Yixing y Zitao caminaban por las
calles de Seúl mientras hablaban de manera cómoda y en su idioma natal. Dos
días después de conocerse Junmyeon había llamado al chino porque Yixing no se
atrevía a hacerlo el mismo. El coreano había sido persuasivo aunque toda la
palabrería que había utilizado no era algo que necesitase para convencerlo. Y
después de una larga charla por el kakaotalk
con Lay para ver donde iban a ver y que iban a hacer decidieron que lo mejor
era que Tao le enseñase la ciudad.
Zitao estaba disfrutando como un
crio de la excursión y casi parecía que al que le estaban enseñando la ciudad
era a él pues todo lo que veía le parecía nuevo y excitante. Yixing parecía
disfrutar con esa actitud o sea que dejo que su entusiasmo no disminuyese.
–Mi lugar favorito de las
ciudades son los barrios viejos en los que hay muchos puestos de comida
–declaro el menor dejando ver que uno de sus grandes hobbies era la comida. El
mayor rió ante el comentario.
–¿Crees entonces que mejor
deberíamos de ir a ese tipo de lugar? Yo tengo tiempo antes de tener que volver
a casa.
–Yo… yo vivo con Luhan y por
ahora no me ha puesto toque de queda –bromeó. Como si Luhan fuese a enterarse
además. Seguro que estaría toda la tarde y noche con Baekhyun–. Esta
anocheciendo ya… si quieres podemos cenar en un lugar en el que preparan unas
hamburguesas que son deliciosas. Jamás comerás unas iguales.
–Me parece bien. ¿Dejaras que te
invite? –la proposición era seria y la manera en la que la había dicho hizo que
Tao se pusiera rojo. Aunque no sabía si era por la emoción o por la vergüenza.
–Si… si pretendes ganarme con
comida vas por el buen camino –se escondió en su ropa antes de comenzar a
caminar hacia el restaurante que tanto le gustaba y tan pocas veces iba.
Cuando Sehun vio la cara de pocos
amigos que le estaba dirigiendo Kai comprendió que algo no iba bien. Algo
incomprensible porque hasta hacia dos minutos estaban bromeando y haciendo
planes para el fin de semana. Solo se había separado de él para cederle sus
apuntes a una chica de clase y al darse la vuelta lo miraba como si quisiera
matarlo.
Sin previo aviso el moreno se dio
la vuelta e ignoro la cara interrogativa que le lanzaba el menor. Después de la
noche de fiesta habían comprobado que eran compatibles sexualmente y que tenían
muy buena opinión del cuerpo ajeno. Por razones semejantes decidieron hacerse
follamigos y pasar buenos ratos juntos sin complicarse mucho la vida. Y porque
seguían siendo amigos y se preocupaba por él Sehun persiguió a Jongin.
–¿Se puede saber qué te pasa? –le
interrogó cuando logro cogerlo y llevarlo a un lugar apartado. No quería que
nadie los viese actuando de una manera extraña, ya corrían muchos rumores sobre
él gracias a las esporádicas relaciones que había tenido con Baekhyun y Luhan.
–Nada –intentó hablar de manera
seca pero no lo logro porque la rabia salía de su boca.
–Te conozco lo suficiente para
saber qué te pasa algo Jongin –aseguró el menor–. Suéltalo. ¿He hecho algo que
te moleste?
El mayor rodo los ojos y empujó
al chico a un aula vacía. Por las horas que eran quedaban pocas personas en la
facultad. Sehun se dejo llevar hasta el aula pensando que su amigo necesitaba
también la intimidad que un lugar público no les brindaba.
–Puedo comprender que hables a
todos tus amigos con una gran sonrisa en la boca, ¿pero tienes que mostrarle
tanta alegría a todo el mundo? –su interlocutor le miro sin comprender a que se
refería exactamente. Para él era algo normal el sonreír a la persona con la que
tratabas si esta persona era amable–. ¿Qué quería esa chica?
–Solo me estaba pidiendo los
apuntes… –contestó de manera pausada porque aun no comprendía cual era el
problema–. Estás… ¿estás celoso? –preguntó por preguntar. La furiosa manera en
la que el moreno se puso rojo (y se le notaba demasiado) desvelo que era eso
precisamente y que le daba vergüenza admitirlo–. ¿Te has puesto celoso porque
le he hablado a una persona? –exclamó sin comprender bien aun la razón.
–¡Calla! ¡Tú no lo entiendes
porque eres idiota! –alzo el también la voz.
