Cuando volvió a despertar se encontraba en
una habitación bastante más grande de la del hospital. Hacía calor ahí dentro
aunque des de las ventanas estuviesen abiertas para dejar pasar el aire. Olía a
sudor y a alcohol. Se levanto aun con los ojos entrecerrados y se olio los
sobacos. Frunció el ceño al darse cuenta de que todo ese hedor no provenía solo
de él. Estiro el cuello antes de mirar hacia los lados.
Una sonrisa asomo por su cara al ver que
todos sus compañeros se encontraban allí. Bueno, faltaba uno, porque con el
contaba a diez personas. Tampoco le dio importancia. Alguno abría salido pronto
de la habitación por alguna razón que claramente desconocía. Escucho como Luhan
se retorcía a su lado y se agarraba de su mano. Normalmente solía ser un chico
muy tranquilo a la hora de dormir.
Se podía escuchar varios ronquidos diferentes
aunque no fuesen muy fuertes a y a Baekhyun gemir como si fuese un cachorro
mientras dormía. Aquello le recordó a cuando eran jóvenes y todos imperfectos.
Todas las noches que se habían escapado juntos de Feopolis y como habían pasado noches y noches durmiendo a la
intemperie. ¿En Busan podrían hacer lo mismo?
Se aparto con cuidado del cuerpo de Luhan y
salió de la habitación aun descalzo. El pasillo estaba tranquilo, no parecía
que hubiese nadie. Se pregunto qué hora seria en ese momento, pero al no tener
reloj su duda quedo sin resolver.
Camino a lo largo del pasillo, en busca de
algo que hacer. No tardo mucho en encontrar una sala en la que había gente
mirando a una gran pantalla mural. Se fijo en esta con atención para ver que
daban, curioso de si podría entender algo de lo que decía. Se trataba de un
drama de humor. Lo único que variaba con su coreano era el acento y la
entonación de las frases, o sea que no tuvo ningún problema en entender lo que
decían. Se sentó en uno de los cómodos sofás individuales que había dejándose
llevar por las risas de los demás.
Pudo observar que la mayoría aun eran
imperfectos como él, aunque hubiese más de un perfecto en la habitación.
Parecía que se comportasen con total comodidad entre ellos, como si no hubiese
diferencias. Seguro que se habían tomado aquella cura que tantos problemas le
había traído.
No paso ni media hora viendo el drama cuando
interrumpieron la programación. La ciudad tenía una noticia de última hora, la
cual parecía ser muy importante.
“-Hace unas horas
Seúl declaro la guerra a Busan. Nadie sabe exactamente porque es, incluso se
llego a pensar de que pudiera ser una broma. Pero hace cinco minutos se han
avistado varias naves identificadas con el número de serie de Seúl, que se
dirigen hacia Busan.
La pantalla cambio
a la bonita presentadora por unas imágenes en video que mostraban unos cuantos
puntos a la lejanía que poco a poco se iban acercando.
-Aun no tenemos
datos exactos sobre la situación, pero se pide calma y paciencia. Nuestros guardas
y Especiales se encargaran de todo”.
La comunicación se corto en ese momento,
volviendo a transmitir el mismo drama, desde el momento en el que lo habían
cortado. Pero eso no importaba, todos los presentes de la sala estaban más
ocupados intentando asimilar lo que acaban de escuchar.
Dos personas se levantaron de sus sillones y
salieron de la sala. Sehun no demoro en hacer lo mismo, más alterado de lo
normal. Se dirigió directo hacia la habitación en la que se encontraban sus
demás amigos. Intento abrirla pero la habitación estaba cerrada y no se sabía
el código que debía de insertar.
-¡Eh! ¡Eh! –exclamo todo lo alto que pudo
mientras golpeaba la puerta con fuerza esperando que alguien le abriera-.
¡Abridme ya he dicho! –exclamo mientras golpeaba la puerta aun más fuerte-.
¡QUE ABRAIS DE UNA VEZ COJONES! –grito mientras pegaba una patada a la puerta.
-¿A qué viene tanto escándalo? –un Jongdae
con cara de sueño y ojos hinchados le abrió la puerta sin comprender.
-¿Qué cojones te pasa, Sehun? –pregunto Kris
desde su cama. Se revolvió entre las sabanas intentando protegerse de la luz
que entraba en la habitación.
-Nos atacan. Rápido, levantaos y vestíos –les
ordeno sin reparar que siendo el más pequeño no tenían porque hacerle caso.
