[Hunhan] Luminescent II Parte 5

Siento no haber actualizado ayer. Pero me salieron planes de ultima hora y no llegue a casa hasta muy tarde y claro, ni ganas para actualizar.. -D- En fines, mañana actualizare antes porque tampoco voy a estar a la noche. Eso y... creo que nada más.

Siento las molestias uú
PD: En cuanto termine de publicar contestare los comentarios :B

Una ayuda inesperada (Sehun).

Vi como alguien se sentaba en mi mesa. Levante la mirada y ahí se encontraba mi jefe Minseok, sonriendo abiertamente. Le mire extrañado. Hasta entonces no lo había vuelto a ver desde el primer día, ya que según él era muy permisivo y no iba a estar supervisando todo el rato mis actos.

-Con que tú eres el pequeño Oh Sehun –sonrió de manera aun más abierta. Alce la ceja lentamente sin cambiar la expresión de mi cara.

-Lee Sehun –le corregí pues hacía años que había dejado de apellidarme “Oh”.

-Da igual –negó el con la cabeza sin dejar de sonreír-. Cuando eras pequeño yo te estire una vez de las orejas –río lentamente mientras me miraba las orejas y hacia un pequeño gesto de tirar como si fuese divertido. Al ver esto me tape al acordarme de lo que me había dolido aquella vez.

Miro alrededor y busco una silla en la que sentarse. Cogió una y la acerco a mí, para hablar de una manera más intima. Posó una mano sobre mi hombro y comenzó a hablar.

-Vengo a hablar de Luhan. Veras…

-Si vienes a decirme que le deje en paz puedes irte –comente de mal humor pues no había pasado ni un día y ya había mandado a alguien para que me quitase las ganas de seguir con mi propósito.

-Oh, oh no. Te equivocas –negó con la cabeza a la vez que lo hacía con la voz-. Veras, Luhan lo paso mal cuando volvimos a China por lo que le hicieron allí, pero también porque no podía estar contigo, se lo prohibieron –hizo una pequeña pausa para ver si le iba a volver a interrumpir, pero la verdad es que no tenía nada que decir. Quería escuchar lo que Minseok tenía que decirme-. Jamás había visto tan feliz a Luhan como cuando estaba junto a ti. Quiero decir que… Tiarn le hace feliz, está claro. Nosotros le hacemos estar feliz, pero no de la misma manera –quiso explicarme otra vez para que lo entendiera mejor.

Mantuve mi mirada fija en el, totalmente serio mientras pensaba en lo que me acababa de decir. Desde antes ya sabía que había sido muy feliz a mi lado, aunque discutiésemos y tuviésemos nuestros inconvenientes el uno con el otro. Pero que me dijesen que la época en la que había estado conmigo había sido la más prospera para su felicidad me llenaba a mí de orgullo y alegría. Poco a poco una sonrisa, completamente sincera, comenzó a formarse en mis labios. Me pareció que mi sonrisa iluminaba la expresión de Minseok, pues lo vi más feliz de lo normal.

Me levante de la silla repentinamente.

-Voy a buscar a Luhan –determine mientras lo miraba-. ¿Puedo, Minseok-Hyung? –le pregunte con precaución pues decirlo delante de mi jefe no era normal.

-Corre a hacer feliz a mi mejor amigo –me ordeno prácticamente.

Salí corriendo hacia el departamento en donde trabajaba Luhan, sin pensármelo dos veces. Me pareció escuchar que Minseok seguía hablando, gritándome algo, pero no le hice gran caso pues lo más seguro era que me estuviese dando ánimos. Sonreí para mi mismo al darme cuenta que por fin tenía un apoyo para seguir. Antes al menos tenía el apoyo de Baekhyun pero cuando este… bueno pasó lo que pasó. Desde entonces ni él ni Chanyeol habían vuelto a ser los mismos. Y este último era el único que respetaba y comprendía mis decisiones y sentimientos. Era algo normal. Después de la muerte de mis padres pase tanto tiempo con él y con su familia que debía de saberse ya todo sobre mi de memoria. Aguanto todo lo que yo le dije, y quería y respetaba mucho a mi Hyung por haberlo hecho, con tan suma paciencia además.

Llegue corriendo a su departamento, me sabia ya de memoria donde estaba pues cuando tenía tiempo para dar un paseo iba allí para ver si era capaz de encontrarlo. Nunca le había podido ver antes, pero aquel día parecía ser mi día de suerte.

Mi corazón dio un vuelco. Estaba con una niña pequeña, de unos seis siete años en brazos. La niña debía de ser Tiarn, aquella bebe a la que había cuidado durante un tiempo. Estaba ya muy crecida, habían pasado seis años por lo cual había dejado de ser un bebe y se había convertido en una niña muy bonita. Tenía el pelo largo y castaño, la piel tan blanca y bonita como la de su tío. Llevaba una tiara de juguete puesta en la cabeza, haciéndola parecer una princesa de cuento. Aunque hubiese crecido mucho desde la última vez que la había visto aun se veía pequeña y frágil.

-¡Xiumin! –exclamo Luhan sonriendo justo hacia donde estaba yo. Mire a mi lado, encontrándome con mi jefe justo ahí. Parecía que había corrido detrás de mí. De la nada comenzaron una conversación en chino, así dejando que entendiese más bien poco.

-Deja a Tiarn con él chico entonces –Minseok finalizo la conversación en chino pasándose al coreano mientras apoyaba la mano sobre mi hombro-. Ha terminado su trabajo y sabe cuidar niños ¿no? –volví a mirarlo sin comprender que era lo que estaba diciéndole.

El chico me miro con desconfianza mientras seguía con su sobrina en brazos. Esta me sonrió al verme e intento tocarme y palparme, ya que de repente alzo las manos hacia mí. No pude evitar sonreír y cogerla en brazos, sacándola de los de Luhan. Este se resistió pero acabo cediendo.

Cuando la tuve ya en mis brazos se abrazo a mí con fuerza para no caerse. Me miro fijamente, como si estuviese analizándome y se dio la vuelta de manera brusca.

-Me quedo con el Appa –se volvió a abrazar a mi esta vez de una manera más cariñosa-. Me llevara al parque y no me aburriré mientras tú tienes la reunión.

-¿Appa? –pregunte desconcertado. ¿No era Tiarn aquella niña? ¿Había tenido una hija durante ese tiempo que no nos habíamos visto?

-¿Estás segura cariño? –le pregunto su padre sin estar del todo contento con la situación-. Puedo ir a buscar a Lay y…

-El también estará ocupado, tiene la misma reunión que tu y yo –le recordó Minseok-. Deja que se quede con Sehun, el cuidara bien de Tiarn ¿verdad? –golpeo mi brazo para que respondiera.

No se me hizo posible responder directamente, simplemente asentí varias veces. Estaba muy confundido. Si no fuese porque la niña se llamaba Tiarn podría ser posible que Luhan hubiese encontrado otra persona con la que pasar su vida. Pero no, aquella niña era Tiarn, su sobrina, la que ahora había pasado a ser su… ¿hija? Fruncí el ceño al sentirme frustrado por no comprender lo que estaba pasando exactamente. Me exasperaba.