[EXORGIA] #WEIRD Capitulo 12



Los más jóvenes del grupo estaban algo cansados de que los ignoraran. Incluso Tao había comenzado a pasar de ellos porque estaba ocupado. Siempre se quedaban ellos dos solos y luego se burlaban de que siempre estaban juntos y parecían una pareja. Al final se habían acabado enterando de la rara relación que mantenían Baekhyun y Luhan o sea que Kai paso del mayor. Según decía podía conseguir a quien le diese la gana y no iba a comerse la cabeza con cosas que no habían podido ser como él quería. Sehun por su parte había aplaudido esa determinación.
Y es que tenía razón. Él si se lo proponía también podía conseguir a quien quisiera. Era un chico muy atractivo y a grandes rasgos no tenía ningún defecto del que la gente tuviese que huir. No al menos para saciarse por una noche. Las relaciones que había tenido anteriormente con la que ahora era la nueva pareja habían sido fructíferas y habían sido más agradables de lo que había imaginado que serian. Quería volverá sentirse así, pero también deseaba hacer locuras y tener aunque fuera un lio de una noche.

Al sentirse de esa manera ambos decidieron salir de fiesta juntos, sin avisar a los demás. Estaban seguros que aun así no les harían caso. Cada uno habría hecho un plan diferente sin contar con los demás, por lo tanto no se sentían mal por hacer el suyo propio.

Habían bebido más de lo necesario, solo había que verlo por los andares que tenían para llegar hasta la casa de Jongin. Sí, había pasado ya como media hora desde que habían salido de la fiesta y aun seguían borrachos perdidos. Se reían de estupideces, cada uno del otro porque no sabía andar como una persona normal y parecían simios al hacerlo.

–La diferencia es que yo soy blanco, o sea que el simio aquí eres tú –se burló Sehun mientras intentaba subirse sobre la espalda de Jongin. Cualquier cosa por acabar en el suelo al parecer.

–¡Quita! –le ordenó el otro mientras intentaba encontrar las llaves de su casa. Por causalidades de la vida toda su familia se había ido a visitar a su abuela y se había quedado solo ese fin de semana. Tenía ganas de ver a su abuela pero no quería dejar solo a su buen amigo–. Llámame lo que quieras envidioso. Pero hoy la gente no apartaba la mirada de mí, que lo sepas.

–Mentiroso –se burló–. Tú no has ligado nada de nada.

–Cállate, sí que lo he hecho –ambos se enfrascaron en una conversación estúpida sobre lo que había pasado esa noche y lo que no.

–Y ¿si has ligado porque estas entonces aquí conmigo? –los dos chicos arrastraban las palabras y pronunciaban todo como les daba la gana. Era un milagro que se entendiesen entre ellos.

–No quería dejarte solo, sino me hubiese ido con mi abuela.

–Solo sabes poner escusas –se siguió riendo. Aunque él tampoco había ligado nada de nada y prácticamente se estuviese riendo de él mismo también.

–Cuando te pones así de idiota me dan unas ganas de callarte que… –Jongin saco las llaves de su bolsillo pues habían llegado a su casa–. Te pones adorable cuando no paras de balbucear porque estás nervioso –ahora el que se reía era el moreno y el otro se tragaba sus palabras.

–No eres más que un idiota engreído Kim Jongin –le aseguró mientras dejaba que el chico abriese la puerta para que pudieran entrar a un lugar resguardado.

Los dos subieron las escaleras que llevaban al piso donde vivía la familia. Aunque no tenían ascensor vivían en el primer piso o sea que no era difícil de llegar hasta la vivienda. Nada más llegar Sehun se desabrocho el cinturón con una exclamación ahogada dejando ver lo a gusto que se sentía sin que le apretasen las inexistentes caderas que tenia.

–¿Vas a desnudarte aquí mismo? –cuestionó el propietario de la casa.

