[Hunhan] Luminescent II Parte 45

El ultimo reencuentro (Baekhyun).

Chanyeol y yo estábamos tirados sobre el sofá de la casa. Y yo era hombre, como últimamente. Lo que a los médicos y psiquiatras les preocupaba tanto, que era vivir una vida normal en la sociedad, resultaba que había sido la cura para mí. Aun no había dejado las medicinas que había tomado durante años por si acaso, no quería recaer de mala manera, pero poco a poco las iba dejando.

-Hola. Gracias por dejarnos pasar –se escuchó desde la entrada. La voz no era ni de Jongin ni de Junmyeon ni de Kyungsoo, los que faltaban en casa o sea que lleno de curiosidad y sin avisar de que iba a recibir a las personas que venían camine hasta el recibidor. Allí me encontré con Sehun, que se quitaba la nieve de los hombros y a…

-¿Luhan? –pregunte sin poder creer lo que estaban viendo mis ojos. Los dos parecieron asombrarse de que lo reconociera y sin hacer caso a sus expresiones abrace a ambos.

-¿Quién es, Baekhyun? –preguntó la profunda voz de Chanyeol antes de que nos encontrara a los tres-. ¡Oh! –exclamó antes de lanzarse sobre nosotros a abrazarnos también-. ¿Celebramos algo?

Poco a poco nos fuimos separando y yendo hacia la sala principal para hablar de manera más tranquila. No íbamos a quedarnos ahí de pies como unos tontos. ¿Desde cuándo había vuelto Luhan a Corea? Igual no me lo habían dicho nada para no meterme demasiada información en la cabeza y aunque no me gustase que me mimasen tanto me había agradado esa sorpresa de volver a verlo de repente.

-Te veo muy bien. Después de todo lo que me había dicho Sehun de ti casi temía que estuvieses en una silla de ruedas -rio entre dientes. Chanyeol y Sehun se habían encaminado hacia la cocina para poner algo de comer en el centro de la mesa de la sala.

-A veces Sehun exagera un poco las cosas, pero hace tiempo que yo no le veo o sea que puede que la otra vez visitase a mi otro alter ego -me encogí de hombros sin poder encontrar otra explicación más lógica.

-Cuando me entere  de lo que te paso, si te soy sincero en parte me sentí culpable. Pero ahora que veo que todo va bien... me sorprende -admitió en voz baja, casi como si le diese miedo que le fuese a hacer algo.

Al principio no pude saber a qué se refiere exactamente, pero luego caí en la cuenta.

-Fui yo quien te pidió ayuda, no viniste tú a mí a ofrecérmela. No te preocupes, de verdad -intente sonreír de una manera afable para que me creyese.

No pareció estar convencido del todo. Pero si me costaba tanto convencer a Chanyeol cuando sabía que debía de hacer y decir para que me creyese iba a ser mucho más difícil convencer a una persona tan inteligente como Luhan. No era por pelotearle en mi cabeza o algo así, pero era cierto. Si no una persona de su edad no habría logrado hacer las cosas que él a su corta edad.

En parte, me habría gustado tener una adolescencia normal, haber crecido y estudiado como cualquier otra persona, pero había sido imposible. En estos momentos hacia que me sintiese algo inútil. Todo el mundo en casa podía aportar con algo, todo el mundo menos yo. Incluso el vago de Jongin llevaba dinero a casa todos los meses y yo... Yo solo traía gastos y a veces desgracias.

-Es difícil no sentirme culpable de lo que te paso -confeso en voz baja-. Aun así estoy feliz de poder verte de esta manera y no de cualquier otra -sonrió con esa bonita sonrisa que el tenia. Cuando lo hacia parecía mucho más joven, como si estuviese libre de preocupaciones. Algo que seguramente estaba deseando.

-He tenido suerte -admití lentamente-. Mis amigos me han apoyado mucho, sobre todo Chanyeol -comente lo obvio-. Por cierto, ¿qué tal te va a ti con Sehun? Ya me sé su versión oficial, quiero saber la real.

Esta vez dejo soltar una pequeña carcajada, divertido ante la pequeña broma que yo acababa de hacer. Pero esperaba que comprendiese porque lo decía. A Sehun a veces le daba por tener unos pensamientos de lo más extraños. Ni siquiera un trastornado como yo podía comprenderle.

-Hemos tenido algún que otro altibajo la verdad -se mordió el labio inferior de manera coqueta. ¿Por qué todo lo que hacía quedaba tan sensual?-, pero nada que haya sido lo suficientemente grande para separarnos aunque...

Se quedo en silencio al ver como Chanyeol y su novio entraban en la salita con platos llenos de comida. Los dejaron encima de la mesita que había entre los sillones.

-¿De qué hablabais? -pregunto Chanyeol mientras se dejaba caer a mi lado con gran estrepito provocando que el sillón entero se moviese hacia atrás. Era bien sabido que Park Chanyeol no era una persona muy delicada.

-Del buen aspecto que tengo -sonreí y reí mientras lo miraba, evitando así confesar de lo que estábamos hablando realmente. Dudaba de si a Sehun le fuese a gustar que cuchicheáramos sobre él.

Vi como metía una tostada rebanada en crema de cacao dentro de mi boca. Casi me atragante con ella, pero no me atreví a echarle la bronca. Parecía estar feliz y ensimismado en su propio planeta feliz. ¿Quién en su sano juicio querría sacarlo de allí después de lo que había sufrido?

Personalmente hablando, yo jamás volvería a hacer algo que le fuese a perjudicar tanto como lo había hecho en antaño. Pasase lo que pasase haría feliz a Park Chanyeol.