Las reuniones semanales entre
Jongin y Luhan se habían vuelto algo cotidiano. Zitao les acompañaba más que
nada porque era su casa (la que compartía con Luhan) y no iba a estar afuera
solo porque Jongin y Luhan estuviesen tramando cosas realmente estúpidas.
Chanyeol y Jongdae les habían
dicho que resolver sus problemas era algo realmente fácil y el chino coincidía
con ellos. Pero esos dos idiotas (Jongin y Luhan) estaban intentando liarlo
todo. A él le parecía bien, así dejarían en paz a la pareja depravada y los
demás podrían seguir con su vida de la manera más normal del mundo.
Les sirvió zumo a ambos y les
dejo algunos sándwiches, a veces hacer el idiota gastaba mucha energía. No es
como si Zitao fuese alguien odioso que se lo tomase todo a mal, simplemente era
negativo y realista. Sabía que todo aquello iba a salir mal para alguien si se
llevaba a cabo, y luego era siempre él el que consolaba a todo el mundo cuando
intentaba dejarlo todo de una manera tranquila y ordenada. No le parecía justo,
y siendo sinceros no lo era.
–Si te tengo que ser sincero
Jongin –Luhan era de los pocos que le llamaba por su nombre nada más conocerle
en vez de utilizar su mote–, bueno no sé por tu parte pero sé que por mi parte
es así… –empezó a liarse el solo con las palabras que quería hacer salir de su
boca. Se quedo callado, pego un par de tortas a su propia cara y volvió a
encarar al moreno–. Creo que si estamos dándole tantas vueltas a la manera de
separar al Sebaek –porque sí, entre
ellos les habían puesto nombre para no tener que repetir una y otra vez
Baekhyun y Sehun– es porque en realidad tampoco queremos hacerlo. No sé, pero
yo les veo bien tal y como están y entrometerme me parece de muy mala persona
–se encogió sobre sí mismo–. Son un desastre a su manera en cuanto a las
relaciones amorosas pero si están juntos es por algo ¿no? –suspiro
profundamente sin haber dejado que Kai hablase ni diese su opinión.
Ante todo lo que había dicho el
pequeño solo supo asentir y pensárselo adecuadamente. Era verdad que desde que
se había hecho amigo de aquel grupo de amigos Luhan y él no habían intentado
hacer nada por separarlo. Simplemente quedaban, hablaban sobre teorías
estúpidas para luego llevarlas a la práctica pero luego nunca las llevaban a
cabo. Al principio era exasperante porque se sentían como dos cobardes pero con
el tiempo dejaron de comerse tanto la cabeza con la culpa y lo dejaron estar.
Aquellas reuniones eran más por rutina y costumbre que por cualquier otra
razón.
–Creó que… estoy de acuerdo
–afirmó al final–. En tu caso será más difícil, pero la verdad es que para mi
Baekhyun ha pasado a ser un amigo más –se encogió de hombros–. Ya va siendo
hora de que los dos pasemos página ¿no?
Sin poder remediarlo Luhan sonrió
ante la sinceridad que había mostrado con él. No tenía mucha idea de cómo había
sido la relación que Baekhyun y Jongin habían tenido, pero sabia por fuentes
fiables (Chanyeol, Jongdae y Sehun) que aunque no eran pareja realmente el
mayor le había puesto los cuernos con varias personas. Lo cual tenía sentido
para él, ya que siempre había visto al joven Baekhyun en los brazos de Kris, y
en los de Sehun. La cosa era que con la información que tenía y sabiendo cómo
había sido su relación con el menor de todos comprendía que Jongin supusiese
que para él iba a ser un peor tramo. Pero la verdad es que ya había pasado lo
peor y que las cosas tampoco podían empeorar.
–¡OH POR DIOS! –exclamó y gritó
repentinamente Zitao entrando corriendo a la sala. Acto seguido los abrazo a
ambos con fuerza y Jongin pudo jurar que incluso dejo algún que otro beso en la
coronilla de ambos–. En serio, me siento orgulloso de esos cerebros diminutos
que ahora mismo se tienen que estar expandiendo –hablaba de una manera rápida
de lo emocionado que estaba–. Os lo he repetido miles de veces, pero se ve que
dentro de la cabeza tenéis una cinta transportadora que hace que las buenas
ideas salgan de la misma manera que han entrado: por la puerta grande. Pero
hoy… –y sí, en ese momento si que notaron como les besaba una y otra vez– hoy
habéis evolucionado y os habéis hecho maduros. Gracias.
