[Hunhan] Luminescent II Parte 7

Por motivos personales no voy a poder responder durante una temporada a los comentarios. Ando bastante ocupada y no tengo mucho tiempo para relajarme últimamente  tampoco lo tengo para escribir. Pero bueno, que teniendo en cuenta que los capítulos son cortos no hay escusa para que no actualice. Tengo escrito hasta el capitulo 11, a partir de ahí no se si podre actualizar bien porque ando que no me concentro... u_u
En fin, lo siento en serio. Hasta el capitulo 11 actualizare normal, y el jueves podréis leer el shot del Baekyeol.

Amigos imaginarios (Sehun).

-¡Appa! ¡He vuelto ya! –exclamo al llegar, quitándose los zapatos de manera despreocupada, tirándolos por ahí. Me agache para ponerlos en su sitio antes de que la niña tirase de mi brazo para hacerme pasar-. He traído a un amigo para jugar hoy.

Se escucharon unos pasos que se acercaban. Intente sacarme rápidamente los zapatos para no ensuciar el limpio suelo. Del largo pasillo a pareció el chico del cual se había estado burlando Luhan anteriormente. Sonrió al verme, casi parecía feliz y todo.

-¿Ahora también acosas a domicilio? –pregunto con su aun sonrisa en la boca. Estuve a punto de contestarle algo de lo cual después me arrepentiría pero acabe por callarme al ver que iba a seguir hablando-. Soy Kim Jongdae pero todos me llaman Chen –se presento mientras me dejaba un hueco para pasar-. Como si estuvieras en tu casa –se agacho para hablar entonces con la niña que aun me cogía del brazo. Le señalo su mejilla y esta se la beso, abrazándolo con entusiasmo y haciendo que yo diese un traspié hacia adelante-. Appa está en la cocina con Minseok-Omma, están haciendo la cena –le explico en un tono dulce que no pegaba con lo que había visto de él hasta entonces.

Esta simplemente asintió y salió corriendo del lugar, llevándome con ella. Debía de admitir que se me había difícil llevarle la contraria, decirle un no y que esa era la razón por la que me dejaba llevar por aquella pequeña niña.

-¡Appa, he traído un amigo! ¡Nos vamos a jugar a mi habitación! –exclamo abriendo la puerta de la cocina para poder decírselo.

-¿Deokshim otra…? –se quedo callado al verme ahí de pie. Su expresión se torno dura y parecía que quisiera tirarme la cazuela con la que estaba cocinando a la cabeza-. Tiarn, no debes de traer extraños a casa –le dijo con un tono dulce pero a la vez severo-. Nunca sabes que te puedes encontrar.

-Pero Sehun es bueno, va a ser mi futuro marido –los dos cocineros rieron fuertemente al escuchar eso. No parecía ser la primera vez que escuchasen algo parecido de la niña.

-Entonces cuídalo bien –cambio de opinión su padre-, pero como me entere de que ha pasado algo que no debe…

Sin la necesidad de mediar ninguna palabra más volvió a hacerme correr por toda la casa, llevándome esta vez a la segunda planta pues estábamos en una vivienda familiar, nada que ver con el piso en el que vivía antes.

Tiarn me llevo a una habitación poco decorada, aunque tuviese muchos juguetes. Me sorprendió que tuviese una cama pequeña, por lo abierta que era la niña y por lo mucho que la quería Luhan había pensado que le había comprando una cama enorme. Disponía tanto de juguetes denominados para chicos como denominados para chicas. A un lado había una pequeña mesa con unas cuantas sillas.

-No es la hora pero tampoco somos ingleses, o sea que tomaremos el té antes de cenar –sentencio antes de que yo por mi mismo me sentase en una de esas minúsculas sillas. Sirvió un poco de té imaginario en una taza y me la ofreció. La acepte de buen grado.

-Tienes una habitación muy original –comente-. Cuando yo tenía tu edad tenía una cama con forma de camión de bomberos. A mis padres les hubiese gustado que lo fuese –sonreí al acordarme de aquella cama que se me había vuelto pequeña hacia ya mucho tiempo. Aun así la había rescatado del trastero y la había metido en la habitación que utilizaba cuando iba a casa de mis padres adoptivos. Incluso la seguía utilizando.