–¿¡Que me acabas de llamar cara
jabalí!?
Parecían dos críos de cinco años
que no sabían resolver sus diferencias de una manera civilizada. Solo les
faltaba comenzar a pegarse con las palmas de las manos, cosa a la que esperaban
no llegar.
–No espero que lo comprendas
porque no tienes la cabeza lo suficientemente evolucionada para hacerlo –espetó
Jongin.
–¿¡A qué coño viene eso!?
–exclamó el menor muy enojado y sorprendido por lo que le acababa de soltar–.
Si quieres ser un idiota se un idiota tu solo, no cuentes conmigo –gesticuló
cada silaba de la frase con gran perfección (aunque cecease) pues estaba muy
enfadado.
–¡Espera! –casi gritó el moreno–.
¿De verdad vas a dejarme aquí así?
–Sí. No pienso discutir con una
persona que no respeta mi persona –estaba claro que llamarle a alguien “cabeza
de jabalí” no era lo mismo que insultar a alguien llamándolo “ser que no tiene
la cabeza suficientemente evolucionada” –. Cuando te hayas tranquilizado vienes
a mí y podremos hablar.
–Pe–pero… –tartamudeó–. No puedes
irte ahora. Tengo algo que… que me ha molestado mucho y… –se quedó callado ya
que no comprendía muy bien el sentimiento que se había apoderado de él. Sehun
lo miró con curiosidad aunque aun se pudiese ver claramente en su mirada que
estaba enfadado–. ¿Tú… tú eres bisexual?
–¿A qué viene esa pregunta?
–parecía que el pálido iba a perder la poca paciencia que le quedaba.
–Tú responde. Por favor –de la
vergüenza que estaba pasando le caía la gota gorda por la frente.
–No. Hace no mucho descubrí que
solo me gustan los hombres –respondió esperando que su contestase cuanto antes
la incógnita. Jongin suspiro aliviado.
–Menos mal… –murmuró para sí
mismo–. Veras, no es algo de lo que me gusta presumir pero desde hace años he
tenido unas cuantas parejas, no pocas –concretó. Sehun frunció el ceño sin
comprender hasta donde quería llegar–. Si me lo pongo a pensar casi todas mis
relaciones han sido como la que tenia con Baekhyun, yo tenía ilusión de que
prosperasen pero no la tenía con la persona indicada. Por eso me gustó Luhan en
cuanto le conocí.
–¿Quieres dejar de meter a Luhan
en todas partes? –exigió antes de morderse ambos labios–. ¿Te has parado a
pensar que no me hace gracia ver qué piensas en él más que en mi cuando tú y yo
lo compartimos todo prácticamente? –esas palabras dejaron ver que el chico se
sentía herido.
–No se me da bien aprender las
cosas de la teoría, en cambio si me las ponen en práctica las aprendo muy
fácilmente –el mayor dio un paso hacia el frente, acercándose al imponente y
enfadado Sehun–. Eres la primera persona por la que siento celos.
Los ojos del chico se abrieron
llenos de sorpresa. Que Jongin se sintiese celoso porque él le dejase unos
apuntes a una de sus compañeras de clase era algo que no había pensado ver
jamás. Aun así no quería hacerse ilusiones.
–¿Qué tipo de celos? ¿De los que
sientes por qué alguien consigue más atención o… –y dudo antes de terminar la
pregunta– por qué alguien se acerca a tu pareja?
–Celos del tipo que eres mío y
cualquier ser humano tendría que tener cuidado si se acercan mucho a ti.
El paso que quería tomar Zitao
era bien grande, aunque él no lo supiese. Jamás había tenido pareja o alguien
que le interesase mantener como tal o sea que todo era nuevo para él. Después
de tener varias citas con Yixing había descubierto que el mayor era más
atrevido de lo que parecía. En las dos primeras citas no había pasado nada de
nada porque ninguno de los dos se atrevía a dar el primer paso aunque ambos
quisiesen. La situación cambio cuando en la tercera cita Lay acompaño al menor hasta
la puerta de su casa, y allí compartieron algo más que un simple e inocente
beso. De la emoción Tao le había ofrecido pasar, pero Yixing solo rió y comentó
que eso mejor lo dejaban para la siguiente mejor.