–¿Algún problema? Luego lo recogeré todo, no te preocupes –habló mientras se cuestionaba si debía de desabrocharse los pantalones o no.

–¿Te irás desvistiendo hasta llegar a mi cama entonces? –la voz de Jongin era claramente insinuante. El menor se sonrojo de manera exagerada y volvió a balbucear de la misma manera que lo había hecho cuando se besaron–. Quédate tranquilo –se acercó a la oreja del menor hablando en susurros sin dejar de poner nervioso al menor– que no ataco –beso su mejilla.

Kai se dispuso a hacer el camino hacia su habitación cuando Sehun lo agarró del cinturón y le obligo a dar pasos hacia atrás.

–Y ¿si eres tú quien está deseoso de que le ataque? –mordió su oreja antes de que su compañero se diese la vuelta y lo agarrara con fuerza para estampar sus labios con los ajenos.


Lo que no sabían estos dos era que esa misma noche Chanyeol había sacado a Zitao de fiesta también. El resto tenía planes, y cuando habían intentado contactar con Jongin y Sehun estos no les habían respondido, o sea que el mayor decidió tomar la iniciativa. La cita que Chanyeol y Jongdae habían montado para Zitao no había salido bien del todo y habían decido que lo mejor era intentar otra cosa diferente. Muy diferente.

Se encontraban en medio de la discoteca primera LGTB que habían encontrado. Ninguno de los dos sabía dónde meterse exactamente. Chanyeol se sentía agradecido de que tanta gente se acercase a él para ligar pero se estaba cansando de dar negativas. Él normalmente era el tipo de persona que no decía que no a nada. Por su parte Tao se estaba desesperando al ver que no llamaba tanto la atención de la gente y eso que habían ido allí por él.

Al menos pudieron disfrutar de más de una copa gratis de las veces que les habían invitado a los dos. Y si es que el chino pasaba la mirada por el local no había mucho buen género donde escoger. A todos les podía sacar defectos. A todos menos a… ¿qué hacia Kyungsoo allí? ¿No se suponía que era heterosexual?

Como alma que lleva el diablo el chico se planto delante del futuro medico. Chanyeol le seguía aunque se disculpaba con un chico más bajito que él por casi atropellarlo en el camino. El enfermero toco la espalda del chico que hacía poco le había rechazado para llamar su atención. Cuando el chico de ojos grandes se dio la vuelta se sorprendió mucho al verlo, pero le sonrió ampliamente y le saludo con la mano.

–Pensaba que eras heterosexual –fue directo al grano. Parecía que el chico no se sorprendía de que le hiciese esa pregunta porque casi no se inmuto. Como si no hubiese escuchado el comentario, prácticamente ignorándolo de manera descarada, llamo a dos chicos y volvió a darse la vuelta. Dando a entender de esta manera que no le ignoraba.

–Huang Zitao te presento a mi primo Kim Junmyeon y a su amigo Zhang Yixing –señalo con la mano a cada uno diferente mientras los presentaba de uno en uno–. Ambos son homosexuales recién llegados y les estaba intentando enseñar el ambiente por aquí. Pero creo que ha sido un gran fracaso –exclamó. Su interlocutor casi echo a reír al ver la semejanza con su situación.

–Os presento a Park Chanyeol –agarró a su amigo por el brazo y le obligo a meterse en la conversación, haciendo que dejase de hablar con el chico más bajo con el que hablaba antes–. Intentábamos buscar un buen sitió pero no ha sido posible.

Después de intercambiar saludos y hablar un poco más los cinco decidieron que lo mejor era salir fuera y encontrar un lugar más acogedor para poder hablar más tranquilamente. Ya llevaban horas dando vueltas por la discoteca y no había cambiado prácticamente nada desde que habían entrado.

–Es muy amable por tu parte acompañar a tu primo y a su amigo a un lugar que tan poco te tiene que agradar a ti –lo elogio el Chanyeol.