Escucho quejidos varios de sus amigos, no parecía que tuviesen ganas de
obedecerle-. ¡He dicho que os levantéis! –grito mientras encendía la luz y
corría hacia el otro lado de la habitación para abrir las persianas de manera
automática.
-Sehun, tranquilízate –le pidió Luhan mientras
se incorporaba le miraba con la misma expresión que Jongdae-. ¿Estás jugando
con alguien?
-¡Claro que no! ¡Esto es muy serio! –su voz
sonaba cada vez más alta sin que se diese cuenta-. Nuestra ciudad… ¡Seúl viene
hacia aquí! ¡Al parecer tiene intenciones de atacar la ciudad!
Lo único que recibió a cambio fueron miradas
extrañas, no parecían comprenderle. Puede que aun fuesen cabezas de burbujas,
que la cura no hubiese surgido efecto en ellos.
-Eh… chicos… -murmuro Jongdae desde la
puerta-. No parece que sea una broma… -carraspeo mientras veía a la gente cada
vez más alborotada en el pasillo-. Todos hablan de un ataque y… de gente que
está loca.
Todos dieron un brinco en la misma cama.
-¿Gente loca? ¿Han visto a la gente de esta
ciudad? –pregunto Baekhyun con voz ronca.
-No es hora para bromear –le regaño Junmyeon con
cierta severidad en su rostro-. Tenemos que salir de aquí cuanto antes ¿verdad?
–el mayor miro a Sehun muy seriamente.
-Pero Chanyeol aun no ha vuelto… -se quejo
Baekhyun mientras se levantaba de la cama.
-Se fue a hacer unas cuantas pruebas con
médicos, no puede estar mal –le recordó Luhan intentando darle el apoyo que
necesitaba.
-Me da igual si salís en pijama como yo
afuera. Pero ¡hacedlo ya!
Ni el día de su escapada habían visto al
pequeño tan preocupado y nervioso. Claro que un ataque era mucho más peligroso
e importante que una simple huida ¿no? Aun algo adormilados, se pusieron
zapatillas para poder caminar por la calle.
Corrió todo lo rápido que pudo teniendo en
cuenta que todo el mundo corría en dirección contraria y tenía que andar
esquivándolos. Krystal había mandado un mensaje a todos los Cortadores para que se reunieran en
frente del Ayuntamiento cuanto antes. No les había contado en plan por la
antena de piel, aunque tuviesen un canal privado, ya que no podían fiarse de
que la gente de Seúl no les hubiese pirateado esta.
Tardo lo suyo, pues al final acabo escalando
un edificio por el lateral y dejando que el traje de infiltración hiciese el
trabajo de adherencia tuvo que correr y saltar de edificio en edificio mientras
una gran multitud corría y gritaba desesperada por no sufrir daño alguno.
Los guardabosques estaban ayudando a evacuar
la ciudad cuanto antes para que no pudiera haber heridos. Aun no estaban
seguros de que Seúl estuviese atacándoles, pero no podían correr el riesgo y
dejar que los habitantes de la ciudad muriesen por sus errores.
Para cuando pudo llegar hasta el Ayuntamiento
ya había un par de cortadores ayudando a la gente a salir rápidamente de él. Se
giro hacia ellos y corrió tan rápido como le era permitido para ayudarles.
-¿Sabéis cual es el plan? –le pregunto al que
más cerca estaba en voz de susurro, para que siguiese él con lo mismo y nadie
supiese de lo que hablaban.
-Lo primero es evacuar a todas las personas
que podamos –se encogió de hombros mientras agarraba a un niño pequeño que
había tropezado y caído-. Luego será lo de siempre, una descabellada idea
suicida de la que todos saldremos ilesos.
Jongin pudo ver la sarcástica sonrisa que
mostro el rostro de su compañero.
-Lo de siempre entonces ¿no Minho? –imito su
sonrisa mientras a la vez que abría una de las puertas atascadas para que la
gente saliese con más fluidez.
-Así es. Aunque ahora seamos libres de pensar
de la manera que queramos los Cortadores siempre
atendemos a hacer lo mismo una y otra vez.
Su voz quedo casi inaudible cuando una de las
aeronaves pasó por encima de ellos.
-Yo me encargo –le informo por la antena de
piel antes de impulsarse por los edificios, escalándolos a una velocidad
vertiginosa.