Por fin los dejo libres,
sonriendo de una manera radiante, como si hubiese descubierto la cura para el
alzhéimer o algo parecido. Luhan jamás lo había visto tan feliz y efusivo, y se
alegraba por su amigo, aunque acabase de decir todas aquellas cosas muy poco
agradables.
Kris podía afirmar que su
relación con Baekhyun aunque tuviese altibajos (y grandes baches) todo se
terminaba cuando se metían en la cama y llevaban a cabo lo que el menor llamaba
como magia. Al alto le pareció un nombre horrible hasta que comprendió porque
le llamaba así. Daba igual que pasase entre ellos que después de un buen polvo
volvían a ser la pareja ideal para cualquier persona.
Pero aquel día era diferente.
Había notado que Baekhyun estaba como ausente, claro que con aquel renacuajo
cualquier acto podía parecer ausente si no utilizaba una cantidad concreta de
energía. Yifan tenía su propio “Baekhyungrama”
(esperando a ser patentado) y según su “Baekhyunmetro”
(un aparto muy capaz claramente) la energía utilizada por Baekhyun no llegaba a
los cinco “Baekhyuns” (la
originalidad de Kris para poner nombres era realmente impresionante, ironía
mode ON) cuando normalmente solía ser de diez “Baekhyuns” o más.
Por eso cuando se dejo caer sobre
la cama, al lado de su amante, no dudo ni un solo segundo en preguntar qué
rayos era lo que pasaba. Eso sí, prefería hacerlo con sutileza porque las pocas
veces que había visto que Baekhyun bajase de los siete “Baekhyuns” solía pasar algo grave.
–¿Pasa algo? –preguntó con voz
suave. Su amante en seguida dirigió su mirada a él.
–Eh… no –negó varias veces con la
cabeza de una manera tan neutra que realmente parecía que sí. Así era Baekhyun,
cuando estaba nervioso era el mismo y cuando estaba tranquilo es que había algo
que le comía la cabeza sin parar–. Es solo que… no sé si debería decirlo en
este momento porque –se dio la vuelta y beso los desnudos labios de su
acompañante–. Desde aquella vez en la biblioteca, con el accidente ese…
–jugueteó con sus propios dedos mientras bajaba la mirada a estos mismos– hay
veces en las que no me siento muy bien.
Le costó confesarse. Yifan veía
lógico que de vez en cuando mostrase sus sentimientos más vulnerables. Byun
Baekhyun era humano y le parecía bien que pecase de serlo. Por eso sonrió
ampliamente antes de girarse hacia él y entrelazar las juguetonas manos con las
suyas.
–Es normal que de vez en cuando
algunos pensamientos o recuerdos crucen por tu cabeza –se aproximo más a él,
acariciando su mejilla con su propia cabeza–. Ahora mismo no puedes hacer otra
cosa que intentar superarlo y pasar página –suspiró sobre el cuello de Baekhyun
provocando un ligero escalofrió–. Lo siento –se disculpó antes de poder seguir
hablando–. Intentar reprimir tus sentimientos no te llevara nunca a nada bueno
o sea que cuéntame todo lo que te preocupa.
El más bajo podía jurar que Kris
le iba a derretir con toda esa atención que recibía de él. En los últimos meses
había sido aun más atento que ante, como si no dejase nada al azar. Hizo que el
menor se sintiese el sujeto más importante del mundo entero cuando no era más
que un moco en un pañuelo. Eso lo hacía sentirse realmente mal porque le estaba
engañando con Sehun, y antes de Sehun con Kai.
Baekhyun estaba seguro de que
desde el principio había dejado las cosas bien claras al decirle que no quería
nada serio y que le gustaba ser un alma libre. Claro que eso fue cuando se
conocieron, hace mucho tiempo, y que habían pasado muchas cosas desde entonces.
Pero ya no podía más. Estar con
dos personas a la vez era agotador y él necesitaba tranquilidad en ese momento.
Esa era la razón por la que había concluido en tener que escoger a una sola
persona. ¿Kris o Sehun? ¿Prefería sentirse seguro de sí mismo y querido o por
el contrario prefería sentirse maduro y protector? Las dos opciones le parecían
muy validas y por eso era tan difícil escoger.