La cosa era que después de verse
durante casi un mes entero a Zitao le pareció apropiado que Yixing conociese a
sus amigos ya que habían quedado con Kyungsoo y Junmyeon varias veces. Llevo al
chico al local que los siete compartían desde hacía ya tiempo con esperanzas de
que se llevasen bien entre todos. Lo que no se esperaba era encontrarse a
Jongin y a Sehun besuqueándose, abrazándose y acariciándose en medio del lugar
como si no hubiese nadie. Los demás comprendían hasta cierto punto al haber
empezado hacia dos días una relación de pareja normal fuesen hasta cierto punto
empalagosos pero se estaban pasando.
El único que estaba en silencio
era Luhan, que leía una revista en el mismo sofá que la pareja empalagosa. En
realidad se fijaba en lo que hacían los tres amigos de toda la vida. Tao miro
horrorizado como estaban medio desnudos jugando a las cartas. Parecía que quien
perdía se quitaba una prenda. Lo que no comprendía era como habían acabado
jugando a algo parecido y porque Luhan se lo estaba permitiendo (no porque
fuese el novio de Baekhyun y tuviese que proteger la integridad de este, más
bien porque al chico nunca le habían gustado ese tipo de juegos. Le parecían de
lo más indecorosos).
–¿Se puede saber que estáis
haciendo? –exclamó el recién llegado. Su tono de voz fue más alto de lo que
había deseado. En seguida todas las miradas se fijaron en los dos chicos que
acababan de llegar. Los tres chicos medio desnudos ni se inmutaron por la
llegada de un extraño que los pillaba de esa guisa–. Lo siento –se giró para
mirar a Lay e intentar ponerse en medio para que no viese más de lo necesario–.
Te juro que yo no sabía que esto iba a pasar, de haberlo sabido…
Su interlocutor le agarró de las
mejillas y las estiro mientras sonreía de manera agradable.
–No te preocupes –beso sus labios
de manera casta–. Todo está bien.
–Tú debes de ser Zhang Yixing
¿verdad? –Luhan se adelantó para ir a saludar al extraño–. Yo soy Luhan, mejor
amigo y compañero de piso de Tao –sonrió de manera amplia antes de que Baekhyun
aun medio desnudo se abrazase a él y se agarrase con las piernas a su cuerpo–.
Gracias por cuidar adecuadamente de él –inclinó su cuerpo cuanto pudo pues no
podía con su novio encima de él.
Lay le imitó a la vez que
Baekhyun aprovechaba para escanearlo con su mirada. Lo que veía le agradaba.
Aunque le agradase para Zitao. El chico era guapo y tenía un aura de inocencia
que debía de completarse genial con la falta de experiencia de su amigo.
–¿Qué tipo de ejercicio haces
para estar tan bueno? –las tres personas que pudieron escucharle se
sorprendieron ante la pregunta del coreano. Zitao rezó porque Yixing no hubiese
entendido el coreano de Baekhyun (chico que seguía mirando de arriba abajo al
chico como si disfrutase con solo mirarlo y lamerse los labios).
–(No hagas caso de este idiota)
–le pidió Luhan en chino, su amigo le había dicho que tenia la misma
procedencia que ambos–. (Cuando se quita ropa no sabe lo que dice…). Vamos,
tienes que vestirte o vas a dar una mala impresión –se dirigió a su novio
mientras le agarraba por las piernas y lo llevaba hasta donde estaba su ropa.
Si las miradas pudiesen matar
Baekhyun hubiese muerto al instante. Sabía que podía decir tonterías en los
momentos menos oportunos pero jamás pensó que pudiese pasar tal bochorno por el
chico.
–Quitando a los tres medio
desnudos los demás somos más normales aunque… –en seguida en su campo visual se
cruzaron los dos menores que ahora estaban uno encima del otro tumbados sobre
el sofá haciendo gestos un tanto obscenos–. No tengas en cuenta a esos dos,
acaban de empezar a salir y… –se puso completamente rojo.
Baekhyun que estaba encima de
Luhan se levanto de encima suyo. Era la decima vez que intentaba intimar con él
pero por arte de magia cada vez que lo intentaba Baek se ponía a ladrar, a
morder las sabanas y a tirar de ellas y a cualquier cosa que hiciese que su
concentración se fuese.
–¡No soporto esto más tiempo!
–berreó mientras se movía sobre el colchón y botaba mientras que su novio se
movía a su causa–. Odio el momento en el que se me ocurrió regalarte un perro
–bramó.
