El trío de amigos original se
encontraba en el local que tenían. Al final los demás también lo habían
descubierto gracias a Sehun o sea que el local había pasado a ser de todos y
claramente todos tenían que pagar por el (aunque a Luhan y Zitao les hacían descuento
porque tenían que pagar el alquiler de su propia casa).
La cosa era que de una manera o
de otra el lugar nunca estaba tranquilo, los
vecinos ya se habían quejado varias veces. Ese día la discusión era sobre
si Chen debía de seguir saliendo con Yura o no. Baekhyun había ido de mediador
y aunque parecía que no hacía nada en su cabeza estaba intentando llegar a un
punto en el que los dos pudiesen estar felices y de acuerdo. Pero era
endemoniadamente difícil.
–Ese no es el caso Jongdae
–empezó a defenderse el menor pues sentía que se estaba comportando como un
niño pequeño–. ¿Cómo quieres que me sienta yo al saber que uno de mis mejores
amigos al que he dejado entrar en mi casa ahora está con mi hermana? ¿¡No te da
vergüenza haberte aprovechado de mi buena fe!?
Jongdae no se creía lo que le
acababa de soltar.
–¿¡De tu buena fe!? –exclamo él
también–. Si tuvieses buena fe habrías actuado como una persona normal y lo
habrías hablado tranquilamente con nosotros.
Baekhyun intentó llamarles la
atención varias veces, pero aquellos dos moscardones que le provocaban dolor de
cabeza ya que aun estaba de resacada
no paraban de hablar. Fue entonces cuando se puso en medio, decidido a que le
dejasen hablar de una vez.
–Ahora me haréis caso a mi
–ordeno–. He salido corriendo de la cama de Luhan sin haber desayunado ni nada
por algo o sea que ahora no me mosqueéis.
–¿De la cama de Luhan? –preguntó
un desconcertado Chanyeol.
–¿No tienes suficiente con Sehun
y con Kris que ahora también vas a por Luhan?
Baekhyun rechino los dientes.
Aquellos dos acabarían con su paciencia de un momento a otro. Quería terminar
aquella discusión cuanto antes pero sabía que no le iban a dejar en paz hasta
que les explicase lo que había pasado. Maldita boca que tenia, a veces era
demasiado sincero y bocazas a la vez.
–Me lo he encontrado hoy a la
mañana y como aun no había dormido nada ha sido tan amable de llevarme a su
casa para que durmiese un poco –explicó lentamente para que se les quedase
claro todo–. Además, creo que Luhan y Kai –hizo un gesto con las manos con las
que dejaba ver claramente que creía que habían pasado a cosas de mayores. Sus
dos compañeros exclamaron un largo “Aaaaaaah”
mostrando que lo habían entendido–. La cosa es que creo que tengo la solución
–ambos lo miraron expectantes–. Jongdae debería de seguir saliendo con Yura.
–¡Bien! –exclamó el que había
ganado dejando ver lo feliz que estaba.
–¿¡Qué!? –bramó el afectado–. ¿En
serio estas a favor de que este tío tenga una relación con mi hermana? Hemos
crecido juntos, es imposible que creas que lo suyo vaya a funcionar.
–Vaya a funcionar o no Jongdae no
será un mal novio para ella. Puede que sea un pequeño loco pero tratara muy
bien a tu hermana. ¡Maldita sea Chanyeol, tu ya has visto lo gentil que es con
el sexo opuesto! ¿No quieres alguien así para ella? Jongdae es inteligente y
ambicioso, sabe lo que quiere en esta vida. Es un buen partido, porque da igual
a lo que se vaya a dedicar. Conseguirá ser respetado en su campo y una familia
envidiable. Definitivamente hará feliz a tu hermana. ¿No quieres eso? –el gigante
no respondió, simplemente se quedo pensando–. Chanyeol, esto no lo digo por
decir. Si Jongdae fuese gay hacía tiempo que me habría tirado a sus brazos.
Aquella confesión provoco rubor
en las mejillas del nombrado.