–Si hablamos de personas amables tendríamos que mencionarte a ti también –Kyungsoo se encogió sobre si mismo abrigándose más del fresco mientras veía como delante de ellos los tres chicos hablaban de manera bastante animada. Su primo acababa de llegar de Japón de un intercambio de estudios y le había ofrecido a su compañero de piso allí cogerse unas vacaciones con él en Corea–. Ayudar y acompañar a un amigo confundido es algo muy noble. Aunque se te veía muy cómodo ahí dentro –bromeó.

–Bueno, uno de mis mejores amigos –se había tomado en serio esa broma y se disponía a explicar con detalles el porqué– es gay y nos obligaba a todos a acompañarle. No es que fuera precisamente un chico tímido al que le diese miedo el lugar o darse cuenta de su condición, solo repetía que era muy apetecible para viejos verdes y que necesitaba a alguien que le protegiese –echo a reír al recordar la primera vez que había estado en aquella discoteca. Luego Baekhyun prefirió prescindir de su compañía y de la de Jongdae porque al parecer le espantaban a los tíos buenos.

–Oh… Entonces ya tienes experiencia –se sorprendió–. Para mí esta noche ha sido la primera vez y la verdad es que no me ha agradado mucho. Me siento aliviado porque ahora Junmyeon y Lay podrán venir con Zitao.

–De bueno te quieres fiar –el mayor echo a reír–. En todo caso me los deberías de encargar a mí. Tao no se atrevería a entrar en ninguna parte si no hubiese alguien por detrás empujándole.

Ambos echaron a reír, porque aunque Kyungsoo no le conociese mucho podía asegurar que era verdad.

–¡Chanyeol! ¡Kyungsoo! –el chino del que estaban hablando alzo la voz para llamarlos. En seguida recibió una reprimenda para que bajase la voz de los dos chicos que le acompañaban. Pareció darse cuenta de lo que había hecho pues no volvió a hablar hasta que los tuvo en frente–. Estamos hablando de ir a comer algo. ¿Tenéis hambre vosotros también?


Cuando Sehun despertó a la mañana siguiente lo hico de manera sobresaltada. Una manta y un brazo le cubrían, en seguida se deshizo de ellos de lo alterado que estaba. A su lado Jongin gruño y se movió al lado contrario queriendo dormir aun. El menor se toco todo el cuerpo como si esperase encontrar algo extraño en él, pero claramente no había nada raro.

Sabía que estaba desnudo porque recordaba lo que había pasado a la noche. Desde el beso en el autobús que había estado deseando de que pasase algo más entre ellos y por eso se dedicaba a meterse tanto con su amigo. No sabía de qué otra manera podía haber provocado aquello. Habían llegado hasta el final porque le dolía el culo. Intento levantarse pero le dolía más de lo que había creído que le dolería.

–Estate quieto y metete en la cama –le pidió un medio dormido Jongin que tampoco sabía muy bien a quien o a que le estaba hablando–. Aun es temprano.

Quizás debía de hacerle caso. La familia Kim iba a pasarse todo el fin de semana fuera y no les pillarían de esa guisa si se quedaba un rato más.

–Jongin –Sehun se puso posiciono bocabajo porque le era menos doloroso de esta manera. Además, de esta manera era más fácil de meterle mano–. Despéjate un poco y vámonos a dar una ducha. Juntos –cuando Oh Sehun perdía la vergüenza la perdía del todo.

–¿Por qué…? –bostezó y tuvo que volver a empezar a construir la pregunta–. ¿Por qué me tengo que duchar contigo? No eres Luhan…

¡Plas! El ofendido había golpeado sin ninguna piedad la espalda del moreno.

–¡Poco te importo ayer, maldito idiota! –comenzó a levantarse asqueado de la vergüenza que le estaba haciendo pasar. Aquella respuesta le había desagradado de sobremanera. Oh Sehun no tenía nada que envidiarle a nadie, ni siquiera a Luhan. Vale que Luhan fuese guapo pero el menor también lo era y además era más alto y de apariencia más masculina.