–Anda, tranquilízate que no es
para tanto –le pidió el chino mientras acariciaba desde la parte de los
pantalones desabrochados hasta la parte baja de la barriga de Baekhyun que no
llevaba ya camiseta–. A mí no me molesta… –se atrevió a sumar cuando vio la
mirada que le dedicaba el menor por su comentario.
–No me concentro –se deshizo de
la mano de Luhan mientras se incorporaba. El mayor suspiro al ver que no iba a
tener lo deseado ese día. Comprendía que Baek a veces pudiese ser ruidoso (de
ahí su nombre) y que se quedase con toda la atención, pero no le parecía que
fuese un gran problema.
El chino se levantó de la cama,
se acercó al perro y lo agarró entre sus brazos. Al verse atendido ladró feliz
por ello. Caminó hasta la puerta pero Baekhyun le interrumpió cuando fue a
salir
–¿Vas a salir en ropa interior?
–le señaló mostrando que solo llevaba puesto el bóxer–. ¿Qué pasa si Tao te ve
solo con eso puesto?
–Ya contaba con eso –sonrió
girando la manilla de la puerta y saliendo fuera. Caminó hasta la habitación
del menor y tocó la puerta. En seguida recibió la indicación que le permitía
pasar. Sin esperar más se adentro en el inmueble. Zitao miraba hacia la puerta
y no se inmutó porque su mejor amigo no llevase casi ropa–. ¿Puedes encargarte
tú de Baek un momento? No deja de ladrar y el Baekhyun humano está empezando a
enfadarse de verdad.
–Ningún problema –se levanto de
la silla que ocupaba para levantarse a por el perro–. Tenía intenciones de
salir a dar una vuelta de todos modos –sonrió.
–Gracias, luego te haré una
deliciosa cena para compensarte –le revolvió el pelo ahora que no tenía nada
entre los brazos y podía utilizar de manera cómoda sus manos.
Sehun y Luhan habían coincidido a
la hora de coger el autobús. Hacía tiempo que no lo cogían los dos solos, desde
que habían cortado para ser más exactos. Esos recuerdos los veían muy lejanos
ahora después de todo lo que habían pasado. Aunque cualquier habría jurado que
su relación no podría acabar bien por las extrañas cosas que habían pasado
entre ellos y con sus amigos ellos dos habían logrado volver a llevarse
realmente bien. Y lo habían conseguido gracias a que ninguno de los dos era un
ser rencoroso.
–¿Puedo preguntarte algo que…? No
estás obligado a contestar si no quieres hacerlo. Es solo que me da curiosidad
y…
–¿Es sobre Baekhyun? –el menor
parecía ser adivino a veces–. Pregunta lo que quieras pero no sé si podre
ayudarte mucho.
–Es solo una estupidez sin
sentido, pero me lo he estado preguntando y… ¿tú conoces a los padres de
Baekhyun?
–Sí –contestó con simpleza–. Son
calcados los tres ¿verdad? –rió entre dientes entretenido.
–Sobre todo en la parte de
personalidad –ignoró el hecho de que Sehun sabía ya que los había conocido–.
¿Cuándo te los presento erais novios o amigos?
–La verdad es que no lo recuerdo…
No tengo muchos recuerdos de esa época, no fue mi fácil para mí porque… Bueno
ya sabes… –parecía que le desagradaba hablar del tema, algo totalmente normal
teniendo en cuenta lo que había llegado a suceder–. Baekhyun está más
emocionado que nunca con vuestra relación –intentó alentarle porque empezaba a
comprender a que venían esas preguntas.
Era simple y estúpido todo. Pero
era normal que Luhan se sintiese incomodo teniendo al ex novio de su novio
junto a los dos en todo momento. A Baekhyun parecía no importarle pero es que
no había ni comparación entre la confianza que tenía el menor en sí mismo y la
que se tenía el mayor.
–Lo de vuestras camisetas… Lo de
“masaje penetrante” –marcó las comillas con los dedos para darle más énfasis
aun– ¿es lo que creo que es? –Luhan asintió después de enrojecer lo suficiente
para que una persona a cinco metros lo notara–. A veces echo de menos que
alguien cuide de mi de la manera que lo hacías tú. Envidio mucho a Baekhyun
cuando os veo juntos.
–Pero a Jongin y a ti os va bien
¿no? –cuestionó preocupado por su amigo. Ese muchacho se merecía alguien que le
quisiese y le tratase bien.
–Sí, claro que sí –se apresuró a
decir para que no hubiese malentendidos–. Es solo que con él siempre duele,
mucho. Y contigo todo era tan sencillo y placentero… –suspiró–. Tendrías que
darle clases a Kai para que aprenda –bromeó.
