–Estoy intentando hablar contigo
Luhan –Baekhyun perseguía a Luhan por las escaleras de la facultad. El mayor
prácticamente le estaba ignorando ya que caminaba con prisa–. Los dos queremos
o sea que no sé porque te resistes.
–Déjame en paz Baekhyun –le pidió
por enésima vez–. Lo de ayer paso y…
–Tú no lo entiendes –siguió
insistiendo–. Era la primera vez que…
–Si tuvieses un poco de
conocimientos sobre antropología y física lo entenderías –le cortó antes de que
dijese en voz alta las palabras que eran tan temidas para él. Baekhyun lo miro
extrañado y el mayor aprovecho para darse la vuelta y seguir su camino pero
algo le hizo parar de golpe.
No es que estuviese dispuesto a
responder a aquel pequeño depravado, había sido porque se había encontrado de
frente con Sehun. Este los miro extrañado pero luego sonrió. La verdad era que
después de montárselo en el coche de Kris ambos jóvenes habían acabado en la
cama de Luhan juntando sus cuerpos una y otra vez hasta cayeron rendidos a
altas horas de la noche. Por eso Baekhyun había dormido abrazado a él y llevaba
los mismos pantalones del otro día (el reto de la ropa se la había dejado Luhan
para que fuera limpio). Por lo tanto que Oh Sehun los viese de esa guisa no era
nada agradable para el chino. Si este se daba cuenta de que la ropa que
Baekhyun llevaba era de su ex todo quedaría al descubierto.
–Hola Sehun… –le saludo sin estar
muy seguro de si debía escapar de ahí.
–Me alegra ver que os habéis
reconciliado –medio sonrió. La verdad era que la situación le parecía rara.
Pero en vez de pararse a pensar en porque le sonaba la camiseta de Baekhyun
cuando jamás se la había visto puesta se quedo extrañado al notar que sentía
celos. De lo que no estaba seguro era de si sentía celos hacia Luhan o hacia
Baekhyun. Los dos eran sus ex novios, pero en ningún momento había sentido esa
sensación cuando se imaginaba a Luhan con Jongin y a Baekhyun con Wufan.
–Si bueno, aunque Kris ayer fuera
un idiota completo Luhan se portó muy bien conmigo y me consoló o sea que le
estoy dando una nueva oportunidad –le explicó, y es que en cierta manera había
sido así–. ¿Querías algo? –le sonrió ampliamente dispuesto a mimarlo.
El menor se lo tuvo que pensar
dos veces para poder recordar que era lo que quería y porque había acudido a la
facultad de psicología.
–Eh… si –asintió y se quedo
callado. Sus dos amigos lo miraron expectante esperando que hablase por fin–.
Necesito que me acompañes a un sitio –se dirigió a Luhan. Baekhyun bufó porque
lo marginase de esa manera.
El mayor lo miro durante dos
segundos antes de darle su respuesta.
–No puedo –declaró por fin. Los
dos chicos que le acompañaban se asombraron de que le diese una negativa al
menor–. Quieres llevarme a una cita sorpresa con Jongin ¿verdad? –inquirió a lo
que el menor se quedo en silencio–. Ya le dije a él que no sentía nada por él y
eso no va a cambiar. Me gusta como amigo pero como nada más –aclaró.
–Pero si lo conocieras como
pareja tú y él… –empezó a decir aunque en realidad no sabía a donde quería
llegar.
–Sé que ha sido divertido para ti
hacer de carabina pero no va a pasar nada. Meterse en una relación ahora solo
me complicaría las cosas y para eso ya tengo a Baekhyun ahora –suspiro. Nada
más escuchar esas palabras el nombrado inflo el pecho orgulloso, como si
realmente no hubiese escuchado lo que había dicho de él.
Sehun aun no podía comprender
aquella gran negativa que le estaba dando. Sabía que Baekhyun era un experto en
complicarle la vida a todo el mundo pero no entendía el porqué de repente
parecía que este no quisiese separarse del chino. Unas cuantas teorías
empezaron a pasar por su cabeza pero todas eran descabelladas o eso prefirió
pensar.
–Ven conmigo –le volvió a pedir
otra vez, como si no hubiese escuchado el rechazo hacia Jongin.
–Baekhyun y yo nos vamos a
estudiar o sea que no voy a ir contigo –sentenció con firmeza. Los ojos del
nombrado se iluminaron, él se encargaría de que los estudios quedasen en un
segundo plano. Al contrario Sehun frunció el ceño y más cuando vio a su más
reciente ex novio agarrar del brazo a su más antiguo ex novio con toda la
confianza del mundo.