No tardo en alcanzar una de aquellas armas
morales. Salo y cayo con un sordo ruido sobre la parte superior de esta, en la
zona donde las aspas del artefacto solo provocaban un viendo insoportable para
una persona normal y corriente, no para él. Inclino los pies hacia un lado como
si estuviese sobre su propia aerotabla y con una gran paciencia la arrimo a
otra gran mole de destrucción.
Volvió a repetir el mismo gesto unas cuantas
veces más, aunque en algunos casos fue bastante más forzoso de lo que se había
imaginado. Las maquinas aniquiladoras estaban contrariadas, no sabían donde se
encontraban y los informáticos que pudieran reprogramarlas necesitaban un campo
de visión lo suficientemente extenso para saber donde se encontraban.
Definitivamente era un gran Cortador.
Eso pensó antes de ver como las maquinas se
juntaban más unas con otras antes de impactar agresivamente contra el
ayuntamiento. Los cristales salieron volando por todas partes. El moreno se
tapo la cara instintivamente, aunque llevando el traje de infiltración no
pudiera pasarle nada. Dejo de tener vidrio sobre el cual apoyarse para andar.
Cayo.
Pero no al vacio. Cada vez veía más cerca el
suelo y no podía más que hacerse una pregunta a sí mismo: “¿Cuándo comenzaran a funcionar las bandas de seguridad?” Con un
gesto brusco, las bandas de seguridad que llevaba en las cuatro extremidades
tiraron de estas un metro del suelo, impidiendo el impacto. Eso había dolido.
Casi podía notar como sus brazos se habían salido de la clavícula, pero no
había tiempo. Levanto la mirada antes de ver como el edificio del Ayuntamiento
se venía abajo.
Dio la vuelta sobre sus pasos horrorizado al
ver a Sehun. ¿Qué coño hacia ahí? ¿No sabía estarse lejos de los problemas? Sin
perder una sola milésima de segundo, corrió, corrió cuanto pudo y agarro a
Sehun para ponerlo a salvo de los escombros. Este parecía en shock mientras su
mirada se perdía en el gran edificio que había al lado, el hospital.
-Cha-Chanyeol –pudo pronunciar aun con la
mirada perdida y la boca completamente abierta. No era necesario que dijese
nada más. Sabía a que se refería-. ¿Es-está bien?
No supo que responderle. Si tuviese alguna
idea se la diría pero desde que había llegado con el grupo de perfectos y se
había ido al hospital a verle, no había visto a los demás. Se encogió de
hombros y con una mirada seria le ordeno que no se moviese.
-Corre cuanto puedas hacia el otro lado. Esto
es tremendamente peligroso –le advirtió.
-¡Pe-pero es mi amigo Jongin! –exclamo
mientras intentaba deshacerse de las manos del moreno que tan fuerte le
sujetaban-. ¡Quiero saber cómo…! –Jongin estampo sus labios contra los suyos,
sin dejar que articulase ninguna palabra más.
-Déjamelo a mi –susurro sobre sus labios
antes de incorporarse otra vez. Sehun se llevo la palma de la mano a la boca,
aun con los ojos más abiertos, dispuestos a llorar de la preocupación-.
Mantente chispeante Sehun.
Volteo la pulsera de seguridad de su muñeca
derecha y en seguida surgió del humo una aerotabla.
“Mantente
chispeante Sehun”.
¿Qué había querido decir? Él era chispeante. El no era un cabeza de burbuja al
que pudieran manipular tan fácilmente. Había aprendido a no confiar en lo
primero que le decían.
“Los aerovehículos
de Seúl han atacado el Ayuntamiento, derruyéndolo y causando grandes destrozos
en el Hospital. Durante unos días se prohibiera operarse, al menos hasta que la
mitad de los quirófanos estén libres.
No parece que haya
habido ningún herido grave, por ahora, aunque ignorando la razón por la que las
tropas de Seúl han atacado nuestra ciudad tan de improvisto sería estúpido
cantar victoria. Ahora mismo el alcalde de Busan esta apunto de reunirse con el
Consejo de Perfectos para arreglar
este atentado y que no vuelva a pasar.
Eso es todo por
ahora”.
La presentadora comenzó a recoger sus papeles
mientras se hacía publicidad a ella misma. Los diez amigos se encontraban casi
pegados a la pantalla mural para enterarse de que había pasado exactamente y
donde se podía haber metido su gran amigo.
-Han dicho que no hay ningún herido grave
–murmuro Kyungsoo intentando animarles-. Chanyeol-ah es un chico con suerte.
Estará bien –intento autoconvencerse a sí mismo-. Estará bien…
-Y también es tan tonto que hasta un pingüino
podría secuestrarlo.