Los dos dudaban que Jongin
aceptase de buena gana que alguien le diese clases sobre como tener sexo. Y más
si las clases venían del ex novio de su ahora novio y del que había estado
obsesionado además.
–Igual solo se tiene que dar
cuenta de que tiene que tener más cuidado. Conmigo las cosas son fáciles porque
trabajo mucho para que sea así –se lamió los labios–. Si piensas antes en las
sensaciones de la otra persona es más fácil pasarlo bien porque sabes que no es
cosa de solo uno. Puede parecer cursi pero tanto con Baekhyun como contigo me
sentía responsable de las consecuencias que podía haber. Llámame anticuado si
quieres pero es que los dos os merecéis que os traten como a princesas –echo a
reír sin poder evitarlo ante lo que había dicho. Al entender a que se refería
Sehun golpeó a su mayor varias veces mientras este intentaba protegerse
acurrucándose contra el cristal del autobús.
Un año después:
Baekhyun y Luhan estaban tirados
en la cama del menor mientras hablaban de manera tranquila y miraban el techo.
Esa pareja por la que ninguno de sus amigos apostaba al principio porque
parecía estar basada en el sexo había sido de lo más fructífera. Ahora incluso
Baekhyun tenia de todo en la casa que Luhan compartía con Zitao (pijama
incluido).
Había sido fácil para ellos
llegar hasta donde estaban. El mayor mimaba a su novio de tal manera que este
no tenía ninguna queja ni razón para enfadarse con él. El chino por su parte
era una persona demasiado pacifica como para querer comenzar una discusión con
Baekhyun, porque aunque él tuviese la razón sabia que tendría que pedir
disculpas él o el menor se pasaría sin hablarle todo el tiempo que fuese
necesario.
–Me tengo que ir yendo –le
informo Baekhyun a su novio entre beso y beso. Estaba claro que no le hacía
mucha ilusión el tener que irse.
–¿Estás seguro? –el chico
correspondía a todos los gestos que le dedicaban–. En realidad te quieres
quedar –sonrió sobre los labios del otro mientras le acercaba más a su propio
cuerpo. Recibió un pequeño golpe sin ningún tipo de fuerza en el brazo. Rió
entre dientes al ver esa manera tan poco original y poco eficiente que tenía su
novio de zafarse de él–. Quédate…
–No me lo digas dos veces o me
acabare quedando y me despedirán –se fue alejando del cuerpo ajeno poco a poco
sin dejar de besar la cara de él–. En cuanto termine de trabajar y de signos de
vida en mi casa vuelvo –prometió mientras jugaba con las manos que aun
intentaban agarrarle.
–Te voy a recoger en coche entonces
–el menor fue a quejarse pero Luhan supo continuar antes de que le cortase–.
Hace tiempo que no veo a tus padres y me echaran de menos –bromeó. Los dos
rieron por lo estúpido que sonaba aunque el bajo supiese que en realidad no
estaba muy alejado de la realidad.
–Estate puntual o me voy sin ti
–le amenazó besando castamente por última vez los labios de chino antes cogerse
la sudadera e intentar ponérsela. Se encamino hacia a la puerta pegándose de
frente contra una de las estanterías.
De su boca salieron las mil y una
maldiciones. Aun sin terminar de ponerse la sudadera intento seguir pero volvió
a pegarse contra el mismo lugar. Se quedó quieto volviendo a soltar insultos
sin ningún tipo de control. Fue entonces cuando escucho como Luhan se reía de
manera estrepitosa. Se dio la vuelta aunque no viese donde se encontraba
exactamente por la tela.
–Como sueltes una sola carcajada
más te castro –amenazó de manera feroz.
El mayor intento controlar su
risa, y lo iba logrando poco a poco aunque prácticamente la tuviese que
reprimir porque había aprendido que las amenazas de su novio eran amenazas
reales. Se levantó de la cama y lo agarró de los brazos.
–Deja que te ayude anda… –aun se
podía escuchar los restos de la risa en sus palabras. Sin ayudarle a ponerse bien
la prenda le llevo hasta la entrada del apartamento. Una vez en la puerta le
ayudo por fin a vestirse como debía–. Eres de lo que no hay –murmuró.