Se levanto de la cama y reprimió un doloroso quejido. Se dispuso a buscar su ropa ignorando todo lo que fuese a salir de la boca del moreno idiota.

–Sehun, era broma –intentaba arreglarlo pero el menor no quería escuchar sus escusas–. De verdad que me apetece esa ducha.

–Lo siento pero no eres Tao, no me interesas –le devolvió las hirientes palabras con la misma moneda.

–¿Te gusta Tao? –preguntó asombrado.

–No, pero me gusta dejarte hablando solo o sea que déjame en paz –le ordeno mientras se levantaba creyendo que ya tenía toda su ropa.

–Te estoy diciendo que era broma –Jongin cogió toda la ropa que Sehun tenía entre las manos y la tiro al suelo. Este no pudo defenderse y se quejo porque le había costado recogerlo todo sin sentir un gran dolor como para que ahora llegase el moreno y echase por la borda todo su trabajo. Kai agarró del cuello al menor y al acercarse saboreo los labios del chico aunque este gruñera–. Ayer a la noche me lo pase muy bien, y si ahora no tuviese resaca volvería a repetir –aseguró.

–¿En serio? –el menor se había relajado después de terminar el beso. No quería darle la satisfacción de que lo viese balbucear y se volviese a burlar de él por eso. Ante la pregunta que había hecho, Jongin asintió con un pequeño sonido antes de volver a besar sus labios y pasar a besar su cuello metiendo en un mundo de dulce y suave placer al pequeño para que dejase de sentir dolor en su trasero–. Bien, porque quiero ofrecerte una cosa.

–Vale. Pero cuéntamela en la ducha –le ofreció–. Entre lo que bebimos y lo que paso a la noche no podrás hacer movimientos muy grandes. Luego te daré una pomada que te ira muy bien –sonrió antes de volver a besar los labios de su compañero.

–La verdad es que tienes razón… ¡Espera! ¿¡Qué has dicho de una pomada y donde!? –exclamo al interpretar lo que significaban aquellas palabras juntas. Kai atino a reír de la cara de espanto que había puesto mientras intentaba llevarlo lo más suavemente posible al baño.


Un penetrante olor a café despertó a Chanyeol. Se removió en la cama de un lado a otro agarrándose con más ahincó a la almohada. Desde esa posición alzó la cabeza para ver cómo Jinri llevaba una bandeja con el desayuno de los dos en ella. Al verlo decidió incorporarse aunque estuviese perfectamente tumbado.

–Es tan bonito y agradable que una chica guapa te traiga e desayuno a la cama… –suspiró el mayor lleno de emoción.

–Te estás mal acostumbrando –gruño ella–. Yo ayer también salí de fiesta y por tu culpa no he podido descansar bien –Chanyeol en vez de disculparse se rio ligeramente como si aquello fuese una tontería.

–Suerte la mía que justo te pille mientras entraba –sonrió como un idiota feliz.

Se quedaron en silencio mientras la menor servía el café en dos vasos diferentes, uno para cada uno. Aparte del café también había zumo y algunas galletas y pastas. Aunque ninguno de los dos tenía la tripa como para comer algo tan pastoso. Noches alegres mañanas tristes.

–¿Por qué cortamos nosotros dos? –era extraño que alguien no se acordase de porque no habían funcionado las cosas con su antigua pareja–. No es como si no nos soportásemos o algo –añadió rápidamente–. Creo que pasó más tiempo aquí que en mi casa –bromeó.

La chica se quedo pensando en que debía responderle. No es que con Chanyeol tuviese que controlar las palabras, solo quería ser certera con lo que decía.

–Aunque los dos quisiésemos tener una relación seria el concepto no era el mismo para los dos –explicó atentamente–. Como no funcionaba decidimos que lo mejor era cortar por lo sano.

