[Hunhan] Luminescent II Parte 36

Tengo un problema bastante gordo con mi ordenador. No me deja acceder a mi usuario y solo puedo hacerlo en el "modo seguro". He intentado hacer montón de cosas para que vuelva a su estado original pero nada... No me deja ni formatearlo.. Bastante agradecida estoy con haber recuperado ciertos archivos, como los fics porque tengo escritos capítulos para cinco semanas más y solo me quedan por escribir cinco y medio. Este capitulo lo iba a publicar ayer, pero no tenia ordenador ni nada (lo tenia el informático) y era imposible hacer algo, pero bueno... mañana publicare para seguir con la rutina y así pruebo a hacerlo desde el móvil.

Os aseguro que estoy enfadadísima con la situación esta porque es que ni se como ha salido y casi pierdo todo lo que tenia en el ordenador y... boh. Que os dejo con el capitulo y si mañana no puedo publicar no podre hacerlo la semana que viene tampoco porque estaré de viaje y solo tendré el móvil allí.

Siento la espera.

Gritos por saludo (Sehun).

He de admitir que el camino de vuelta a Seúl se me hizo más largo que la ida al pueblo. Sabía perfectamente que Luhan querría hacer el amor (así lo había nombrado el pero a mí me parecía una denominación muy cursi para alguien de nuestra edad) y que yo tenía que mentalizarme. En el coche mientras el tatareaba una movida canción, que me sonaba a Wolf de unos tal EXO, yo iba en silencio sin poder despegar la vista de la carretera rogando al cielo que todo acabase cuanto antes.

Y en cierta manera puede que el cielo me escuchase porque cuando llegue a casa se dio la casualidad de que no estábamos solos.

-¡Que no me toques! –era la clara voz de Soojeong. Sin mediar palabra con Luhan me arrime a la cocina, que era de donde venia aquellas sonoras palabras. Vi que allí se encontraban Jongin, Kyungsoo, ella y un chico que era incapaz de reconocer. Los cuatro estaban atacados de los nervios y parecían realmente exaltados.

-¿Qué está pasando aquí? –pregunte lentamente esperando no verme absorbido en aquella aura tan oscura. Todos me miraron a la vez, casi pude escuchar cómo les crujían los huesos del cuello-. ¿Qué hacéis aquí, en mi casa?

Se miraron los unos a los otros. Intentaron tranquilizarse, pero no parecía que les fuese a ser difícil. Kyungsoo tenía los ojos completamente abiertos, parecía asustado pero puede que solo estuviese sorprendido. Kai en cambio parecía cansado, agotado. Tenía el pelo completamente revuelto lo cual solo podía significar dos cosas: o había echado un polvo (POLVO, si, POLVO) o que estaba tan nervioso y desesperado que se había revuelto el pelo el solo sin poder evitarlo. Krystal parecía estar serena pero los gritos que habían salido de su boca hacían ver lo contrario. Y finalmente el otro chico… de ese chico no sabía nada por lo cual no podía opinar.

-Estábamos hablando y…

-Más bien gritando –interrumpió Luhan mientras se acercaba a mí. A diferencia de la otra vez no parecía estar nervioso por posponer el casquete que íbamos a echar aquella noche, se veía que tenía total fe en que acabaríamos haciéndolo pasase lo que pasase.

-Se suponía que Soojeong y yo habíamos accedido a hablar –comenzó a explicar Jongin intentando parecer tranquilo aunque era le difícil de simularlo-. Una de las condiciones era que podía venir alguien por si la cosa se ponía tensa. No podíamos ir a un lugar público ya que acabaríamos montando una escena. Estando las cosas como están en la casa familiar no podíamos ir allí, ya sabes que Baekhyun…

-Vale sí, lo he comprendido –antes de que pudiese dar más explicaciones. Sabía perfectamente como estaban las cosas allí y no era de agrado. Era un teatro constante ya que Baekhyun no había vuelto a sentirse hombre y que además era capaz de experimentar cosas como la menstruación femenina-. Entonces ¿qué está pasando aquí? –quise saber.