–Lo que tú digas, sin mi te
aburrirías –le recordó. Parecía que el buen humor del que había disfrutado hacia
dos minutos se había ido muy lejos, y Baek pareció notarlo porque al escuchar
su chirriante tono de voz comenzó a ladrar. El menor bufó con fuerza–. Hoy no
es mi día –casi tuvo que pegarle una patada al perro para que dejase en paz el
bajo de sus pantalones.
Intentado que su novio no entrase
en un repentino ataque de estrés Luhan se agachó y agarró al perro entre los
brazos. La raza era pequeña y no iba a crecer mucho más, como mucho engordar
con toda la comida que le daba Zitao.
–No digas tonterías. Hasta hace
cinco minutos estábamos tan tranquilos, solo han sido cinco minutos de mala
suerte –beso su frente como muestra de fe–. Ya verás.
El menor sonrió de una manera un
tanto forzada ante la amplia sonrisa de su novio. Quería creerle y demostrar
que tenía razón pero estaba agotado.
–Te quiero –se despidió otra vez
besando él sus labios y seguidamente saliendo por la puerta.
Zitao intentaba ignorar el
estrepito que había fuera de su habitación. Desde que Baekhyun vivía
prácticamente con ellos la casa solo estaba en silencio durante unas pocas
horas. Y ese momento no era una de esas horas. Tampoco se sentía con derecho de
quejarse o de exigir silencio porque Luhan pagaba la mayor parte del alquiler.
Cuando escucho la puerta cerrarse
sonrió para sí mismo, tranquilizándose porque el lugar seria más silencioso.
Con una sonrisa volvió a mirar la pantalla del ordenador.
–Ya se han ido –informó. Tao no
sabía que Luhan aun seguía en casa, pero daba igual porque no le molestaría–.
Lo siento, seguro que te han desconcertado todos esos gritos y…
–Está bien –al otro lado de la pantalla Yixing sonreía de manera
afable–. Siempre me ha gustado la alegría
que hay que en tu casa, aunque me gusten más los lugares más calmados –Zitao se rió de manera sarcástica sin poder
evitarlo.
–Hace ya un año y pico que no sé
lo que es tener una vida tranquila –se frotó los ojos molesto por un picor que
había sentido de repente.
Meses después de que se
conocieran y comenzasen a intimar Yixing había vuelto a China para seguir allí
con sus estudios pues solo estaba en Corea de paso. Había sido un paso difícil
para los dos porque no es como si llevasen un tiempo considerable para poder
llevar una relación a larga distancia entre ellos sin grandes inconvenientes. Lay
y Tao habían decidido ser amigos y volver al punto de la relación en el lugar
donde lo habían dejado cuando se juntasen. Por el momento les iba bien. A
diferencia del resto de amigos de Zitao (porque los de Yixing eran bastante más
normales y tranquilos) él y Yixing eran capaces reprimir sus deseos sexuales y
no caer en la tentación ante cualquiera. Aun así si conocían a otra persona que
de verdad les llamaba la atención no tenían esa carga por detrás de tener una
relación y tener que mantenerse fieles. Seamos realistas, hoy en día las
relaciones son muy complejas y simples a la vez.
–Deja de quejarte tanto y admite que en realidad los quieres mucho.
–Yo no he dicho que no les quiera
–saltó sobre su mismo asiento al alterarse.
Lay se rió por su reacción. Seguía
siendo tan natural como cuando le había conocido.
–Lo sé, pero diles más veces cosas bonitas o pensaran que les odias
–sonrió como si lo que estuviese diciendo eran anécdotas sobre ponis y
unicornios–. Te tengo que dejar. Me tengo
que preparar para ir a las prácticas… –suspiro cansado. Hacia solo media
hora que había vuelto a casa. Había comido todo lo rápido que había podido y se
había conectado al ordenador para poder hablar con el menor.
–Claro gege –el chico se mordió
el labio. Le habría gustado hablar un rato más con él, los dos tenían una
agenda muy apretada–. Ten cuidado y no te pongas enfermo con tanto trabajo que
tienes –le pidió, casi rogó, pues sabía que su salud no era buena del todo.
–Si me pongo enfermo os llamare a Kyungsoo y a ti para que me cuidéis
–sonrió ampliamente dejando ver esos hoyuelos que tan adorables e inocentes
quedaban en él.
–Kyungsoo no ira. Iré solo yo
–aseguró de manera feroz como si fuese algo que ya estuviese pasando. El mayor
echo a reír con alegría al otro lado de la pantalla.
–Te esperare entonces –dijo antes de despedirse con la mano. Zitao
le respondió al gesto antes de que la conexión se cortase.