–Aaaah –aquel sonido lo dijo más para sí mismo que para los dos aunque fuese demasiado alto para que solo lo hubiese escuchado él–. Deberíamos de volver.

–¿Tú y yo? –perpleja por lo fácil que sonaba para él.

–Está claro que entre nosotros hay humo –comenzó a explicar algo que para Jinri no tenía sentido. ¿Humo? ¿De qué hablaba?–. Me refiero al dicho que dice “Donde hay humo ha habido fuego”. Nuestro fuego aun no se ha apagado.

Parecía fácil decirlo, y es que realmente lo estaba comentando como quien habla del buen tiempo, pero una relación no se podía construir así como así. Al menos era verdad que Chanyeol pasaba más tiempo en la casa que Jinri compartía con sus amigas que en su propia casa. Empezando porque todos los fines de semana se quedaba a dormir allí y pasaba con ella casi todo el día (los demás estaban muy ocupados y no tenía ganas de molestarlos). Y durante la semana lectiva se pasaba más tiempo en la universidad de un lado a otro que en casa donde solo paraba para dormir.

–Y ¿qué pasa con tus amigos?

–¿Qué pasa con ellos? –preguntó sin comprender.

–No es que quiera nombrarlo como razón de peso para que cortásemos la otra vez pero cada dos por tres me decías que no tenías tiempo para mí porque tenías miles de cosas que hacer con ellos. No me malinterpretes –se apresuro a añadir– me gusta que tengas tus amigos y que pases el tiempo con ellos pero…

–Digamos que nos estamos haciendo mayores y que nos hemos dado cuenta de que hay otras cosas además de los amigos –suspiró un poco abatido aun por ver como sus dos mejores amigos se alejaban un poco de él aunque no fuese de manera intencionada–. Haremos muchos planes juntos, ¡ya verás! Ahora tengo licencia de moto y de coche.

Ese comentario provoco una pequeña risa por parte de ella. Él no pudo evitar mirarle feliz. Jinri era la única ex novia con la que se hablaba porque había intentado ser comprensiva con lo que para él significaban sus amigos. Tuvieron largas conversaciones, y también discusiones, sobre cómo debían de organizarse para pasar tiempo juntos sin dejar de ver cada uno a sus respectivos amigos. Cosa que no hicieron las demás novias que el mayor había tenido.

–Podemos intentarlo –asintió con una sonrisa un poco más amplia que una simple–. De todos modos mis amigas se creen que ya estamos saliendo juntos o sea que no habrá mucha diferencia.

–Es un buen punto a mi favor que aunque venga aquí todos los fines de semana no nos hayamos acostado juntos –comentó refiriéndose al sexo–. Aunque espero que eso cambie –le dedicó una traviesa mirada.

–Porque no quiero que me llenes la cama de café, si no te tiraba un cojín en cima –bromeó.


Luhan no sabía cómo se había metido en aquel embrollo. Baekhyun le había invitado a ir a su casa para que Baek y la perra que el tenían jugasen un poco ya que eran hermanos y era triste separarlos. Todo iba bien, incluso al menor se le había ido el cabreo por el nombre que le había puesto el chino a su cachorro, pero cuando escucho que la puerta principal se abría y que por ella entraban los padres de su especie de novio se puso muy nervioso.

No es como si ellos supiesen que los dos jóvenes mantenían una relación extraña, era imposible que lo supiesen, pero el hecho de pensar que estaba a punto de conocer a los padres de él se ponía nervioso.
La cachorra de Baekhyun, que se llamaba Ken, salió corriendo a la entrada (seguido de Baek) a recibir a los dueños.

–¡Baekhyun! ¿Estás en casa? –preguntó la femenina voz de su madre. Mientras ella preguntaba el muchacho ya se había puesto de pies y ayudaba al mayor a hacerlo también. Le agarró de la mano y lo llevo hasta la entrada porque veía que el chico no se iba a mover si él no le obligaba a hacerlo–. Ken está muy feliz de poder jugar con su hermano –comentó mientras miraba a los dos cachorros correr por la entrada.

