[Hunhan] Luminescent II Parte 2

Hola hola a todas las cosas bonitas *3*
Avise ya que iba a tardar en volver a actualizar, es más, pensaba no actualizar hasta terminar otros fics, pero me han insistido tanto pues que... boh (?) he terminado una de las historias que van a la par y he decidido publicar.
Este sábado habrá capitulo también, pero no se si la próxima semana subiré, porque me dedicare a escribir de lo otro.
Pues eso, que gracias por todo el apoyo. Sois lo más bonito del mundo *3*

Y ¿ahora que? (Sehun).

Ya habían pasado días desde que había visto a Luhan otra vez. No sabía exactamente qué era lo que tenía que hacer. ¿Iba a acusarle de desaparecer o iba a llorarle porque lo había echado de menos? Lo que estaba claro era que estaba dolido por su desaparición. Sin decir nada. Dejándome solo. Cuando yo le había ofrecido irnos juntos. Fugarnos y vivir solos y tranquilos. Con Tiarn claro.

¿Qué había pasado con la niña? Porque ahora debía de ser una niña, no un bebe. No en vano habían pasado seis años. Me moría de ganas por ir a preguntarle qué era lo que había pasado. Pero he ahí el mayor problema. El se había olvidado de mí. No me había reconocido cuando Minseok me presento delante de él. Aquello dolía y mucho ya que él había sido muy importante para mí. No solo había sido mi primera pareja. Si no que también era el primer amor que había tenido.

Jamás había creído que pudiese llorar por alguien a quien quería hasta que él se fue y me dejo solo en mi más profunda amargura. Porque necesitaba a ese alguien que me apoyase como él lo hacía. Mis amigos habían sido geniales conmigo pero no era lo mismo.

Junmyeon estuvo durante días muy enfadado. Al mes de que desapareciera mi ex novio le conté la verdad, lo que había descubierto. Se enfado conmigo, se enfado con el mundo entero. Jamás le había visto así, ese no era el Junmyeon-Hyung que yo conocía. Me daba miedo.

Volviendo al tema. Decidí que lo mejor era tomarme un descanso ya que no podía concentrarme como era debido y así no podía hacer bien mi trabajo. No era algo complicado, nada que no me hubiesen enseñado en la universidad pero necesitaba despejarme un poco.

Fui a la maquina a cogerme un café, muy cargado pues era lo que necesitaba, cuando escuche la pegadiza risa de Luhan. Estaba con otras dos personas, entre ellas el tan Yixing y otro chico más bajo que ellos, de pelo negro y con cara más seria que la de sus dos compañeros. Parecía que mi ex novio (en realidad jamás habíamos cortado pero me parecía lo normal pensar que no estábamos juntos) se estaba riendo del moreno pues lo señalaba con una expresión de burla en la cara. Parecía feliz.

-Perdón –me disculpe cuando me metí entre ellos para sacarme un vaso de café. En seguida se apartaron para que pudiese obtener mi bebida.

-Los niños de hoy en día crecen mucho –se quejo el moreno mientras me miraba. Estaba claro que le habría gustado ser tan alto como yo, como si tuviese una especie de trauma por ello.

-Te creo, Tiarn esta enorme –comento con una dulce sonrisa evocando a su sobrina-. Debiste de tomar más leche cuando eras pequeño.

-¿Quieres probar tu mi leche? –le espeto de mala manera él al ver que volvía a meterse con él una vez más. El rubio puso cara de asco al imaginárselo. Estaba claro que no quería.

-Callaos ya los dos, estáis dando mal ejemplo a nuestro nuevo empleado –intervino Yixing con tono reconciliador-. ¿Minseok te está tratando bien? –pregunto mientras ponía la mano encima de mi hombro. Asentí con la cabeza.

-Es un jefe muy comprensivo y amable –conteste con brevedad.

En realidad había otras cosas que se me estaban pasando por la cabeza en ese momento. O sea que siguiendo a mis instintos me di la vuelta de una manera suave pero decidida.

-¿Puedo hablar contigo en privado? –pregunte directamente a Luhan omitiendo prácticamente a los otros dos.

-A no ser que tu problema sea legal sería mejor que hablases con Yixing –me aconsejo.

No sé de dónde había podido sacar que yo tenía ese tipo de problemas. Bueno en realidad sí que tenia uno, y bastante grande, pero no legal.

-No, es algo más complicado que eso –seguí hablando aunque de manera muy breve-. Es más bien… personal.

Los tres me miraron extrañado. A sus ojos debía de ser un chico raro que se había encaprichado con un Hyung para que le enseñase algo. Se suponía que para eso yo tenía a Minseok, pero desde mi punto de vista estaba claro que no iba con él.

-Me gustaría ayudarte pero es que…

-Soy Oh Sehun –lo interrumpí abruptamente-. Tú y tus amigos matasteis a mis padres hace ya seis años –hable de manera seria y fiable.

-Mira, si esto es una broma… -comenzó a hablar Yixing el cual se había puesto más serio que yo pero la estrepitosa risa del moreno que estaba con nosotros le corto de lleno.

-¿¡Te ha salido un acosador!? –exclamo de lo más divertido sin hacer caso a la mirada acusadora que le estaba echando Yixing-. ¿Le has seguido hasta aquí? Tienes huevos chaval, te has ganado mis respetos de verdad –siguió riéndose aun más fuerte-. Como has crecido ¿no? Hace unos años no eras más que un niño asustado –al escuchar esas palabras comprendí que aquel moreno tendría que haber tomado parte en el proceso de hace seis años para saber tanto.

El chico siguió hablando hasta que Yixing poso su mano sobre su boca, para tapársela y que dejase de hablar. Pero este no se dio por vencido. Mordió la mano del chico y siguió hablando, con una sonrisa morbosa en la boca. Había dejado de hacerle caso. Solo tenía ojos para ver la reacción de ÉL.

La espera se me hizo eterna. Casi parecía que se iba a desmayar en ese mismo momento, no tenía buena cara. Pero termino por reaccionar. Agarro mi brazo y tiro de él hasta una habitación vacía. Era una sala de reuniones de lo más normal, con su mesa grande, sillas, proyector, y una pantalla. Había estado en muchas de ellas porque las de la universidad se parecían mucho. Había acudido a una universidad privada, por eso mismo no había mucha gente en mi clase y nos podíamos permitir ese tipo de lujos.

-Tú –llamo mi atención-. Habla claro y ni se te ocurra mentirme o te enteraras de lo que es bueno –me amenazo aun sin parecer que se creyese mucho lo que minutos antes había soltado.