Las historias que se traían entre aquel trío amoroso eran peores incluso las que me traía yo con Luhan y la mafia. Nuestra historia al fin de cuentas había durado (y seguiría durando) casi siete años y aunque Jongin y Kyungsoo hubiesen tenido sus rifirrafes en su momento la verdadera historia había empezado un año atrás. Peor que una telenovela.

-Lo que pasa es que hemos quedado para hablar, no para que me mientas en mi cara –le espetó Soojeong a Jongin de forma un tanto dura. El chico desconocido apoyo su mano sobre el hombro de esta y la echo hacia atrás, para que se apoyase contra el respaldo de la silla en la que estaba y por arte de magia la tranquilizo.

-No sé con que palabras más quieres que te lo explique Krystal –no era buena idea llamarla por su nombre americano cuando estaba enfadada pero Kai no parecía ser muy consciente de ello-. Para mí no es de agrado ir diciéndole a la gente que sufro una hiperactividad muy avanzada –observe como Kyungsoo acariciaba la espalda de nuestro amigo en tono conciliador- y que para calmarme tengo que auto-medicarme todos los días.

-¡Que no intentes mentirme! –volvió a bramar la pequeña. Fui a meterme en la conversación que tenían para afirmar aquel problema que Jongin tenía desde bien pequeño-. No soy tonta –aseguró-. Te he visto tomarte miles de veces esas pastillas. Mira, no me importa que no quieras admitir delante de todos que es lo que de verdad tienes pero aunque sea deberías de admitírmelo a mí.

Todos dirigimos nuestra mirada hacia el susodicho, con gran interés. Al principio las palabras de mi prometida no tenían ningún sentido para mí. Ella estudiaba para ser forense criminal, ¿qué iba a saber de unas pastillas? Luego recordé que aquel verano había hecho varios cursos entre ellos cosas de psicólogos y cosas varias. Pero los psicólogos no daban pastillas ¿no?

Casi pude ver como Jongin se quedaba blanco del impacto. Algo extremadamente raro en él.

-Me lo debes por no llevarte a juicio –recalcó con voz más suave. Debía de darse cuenta que pasase lo que pasase en ese momento por su cabeza era más duro de lo que esperaba.

Quisiese admitírmelo a mí mismo o no cada vez la cosa se ponía más interesante y por cada segundo de silencio que guardaba más quería saber para que eran realmente las pastillas aquellas.

-Yo… -se quedo callado mientras miraba a su ex novia fijamente a los ojos. Por un instante pensé que se iban a ir a otro lugar y que todos nos quedaríamos sin saber la verdad pero- soy esquizofrénico –admitió al final.

Todos nos quedamos en silencio. Completamente quietos. Sin saber que decir. Me había criado siendo el mejor amigo de un esquizofrénico y ni me había dado cuenta. ¿Cómo podía enterarme tan poco de las cosas?

-¿Có…cómo lo…?

-Además de medicina doy psicología y psiquiatría en la facultad. Se distinguir los diferentes tipos de pastillas y el efecto que causa cada una. Y… -dudo antes de seguir hablando delante de todo el mundo- las paranoias y agresividad que sueles tener no es propio de la hiperactividad pero si de la esquizofrenia paranoica.

Se levanto de la silla, el chico que la acompañaba la miro de arriba abajo y la imito.

-Te recomiendo que no lo trates de una manera diferente a partir de ahora –le aconsejo a Kyungsoo-. Cosas como esas pueden hacer que se ponga agresivo de verdad y que no se salte ninguna dosis. Creo que sabes a lo que me refiero.

Después de disculparse con la gente y despedirse se fueron de la casa.

Kyungsoo y Jongin se quedaron un rato más, intentando aclarar lo que acababa de pasar en la cocina. Debí de haberlos dejado privacidad pero yo también quería apoyar a mi mejor amigo. No debería de estar pasándolo bien precisamente. Si nos había escondido aquella enfermedad era por algo.

Para las que os habéis quedado con ganas de lemon: esperad a mañana *3*