–Mi pequeño Sehun –sonrió con
felicidad el mayor–. A la noche cuando llegue a casa te llamo y hablamos ¿sí?
–cuando quería Baekhyun sabia ser pedante.
–Tranquilízate –lo agarro de las caderas con firmeza–. Y no gimas muy
alto o nos pillaran.
–Es fácil de decir eso pero… –se mordió el labio mientras el mayor
introducía su miembro dentro de él. Para Baekhyun era raro hacerlo con alguien
que no le hiciese caso, en cambio Luhan se pasaba por donde él quería sus
deseos y lo peor de todo es que aun así lo disfrutaba.
Se tensó al sentir la intromisión. Él mismo se agarró al asiento. Pero
rápidamente sintió unas manos sobre sus hombros. Esas mismas manos masajearon sus
músculos provocando que se destensase y se relajase. Incluso suspiro del
placer.
–En esta posición no la puedo meter hasta el fondo, no te preocupes
–susurro prácticamente sobre su oreja–. Además, me da facilidades tanto para
controlarte como para relajarte –el mayor mordió la oreja del menor con cierta
agresividad, provocando un gemido en él–. Seré gentil, no te preocupes.
Después de esas palabras beso el mismo lugar que anteriormente había
mordido. Sin levantarse comenzó un movimiento limpio y suave. Luhan estaba
acostumbrado a tomarse las cosas con calma y disfrutarlas y así lo iba a hacer
aunque a su acompañante no le pareciese bien.
Ambos estaban disfrutando el momento, era algo obvio si escuchabas los
gemidos de ambos. El movimiento en ningún momento aflojo, cuando Baekhyun le
pedía más e intentaba mover la cadera el mayor le paraba ya que rompía la
harmonía en la que él quería trabajar. Que quede claro, no es como si Luhan
fuese un obseso del orden (en el acto sexual o no sexual), solo le gustaba
hacer las cosas bien y de manera ordenada. Además Baekhyun le había llevado a
esa situación o sea que se sentía con derecho de mandar sobre él.
–Quiero terminar… –se atrevió a decir entre gemido y gemido. El mayor
asintió y atino a enderezarse y agarrarle el miembro con suavidad. Se relamió
los labios antes de empezar a masturbarlo, de una manera más frenética que el
ritmo que llevaba él, porque hablando con sinceridad: también tenía ganas de
terminar aquello, de correrse y llegar al orgasmo.
La verdad es que para ninguno de los dos fue difícil llegar al placer
extremo. La excitación, el lugar, el momento y el riesgo a ser pillados se
había vuelto algo delicioso para los dos.
–¡Joder…! –medio exclamo el menor un rato después de que Luhan se
hubiese corrido. El mayor ahora se encontraba sobre su espalda, dándole ligeros
besos sobre el hombro prácticamente sin darse cuenta–. Vamos a tu casa.
Cuando Jongin vio llegar a Sehun
solo al lugar en el que supuestamente había quedado con Luhan supo que algo
había ido mal. La decepción se adueño de él. ¿Después de todo el esfuerzo que
había hecho para que todo acabase en nada?
Al llegar hasta donde estaba él
esperando por el chico que le gustaba Sehun le sonrió. No pudo evitar fruncir
el ceño.
–Lo siento, pero Luhan había
quedado para estudiar y no va a poder venir –se encogió de hombros–. Parece ser
que a la siguiente tendremos que tener en cuenta sus planes –sonrió intentando
darle esperanzas a su amigo. Sabía que hacia mal en hacerlo porque Luhan no
quería nada con él, pero no podía evitar hacerlo ya que sentía pena por él.
El mayor de los dos suspiro
profundamente. Nada salía como él quería y sabía que en realidad Sehun le
estaba mintiendo. No sabía si agradecerle por ser bueno con él o enfadarse con
él por mentirle. Luego le venía a la cabeza todo el esfuerzo que había hecho el
menor por juntarlos y que no tenía ningún derecho a enfadarse con él.
Ensimismado en sus pensamientos
idolatrando a su amigo no se dio cuenta de que había extendido los brazos y
estaba a punto de abrazarle. No se dio cuenta hasta que lo estaba haciendo. El
pequeño se quedo rígido durante un momento pero luego le dio unas palmadas en
la espalda, intentando darle cariño.