–Sé que aunque no te lo creas en
realidad eres muy perfecto –sonrió
con cierto entusiasmo intentando esconder de esta manera sus preocupaciones. El
mayor se rió ante la cursilada que le había lanzado el menor–. Por eso mismo
voy a darte una recompensa camuflada en placer intenso –se posicionó encima
suyo atacando sensualmente su cuello. El chino agarro las caderas de su amante,
atrayéndolo a su propio cuerpo para que no se separase–. Made in Baekhyun,
eficacia y calidad asegurada.
Aunque la idea original y
motivación había sido de Chanyeol todos acabaron siguiéndoles. Como quien no
quiere el chico de los ojos saltones había obligado a sus amigos a salir de
fiesta. Los exámenes acaban de terminar y era algo obvio que necesitaban mover
un poco el esqueleto y divertirse, sobre todo divertirse. Zitao no había podido
acudir porque tenía turno de noche en un ambulatorio. Malditas practicas de
enfermería. Eso era lo que había salido de su boca al ver que no iba a poder
acudir con ellos. Aunque en secreto Luhan sabía que salir por la noche no era
algo que le agradase mucho y que casi toda la rabia que había mostrado en sus
palabras eran puro teatro.
–¿No tenias nada menos llamativo?
–inquirió Baekhyun al ver la camiseta amarillo fuerte que llevaba Chanyeol.
Casi tenía que taparse los ojos para que no le hiciese daño.
–Espera a ver a Jongdae entonces
–se rió malévolamente. A veces todos se sorprendían cuando se sorprendían sobre
algo que hacían aquellos dos. Si Sehun recordaba bien la última vez que fue de
fiesta Chanyeol y Chen llevaban unos gorros enormes que tenían miles de luces
de diferentes colores que no dejaban de parpadear.
Poco tardo el chico en llegar,
que era el último de todos. Si Chanyeol llevaba una camiseta amarillo fuerte
Jongdae llevaba los pantalones (junto con una camiseta blanca que le hacía ir
demasiado clarito en comparación con el resto del mundo que iba de fiesta).
Realmente era difícil entender cuál era el plan de aquellos dos pero el resto
prefería no preguntar, ya que si lo hacia se temían una respuesta por encima de
sus locas expectativas.
Chanyeol les repartió las
entradas, se habían encargado de que fuesen anticipadas y baratas ya que eran
estudiantes y no se podían permitir el gastarse el dinero en muchas chorradas. Entraron
sin ningún problema a la inmensa discoteca. Prácticamente todos esperaban que
la música tan mecánica y de “chunta-chunta”
dejase de ser tan repetitiva después de unos cuantos tragos de alcohol.
La noche iba prácticamente
normal. Casi nada más entrar se separaron entre ellos. Los primeros en hacerlo
fueron Chanyeol y Jongdae que fueron a por algo para beber y los cuatro
restantes se dividieron en dos. Quedando así Luhan y Jongin por un lado y por
el otro Baekhyun y Sehun. Les hubiese gustado pasar la noche todos juntos pero
eso iba a ser algo difícil ya que cada uno tenía sus propias intenciones.
Aunque la noche prometía no acabo ni transcurrió como todos ellos lo esperaban.
Al lado de la barra se podía ver,
y casi escuchar, como Chanyeol y Jongdae discutían. ¿La cuestión? Sencillo:
Jongdae y Yura, la hermana mayor de Chanyeol, habían comenzado una relación
seria sin decirle nada al menor. Este lo acababa de descubrir al ver a su
hermana mayor en la fiesta, acercándose, saludándolos a ambos y besando a su
buen amigo. Sus ojos normalmente eran grandes y saltones pero en aquel momento
estaban prácticamente a dos centímetros de sus cuencas oculares. Estaba claro
que sus intenciones aquella mañana no eran precisamente saber que uno de sus
mejores amigos y su hermana mayor… eso.
–No me lo puedo creer… –se
martirizo a sí mismo al saber la verdad–. Habéis estado jugando a mis espaldas
y… -la verdad es que Chanyeol parecía un pequeño ciervo herido.
–Chanyeol, eso no es así –intentó
convencerlo su amigo–. Yura y yo no queríamos que pareciese que estábamos
saliendo a tus espaldas pero no estábamos seguros de cómo ibas a reaccionar y
queríamos sentar las bases y estar seguros antes de decirte nada –aseguró
mostrando el respeto que le tenía a su amigo.
–¿Vosotros os…? –no era capaz de
preguntarlo y tampoco es como si quisiese saber la respuesta en caso de que
fuese afirmativa. No sabía ni porque había preguntado–. ¿Tú has… a mi hermana?