-Yo quería una cama conforma de perro pero Appa se negó porque en seguida me canso de las cosas –me explico mientras hacía que tomaba el té. Recordarme así que yo también debía de hacerlo.

-Yo sigo guardando mi cama de bomberos, si te portas bien te dejare dormir en ella algún día –le prometí sin realmente saber si le iba a gustar o no.

Negó con la cabeza.

-Yo soy una niña, tengo que dormir en una cama de princesa –repuso recobrando una finura que no había utilizado antes-. Deokshim siempre me lo dice.

-¿Quién es Deokshim? ¿Tu novio? –le pregunte curioso sin acordarme en ese momento de que antes le había dicho a su padre que iba a casarse conmigo.

-El chico que tienes justo al lado –respondió. Me gire para mirar, pero allí no había nadie. En seguida comprendí que lo que Tiarn tenía era un amigo imaginario. Había leído ciertos artículos sobre este tipo de cosas, pero jamás imagine que fuese a encontrarme con una niña que de verdad los tuviese-. No te preocupes, mira mal a todos mis amigos –añadió mientras le daba un sorbo otra vez al imaginario té.

La puerta se abrió poco a poco, dejando entrar a uno de los seres más bellos del planeta. Aunque me mirase mal, le dedico una tierna sonrisa a la niña pequeña. Le dijo ciertas palabras en chino y esta salió corriendo de la habitación muy agitada y con una gran sonrisa en la boca. Su padre/tío siguió sonriendo mientras la miraba, hasta que esta salió del todo y se escucho como bajaba las escaleras.

El mayor cerró la puerta, dejándonos a solas en aquella infantil habitación. Me levante de la sillita, no sin gran esfuerzo. Al principio pensé que me había quedado atrapado pero por suerte no fue así. Perdería toda mi credibilidad y madurez con solo aquel gesto.

-No juzgues a mi hija por…

-Tener amigos imaginarios no es nada malo –intervine al darme cuenta el que venía a decirme-. Es pequeña y vive rodeado de mayores, es normal que quiera pasar el tiempo con alguien más joven fuera del colegio.

Me miro fijamente y suspiro. Bajo la mirada lentamente.

-Mira, puede que antes haya sido un poco brusco pero lo que dije es verdad –fruncí él ceño, acercándome a él al ver que ahora estaba siendo más amable y comprensible-. Deberías de dejar de malgastar el tiempo conmigo. Aun eres joven y deberías de poder ser feliz con una persona que de verdad lo merezca.

-Llevo años sin poder fijarme en otra persona ¿sabes? –volví a dar pasos hacia la puerta-. No sé lo que te hicieron para que te hayas vuelto así de… -pensé bien en la palabra que debía de decir- precavido. Pero eso queda atrás.

-Si fuera tan fácil no estaríamos en esta situación.

-En realidad es muy fácil gege –le contradije inclinándome sobre él, dejando que mis labios rozasen los suyos suavemente hasta que lo vi necesario. Después del delicado roce intente profundizar mientras el intentaba alejarse de mí. Lo agarre por la nuca, insistiendo, dejando que su espalda se apoyase contra la puerta. Solo cuando relajo el cuerpo lo deje ir.

Su cara estaba roja y sus labios brillantes por mi saliva. Parecía estar muy enfadado, pero le había gustado. Estaba seguro de eso.

-No vuelvas a hacer eso –ordeno sin que dejase ver un pequeño atisbo de debilidad en el.

-¿Por qué no? Tú hiciste lo mismo conmigo –le recordé-. Yo no quería pero al final acabamos siendo pareja, gracias a tu insistencia.

-¿Es una manera de vengarte entonces? –sus palabras escondían cierta rabia contenida.

-Claro que no. De verdad que solo quiero disfrutar de ti –asegure mientras le volvía a besar nuevamente, pasando rápidamente mis labios a su cuello esta vez.

Suspiro airado. Parecía que se estaba debatiendo consigo mismo sobre qué hacer. Intentaba resistirse pero sus esfuerzos no le estaban dando gran resultado.

-Vete de mi casa –dijo por fin.