–No te preocupes –pronuncio el
mayor, aunque en realidad se estaba convenciendo más a sí mismo–. Luhan se
pierde más de lo que me pierdo yo –pudo notar como el menor reía ante ese
comentario y luego asentía.
Un minuto largo después los dos
se separaron y con solo mirarse decidieron en ir a tomar algo ya que tenían la
tarde libre. Ambos habían librado todo lo posible aquella tarde, Jongin para
tener la cita y Sehun para espiarlos y ayudarle en caso de que las cosas fuesen
mal.
Acabaron dentro de una cafetería
del centro tomando y comiendo algo, porque siendo sinceros esos dos no podían
estar mucho tiempo sin comer algo. Al rato Zitao se les unió. Parecía estar
molesto con algo y cada vez que le preguntaban algo murmuraba en chino. Los dos
coreanos decidieron que lo mejor era esperar un poco a que se tranquilizase y
pudiese comunicarse con ellos en un idioma en el que lo comprendieran.
–Luhan parece un gato en celo, un
perro con rabia, un… –se quedo pensando pero no se le ocurrieron más
comparaciones con animales–. Esta esquivo, responde mal, se encierra en su
habitación y… si no fuese porque sé que es un chico juraría que tiene la regla
–suspiro mientras los otros dos reían por el comentario.
–No sé le da bien estar enfadado
con alguien –le recordó el menor de todos–. Ahora que ha hecho las paces con
Baekhyun debería de volver a la normalidad no te preocupes.
–No lo entiendes –declaro el
chino–. Desde ayer que está completamente insoportable, hasta ayer era más o
menos manejable. Además hace ruidos muy extraños en su habitación. Es como si
se pasase todo el día masturbándose.
Ese comentario hizo que Jongin se
atragantase con él pollo frito y que Sehun lo hiciese con el bubble tea. El
primero tuvo que golpear la espalda del menor para que volviese a la
normalidad. No estaban acostumbrados a que el chino fuese tan explicito y a
ambos se les había recreado una imagen en su cabeza que para nada les
desagradaba.
Cuando dejo de toser y pudo
pensar con tranquilidad el menor intento atar cabos. Se suponía que Luhan había
ido a estudiar con Baekhyun. Baekhyun tenía una cara demasiado radiante para el
golpe tan fuerte que tenía que haber sufrido el día anterior. Luego estaba el
hecho de que el abrigo que llevaba le resultaba extrañamente familiar aunque no
lo hubiese visto jamás en el armario del mayor… en cambio si era del estilo de
Luhan.
Volvió a atragantarse otra vez
más, esta vez con su propia saliva. No podía creerse a donde habían llegado sus
pensamientos pero en ese momento no se le ocurría otra cosa. Además él sabía de
primera mano que los gemidos de Luhan solían ser suaves y bajitos cuando Zitao
estaba en casa y dudaba que los gemidos que el chico había escuchado fuesen los
del mayor.
–No sé si quiero volver a
escucharte hablar de Luhan –Jongin frunció el ceño. A sus ojos (y al de todos)
Luhan era un ser puro y que alguien pudiera escuchar sus gemidos era algo
impropio de él.
Baekhyun era feliz. Se sentía
herido por las palabras de Kris y cada vez que recordaba cómo había acabado con
él le invadía la incomodidad y un rastro de tristeza pero a continuación
pensaba en algo feliz y volvía a la normalidad. Una normalidad en la que había
encontrado a alguien que de verdad le volvía loco en la cama.
Luhan era como un experto del
sexo o algo así. Hasta que había probado de él siempre pensó que Kai era un
Dios del sexo pero este se había quedado atrás. El moreno no le había provocado
ni el medio de lo que le provocaba Luhan. Sus dedos certeros siempre estaban en
la zona más sensible de su cuerpo dispuesto a hacerlo sentir en la gloria.
Conseguía que prácticamente sin preliminares el sexo no doliese. Ahora
comprendía porque Sehun quería ser el pasivo.
No pensaba dejarlo irse de sus
manos tan fácilmente. A él no le costaba mucho pasar de emociones como odiar a
gustar ya que tampoco es que fuese muy consciente de las emociones o
sentimientos. Él simplemente vivía su vida como le daba la gana y listo. Por
eso para él no era problema aceptar a Luhan como amante o como cualquier otra
cosa después de lo que habían vivido. Simplemente estaba seguro de que por
casualidades de la vida Luhan se había cruzado en su camino, que le hacía
disfrutar como nadie y quería disfrutar de eso.