Todos estaban alterados. Aunque no
comprendían porque de repente su ciudad se ponía a atacar a otra llena de gente
pacifista lo que les tenía intrigados era el estado de su amigo. Al parecer nada más bajar del tal
helicóptero, Sehun aun ignoraba que era un helicóptero, se había despedido para
que los médicos le hiciesen unas pruebas que no explico. Les había asegurado
que no intentaba hacerse ninguna cirugía, solo quería ayudar.
Pero ¿si las pruebas eran sencillas porque no
había vuelto ya? En aquella situación tan desesperada que estaba sufriendo
Busan tenían que haber trasladado ya a todo el mundo que se encontraba en el
Hospital, que era el edificio de al lado del Ayuntamiento, el cual ni hacia
media hora que se había derrumbado delante de los ojos de toda la ciudad.
Tensión. Nervios. Desesperación. Nadie les
informaba de nada y los canales de la pantalla mural estaban dando todo el rato
lo mismo: imágenes del Ayuntamiento cayendo y de cómo los Cortadores y las fuerzas Especiales
de Busan hacían lo posible por ayudar. La cámara había grabado más de una vez a
un Kai lleno de polvo, pero no sudor, corriendo de un lado a otro desesperado
por mover todas las piedras que pudiese, preocupado de las personas que se
podían haber quedado bajo los escombros.
Sehun pudo notar como sus mejillas enrojecían
y calentaban mientras veía al moreno en la pantalla. Estaba guapo y… No. No
podía pensar en el esos momentos de angustia. Como amigo debía estar a la
espera de noticias sobre Chanyeol, no en un roce le labios.
-¡Ei! –escucho exclamar a Luhan mientras daba
vueltas sobre sí mismo mirando a todos los lados, aunque inconscientemente
llevase la mirada hacia abajo casi todo el rato-. ¿Dónde se han metido Baekhyun
y Jongdae? –pregunto llamando la atención de todos que escudriñaron la sala.
-Hace un minuto estaban aquí mismo –repuso
Junmyeon que se sumo a las estúpidas vueltas que estaba haciendo Luhan. Como si
mareándose fuesen a encontrarlos más fácilmente-. No pueden haber ido muy lejos
–murmuro mirando esta vez hacia la salida.
-Habrán ido al baño, no sé de qué os estáis
preocupado –les contradijo Sehun.
-Estamos preocupados porque acaba de estallar
una guerra delante de nuestros propios ojos Sehun –recalco Kris con su grave
voz.
-Ya, pero las tropas de Seúl se han retirado…
por ahora –Tao mientras se estiraba un poco en la silla, cansado de estar
sentado ya en ella.
-Tanto los Cortadores como los Especiales
están en completa guardia –volvió a hablar el pequeño mientras se sentaba en
una silla cercana a Tao-. Sería difícil que pasase algo más. Jongin se ha
cargado un batallón entero de esas naves en
apenas cinco minutos –alzo la ceja mientras volvía a quedar embobado
mientras miraba la pantalla mural.
Corría de un lado a otro sin cesar, o eso
hizo hasta que llego Krystal con nuevas noticias. Gracias a la antena de piel
llamo a todos los cortadores para que se reunieran en medio de los escombros,
donde les pudiesen dejar en paz (había hecho prometer al interfaz de la ciudad
que no iba a haber ninguna cámara alrededor de ellos).
-Esto es más serio de lo que nos gustaría
saber –les comunico-. Resulta que aquí nuestro camarada Kai –los ojos de todos
se dirigieron hacia el- la última vez que estuvo en Seúl hizo explotar por lo
alto el Arsenal de la ciudad.
-¿¡Que!? Yo no lo hice explotar… entero
–añadió rápidamente.
-Me da igual lo que hicieses –la voz de su
superior era mucho más fría y terrible que nunca. Estaba enfadada y no tenía
ninguna gana de disimularlo o de ocultarlo ante ellos-. Fuese o no fuese verdad es razón suficiente
para atacar a la ciudad que lo haya hecho. Al menos a los ojos de un déspota
–aclaro poniendo los ojos en blanco.
-Eso no le da derecho a derrumbar el
Ayuntamiento y destruir el Hospital de una ciudad –exclamo el moreno en un
esfuerzo de no parecer tan culpable.
-Ninguno, y el Comité de Perfectos esta de nuestra parte esta vez. Los castigara a
ellos, pero también a ti.