–Omma, Appa. Os estaba esperando –cogió las bolsas que llevaba su padre en la mano para llevarlas él mismo a la cocina.

–¿Este es Luhan? –preguntó el padre mirando al nombrado de arriba abajo. Baekhyun asintió antes de irse a la cocina.

–Mi hijo tiene buen gusto. Siempre los escoge muy guapos –la señora Byun también miro de arriba abajo al chico que cada vez se ponía más nerviosa.

–Soy Luhan –hizo una gran reverencia–. Gracias por su hospitalidad, espero no crear muchas molestias.

–Déjate de formalidades –le pidió la madre mientras se acercaba a él–, y dame un abrazo yerno –sonrió mientras alzaba los brazos alrededor del cuerpo del chino y lo abrazaba–. Gracias a ti por cuidar de nuestro hijo, se que a veces no es fácil pero…

Sin comprender que era lo que pasaba miro confundido a Baekhyun que recién aparecía con las manos ya libres. Este le sonrió de oreja a oreja.

–Appa y Omma ya saben que soy homosexual –le explicó–. Casi ni tuve que decírselo, ellos ya se lo esperaban.

–Oh… –y es que no sabía que más decir. Para él aquello era algo nuevo.

–¿Estaréis hambrientos verdad? –el señor Byun interrumpió el silencio que el cohibido Luhan había creado–. Hemos traído pollo frito y pizza para cenar.

Todos fueron a la cocina y ayudaron a poner la mesa mientras la madre de Baekhyun organizaba la comida para que fuese equitativa con todos los presentes. No era muy difícil ya que eran solo cuatro personas. Claro que luego estaban los dos cachorros.

–Tus padres no saben que eres gay ¿verdad? –preguntó Baekhyun pues se había quedado preocupado por la reacción que había tenido. Luhan negó ya sentado en una silla, justo a su lado.

–Solo les veo en navidades porque mi abuela decide juntar a toda la familia –al escuchar eso su especie de pareja no pudo evitar cogerle de la mano y apretarla con fuerza. Al fin y al cabo el chico estaba acostumbrado a tener una vida en familia muy animada y para él era raro ver una familia que apenas se llevaban entre ellos–. No te preocupes –se giro para sonreírle–. Siempre ha sido así. Les da igual lo que haga siempre y cuando al final pueda hacerme cargo de la empresa familiar.

–No sabía que tu familia tuviese una empresa –el menor del lugar hablo con admiración.

–Si bueno… Mi familia es dueña de “Sinopec” desde hace más o menos tres generaciones –explico aun sabiendo que no iban a comprender de que hablaba.

–¿Esa no es la empresa petrolífera más importante de China? –preguntó el padre estupefacto esperando equivocarse. El chino trago saliva. La verdad es que no le gustaba que la gente supiese que provenía de una familia rica, más que nada porque su relación con su familia era muy limitada y podía sentir como muchas veces no tenía ninguna vinculación real a ellos. Aun con todo asintió–. Hijo, me impresiona que siempre vayas a por chicos guapos y ricos –rió ante su propio comentario.

Durante la cena Luhan se mantuvo en silencio, aunque teniendo en cuenta que la familia Byun era muy ruidosa casi ni se dieron cuenta. Era de comprender que el chico no se sintiese a gusto del todo después de haber soltado tal exclusiva teniendo en cuenta que el único que sabía de su procedencia en Corea era Zitao.

Los dos cachorros se quedaron dormidos en la cama que la familia tenía para Ken. Parecía que se habían hecho muy amigos pues no habían parado de jugar en todo el día.