–Channie –esta vez quien le llamo
e intento calmar fue su hermana–, Jongdae y yo somos mayores para saber lo que
hacemos y podemos hacer cuanto queramos si los dos estamos de acuerdo.
Aquella frase no tranquilizo a su
hermano menor, más bien le alarmo. ¿Qué depravados juegos se dedicaban a hacer
para tener que decirle expresamente que los dos estaban de acuerdo en llevarlos
a cabo? No sabía cómo debía de tomarse las cosas exactamente, pero tenía algo
bien claro: quería matar a Jongdae.
El menor fue a abalanzarse sobre
su amigo, pero por suerte su hermana se puso en medio y este intento frenar
pero se la llevo por delante un metro, sin llegar a hacerle ningún daño.
–¿Channie? –preguntó confundida.
Pero este no hizo caso, se dio la vuelta dispuesto a golpear a ahora un
desprotegido Kim Jongdae. Parecía que iba a llegar a su objetivo pero esta vez
fueron Kai y Luhan los que se interpusieron.
Miraron asombrados la escena
porque no podían creerse lo que estaban viendo sus ojos. ¿Precisamente Kim
Jongdae y Park Chanyeol peleando por una chica? A sus ojos aquellos dos eran
como uña y carne, no podían vivir el uno sin el otro más de medio día. Era
difícil verlos separados y… nada tenía sentido. Debían de haber bebido mucho
los dos.
–Soltadme –les ordeno Chanyeol a
los dos muchachos aun tenido ganas de dañar aunque fuese lo mínimo a su amigo–.
Esto no va con vosotros bujarras.
Esa palabra despectiva había
salido de su boca sin siquiera pensarlo, la verdad, y aunque a Luhan le diese
igual lo que le había llamado para Jongin no eran unas palabras para no ser
tomadas en cuenta. Empujo con fuerza a Chanyeol contra la barra. Este
retrocedió pero en cuanto vio como el amante de su hermana la agarraba de la
mano y tiraba de ella para irse lejos de aquel lugar. Los dos nuevos aliados
tuvieron que parar otra vez al chico alto para que no saltase sobre nadie más e
hiciese daño a alguien.
–¿Se puede saber qué te pasa?
–pregunto preocupado el chino del lugar. Miro a los ojos directamente al
implicado. Este se concentro en ellos y se relajo notablemente. Suspiro y si
hubiese sido un asno el sonido que salió de su boca se podría haber llamado
rebuzno sin ninguna duda.
–No es asunto vuestro –se deshizo
de sus dos amigos y salió andando hacia el baño. Necesitaba aclararse las
ideas, algo de agua fría que le hiciese volver a ser el mismo. Aquel chico
alegre y sin preocupaciones y no alguien agresivo que insultaba a sus amigos.
Los dos jóvenes que se quedaron
en la barra no dudaron en pedir algo para ellos. Si bien no querían que aquella
noche acabase en desastre tampoco podían hacer nada para remediarlo y los demás
no ponían de su parte. Por el momento solo necesitaban algo con lo refrescarse
y desconectar del calor que se había apoderado de ellos en la pista de baile.
–A veces creo que lo mejor es no
saber qué es lo que traman –pronuncio Luhan refiriéndose a Baekhyun, Chanyeol y
Chen– porque me da miedo saber la verdad –rió sin poder evitarlo pues no era la
primera copa que se había bebido.
–Estoy contigo –choco ambas copas
entre ellas antes de que los dos volvieran a tomar otro trago más–. A veces me
pregunto cómo he acabado con gente tan rara –posó la mano sobre el hombro de su
amigo apretando levemente–. Seguro que tú me comprendes, aunque seas amigo de
Zitao –Luhan no pudo evitar reír ante ese comentario, pero asintió muy
animado–. Me alegro de no ser el único cuerdo del grupo.
Alzó su copa otra vez, esperando
que el chico chino chocase esta vez las copas. Este al entender el acto lo hizo
en seguida. Era impresionante ver como su relación había florecido tan
fácilmente. Habían pasado de ser dos ex novios (aunque sus parejas fuesen otras
personas) resentidos con ideas de romper una bonita pareja a un par de amigos
que se compenetraban realmente bien entre ellos.
Cuando terminaron las copas que
habían pedido decidieron meterse nuevamente en el tumulto de gente. La noche
para ellos estaba siendo divertida, habían descubierto que a los dos les
gustaba bailar. Al principio sus bailes habían sido certeros y con estilo, pero
según había ido pasando la noche (y la bebida) aquellos gestos y movimientos de
cuerpo habían perdido calidad y ahora se movían como si estuvieran bailando los
llamados pasos de “Pajaritos por Aquí”
sin parar de reírse cuando el otro inventaba un paso de baile aun más ridículo
que todos los anteriores.