Kai solo pudo tragar saliva. Nunca había
escuchado de un castigo del Comité de
Perfectos ya que era algo que se mantenía en secreto. ¿Por qué? Pues porque
solían ser tan duros que no estaba permitido decirlo airadamente. Aunque su
cuerpo de Cortador no se lo permitiese, Kai noto como un escalofrío recorría
todo su cuerpo. De pies a cabeza. Aun así no dejo que los demás Cortadores lo notasen, pues ahora todos
tenían puesto sus ojos en el.
Carraspeo antes de volver a hablar.
-Lo hare.
-¿Seguro? –la mano de Taemin, su mejor amigo,
se poso sobre su hombro. Le miraba con una gran connotación de preocupación en
los ojos. Kai dudo al hablar.
-Claro Hyung. Si soy yo quien se mete en un
problema, soy yo el que cargo con las consecuencias –se encogió de hombros
mientras bajaba la mirada.
-Eso no tiene porque ser así –declaro Krystal
con una pequeña picara sonrisa en sus labios. Todos la miraron sin entender a
que se refería-. Me niego a que uno de los míos pague por algo que realmente
era necesario –les informo-. Cuando terminemos de hablar, dirígete hacia el sur
–susurro aun más bajo, tanto que aun con la antena de piel privada para los Cortadores se les hizo difícil de
escuchar-, es la dirección donde más próxima esta el bosque. En cuanto hayas
llegado escóndete y huye todo lo lejos que puedas. Cuando seas capaz de
encontrar una ciudad o una red metálica encárgate de contactar conmigo, o con
uno de nosotros. Tengo un gran trabajo para ti que te encantara.
-¿Un trabajo? –pregunto curioso al ver el
pequeño brillo de los ojos de la menor. La muchacha asintió lentamente con la
cabeza.
-Los Cortadores
nacimos para vivir en la naturaleza y últimamente las ciudad se están pasando
su respeto hacia ella por el forro de los…
-Krystal… -murmuro Sulli para que no siguiese
hablando y yéndose por las ramas. Krystal suspiro por su propio error.
-Solo quiero que nos ayudes y nos hagas de
informante. Queremos saber qué es lo que pasa en el resto del mundo y que
podemos hacer –termino por explicar Taemin.
-¿Esa misión no la teníais Jonghyun y tú?
–volvió otra vez la mirada hacia la joven.
-Sí, pero si queremos seguir teniéndote en
nuestras filas como un Cortador no nos queda otra que esconderte –encogió sus
hombros de una manera natural-. ¿Lo coges o lo dejas?
Kai volvió a mirar a los que habían sido sus
compañeros, sus amigos y su familia durante unos largos años. Desde que habían
liberado Busan todo el conjunto se había roto y a veces se extrañaba del
comportamiento que tenían. Les dedico una pequeña macabra sonrisa y con un
gesto de dedos, llamo a una aerotabla para poder escapar hacia su pequeña
libertad. Porque los Cortadores
estaban hechos para vivir en libertad.
Se
encontraba en el jardín trasero de la pequeña residencia. Ya era de noche y la
noticia sobre el castigo que se había impuesto a los mandamases de Seúl se
había extinguido. Aunque Sehun se hubiese quedado con otra parte de la
historia. Un Cortador llamado Kai
también había sido castigado por los actos imprudentes que habían llevado a la
pequeña guerra.
La gente se había ido retirando del jardín
poco a poco, despidiéndose de los demás y por lo tanto se había quedado solo.
Miro alrededor, intentando encontrar algo fuera de lo usual, algo que no
tuviese que estar ahí, esperanzado de poder volver a ver a su amigo una vez
más. Suspiro y se meció un poco en el rígido banco hasta que noto como una
pequeña piedra golpeaba su pierna. Con el ceño fruncido miro al arbusto del
cual procedía, del cual volvió a salir otra pequeña piedra.
Se levanto del banco, intentando adivinar si
era una persona la que le estaba tomando el pelo o una simple ardilla con ganas
de jugar. De entre el pequeño matorral salió una mano, la cual le agarro del
brazo y tiro de él hasta meterlo dentro. Sus rodillas chocaron contra el suelo
lleno de bultos haciéndole daño, al igual que su mano, pero no se quejo. No se
quejo ya que tenía en frente al moreno Cortador
que tan bien conocía.
-Deberías de estar en la cama –sonrió.
-Y tu deberías de estar en un calabozo –le
devolvió la sonrisa.
-Los calabozos son lugares muy aburridos para
una persona tan compulsiva como yo –se encogió de hombros sin perder la
sonrisa.