Sehun estaba tirado sobre el
césped mirando las grandes nubes que amenazaban con llover encima de él. No es
que hiciese una temperatura del todo cálida pero él estaba a gusto allí.
Cualquiera que lo viese se pensaría que era un loco pero le daba igual lo que
los desconocidos pensasen de él. Cerró los ojos lentamente sintiéndose cansado.
Hacia un mes que había ido a una
revisión médica ordinaria y al parecer las cosas no iban muy bien. Necesitaba
una medicación más fuerte y esta le dejaba medio atontado la mayoría del
tiempo. Aunque lo prefería a tener que ingresar en el hospital y tener que
pasar por miles de pruebas. Esa misma mañana le habían sacado sangre (como cada
semana desde la revisión) para ver como respondía su cuerpo a la medicación, y
esta condición hacia que se sintiese especialmente débil.
–¿Tienes intenciones de
fusionarte con la hierba? –preguntó una voz que le era realmente conocida. Al
abrir lentamente los ojos, por la claridad del día, se encontró con un Kim
Jongin que le miraba desde arriba. El chico se sentó a su lado, para hablar con
él.
A ellos dos no les había ido tan
bien como a otros. Su relación amorosa se les había ido de las manos a los
cuatro meses de declararse novios. Las discusiones eran algo del día a día y en
vez de solucionarlas u olvidarlas por siempre las ignoraban y volvían a incluir
el tema en la pelea del día siguiente. Así una y otra vez.
Decidieron dejarlo de mutuo
acuerdo, pero fue duro y tenso para ambos. Era imposible para ellos llevar una
relación de amistad después de todo lo que habían hecho y vivido. Realmente
deseaban que las cosas volviesen a ser como siempre pero era imposible. No
solían mantener conversaciones a no ser que los demás estuviesen con ellos.
–Si lo hiciese todos mis
problemas se solucionarían –respiro de manera honda. Por el gesto y la seriedad
con la que había hablado el mayor de los dos se dio cuenta de que el chico no
estaba para bromas–. Lo siento si no puedo ser una compañía muy reconfortante…
–No te preocupes.
No sabía que decir. Por lo
general quien llevaba la conversación solía ser Sehun. Había descubierto eso
hacía tiempo. Si el menor tenía ganas de hablar la conversación salía sola, si
no la tenía era imposible de intercambiar cuatro frases seguidas. En cambio
cuando Kai no quería hablar con nadie si Sehun tan solo se empeñaba un poco
conseguía que hablase por los codos y que incluso sonriera ampliamente.
Se quedaron así durante un largo
tiempo, quizás media hora o una hora. Sehun seguía tumbado en el césped sin
moverse tan solo un poco, mientras que Kai de vez en cuando miraba el móvil y
contestaba los mensajes que tenia.
–Me tengo que ir –el moreno
comenzó a levantarse sin que el otro se moviese nada de nada–. He quedado con…
–…ella –terminó la frase que
Jongin no quería terminar y que había empezado por pura inercia–. Ve tranquilo,
yo seguiré aquí hasta que se ponga a llover.
Jongin apretó los labios entre
si, no estaba seguro de que dejarlo ahí fuese la mejor elección. Pero la verdad
era que él tampoco podía hacer mucho. Si fuese cualquiera de los demás tendría
más capacidad para animarlo. Hacía tiempo que había perdido esa capacidad.
–Nos vemos el viernes si no nos
encontramos por ahí antes –se despidió mientras miraba el móvil que recién se
había puesto a vibrar–. Sí, lo siento –le hablo a la persona del otro lado–. Me
he entretenido un poco… Voy ahora mismo –sonrió bobamente mientras comenzaba a
andar hacia una estación cercana.
Aunque al principio Sehun odiase
que Jongin hubiese encontrado a otra persona había acabado por autoconvencerse
de que estaba bien. El moreno era joven, apuesto y tenía derecho a rehacer su
vida. Él se había planteado hacerlo, pero era incapaz de pasar de los líos de
una noche.
Y realmente lo veía mejor de esta
manera. Así no tenía que preocuparse de amargarle la vida a alguien con su
enfermedad. Por ahora le bastaba con la compañía y apoyo de Baekhyun, Luhan,
Zitao y sus padres. Luhan se había acabado enterando, cosa que no le sorprendió
porque era una persona muy espabilada y vivía con las dos personas que sabían
su secreto. Era cuestión de tiempo que se enterase.
