[Hunhan] Luminescent II Parte 34

Se que aun me faltan un par de comentarios por responder, o sea que intentare responderlos esta noche o mañana por la mañana ~.

Gracias por la paciencia, espero que os guste el capitulo y nos vemos bonitas º3º

El armario de la limpieza (Sehun).

Para variar un poco, esta vez había sido yo él que había empujado a Luhan al armario que tanto reconocíamos. Las únicas personas que frecuentaban aquel lugar eran los limpiadores y nosotros dos y para bien general nuestros horarios no coincidían en nada. Ellos siempre aparecían o antes de nuestra llegada a la oficina o después. Era por eso que nos solíamos meter tranquilamente allí cuando nadie miraba.

Hay que decir que luego Minseok me solía mirar mal por llegar minutos tarde a mi puesto de trabajo pero cuando comenzaba a dar explicaciones y me ponía rojo disimulaba una pequeña sonrisa, me regañaba un poco más y desaparecía. No podía negar que tenía una suerte tremenda.

-¿Por qué ahora Tiarn dice que te odia? –quiso saber en uno de los respiros que nos habíamos dado después de besarnos durante largos minutos. Sinceramente, no le quería responder. ¿Cómo se iba a tomar el saber que su hija me había besado y después llorado por mi culpa?

-Te lo cuento después –con cierta dificultad fui capaz de alzarlo en el aire para después ayudarle a sentarse sobre uno de los estantes del lugar-. Solo disfrutemos del tiempo que tenemos juntos –le pedí antes de volver a por sus labios.

-Nah, prefiero que me lo cuentes ahora –y al hablar lo hizo con un tono y palabras informal, haciéndome ver que no le importa mucho la respuesta que le fuese a dar porque en realidad ya sabía que era lo que había pasado en realidad.

No sé porque había pensado que Tiarn no le contaría nada de lo ocurrido a su padre. Pero si no parecía enfadado ni nada era un alivio para mí la verdad.

-Ayer le dije a Tiarn que ya tenía a alguien especial en mi vida porque me… beso y pensé que ya había llegado demasiado tarde –pude ver perfectamente como paraba en seco el nuevo beso que me iba a dar, me miro extrañado (frunciendo de sobremanera el ceño).

Pasó la manga de su chaqueta por mis labios varias veces con fuerza y luego atino a sonreírme, como si no hubiese pasado nada de nada. Esta vez fui yo quien le miro sin comprender que era lo que estaba haciendo, en absoluto.

-Ya te dije que mi hija era una persona muy obstinada –advirtió antes de abrazar mi cuello y besar mis labios-. Tiarn es orgullosa y no quiso contarme casi nada de lo que paso ayer. Vi que había llorado un poco y por lo que me contó después comprendí que había pasado. Es igualita que su madre, comenzaba a temer que os escapaseis juntos por amor.

Ninguno de los dos pudimos evitar reír ante aquella pequeña broma. Como si uno pudiese escapar de la mafia tan fácilmente. Nos volvimos a besar de manera más lenta dejando que los dos pudiésemos seguir sonriendo en el mismo.

-Vosotros dos –la puerta se había abierto y no nos habíamos dado cuenta. Al volver la cabeza hacia la puerta pudimos encontrar a un hombre con porte elegante y puede que un tanto enfadado también-. Llevo diez minutos buscándote Luhan –hablo en chino pero de una manera tan lenta y tranquila que pude entender lo que decía-. Hace veinte minutos que tenías que estar en tu puesto de trabajo, al igual que tú –puntualizo mientras me miraba y hablaba en coreano esta vez.

-Lo siento –se disculpó mi novio antes de que a mí me diera tiempo a decir nada. Luego se puso a hablar en chino, como siempre de una manera tan rápida que era difícil de entenderlo. Aun así tenía su gracia saber que seguíamos en la misma posición intima que antes. Debíamos de estar dando una pequeña escena-. En cualquier caso hoy tenía que trabajar con Yixing y está en casa…

-Lo sé –le interrumpió de manera brutal. No sé porque pero no me había esperado que aquel altivo señor reaccionase así-. Jongdae se ha quedado a cuidarlo –murmuro de mala gana dando a entender perfectamente que era algo que le molestaba mucho-. Vas a tener que trabajar con Minseok, le he dejado toda la información a él y luego he salido a buscarte pero… -nos señalo a los dos con los ojos-. Volved a vuestros puestos de trabajo ya.

Ambos asentimos al escuchar su imperante tono. Debía de ser el jefe de algo para mandar de esa manera y si Luhan le hacía caso yo también. Luhan no era el tipo de persona que le hacía caso a cualquiera, siempre oponía cierta oposición. Y bien que lo sabia después de tantos problemas que me había ocasionado para poder salir con él nuevamente. Aunque hacia años había sido yo él que se había hecho difícil de todas las maneras posibles.

-Después de trabajar tengo que ir a visitar a mis padres –le informe debidamente-, o sea que no vamos a poder quedar esta tarde.

-No te preocupes –negó el dándome la mano de manera disimulada para que no mucha gente lo viese-. ¿Piensas hacer algo especial el día de navidad o noche vieja? Nosotros no lo celebramos pero si el nuevo año Chino.

-Con mi antigua familia celebraba todas las festividades que te pudieses imaginar pero con los de ahora no celebramos Navidad, solo el año nuevo. Si quieres…

Me daba vergüenza pedírselo. No era una adolescente deseando llamar la atención de la persona que tanto le gustaba. Eso lo tenía claro. ¿Verdad? Bueno, a ratos no lo tenía tan claro, pero eso no lo iba admitir en voz alta. Era algo que me iba a guardar para mí mismo. Por siempre.

-¿Si? –me había quedado a media frase sin darme cuenta. Vamos que de repente me había quedado callado y mirando un punto fijo. Totalmente quieto porque incluso había dejado de andar. Al ver que no me movía él se había girado hacia mí y movía su brazo para que yo reaccionara.

-Cuando era joven nunca llegue a disfrutar de un día de navidad en pareja y quería saber si…

-Aaaaah –exclamo el repentinamente. Asintió a la vez que yo sentía mi cuerpo arder de la vergüenza. Observe como poco a poco se le iba creando una pequeña sonrisa en los labios que al principio interprete de burla pero luego deseche aquello al escuchar sus palabras-. Si no te importa preferiría ir a un lugar apartado en vez de al centro porque estará lleno de gente. Luego podemos comprar algo para cenar y hacerlo en tu casa. Prepararía yo mismo algo pero si nos vamos a pasar la tarde por ahí me da a mí que va a ser difícil.

Mi cuerpo se lleno de orgullo y de felicidad. ¿Dónde demonios había encontrado yo a alguien tan perfecto?

-Lleva abrigo entonces –le aconseje-. Pasaremos frio allí donde vamos a ir –esboce una amplia sonrisa mientras mentalmente iba pensando en cómo íbamos a llegar hasta el lugar apartado al que quería ir.