–Y ¿qué hay de mí? –inquirió
tristemente.
–También me habría tirado a tus
brazos –exclamó con alegría–. Porque contigo también habría sido muy feliz.
Nuestra vida sería una continua aventura y…
–Ya, Baekhyun calla. No me
refiero a eso –aunque en parte le había gustado saber que no solo Kim Jongdae
era el chico perfecto del lugar–. Me refiero a que pasa con mis sentimientos.
Para mi es raro pensar en uno de mis mejores amigos y mi hermana. Como bien me
ha dicho Jinri –y ninguno de sus amigos comprendía porque metía a su ex novia
en el ajo– voy a perder a dos personas muy importantes para mí a la vez –se
dejó caer en el sofá con un gran estruendo y bajo la mirada–. Pierdo a mi mejor
amigo y a mi hermana. Me encuentro yo solo de repente porque ellos dos estarán
juntos y yo no tendré ningún derecho a reclamar atención porque tendré que
dejar que sean felices. No es que no quiera que vosotros seáis felices, es que
no quiero ser infeliz yo.
–Chanyeol, sabes perfectamente
que ni tu hermana ni yo te vamos a dar la espalda. ¡Es que lo sabes! No
podríamos. Y si eso pasase, que no es el caso, Baekhyun seguiría aquí para ti.
–¿Hablas del mismo Baekhyun que
tiene dos novios y que acabara pasando más tiempo con ellos que conmigo? Si
esto ha funcionado hasta ahora es porque los tres hemos estado juntos hasta ahora.
Si nos empezamos a separar así nada volverá a ser lo mismo –y así es como se
había atrevido a decir todo lo que llevaba tanto tiempo guardando.
Porque aunque no lo hubiese dicho
abiertamente, la razón por la que él y Jinri cortaron fue porque él no se quería
separar de sus amigos y prefería estar con ellos antes que con ella.
El más alto del lugar pudo notar
como de repente un ser pequeño y delgado llamado Byun Baekhyun se abrazaba a él
con fuerza.
–Cortare con uno de los dos –le
prometió. Y es que tampoco podía prometer más porque Baekhyun era adicto a las
relaciones amorosas– y te haré tanto caso que te arrepentirás de haber dicho
todo eso –comenzó a besuquearlo por todas partes.
–Está bien –se rindió Jongdae
también, abrazando a ambos con fuerza aunque no tuviese ninguna intención de
besar a nadie–. Yura es importante para mí, pero tú lo eres más –admitió–.
Prefiero estar soltero y con vosotros que con una novia perfecta y sin amigos.
Ninguno supuso que aquella charla
iba a acabar así, pero hacía mucho tiempo que no tenían un momento sentimental
entre ellos, pude que años. De vez en
cuando no venia mal el sincerarse y hacer las paces.
Zitao encontró a Sehun en el
lugar de juegos de la parte oncológica infantil del inmenso hospital. Estaba
jugando con dos niños a construir un castillo. Casi parecía que se lo estaba
pesando tan bien como ellos, lo cual le pareció muy tierno al chino. Entro en
la sala y se acerco a ellos. Al verlo Sehun sonrió y se despidió de los
chavales.
–Vengo en seguida –les aseguró–.
Cuando vuelva toca ruleta de la suerte.
Los niños parecían emocionados
por lo que venía después o sea que le dejaron tranquilamente.
–¿Te dejan entrar a jugar con los
niños? –preguntó extrañado.
–Hasta que llega el horario de
visitas se aburren mucho y los enfermeros no pueden con todos –se encogió de
hombros–. En realidad me agradecen que lo haga –sonrió abiertamente, a lo cual
Zitao respondió.
–Vamos, te invito a un café –le
ofreció mientras le guiaba hasta la máquina de café que estaba más cerca–. ¿Has
recibido más noticias desde que me he ido?
El menor asintió mientras miraba
entre que tipos de café podía escoger.