–Dicen que los perros aprenden que morder duele cuando juegan con sus hermanos y que los que son separados no lo comprenden y tienden a morder más –Baekhyun había vuelto a llevarle a su habitación, lejos del alcance de sus padres. Su madre se había dedicado a coleccionar tuppers para Luhan porque decía que estaba muy delgado y que alguien tan guapo como él tenía que comer como debía–. Luhan… –lo llamo suavemente ya que este no le estaba haciendo mucho caso. Al escuchar su propio nombre se giro hacia él–. Sé que no quiere hablar de ello, pero tengo una pregunta.

El mayor comprendió de que quería hablar en cuanto vio su decidida mirada. Con un gesto de cabeza le mostro que podía preguntar lo que quisiese.

–Cuando salía con Kris el me dijo que se había apuntado a la universidad pública porque sentía curiosidad por cómo vivía el pueblo llano y que los colegios privados le agobiaban. ¿Por qué escogiste tu ir a la pública? –el chico aun tenía esa mirada de decisión en los ojos.

–Por Zitao –Luhan se sentó en la cama de él y le indico que se pusiese a su lado–. Somos amigos desde muy pequeños aunque su familia no tenga ni por asomo el dinero que tiene la mía. Cuando le dije que quería irme a estudiar al extranjero casi echo a llorar y le ofrecí venirse conmigo, que yo con mis ahorros le pagaba la universidad que él quisiera. Acepto porque él no podía permitirse el seguir estudiando pero como condición puso que quería seguir estudiando en una universidad pública. Yo solo quería seguir a su lado…

El silencio se hizo presente entre los dos durante un largo minuto. Era extraño no escuchar salir palabras de la boca de Baekhyun. Por eso le miro fijamente y vio que estaba pensativo.

–Eso es muy bonito… –susurró por lo bajo antes de estampar sus labios suavemente contra la mejilla de Luhan–. ¿Por qué tú tienes un amigo tan bueno y yo me tengo que conformar con los descerebrados de Chanyeol y Jongdae? –se quejó antes de agarrarle del cuello de la camisa y besarle los labios directamente.

Con un poco de impulso paso su pierna derecha al otro lado del cuerpo ajeno, posando sus rodillas y parte de la pierna sobre la colcha sin dejar de besarlo. Poco a poco se fueron acostando sobre la mullida cama, sin poder parar de tocarse y besarse. No de una manera pasional, más bien de una manera cariñosa y pausada.

Cuando el menor noto que las manos de Luhan estaban tocando su culo por debajo de la muda incluso se separo de él de manera lenta. Dándole a entender de esta manera que no era necesario que apartase las manos.

–Hoy dormirás aquí, no hay ningún problema con eso. Ya he hablado antes con mis padres –le sonrió de oreja a oreja.

–¿Crees… crees que es una buena idea? Ellos ya saben que tú y yo… –hablaba de manera entrecortada.

–Si yo soy tan abierto en el tema sexual es porque ellos lo son y me han enseñado a tener cuidado –le informó. La verdad es que esas palabras tenían sentido–. Además, no planeo hacer nada esta noche –esa oración llamo demasiado la atención del mayor. No podía creerse que hubiesen salido de los labios de Byun Baekhyun–. Pero mañana mis padres se levantaran temprano para ir a trabajar y tú y yo tendremos la casa para nosotros solos. ¿Podrás esperar? –preguntó con una inocencia muy fingida que no se la creería nadie.

–Umsh… –se relamió los labios antes de contestar–. Esperare solo si me afirmas que nosotros no somos dos simples amigos que hacen cosas de pareja, si no que somos una pareja de verdad.

Baekhyun no respondió directamente, se le quedo mirando a los ojos de manera seria.


–No tengo por costumbre presentarles a mis padres chicos que son amigos que hace cosas de parejas. Solo les presento a mis amigos más allegados y a mis novios –acerco su cabeza a la de él y con movimientos suaves pero certeros atino a dejarle una pequeña marca en la parte en el que el cuello y el hombro se juntan–. Novio –se relamió los labios antes de seguir–. Ahora que hemos dejado las cosas claras que sepas que seguiré dejando de estas marcas hasta que no tengas una sola duda.

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