Mientras Baekhyun disfrutaba
tanto de aquella situación Luhan se desesperaba cada vez más. No comprendía
porque el menor tenía tanto poder sobre él. Sabía perfectamente vivir sin sexo
y sin depender de nadie. Era una persona independiente y hasta cierto punto
solitaria, por eso que llegase alguien y que pusiese toda su vida patas arriba no
era agradable.
Que ese alguien se metiese en su
cama desnuda tampoco era algo de su agrado. Baekhyun no sabía que a Luhan no le
gustaba que se sentasen o tumbasen encima de su cama y por eso este hacia lo
que le daba la gana. Una vez llegaba a la habitación de este se desvestía y
obligaba al mayor a hacerlo. Después simplemente se volvían uno solo y se
olvidaban de lo que había alrededor.
Luhan se odiaba a sí mismo por
dejarse llevar de esa manera. Lo disfrutaba no podía mentir, pero esa situación
iba a acabar con él.
Aquel fin de semana quedaron
todos juntos en el local para celebrar que ya todo había vuelto a la normalidad
y que se llevaban bien entre todos. Y eso era verdad, solo que Jongin prefería
ignorar a Luhan ya que no se sentía a gusto con hacer como si nada hubiese
pasado. El mayor decidió dejarle su espacio hasta que este volviese a hablarle.
Sehun le había sonsacado a
Baekhyun por teléfono que era lo que pasaba entre él y Luhan. Aunque parecía
que el mayor si quería esconderlo Baekhyun no había ofrecido mucha resistencia
a la hora de confesar, aunque le había hecho prometer que no se lo diría a
nadie y mucho menos a Luhan. Sehun podía comprender la situación en la que se
encontraba el chico, él mismo había estado en una relación con el castaño y
sabía perfectamente lo difícil que era decirle que no y lo fácil que era para
él hacer que la realidad y la irrealidad se juntasen y fuera imposible de
distinguirlas.
–Es gracioso ver cómo han acabado
las cosas entre vosotros dos –se medio burlo Chanyeol de Baekhyun y Luhan.
–Será que Luhan tiene más tacto
que tú a la hora de consolar a la gente –le devolvió la burla al chico
gigantesco. Este frunció el ceño pero no se ofendió ya que sabía que su amigo
se lo había dicho a la defensiva y que al parecer escondía algo.
–Lo que tú digas –bufo el chico
haciéndose el ofendido. Parecía que tenía ganas de jugar porque en cuanto paso
la mirada por el sofá que compartían Jongin, Sehun y Zitao sonrió. Observo como
Sehun le daba un cacho del pollo frito que tanto le gustaba a Jongin
prácticamente a la boca. Lo que el mayor no sabía era que en realidad estaba
molestando a su amigo en vez de darle de comer–. Vosotros dos estáis muy unidos
últimamente ¿no? –los señalo con una gran sonrisa en la boca.
–Hemos pasado mucho tiempo juntos
últimamente –contestó el menor del grupo ya que el otro tenia la boca ocupada
con el pollo que por fin había conseguido atrapar–. Nunca contáis con nosotros
para quedar o sea que nos quedamos solos.
Chanyeol y Jongdae no podía creer
que Sehun diese tales facilidades para meterse con él. Se podía ver que aun era
un niño que no estaba acostumbrado a defenderse solo.
–No mientas, Chanyeol y yo
siempre os decimos de quedar pero nunca venís –intervino Jongdae–. ¿No será que
habéis tenido citas a nuestras espaldas?
El moreno escupió el pollo que
tenía en la boca ante la impresión que habían marcado esas palabras en él.
Todos se quejaron de aquel acto ya que la comida estaba delante.
–¿Os dais cuenta de que estáis
hablando de nosotros pero que vosotros siempre estáis juntos, no? –contraataco.
–Incluso os quedáis aquí a dormir
juntos –le ayudó Baekhyun ya que parecía divertirse con él tema. Los dos
incluidos fruncieron el ceño.
–Y ¿qué? –se atrevió a preguntar
Jongdae–. Yo tengo novia y los dos somos heterosexuales. No somos como
vosotros.
–¿Estás seguro de que sois ambos
heterosexuales? –pinchó su amigo de toda la vida nuevamente–. Siempre ha habido
un feeling muy especial entre
vosotros.
–Eso es porque Jongdae me
comprende como nadie –parecía que Chanyeol se había tomado la cosa más a broma
que Chen. Sin que nadie se lo esperase cogió a su amigo en brazos y lo acuno
ahí. Contagio su sonrisa y felicidad a su amigo. Este se relajo y se cogió de
su cuello para seguir bromeando.