–Todo va bien, solo era una
intoxicación alimentaria –pulsó uno de los botones–. Mis padres ahora están más
tranquilos, querían llevarme a casa pero el médico insistió en que era mejor
quedarme en observación durante un tiempo por si acaso.
El mayor asintió, estaba
completamente de acuerdo con aquel medico.
–Le diré a Baekhyun que estas
bien cuando vuelva a casa entonces –le informó–. Supongo que no querrás que los
demás se enteren de esto ¿no? –Sehun se mordió el labio.
–La verdad es que prefiero que
vivan tranquilamente por ahora. Sé que el algún momento voy a tener que
contarles porque me espera una vida más corta y dura pero… prefiero que vivan
tranquilos. Ojala pudieseis hacer lo mismo Baekhyun y tú. No es justo para él
–suspiro mientras cogía su café capuchino de la maquina. Zitao asintió porque
sabía a qué se refería–. Será duro, pero creo que lo mejor que puedo hacer es
cortar con él. Kris le cuidara bien mientras que yo solo le podre provocar
sufrimiento y angustia ahora que sabe que estoy enfermo.
Ambos se quedaron callados
absortos en sus bebidas. Hasta hace poco, para ser exactos aquella mañana, la
relación que había entre Zitao y Sehun era cortante y desagradable. Pero ahora
que el mayor comprendía el porqué de la manera de actuar del chico no podía
seguir enfadado con él por su comportamiento con Luhan. Era normal que siendo
tan joven no supiese exactamente lo que quería y que hubiese mareado a su amigo
al cambiar de opinión tan fácilmente.
–Es lo mejor que puedes hacer
–concordó el moreno–. Baekhyun es una persona fuerte pero esto le superara al
pobre. Piensa que por ahora me tienes a mí, he visto cosas más duras o sea que…
–¿Dejaras de mirarme mal
entonces? –el chico asintió sintiéndose mal por su comportamiento hasta el
momento–. La vedad es que voy a necesitar a alguien que me ayude a ser fuerte
delante de mis padres y los demás –aquella frase casi sonó como un sollozo.
Zitao no dudo en abrazar a su
amigo y nuevo confidente. Notó como el cuerpo de Sehun se movía de arriba abajo
mientras lloraba ligeramente para poder dejar salir todo lo que llevaba tiempo
guardando dentro de él.
–Gracias, muchas gracias –murmuró
a la vez que le acariciaba el pelo por encima.
Habían sido unos días difíciles
para Baekhyun. No quería ir al hospital porque eso le quitaba la alegría a su
cuerpo de una manera desorbitante pero sentía que tenía que hacerlo. Al final
había logrado ir hasta allí. La habitación de Sehun estaba ocupada por el mismo
y por Zitao, que parecía que le había pillado gusto a estar ahí. El chino como
si supiera que era lo que venía a continuación se fue de la habitación y los
dejo a solas.
La conversación fue más fácil de
lo que había pensado. El menor estaba de acuerdo en que las cosas entre ellos
no iban a poder funcionar ahora que sabía su secreto. Le prometió guardar
silencio y que aun seguirían siendo buenos amigos pero que lo mejor era no
forzar una relación que no iba a funcionar. A veces era impresionante lo maduro
y sensato que podía llegar a ser su ahora ex novio. Y ver aquello le hacía
querer ser una mejor pareja para Kris.
Hablando de Kris. Baekhyun había
puesto toda su atención en el mayor. Incluso le había regalado flores y comida.
Kris le había regalado miles de veces miles de cosas y aunque sus situaciones
económicas ni por asomo se podían comparar el menor quería empezar a hacer que
su ahora único novio comenzase a sentirse valorado de verdad.
–Mañana iremos a cenar a mi casa
–le informo el coreano sin dejar que la respuesta fuese no. Más que una
petición había sido una orden.
–¿Vas a hacerme una cena
romántica? –inquirió mientras le abrazaba con fuerza y lo atrajo a él. No
parecía que tuviese ganas de rechazar la orden que le habían dado tampoco.
