[Hunhan] Luminescent II Parte11

Mañana me pondre con los comentarios y respondere todos los que pueda *-*

Queria deciros eso y que el lunes subire una especie de complemento que estoy escribiendo para el Chenlay que escribi antes de que comenzase con Luminescent (Coaxed out Surreptitiously). Si no os la habeis leido os lo recomiendo, a la gente le gsuto mucho la verdad.

Creo que eso. Nos vemos cosas lindas *3*

Maldito momento para hablar (Luhan).

Recién había acostado a Tiarn en la cama. Kris y Tao se la habían llevado sin mi permiso a comprar golosinas y había vuelto con más energía de la habitual, por eso me había costado tanto convencerla para que intentara dormirse. Me pase las manos por el pelo desordenado y sudado que había provocado Tiarn y suspire.

Estaba delante de la puerta que conducía a la habitación que compartían Lay y Tao. Necesitaba hablar con Lay cuanto antes pero el haber escuchado ciertos gemidos dentro de la puerta me hizo echarme atrás. Estaba esperando a que cesasen para poder meterme dentro y hablar con él.

Cuando me pareció oportuno toque la puerta con los nudillos de la mano derecha. En seguida la voz del menor me ofreció entrar, pero ojala no lo hubiese hecho.

Mis mejillas se ruborizaron al ver a Chen encima de Lay totalmente desnudos, sin nada que les tapase. La luz estaba medio dada, provocando un ambiente realmente íntimo. Y tan intimo. Al verme Chen sonrió y dio una embestida al Lay que me miraba fijamente, provocando que este gimiera antes de morderse el labio.

-Mejor vuelvo en otro momento –declare dándome la vuelta agarrando el pomo casi de inmediato.

-No tranquilo –se opuso Yixing. Me di la vuelta para verlos aun en la misma postura-. Ya somos mayores y… no creo que a Jongdae le importe ¿verdad? –este negó a la vez que con una divertida sonrisa introducía su lengua dentro de la boca del mayor.

Suspire nuevamente y cerré la puerta, quedando encerrado con ellos. Necesitaba hablar con Yixing y cuanto antes mejor. Observe que nos habíamos quedado totalmente a oscuras, la única luz que entraba antes en la habitación había sido la de fuera, la que yo había provocado. Así al menos no tendría que ver como jugaban entre ellos. Sonreí para mí mismo.

-Necesito que me ayudes para dar esquinazo a Sehun –dije directamente para tener que pasar el menor tiempo allí dentro.

-¿Oh Sehun? –pregunto la voz de Chen extrañado. Evite responderle pues no había ido a hablar con él y responderle solo ralentizaría la conversación.

Por un momento escuche la fricción de piel contra piel antes del crujir de la madera del mueble. Cerré los ojos con fuerza intentando concentrarme en algo que no fuesen ellos dos follando.

-Claro que es Oh Sehun –respondió Lay jadeando antes el pequeño esfuerzo que había hecho apenas decimas de segundo antes-. Sería mejor que lo hablases con Minseok, es su jefe –me recordó como si no lo tuviese en mente.

-Minseok no me sirve por esa misma razón –repuse yo-. Necesito a alguien que me acompañe por los pasillos para que no nos encontremos y…

-Lo que necesitas es una niñera –intervino Chen el cual parecía encontrar la situación muy graciosa. Esta vez escuche como unos labios chocaban de manera muy húmeda contra piel. Acto seguido los suaves jadeos de Lay se hicieron presentes en el ambiente. Me sentí aun más incomodo de lo que ya estaba.

No sabía hacía cuento había podido disfrutar por última vez la agradable sensación de sentir siquiera las caricias de alguien. O los besos. Aquellos actos llenos de pasión que tanto placer daban… Los echaba mucho de menos.

Agite la cabeza de un lado a otro, intentando quitar todos aquellos pensamientos que esos dos habían provocado en mí.

-Si te viene mejor puedo mudarme a tu despacho y…

-¡No, no puedes! –exclamaron los dos a la vez, dejándome ver claramente él porque de aquella negativa.

-…o puedo mudarme a tu sección simplemente –di otra opción esperando que con esta no tuviesen ningún problema-. Por favor… -suplique lentamente al ver que no recibía ninguna respuesta y esos dos habían parado por un momento-. No sabes cuánto me atormenta verle la cara desde que se que es él…

Hubo un momentáneo silencio nuevamente. Escuche susurros, demasiado bajitos para que pudiera entenderlos. Luego el rasgar de algunas sabanas antes de escuchar nuevamente a Lay hablar, esta vez con voz normal.

-Si crees que es lo mejor y que no perjudicara a la empresa me parece bien –respondió finalmente. No pude evitar soltar un pequeño grito de felicidad al escuchar aquellas palabras. Parecía que no todo estaba perdido por ahora.

-Muchas gracias Yixing –sonreí mientras suprimía mis ganas de abrazarlo fuertemente. A saber qué era lo que tocaba si solo me acercaba a ellos dos-. Bueno, me voy –me apresure a decir mientras me levantaba ágilmente-. Seguid con lo que estáis haciendo tranquilamente.

Salí corriendo de la habitación, aun sonriendo. Pero se me borro al ver a Tiarn en medio del pasillo, con uno de sus peluches en brazos. Miraba hacia los lados como si estuviese descolocada y no supiese donde se encontraba.

-¿Qué haces aquí? –le pregunte intentado sonar un tanto severo aunque me fuese difícil por lo feliz que estaba. La niña nada más verme corrió hacia mí, abrazándose a mi pierna.

-Deokshim… -logro vocalizar. Rodé los ojos sin poder evitarlo. Casi siempre que decía aquel nombre a la noche no era para referirse a algo bueno. Era curioso que el nombre de su principal amigo invisible fuese el nombre de su padre biológico.

-¿Qué ha hecho esta vez ese niño? –pregunte mientras me agachaba y la levantaba entre mis brazos. No dudo en agarrarse a mi cuello, tan fuerte que casi me dejo sin respiración.

-Dice que hay lobos esperando a comerme… -murmuro con la voz temblando del miedo.

Suspire pues no me gustaba que ella misma se metiese aquellos miedos en la cabeza.

-Deokshim no tiene ni idea –le asegure mientras dejaba que mi nariz se perdiese entre el blando moflete de su mejilla derecha-. ¿Quieres dormir con Appa? –pregunte directamente pues sabia como iba a terminar aquella conversación después de escuchar sus temerosas palabras.

Tiarn asintió nerviosa y aliviada al mismo tiempo al escuchar mi pregunta. Sonreí intentando parecer conciliador y comencé a andar hacia su habitación. Aquella era la consecuencia de darle dulces a la niña. Yo conocía bien aquella reacción, aunque parecía ser que no todos en la casa lo sabían.

Abrí la puerta de su habitación, me quite los zapatos con ayuda de los pies, como se me hizo posible. Cuando termine con ellos, camine hasta la cama y la pose sobre esta con cuidado. Aunque había sido un día relativamente tranquilo estaba agotado. Me tumbe al lado de mi hija y la abrace con fuerza.

-Duerme bien cariño –le desee antes de darle un beso en la frente y quedar ambos en silencio mientras intentábamos dormir.