–Tao, vente con nosotros –invitó
al único al que aun no le habían atribuido ninguna pareja. Este le miro desde
lejos con mala cara, no parecía que le hiciese mucha gracia aquella broma o sea
que se quedo callado.
–Calla, igual prefiere montarse
un trió con Sehun y Kai –se burló Baekhyun mientras se reía.
La cara del chico paso por todos
los colores posibles hasta que se levantó y en un rápido chino se dedico a
maldecir. Rápidamente Sehun y Luhan se levantaron de sus respectivos lugares y
se abrían paso detrás de Tao.
–Auchs… –todos pudieron escuchar
claramente como se quejaba Baekhyun después de la colleja que le había dado
Luhan por su bromita.
Con cierta dificultad ambos
chicos lograron llevar sano y salvo al ofendido hasta su casa. Allí Luhan
preparo té mientras Sehun intentaba tranquilizarlo y que le contase algo. Pero
no consiguió nada hasta que el mayor puso la tetera encima de la mesa y sirvió
té para los tres.
–Odio a esos tres –estaba claro
que se refería a Baekhyun, Chanyeol y Jongdae–. Comprendo perfectamente porque
estaban solos hasta que Sehun se lio con Baekhyun y acabamos todos arrastrados.
El menor se puso rojo por el
comentario mientras que Luhan solo rió suavemente como si hubiese olvidado que
cuando Baekhyun y Sehun se liaron el menor le había puesto los cuernos.
–No son mala gente – Sehun
intentó convencerle de eso–. Lo malo es que lo típico les aburre muy fácilmente
y necesitan meterse con alguien para escapar del aburrimiento. Pero si hablas
con ellos de manera seria te aseguro que te encantarían los tres.
Zitao no se veía muy convencido
de ello, ni siquiera Luhan lo parecía.
–¿Qué es lo que de verdad te ha
molestado? –cuestiono ya que sabía que había algo más en el fondo. Zitao a
veces odiaba que Luhan supiese tanto sobre él.
–Cada vez que os ponéis a hablar
de parejitas me siento desplazado –confesó–. Está claro que las cosas han
cambiado mucho desde hace un tiempo, pero todo ha sido culpa vuestra no mía y
yo estoy pagando todas las consecuencias. Os veo tan felices cada uno por su
lado pero sin mí que… yo también quiero a alguien especial a mi lado –casi echo
a llorar después de decir eso.
–Tao, nos tienes a todos –le
intento recordar su amigo de toda la vida–. El único que tiene pareja entre
nosotros es Jongdae y tampoco puede disfrutar de ella como quisiera por
Chanyeol –acarició la mano de su amigo intentando darle apoyo de esa manera.
–No seas hipócrita –soltó de
repente Sehun sin poder evitarlo. Los dos chinos lo miraron rápidamente, como
si fuese algo obligatorio–. Jongdae no es el único que tiene novia, Baekhyun y
tu también tenéis… –se fue quedando callado a cada palabra que decía dándose
cuenta de lo que estaba diciendo. Además la mirada que le estaba dedicando
Luhan le daba miedo. Zitao también lo miro fijamente, esperando que dijese algo
ya que no se lo podía creer.
–¿Te lo ha contado él verdad?
–bramo Luhan poniéndose rojo de la furia.
–Emh… si, pero ¡porque yo lo
descubrí! –Zitao miraba de un lado a otro como si fuese un partido de tenis–.
¡Oh vamos! Baekhyun prácticamente lleva casi todos los días tu ropa y tu una
bolsa con la ropa que él te devuelve –respondió al “como” que no le había
dejado pronunciar a Luhan–. ¡Además Tao escucha como os lo montáis! –ambos
chicos miraron al nombrado. Este se sintió acorralado de repente. ¿Por qué lo
señalaban a él cuando no era más que una víctima de toda esa situación?
–Yo solo dije que escuchaba
gemidos desde su habitación, nada más –se defendió.
La situación había evolucionado
de una manera extraña. Se suponía que estaban ahí para consolar a Zitao, pero
en vez de eso prácticamente le estaban acusando de algo.
–Baekhyun y yo no somos nada
–aseguró Luhan cuando se hubo tranquilizado un poco–. Solo me persigue sin que
lo pueda evitar y siempre acabamos haciendo cosas que…
Zitao empezaba a entender porque
Luhan estaba tan irritable. Estaba claro que la situación y el poco control
podían con él.
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