–No sé si llegara a ser romántica
–se lo pensó antes de responder. No sabía a qué le llamaba romanticismo, y las
diferencias que podría haber entre lo que él pensaba. Baekhyun lo había
admitido ya hacía mucho tiempo: el no era una persona romántica. Cada vez que
veía a pareja tener una cita azucarada le daban ganas de vomitar. Pero Chanyeol
y Jongdae le habían explicado que para ser romántico no tenia porque ser una
persona bañada en azúcar o edulcorante. Según ellos en su caso valía con que
preparase una velada tranquila para Kris y que después de eso el mayor estaría
tan feliz que no se quejaría. Al fin y al cabo si nunca había hecho algo
parecido por él no tendría con que compararlo–. Habrá cena casera… –dejó la
frase a medias al ver la cara que había puesto su novio–. Se cocinar Wu Yifan,
que no lo haya hecho nunca para ti no significa que sea un desastre.
–Vale, vale… –intentó
tranquilizarlo dándole varios besos en el cuello–. Es solo que… ¿puedes
recibirme solo con el delantal puesto?
Aquella insinuación hizo que se
ganase un pequeño golpe en el costado. La verdad es que no provoco mucho pero
reacciono con fuerza para que su novio se sintiese orgulloso.
–Estoy intentando planificar una
cita de verdad contigo –se quejó–. Habrá sexo –desvelo el pastel aunque estaba
claro que no era algo que iba a permanecer siempre en silencio–, pero por una
vez tengamos una cita normal y en condiciones. Hasta ahora hemos hecho las
cosas al revés y… –lo agarro de los morros provocando que pusiera morros de
pato para después besarlos– de verdad que nunca he tenido una cita normal sin
que lo importante el sexo y no el estar con la persona en sí. Quiero eso.
Quiero estar contigo.
Los dos se quedaron en silencio.
Era la primera vez que Baekhyun hablaba de esa manera. Yifan comprendía lo muy
importante que podía ser para él ya que aunque él mismo hubiese intentado mil y
una veces tener una cita seria con él jamás la había conseguido. El menor no
estaba predispuesto genéticamente (o eso pensaba él hasta ahora). Sonrió
abiertamente y asintió.
–En realidad me muero de las
ganas por saber cómo va a ser esa cita –aseguró haciendo que su novio sonriese
también–. Llevare una botella del mejor vino de mi padre para la comida, y la
mejor botella de champagne de mi madre para después. ¿Quieres que lleve algo
más?
–Lubricante y condones –y estaba
claro que aunque Baekhyun lo intentase siempre saldría su lado salvaje a flote.
Siempre sea bien dicho que aunque la mona
se vista de seda mona se queda.
Luhan llamo a la puerta, tenía a
Jongin detrás de él. Ambos habían decidido ir a ver a Sehun. Hacía días que no
le veían por ningún lado y cuando le preguntaban a Baekhyun este tartamudeaba y
decía algo de que estaba enfermo. Era raro verle nervioso por aquello, pero
ambos supusieron que Sehun le había pedido silencio.
Al final decidieron ir a
visitarlo y así ya de paso Jongin podía llevarle apuntes para que les echase un
vistazo mientras aun tenía que guardar reposo.
Al abrirse la puerta Luhan en
seguida pudo distinguir a la señora Oh, a la que sonrió. La señora le sonrió de
manera amable y afable también.
–¿Qué te trae por aquí Luhan?
Hacía mucho tiempo que no teníamos el gusto de verte –comentó con cierto grado
de felicidad.
–He estado un poco ocupado –se
disculpó con educación–. Hoy me acompaña Kim Jongin, es compañero de Sehun en
clase. Venimos a traerle apuntes y a ver qué tal esta –le dejo saber sus
intenciones. La expresión de la mujer cambio rápidamente. Tragó saliva.
–Lo siento cariño pero Sehun no
está en casa, aun no ha vuelto del hospital –los dos jóvenes quedaron
extrañados. Nadie les había contado nada de un hospital. ¿Qué estaba pasando
allí? –. Me sabe mal que hayáis venido hasta aquí para iros con las manos
vacías. ¿Puedo ofreceros algo?