-Claro… -murmuro al recordar lo que le había
comentado sobre los Cortadores-. ¿A
dónde iras entonces? Lejos de donde te puedan coger ¿verdad? –como respuesta
solo obtuvo un pequeño asentimiento-. Sera raro no… -paro a media frase. Sus
ojos se abrieron de par en par y su cabeza hizo un movimiento brusco para poder
mirarle fijamente-. Quiero ir contigo.
-Pero…
-¡Pero no! –exclamo por lo bajo-. Siempre me
estas contando las grandes aventuras que has tenido y lo bueno que eres
desenvolviéndote en cualquier sitio. Ten paciencia y deja que aprenda
–entrecerró los ojos haciendo un pequeño puchero para darle pena.
-Sehun, donde voy yo no hay ninguna comodidad
a la que estés acostumbrado –le recordó con una ceja alzada intentando no
reírse del gesto del menor.
-No quiero tener comodidades si ello conlleva
a hacerse cirugías tan… tan…
-¿Extravagantes? –le ayudo a terminar la
frase.
-¡Eso mismo! ¡Jongin! Yo quiero salir a ver
que hay fuera, no sentirme encerrado y… y ser chispeante.
La última palabra llamo la atención del
mayor. Estaba claro que si se le hablaba en su idioma le era más fácil de
salirse con la suya. Dio por sentado que Jongin no pensaría que fuese tan
inteligente para hacerlo a propósito, al menos no tan astuto, ya que no es que
fuese un tonto de remate.
-¿Chispeante,
eh? –sacudió el pelo del castaño con la mano izquierda-. ¿Sabes otra cosa que
te mantiene chispeante? –negó con un
gesto inocente-. El besarse o hacer cosas de amantes –rio al ver como el gesto
del menor se tornaba de un rojo jamás imaginado-. Si los quieres vas a tener
que ganártelos ¿mh?
-Eso… ¿eso significa un sí? –pregunto
totalmente eufórico haciendo caso omiso a la última frase del mayor.
-Supongo que lo es, pero no te hagas grandes
ilusiones –frunció el ceño de una manera casi imperceptible-. Allí donde vamos
no va a ser una aventura continua.
jhrekrkjghkjrghj,(?). OMG, me encanto mucho la historia, realmente me gusto. Amé el Sekai, ahora estarán juntos. :3. Me hubiese gustado que paso con Luhan y Sehun , o cómo se lo tomarían ellos, los demás de Exo, después de saber que su maknae estaría con Kai.
ResponderEliminarDe todas formas me gusto mucho todo lo que escribiste. ♥
Esta un poco mal que lo diga yo pero (?) la historia es genial E_E No porque la haya escrito yo, si no porque la temática es muy buena XDDD
EliminarY lo sabrás, no te preocupes porque este fic tendrá secuela, ahora mismo estoy ocupada y tal pero esta en camino ;)
Gracias por el comentario preciosidad *3*
ME encantó ! ♥ Como dijiste, la temática es muy buena , la amé :D
ResponderEliminarMe alegro mucho de que te haya gustado tanto, de verdad *3*
EliminarHaré segunda parte /cuando termine con los otros seriales/ espero que lo sigas también.
Nos vemos <3
me encantó la historia pero me he quedado con ganas de maaass!! pero es precioso todo ^^
ResponderEliminarTengo pendiente escribir la secuela o sea que en cuanto encuentre un ratito para escribir a ello que voy :B
EliminarLa historia esta muy cool, la he leído en sólo una mañana! No pude dejar de leer hasta terminarmela!
ResponderEliminarPero quede con una duda, me puedes explicar que ocurrió con chanyeol? No se sie s que no puse atención a esa parte pero realmente no supe que paso con el.
Me alegro mucho de que te haya gustado tanto *-*
EliminarEso se explicara en Plenitatem, ya tengo un buen cacho escrito, pero hasta que lo tenga terminado del todo no quiero publicar nada porque igual luego quiero cambiar cosas y...
Muchas gracias por leer bonita *3*
por Dios esta historia no es genial es simplemente fabulosa!!!!!
ResponderEliminartienes mucho talento, esta historia merece ser mucho más que un fic.
entre a leer y no entiendo nada
esta la segunda parte o solo termina aquí????
gracias por crear y compartir algo tan genial.... te felicito tienes un gran talento tmb eres chispeante
¿Y dónde estas mujer? Necesito más de esto. Esta super. Eres increible!!
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