–¿Has vuelto a cambiar de sitió
los platos? –preguntó Jongdae mientras abría y cerraba los armarios de la
cocina–. No los encuentro –frunció el ceño frustrado porque no encontraba lo
que buscaba.
–Los de comer los he movido al
armario que está al lado de la puerta –contesto Yura mientras probaba de la
comida que estaba preparando–. He pensado que es más lógico tenerlos ahí. Esta
cerca de la mesa del comedor y de la cocina. Los de servir están justo… –se
movió a la parte derecha de los fogones y abrió el armario de arriba– aquí.
Listos para utilizar.
–Vale… –el menor se lo fue
apuntando todo mentalmente. Su novia tenia la manía de reorganizar las cosas
una vez al mes para atender a sus necesidades–. Me voy a poner la mesa
entonces.
Hacia una semana que Jongdae
había empezado con la mudanza. Después de hablarlo largo y tendido ambos habían
decidido pasar su relación un paso adelante. La mudanza había provocado que
todo estuviese lleno de cajas llenas de cosas del joven, cosas que aun no podía
colocarlas en ninguna parte por falta de sitio.
Otro gran montón de cajas eran
los envoltorios de los muebles que habían comprado y que tenían que montar.
Para que fuese más fácil habían invitado a Chanyeol y a Jinri a comer y que les
ayudasen. Chanyeol ya se había acostumbrado a verlos juntos y la verdad es que
le gustaba la pareja que hacían. Se veían tiernos y muy bien coordinados. Ahora
comprendía porque Baekhyun había apoyado esa relación, aunque seguía sin sentir
que justificase que su hermana se hubiese enfadado con él y le hubiese llamado
de todo por sentirse incomodo con la situación al enterarse. Si ella lo hubiese
visto desde su punto de vista se habría dado cuenta de que era bien rara la
situación.
Por su parte relación con Jinri
iba bastante bien. Habían tenido grandes baches pero los habían sabido
solucionar. Lo que quedaba claro era que ahora los dos tenían el mismo concepto
de relación seria y que esa era una de las razones por las que les iba bien, no
como anteriormente.
La situación más desesperante
había llegado cuando una vez se les rompió el condón y no se enteraron hasta
que ya era suficientemente tarde. En principio no vieron ningún problema hasta
que a Jinri se le empezó a retrasar el periodo. Esos tres días que tardo en
llegar fueron los más eternos para ambos. Se suponía que la menor tomaba la
píldora y que no tendrían que tener ningún problema pero… Siempre existe un
pequeño porcentaje en el que no funciona.
Por suerte para ellos se quedo
todo en un gran susto y el pasaje les hizo tomárselo todo con más tranquilidad,
no querían más sustos de esa índole (ni de ningún otro tipo).
La bonita e inocente sonrisa del
chico le hizo sonreír a él también, como siempre. Tenía que admitir que la vez
que le había dicho a Baekhyun que había encontrado a una persona con la que
estaba completamente a gusto había mentido. Había pasado por tres intentos de
pareja seria antes de encontrar a Minseok y decidir que él sería el definitivo.
Durante las horas siguientes a rechazar de esa manera tan pésima al menor se
arrepintió y estuvo tentado a llamarle, pero después de ver como casualmente su
coche estaba sucio por dentro y había una sustancia liquida blanca y reseca en
el asiento trasero se auto convenció a sí mismo de que no debía de matar a su
ex novio.
Pero eso ya era agua pasada. En
ese momento Kim Minseok era el chico con el que quería compartir su presente.
Sonaba cursi, pero hasta les caía bien a sus padres y eso era muy difícil. De
ahí que el chino estuviese convencido de lo seria que era su relación.
Como todas las parejas tenían sus
momentos de flaqueza. Cuando discutían cada uno se irritaba porque el otro se
lo tomaba todo muy a pecho y se volvían serios el uno con el otro. El señor Wu
no paraba de decir que se parecían a sus padres mientras discutían, lo cual
tenía gracia porque era la pareja más prospera que había conocido el nieto de
la pareja.
Tener una relación con Minseok
significaba vivir una vida tranquila, dentro de lo normal, y tener además de un
novio un mejor amigo. Sin duda Wu Yifan era un hombre feliz.
Wooow me encanto tu sentí un poco de tristeza por sehun. Él qdo solo. Y me gusta q hayas metido parejas heterosexuales. No siempre todos tienen q ser gays xD me gusta como escribe. Saludos
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