado lo que había pasado la última vez en el armario y yo lo prefería así. De repente me había entrado miedo. Su discurso sobre cómo había intentado protegerme por todos los medios me había calado de lleno. Me hizo ver que había hecho grandes sacrificios por mí, y no era justo que acabase muerto junto a mí por un desliz.

Había sido Minseok el que me había pedido que me encargase de Tiarn aquella tarde, y yo claramente no tuve ningún problema en cuidarla. Lo que no sabía ninguno de ellos era que después de la desaparición de los seis individuos mis padres adoptivos consiguieron dejar la casa a mi nombre porque el propietario, Luhan, había desaparecido. Así, sin comerlo ni beberlo pasaron a ser mías la casa de mis padres y la de mi antiguo novio. Al ver la buena situación deje que Chanyeol, Junmyeon y Kyungsoo viviesen en la que había pertenecido antaño a mis padres y Jongin y yo comenzamos a vivir juntos en la que había pertenecido a Luhan.

Debían de ser ya las ocho pasadas, fuera estaba muy oscuro y se escuchaba mucho el sonido de la lluvia caer contra el asfalto. Fue cuando sonó el timbre y deje a Tiarn jugando con una de sus muñecas mientras iba a abrir la puerta.

Reí levemente al encontrarme con un empapado Luhan al otro lado de la puerta. No parecía estar muy contento con su paraguas pues lo sacudía y murmuraba cosas en su propio idioma mientras lo miraba mal.

-¿Tan mal tiempo hace? –pregunte para que viese que me encontraba allí. Este me miro y asintió pesadamente-. Deberías de pasar cuanto antes –le invité con cortesía-. Si quieres puedes utilizar la ducha, no vaya a ser que cojas un resfriado.

El mayor fue a replicar, pero nada más estornudar se dio la vuelta y siguió al baño. Durante un largo tiempo esa había sido su casa o sea que se la debía de saber de memoria. Al salir de la ducha fue a saludar a su hija, en albornoz ya que había puesto su ropa a secar. Esta le abrazo fuertemente ya que le había echado de menos. Conmigo se lo pasaba muy bien, pero el amor que le procesaba a su padre era impresionante.

-No has cambiado nada de la casa –observo mientras miraba hacia los lados. No parecía estar molesto porque yo la hubiese ocupado-. Tiarn –llamo la atención de la pequeña-, antes tú y yo vivíamos aquí. Eras muy pequeña y es imposible que te acuerdes, pero fueron días muy felices.

La niña le miro con ilusión. Sus ojos comenzaron a brillar como si aquello de verdad significase algo para ella. Como si se acordara de algo.

-¿Omma y tu vivisteis aquí? –un pequeño atisbo de tristeza cruzaron los ojos de Luhan. Nada que una niña de casi siete años pudiese notar, pero algo de lo que yo si me percate.

-Así es –asintió casi nada más escuchar la pregunta-. Tu Omma se sentaba en el sofá mientras se acariciaba la barriga mientras te hablaba de lo que había hecho durante el día –le explico mientras señalaba uno de los sofás. Claramente aquello era mentira. Pero hacia feliz a Tiarn y aquello se dejaba ver en su expresión.

Luhan volví a dirigirse a mí. Su expresión era dulce, como si no se acordase de lo que había pasado entre nosotros el día anterior.

-Mi ropa tardara en secarse. ¿Podrías dejarme algo para ponerme? Se lo daré a Minseok para que te lo devuelva mañana.

-Mi habitación es la que antes ocupabas tu –le indique-. Puedes coger lo que más quieras de ahí.

Entro en la habitación casi a la vez que la puerta del recibidor se abría y entraban Jongin y Krystal. Me acerque a ellos para ayudarles con todas las bolsas que llevaban. ¿Para qué querían tanta comida? Porque es que la mayoría era comida basura.

-Te has olvidado ¿verdad? –me pregunto Soojeong sin aparentar ningún enfado-. Si, lo has hecho –Jongin detrás de ella río ligeramente. Me dio tiempo para acordarme de que pasaba aquel día y acabe por comprenderlo.

-¡Feliz cumpleaños! –fui a abrazarla pero me di cuenta de que también estaba mojada. Ella sonrió feliz de que lo hubiese recordado-. No he podido comprarte algo porque…

-No te preocupes –me interrumpió y me abrazo con fuerza, provocando que mis ropas se mojasen un poco-. Sé que has estado ocupado, y con qué firmes los papeles me conformo.

-Hemos traído comida para celebrarlo y… -Jongin había comenzado a explicar cuando Tiarn salió de la sala y se planto delante de nosotros. Miro a Soojeong, la cual seguía abrazándome, con mala cara. Y luego paso su mirada hacia Jongin, mirándolo con curiosidad.

Soojeong me soltó del agarre y pude acudir a hablar con la niña, para explicarle lo que estaba pasando.

-Appa ha ido a cambiarse. ¿Quieres comer algo de mientras? Es el cumpleaños de mi amiga Soojeong –dije señalando con la cabeza a la chica. Al escucharme miro con cara más apaciguadora a todo el mundo. Luego asintió.

-Felicidades –sonrió abiertamente a la mayor para felicitarle por su cumpleaños-. Pensé que tenias interés en mi futuro marido y eso no me ha gustado nada.

-¡Oh! Entonces, ¿quieres quedarte a celebrar y cenar el cumpleaños de la amiga de tu futuro marido? –pregunto tan amablemente que me pareció muy extraño en ella.

Luhan apareció en escena. Nos miro a todos con curiosidad sin comprender que era lo que estábamos haciendo todos allí.

-¡Appa! Nos quedamos a cenar –exclamo su hija mientras esta corría dando vueltas de un lado a otro, como si quisiese marearnos o algo. Luhan fijo su mirada en mí como si me estuviese preguntando algo, pero de una manera sorprendente acepto de buena gana. Seguro que no le apetecía esperar más para cenar algo caliente.