No sabían donde se habían metido
los demás. Esperaban que Jongdae y Chanyeol no se hubiesen matado por un
estúpido ligue. Luhan no había comentado nada, pero no había visto a Sehun con
gran energía o sea que esperaba que Baekhyun no le estuviese agotando la poca
que tenía en el cuerpo aquella noche. Hacía horas que no les veía o sea que
esperaba que estuviesen haciendo algo interesante.
Aun incluso cuando notaban que se
estaban cansando siguieron bailando, con la escusa de “esta canción me
encanta”. ¿Acaso no era todo el rato la misma? La verdad es que habían perdido
la cuenta. De la misma manera que habían perdido la cuenta de cuando sus
cuerpos se habían juntado tanto y en todo momento había roce (aunque fuese uno
de hombros).
La noche era joven. Y ellos
también. Era hora de que hiciesen locuras, siendo sinceros Kai era más
experimentado a la hora de hacer locuras, bastante más la verdad. Por eso fue
quien dio el primer paso. Agarró a su mayor por el cuello y sin esperar a que
pudiese reaccionar pego su boca a la suya de manera furtiva. Prácticamente lo
había cazado como a un pobre cervatillo. Y es que Kai era un gran cazador con
sus presas.
Las lágrimas recorrían los ojos y
las mejillas de Baekhyun. Se las secaba una y otra vez con la mano derecha pero
estaba demasiado nervioso y angustiado para parar. Hasta hacia una hora las
cosas iban más o menos bien.
Sehun le había dicho que se
sentía agobiado o sea que habían salido fuera a tomar el aire. La verdad es que
el menor estaba pálido, más de lo que acostumbraba. Después de un rato fuera de
la discoteca pareció que se había tranquilizado y que volvía a tener algo de
color.
Se había sacado una pequeña
pastilla de un bolsillo interior de la chaqueta que llevaba para no enfriarse. Después
de mirarla durante unos largos minutos, en los que Baekhyun aprovecho para
informarles a los demás que había salido junto al menor porque este estaba
indispuesto por el chat de grupo. Nadie le había respondido, tampoco esperaba
que lo hiciesen.
Justo después de guardarse el
móvil el menor le pidió agua. Había vuelto a perder otra vez color o sea que no
dudo en buscarla. Pero era difícil encontrarla allí donde estaban o sea que le
pidió la bebida a una de las personas que estaban en la entrada. Al ver el
panorama no le habían impedido hacerlo. Lo agradeció y se apresuro a dárselo a
su novio.
Este cogió aire antes de meterse
la redonda y verde pastilla en la boca le dio un trago al vaso que le había
tendido el mayor. Trago y por un segundo se sintió aliviado. Dejo el vaso justo
a su lado, segundos antes de que se dispusiese a toser sangre. Casi toda la
sangre paro en su mano, puede que si hubiese caído al suelo se hubiese
camuflado con saliva o flemas pero Baekhyun pudo verlo claramente.
El mayor comenzó a gritar como un
poseso. El menor no podía darle respuesta porque no paraba de toser. La gente
se acerco para ver qué era lo que ocurría. Los de seguridad intentaron hacer
algo, pero eso no paraba ni las ganas de toser ni lo que expulsaba por la boca.
Alguien llamo a urgencias y en
cinco minutos había una ambulancia en frente de la discoteca. Era la mejor idea
que había tenido alguien a quien no le iban a poder agradecer porque no tenían
ni idea de quien había sido. Los operarios dejaron que Baekhyun se metiese con
su novio en la ambulancia que los llevaría al centro hospitalario más cercano.
–Baek…hyun –Sehun no era capaz de
pronunciar el nombre entero de su amigo, tampoco podía culparle por ello.
–Estoy aquí Sehun –le agarró de
la mano justo después de limpiarse las mejillas otra vez–. Tranquilo. En nada
llegaremos al hospital y… te han puesto tranquilizantes, en nada dejaras de
notar el dolor.
Y así fue. El dolor fue
apagándose lentamente hasta que por fin dejo de sentirlo. Lo último que sintió
Sehun antes de caer dormido fueron las caricias que le dedicaba su novio. Por
desgracia para Baekhyun a él no iban a sedarlo y dejar que se olvidase de todo
aquello.
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