El chino miro a Kai, este no
sabía qué respuesta esperaba ver en su expresión. Estaba tan impactado como el
mismo Luhan. Decidió encogerse de hombros y dejar que el escogiera.
–No gracias señora Oh. Pero si
Sehun no está creo que lo mejor será que nos vayamos. ¿Podemos dejarle los
apuntes a usted para que se los lleve? –la mujer asintió. Estaba claro que no
iba a tener ningún problema con eso.
La puerta del local se abrió y se
cerró con fuerza. De ella entro un agitado Chanyeol. Jongdae dio gracias al
dios en quien no creía porque por fin hubiese llegado. Llevaba ya casi una hora
entera escuchando lo grandiosa y bonita y
demás cursilerías que iba a ser la cita Krisbaek de aquella noche. Y no es
que solo lo tuviese que escuchar por una parte, no. Tenía a las dos partes de
la pareja comiéndole la oreja con aquello mientras se besaban y reían entre
ellos.
En aquel momento Chen no estaba
pasando por su mejor momento. Haber tenido que cortar con Yura había sido duro.
Ella le había pedido que no lo hiciera, que mantuviesen la relación otra vez en
secreto para Chanyeol, pero ambos sabían lo difícil que había sido antes y lo
difícil que seguiría siendo ahora. Por eso el chico confiaba en que su buen
amigo le trajese buenas noticias, daba igual que tipo de noticia fuese. Solo
quería sacarse de la cabeza conceptos como parejitas, citas, sexo etc.
–Tienes que volver con mi
hermana.
De todas las noticias que le
podían dar esa era la mejor de todas. La que jamás se hubiese esperado. Una
noticia tan grande que Baekhyun dejo de besar los labios de su novio y les
prestó atención.
–Pero… tú… –quería asegurarse de
que no era una broma y cantar victoria antes de tiempo.
–Sé lo que dije –se apresuró a
decir–. Yura insiste en que le he arruinado la vida. Hemos discutido y ella
ahora mismo me odia.
Camino hasta el sofá, en el que
estaba la parejita y se sentó en medio, separándolos y haciendo que retumbasen.
Kris pareció molestarse un poco pero Baekhyun acarició su cara y lo abrazó con
suavidad.
–No digas tonterías, Yura no te
odio –intentó animarlo. No quería decirle un “ya te lo dije”, porque como él
había previsto lo mejor era que Chen siguiese su relación con ella. Habría sido
un poco violento al principio pero él sabía que Chanyeol era capaz de adaptarse
a todo.
–¿Me…me lo estás diciendo en
serio? Porque si es así… –prácticamente tartamudeaba de la felicidad que sentía
en ese momento.
La puerta del local volvió a
abrirse, esta vez con más agresividad que antes. De esta entraron Luhan, a
quien le seguía Kai (que intento cerrar la puerta con tranquilidad para no
molestar a nadie y que esta no se rompiese). El chino parecía enfadado y desde
su punto de vista tenía todo el derecho a estarlo.
–¿Dónde coño esta Sehun? –le
preguntó furtivamente a Baekhyun pues se había puesto delante suyo. A todo el
mundo le impresiono que utilizase una palabra mal sonante–. ¿Qué mierda le
hiciste la otra noche para que este ingresado en el hospital?
Y como si se tratase de un animal
salvaje intento abalanzarse sobre el menor. Para su suerte Jongin y Jongdae lo
agarraron rápidamente, Jongdae de las piernas y Jongin del cuerpo entero.
Chanyeol se abalanzo sobre el cuerpo de Baekhyun para protegerlo. Él era mucho
más grande que él y que Luhan o sea que podría protegerlo fácilmente. Kris se
puso en medio por si alguna de las barreras no funcionaba.
–¿Se puede saber que os pasa hoy
a todos? –exclamo sin comprender a ese grupo de amigos. Definitivamente cada
uno era más raro que el anterior. Aquello parecía un circo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario