[EXORGIA] #WEIRD Capitulo 13 ¡FINAL!



Yixing y Zitao caminaban por las calles de Seúl mientras hablaban de manera cómoda y en su idioma natal. Dos días después de conocerse Junmyeon había llamado al chino porque Yixing no se atrevía a hacerlo el mismo. El coreano había sido persuasivo aunque toda la palabrería que había utilizado no era algo que necesitase para convencerlo. Y después de una larga charla por el kakaotalk con Lay para ver donde iban a ver y que iban a hacer decidieron que lo mejor era que Tao le enseñase la ciudad.

Zitao estaba disfrutando como un crio de la excursión y casi parecía que al que le estaban enseñando la ciudad era a él pues todo lo que veía le parecía nuevo y excitante. Yixing parecía disfrutar con esa actitud o sea que dejo que su entusiasmo no disminuyese.

–Mi lugar favorito de las ciudades son los barrios viejos en los que hay muchos puestos de comida –declaro el menor dejando ver que uno de sus grandes hobbies era la comida. El mayor rió ante el comentario.

–¿Crees entonces que mejor deberíamos de ir a ese tipo de lugar? Yo tengo tiempo antes de tener que volver a casa.

–Yo… yo vivo con Luhan y por ahora no me ha puesto toque de queda –bromeó. Como si Luhan fuese a enterarse además. Seguro que estaría toda la tarde y noche con Baekhyun–. Esta anocheciendo ya… si quieres podemos cenar en un lugar en el que preparan unas hamburguesas que son deliciosas. Jamás comerás unas iguales.

–Me parece bien. ¿Dejaras que te invite? –la proposición era seria y la manera en la que la había dicho hizo que Tao se pusiera rojo. Aunque no sabía si era por la emoción o por la vergüenza.

–Si… si pretendes ganarme con comida vas por el buen camino –se escondió en su ropa antes de comenzar a caminar hacia el restaurante que tanto le gustaba y tan pocas veces iba.


Cuando Sehun vio la cara de pocos amigos que le estaba dirigiendo Kai comprendió que algo no iba bien. Algo incomprensible porque hasta hacia dos minutos estaban bromeando y haciendo planes para el fin de semana. Solo se había separado de él para cederle sus apuntes a una chica de clase y al darse la vuelta lo miraba como si quisiera matarlo.

Sin previo aviso el moreno se dio la vuelta e ignoro la cara interrogativa que le lanzaba el menor. Después de la noche de fiesta habían comprobado que eran compatibles sexualmente y que tenían muy buena opinión del cuerpo ajeno. Por razones semejantes decidieron hacerse follamigos y pasar buenos ratos juntos sin complicarse mucho la vida. Y porque seguían siendo amigos y se preocupaba por él Sehun persiguió a Jongin.

–¿Se puede saber qué te pasa? –le interrogó cuando logro cogerlo y llevarlo a un lugar apartado. No quería que nadie los viese actuando de una manera extraña, ya corrían muchos rumores sobre él gracias a las esporádicas relaciones que había tenido con Baekhyun y Luhan.

–Nada –intentó hablar de manera seca pero no lo logro porque la rabia salía de su boca.

–Te conozco lo suficiente para saber qué te pasa algo Jongin –aseguró el menor–. Suéltalo. ¿He hecho algo que te moleste?

El mayor rodo los ojos y empujó al chico a un aula vacía. Por las horas que eran quedaban pocas personas en la facultad. Sehun se dejo llevar hasta el aula pensando que su amigo necesitaba también la intimidad que un lugar público no les brindaba.

–Puedo comprender que hables a todos tus amigos con una gran sonrisa en la boca, ¿pero tienes que mostrarle tanta alegría a todo el mundo? –su interlocutor le miro sin comprender a que se refería exactamente. Para él era algo normal el sonreír a la persona con la que tratabas si esta persona era amable–. ¿Qué quería esa chica?

–Solo me estaba pidiendo los apuntes… –contestó de manera pausada porque aun no comprendía cual era el problema–. Estás… ¿estás celoso? –preguntó por preguntar. La furiosa manera en la que el moreno se puso rojo (y se le notaba demasiado) desvelo que era eso precisamente y que le daba vergüenza admitirlo–. ¿Te has puesto celoso porque le he hablado a una persona? –exclamó sin comprender bien aun la razón.

–¡Calla! ¡Tú no lo entiendes porque eres idiota! –alzo el también la voz.

–¿¡Que me acabas de llamar cara jabalí!?

Parecían dos críos de cinco años que no sabían resolver sus diferencias de una manera civilizada. Solo les faltaba comenzar a pegarse con las palmas de las manos, cosa a la que esperaban no llegar.

–No espero que lo comprendas porque no tienes la cabeza lo suficientemente evolucionada para hacerlo –espetó Jongin.

–¿¡A qué coño viene eso!? –exclamó el menor muy enojado y sorprendido por lo que le acababa de soltar–. Si quieres ser un idiota se un idiota tu solo, no cuentes conmigo –gesticuló cada silaba de la frase con gran perfección (aunque cecease) pues estaba muy enfadado.

–¡Espera! –casi gritó el moreno–. ¿De verdad vas a dejarme aquí así?

–Sí. No pienso discutir con una persona que no respeta mi persona –estaba claro que llamarle a alguien “cabeza de jabalí” no era lo mismo que insultar a alguien llamándolo “ser que no tiene la cabeza suficientemente evolucionada” –. Cuando te hayas tranquilizado vienes a mí y podremos hablar.

–Pe–pero… –tartamudeó–. No puedes irte ahora. Tengo algo que… que me ha molestado mucho y… –se quedó callado ya que no comprendía muy bien el sentimiento que se había apoderado de él. Sehun lo miró con curiosidad aunque aun se pudiese ver claramente en su mirada que estaba enfadado–. ¿Tú… tú eres bisexual?

–¿A qué viene esa pregunta? –parecía que el pálido iba a perder la poca paciencia que le quedaba.

–Tú responde. Por favor –de la vergüenza que estaba pasando le caía la gota gorda por la frente.

–No. Hace no mucho descubrí que solo me gustan los hombres –respondió esperando que su contestase cuanto antes la incógnita. Jongin suspiro aliviado.

–Menos mal… –murmuró para sí mismo–. Veras, no es algo de lo que me gusta presumir pero desde hace años he tenido unas cuantas parejas, no pocas –concretó. Sehun frunció el ceño sin comprender hasta donde quería llegar–. Si me lo pongo a pensar casi todas mis relaciones han sido como la que tenia con Baekhyun, yo tenía ilusión de que prosperasen pero no la tenía con la persona indicada. Por eso me gustó Luhan en cuanto le conocí.

–¿Quieres dejar de meter a Luhan en todas partes? –exigió antes de morderse ambos labios–. ¿Te has parado a pensar que no me hace gracia ver qué piensas en él más que en mi cuando tú y yo lo compartimos todo prácticamente? –esas palabras dejaron ver que el chico se sentía herido.

–No se me da bien aprender las cosas de la teoría, en cambio si me las ponen en práctica las aprendo muy fácilmente –el mayor dio un paso hacia el frente, acercándose al imponente y enfadado Sehun–. Eres la primera persona por la que siento celos.

Los ojos del chico se abrieron llenos de sorpresa. Que Jongin se sintiese celoso porque él le dejase unos apuntes a una de sus compañeras de clase era algo que no había pensado ver jamás. Aun así no quería hacerse ilusiones.

–¿Qué tipo de celos? ¿De los que sientes por qué alguien consigue más atención o… –y dudo antes de terminar la pregunta– por qué alguien se acerca a tu pareja?

–Celos del tipo que eres mío y cualquier ser humano tendría que tener cuidado si se acercan mucho a ti.


El paso que quería tomar Zitao era bien grande, aunque él no lo supiese. Jamás había tenido pareja o alguien que le interesase mantener como tal o sea que todo era nuevo para él. Después de tener varias citas con Yixing había descubierto que el mayor era más atrevido de lo que parecía. En las dos primeras citas no había pasado nada de nada porque ninguno de los dos se atrevía a dar el primer paso aunque ambos quisiesen. La situación cambio cuando en la tercera cita Lay acompaño al menor hasta la puerta de su casa, y allí compartieron algo más que un simple e inocente beso. De la emoción Tao le había ofrecido pasar, pero Yixing solo rió y comentó que eso mejor lo dejaban para la siguiente mejor.

La cosa era que después de verse durante casi un mes entero a Zitao le pareció apropiado que Yixing conociese a sus amigos ya que habían quedado con Kyungsoo y Junmyeon varias veces. Llevo al chico al local que los siete compartían desde hacía ya tiempo con esperanzas de que se llevasen bien entre todos. Lo que no se esperaba era encontrarse a Jongin y a Sehun besuqueándose, abrazándose y acariciándose en medio del lugar como si no hubiese nadie. Los demás comprendían hasta cierto punto al haber empezado hacia dos días una relación de pareja normal fuesen hasta cierto punto empalagosos pero se estaban pasando.

El único que estaba en silencio era Luhan, que leía una revista en el mismo sofá que la pareja empalagosa. En realidad se fijaba en lo que hacían los tres amigos de toda la vida. Tao miro horrorizado como estaban medio desnudos jugando a las cartas. Parecía que quien perdía se quitaba una prenda. Lo que no comprendía era como habían acabado jugando a algo parecido y porque Luhan se lo estaba permitiendo (no porque fuese el novio de Baekhyun y tuviese que proteger la integridad de este, más bien porque al chico nunca le habían gustado ese tipo de juegos. Le parecían de lo más indecorosos).

–¿Se puede saber que estáis haciendo? –exclamó el recién llegado. Su tono de voz fue más alto de lo que había deseado. En seguida todas las miradas se fijaron en los dos chicos que acababan de llegar. Los tres chicos medio desnudos ni se inmutaron por la llegada de un extraño que los pillaba de esa guisa–. Lo siento –se giró para mirar a Lay e intentar ponerse en medio para que no viese más de lo necesario–. Te juro que yo no sabía que esto iba a pasar, de haberlo sabido…

Su interlocutor le agarró de las mejillas y las estiro mientras sonreía de manera agradable.

–No te preocupes –beso sus labios de manera casta–. Todo está bien.

–Tú debes de ser Zhang Yixing ¿verdad? –Luhan se adelantó para ir a saludar al extraño–. Yo soy Luhan, mejor amigo y compañero de piso de Tao –sonrió de manera amplia antes de que Baekhyun aun medio desnudo se abrazase a él y se agarrase con las piernas a su cuerpo–. Gracias por cuidar adecuadamente de él –inclinó su cuerpo cuanto pudo pues no podía con su novio encima de él.

Lay le imitó a la vez que Baekhyun aprovechaba para escanearlo con su mirada. Lo que veía le agradaba. Aunque le agradase para Zitao. El chico era guapo y tenía un aura de inocencia que debía de completarse genial con la falta de experiencia de su amigo.

–¿Qué tipo de ejercicio haces para estar tan bueno? –las tres personas que pudieron escucharle se sorprendieron ante la pregunta del coreano. Zitao rezó porque Yixing no hubiese entendido el coreano de Baekhyun (chico que seguía mirando de arriba abajo al chico como si disfrutase con solo mirarlo y lamerse los labios).

–(No hagas caso de este idiota) –le pidió Luhan en chino, su amigo le había dicho que tenia la misma procedencia que ambos–. (Cuando se quita ropa no sabe lo que dice…). Vamos, tienes que vestirte o vas a dar una mala impresión –se dirigió a su novio mientras le agarraba por las piernas y lo llevaba hasta donde estaba su ropa.

Si las miradas pudiesen matar Baekhyun hubiese muerto al instante. Sabía que podía decir tonterías en los momentos menos oportunos pero jamás pensó que pudiese pasar tal bochorno por el chico.

–Quitando a los tres medio desnudos los demás somos más normales aunque… –en seguida en su campo visual se cruzaron los dos menores que ahora estaban uno encima del otro tumbados sobre el sofá haciendo gestos un tanto obscenos–. No tengas en cuenta a esos dos, acaban de empezar a salir y… –se puso completamente rojo.


Baekhyun que estaba encima de Luhan se levanto de encima suyo. Era la decima vez que intentaba intimar con él pero por arte de magia cada vez que lo intentaba Baek se ponía a ladrar, a morder las sabanas y a tirar de ellas y a cualquier cosa que hiciese que su concentración se fuese.

–¡No soporto esto más tiempo! –berreó mientras se movía sobre el colchón y botaba mientras que su novio se movía a su causa–. Odio el momento en el que se me ocurrió regalarte un perro –bramó.

–Anda, tranquilízate que no es para tanto –le pidió el chino mientras acariciaba desde la parte de los pantalones desabrochados hasta la parte baja de la barriga de Baekhyun que no llevaba ya camiseta–. A mí no me molesta… –se atrevió a sumar cuando vio la mirada que le dedicaba el menor por su comentario.

–No me concentro –se deshizo de la mano de Luhan mientras se incorporaba. El mayor suspiro al ver que no iba a tener lo deseado ese día. Comprendía que Baek a veces pudiese ser ruidoso (de ahí su nombre) y que se quedase con toda la atención, pero no le parecía que fuese un gran problema.
El chino se levantó de la cama, se acercó al perro y lo agarró entre sus brazos. Al verse atendido ladró feliz por ello. Caminó hasta la puerta pero Baekhyun le interrumpió cuando fue a salir

–¿Vas a salir en ropa interior? –le señaló mostrando que solo llevaba puesto el bóxer–. ¿Qué pasa si Tao te ve solo con eso puesto?

–Ya contaba con eso –sonrió girando la manilla de la puerta y saliendo fuera. Caminó hasta la habitación del menor y tocó la puerta. En seguida recibió la indicación que le permitía pasar. Sin esperar más se adentro en el inmueble. Zitao miraba hacia la puerta y no se inmutó porque su mejor amigo no llevase casi ropa–. ¿Puedes encargarte tú de Baek un momento? No deja de ladrar y el Baekhyun humano está empezando a enfadarse de verdad.

–Ningún problema –se levanto de la silla que ocupaba para levantarse a por el perro–. Tenía intenciones de salir a dar una vuelta de todos modos –sonrió.

–Gracias, luego te haré una deliciosa cena para compensarte –le revolvió el pelo ahora que no tenía nada entre los brazos y podía utilizar de manera cómoda sus manos.


Sehun y Luhan habían coincidido a la hora de coger el autobús. Hacía tiempo que no lo cogían los dos solos, desde que habían cortado para ser más exactos. Esos recuerdos los veían muy lejanos ahora después de todo lo que habían pasado. Aunque cualquier habría jurado que su relación no podría acabar bien por las extrañas cosas que habían pasado entre ellos y con sus amigos ellos dos habían logrado volver a llevarse realmente bien. Y lo habían conseguido gracias a que ninguno de los dos era un ser rencoroso.

–¿Puedo preguntarte algo que…? No estás obligado a contestar si no quieres hacerlo. Es solo que me da curiosidad y…

–¿Es sobre Baekhyun? –el menor parecía ser adivino a veces–. Pregunta lo que quieras pero no sé si podre ayudarte mucho.

–Es solo una estupidez sin sentido, pero me lo he estado preguntando y… ¿tú conoces a los padres de Baekhyun?

–Sí –contestó con simpleza–. Son calcados los tres ¿verdad? –rió entre dientes entretenido.

–Sobre todo en la parte de personalidad –ignoró el hecho de que Sehun sabía ya que los había conocido–. ¿Cuándo te los presento erais novios o amigos?

–La verdad es que no lo recuerdo… No tengo muchos recuerdos de esa época, no fue mi fácil para mí porque… Bueno ya sabes… –parecía que le desagradaba hablar del tema, algo totalmente normal teniendo en cuenta lo que había llegado a suceder–. Baekhyun está más emocionado que nunca con vuestra relación –intentó alentarle porque empezaba a comprender a que venían esas preguntas.

Era simple y estúpido todo. Pero era normal que Luhan se sintiese incomodo teniendo al ex novio de su novio junto a los dos en todo momento. A Baekhyun parecía no importarle pero es que no había ni comparación entre la confianza que tenía el menor en sí mismo y la que se tenía el mayor.

–Lo de vuestras camisetas… Lo de “masaje penetrante” –marcó las comillas con los dedos para darle más énfasis aun– ¿es lo que creo que es? –Luhan asintió después de enrojecer lo suficiente para que una persona a cinco metros lo notara–. A veces echo de menos que alguien cuide de mi de la manera que lo hacías tú. Envidio mucho a Baekhyun cuando os veo juntos.

–Pero a Jongin y a ti os va bien ¿no? –cuestionó preocupado por su amigo. Ese muchacho se merecía alguien que le quisiese y le tratase bien.

–Sí, claro que sí –se apresuró a decir para que no hubiese malentendidos–. Es solo que con él siempre duele, mucho. Y contigo todo era tan sencillo y placentero… –suspiró–. Tendrías que darle clases a Kai para que aprenda –bromeó.

Los dos dudaban que Jongin aceptase de buena gana que alguien le diese clases sobre como tener sexo. Y más si las clases venían del ex novio de su ahora novio y del que había estado obsesionado además.

–Igual solo se tiene que dar cuenta de que tiene que tener más cuidado. Conmigo las cosas son fáciles porque trabajo mucho para que sea así –se lamió los labios–. Si piensas antes en las sensaciones de la otra persona es más fácil pasarlo bien porque sabes que no es cosa de solo uno. Puede parecer cursi pero tanto con Baekhyun como contigo me sentía responsable de las consecuencias que podía haber. Llámame anticuado si quieres pero es que los dos os merecéis que os traten como a princesas –echo a reír sin poder evitarlo ante lo que había dicho. Al entender a que se refería Sehun golpeó a su mayor varias veces mientras este intentaba protegerse acurrucándose contra el cristal del autobús.


Un año después:


Baekhyun y Luhan estaban tirados en la cama del menor mientras hablaban de manera tranquila y miraban el techo. Esa pareja por la que ninguno de sus amigos apostaba al principio porque parecía estar basada en el sexo había sido de lo más fructífera. Ahora incluso Baekhyun tenia de todo en la casa que Luhan compartía con Zitao (pijama incluido).

Había sido fácil para ellos llegar hasta donde estaban. El mayor mimaba a su novio de tal manera que este no tenía ninguna queja ni razón para enfadarse con él. El chino por su parte era una persona demasiado pacifica como para querer comenzar una discusión con Baekhyun, porque aunque él tuviese la razón sabia que tendría que pedir disculpas él o el menor se pasaría sin hablarle todo el tiempo que fuese necesario.

–Me tengo que ir yendo –le informo Baekhyun a su novio entre beso y beso. Estaba claro que no le hacía mucha ilusión el tener que irse.

–¿Estás seguro? –el chico correspondía a todos los gestos que le dedicaban–. En realidad te quieres quedar –sonrió sobre los labios del otro mientras le acercaba más a su propio cuerpo. Recibió un pequeño golpe sin ningún tipo de fuerza en el brazo. Rió entre dientes al ver esa manera tan poco original y poco eficiente que tenía su novio de zafarse de él–. Quédate…

–No me lo digas dos veces o me acabare quedando y me despedirán –se fue alejando del cuerpo ajeno poco a poco sin dejar de besar la cara de él–. En cuanto termine de trabajar y de signos de vida en mi casa vuelvo –prometió mientras jugaba con las manos que aun intentaban agarrarle.

–Te voy a recoger en coche entonces –el menor fue a quejarse pero Luhan supo continuar antes de que le cortase–. Hace tiempo que no veo a tus padres y me echaran de menos –bromeó. Los dos rieron por lo estúpido que sonaba aunque el bajo supiese que en realidad no estaba muy alejado de la realidad.

–Estate puntual o me voy sin ti –le amenazó besando castamente por última vez los labios de chino antes cogerse la sudadera e intentar ponérsela. Se encamino hacia a la puerta pegándose de frente contra una de las estanterías.

De su boca salieron las mil y una maldiciones. Aun sin terminar de ponerse la sudadera intento seguir pero volvió a pegarse contra el mismo lugar. Se quedó quieto volviendo a soltar insultos sin ningún tipo de control. Fue entonces cuando escucho como Luhan se reía de manera estrepitosa. Se dio la vuelta aunque no viese donde se encontraba exactamente por la tela.

–Como sueltes una sola carcajada más te castro –amenazó de manera feroz.

El mayor intento controlar su risa, y lo iba logrando poco a poco aunque prácticamente la tuviese que reprimir porque había aprendido que las amenazas de su novio eran amenazas reales. Se levantó de la cama y lo agarró de los brazos.

–Deja que te ayude anda… –aun se podía escuchar los restos de la risa en sus palabras. Sin ayudarle a ponerse bien la prenda le llevo hasta la entrada del apartamento. Una vez en la puerta le ayudo por fin a vestirse como debía–. Eres de lo que no hay –murmuró.

–Lo que tú digas, sin mi te aburrirías –le recordó. Parecía que el buen humor del que había disfrutado hacia dos minutos se había ido muy lejos, y Baek pareció notarlo porque al escuchar su chirriante tono de voz comenzó a ladrar. El menor bufó con fuerza–. Hoy no es mi día –casi tuvo que pegarle una patada al perro para que dejase en paz el bajo de sus pantalones.

Intentado que su novio no entrase en un repentino ataque de estrés Luhan se agachó y agarró al perro entre los brazos. La raza era pequeña y no iba a crecer mucho más, como mucho engordar con toda la comida que le daba Zitao.

–No digas tonterías. Hasta hace cinco minutos estábamos tan tranquilos, solo han sido cinco minutos de mala suerte –beso su frente como muestra de fe–. Ya verás.

El menor sonrió de una manera un tanto forzada ante la amplia sonrisa de su novio. Quería creerle y demostrar que tenía razón pero estaba agotado.

–Te quiero –se despidió otra vez besando él sus labios y seguidamente saliendo por la puerta.


Zitao intentaba ignorar el estrepito que había fuera de su habitación. Desde que Baekhyun vivía prácticamente con ellos la casa solo estaba en silencio durante unas pocas horas. Y ese momento no era una de esas horas. Tampoco se sentía con derecho de quejarse o de exigir silencio porque Luhan pagaba la mayor parte del alquiler.

Cuando escucho la puerta cerrarse sonrió para sí mismo, tranquilizándose porque el lugar seria más silencioso. Con una sonrisa volvió a mirar la pantalla del ordenador.

–Ya se han ido –informó. Tao no sabía que Luhan aun seguía en casa, pero daba igual porque no le molestaría–. Lo siento, seguro que te han desconcertado todos esos gritos y…

Está bien –al otro lado de la pantalla Yixing sonreía de manera afable–. Siempre me ha gustado la alegría que hay que en tu casa, aunque me gusten más los lugares más calmadosZitao se rió de manera sarcástica sin poder evitarlo.

–Hace ya un año y pico que no sé lo que es tener una vida tranquila –se frotó los ojos molesto por un picor que había sentido de repente.

Meses después de que se conocieran y comenzasen a intimar Yixing había vuelto a China para seguir allí con sus estudios pues solo estaba en Corea de paso. Había sido un paso difícil para los dos porque no es como si llevasen un tiempo considerable para poder llevar una relación a larga distancia entre ellos sin grandes inconvenientes. Lay y Tao habían decidido ser amigos y volver al punto de la relación en el lugar donde lo habían dejado cuando se juntasen. Por el momento les iba bien. A diferencia del resto de amigos de Zitao (porque los de Yixing eran bastante más normales y tranquilos) él y Yixing eran capaces reprimir sus deseos sexuales y no caer en la tentación ante cualquiera. Aun así si conocían a otra persona que de verdad les llamaba la atención no tenían esa carga por detrás de tener una relación y tener que mantenerse fieles. Seamos realistas, hoy en día las relaciones son muy complejas y simples a la vez.

Deja de quejarte tanto y admite que en realidad los quieres mucho.

–Yo no he dicho que no les quiera –saltó sobre su mismo asiento al alterarse.

Lay se rió por su reacción. Seguía siendo tan natural como cuando le había conocido.

Lo sé, pero diles más veces cosas bonitas o pensaran que les odias –sonrió como si lo que estuviese diciendo eran anécdotas sobre ponis y unicornios–. Te tengo que dejar. Me tengo que preparar para ir a las prácticas… –suspiro cansado. Hacia solo media hora que había vuelto a casa. Había comido todo lo rápido que había podido y se había conectado al ordenador para poder hablar con el menor.

–Claro gege –el chico se mordió el labio. Le habría gustado hablar un rato más con él, los dos tenían una agenda muy apretada–. Ten cuidado y no te pongas enfermo con tanto trabajo que tienes –le pidió, casi rogó, pues sabía que su salud no era buena del todo.

Si me pongo enfermo os llamare a Kyungsoo y a ti para que me cuidéis –sonrió ampliamente dejando ver esos hoyuelos que tan adorables e inocentes quedaban en él.

–Kyungsoo no ira. Iré solo yo –aseguró de manera feroz como si fuese algo que ya estuviese pasando. El mayor echo a reír con alegría al otro lado de la pantalla.

Te esperare entonces –dijo antes de despedirse con la mano. Zitao le respondió al gesto antes de que la conexión se cortase.


Sehun estaba tirado sobre el césped mirando las grandes nubes que amenazaban con llover encima de él. No es que hiciese una temperatura del todo cálida pero él estaba a gusto allí. Cualquiera que lo viese se pensaría que era un loco pero le daba igual lo que los desconocidos pensasen de él. Cerró los ojos lentamente sintiéndose cansado.

Hacia un mes que había ido a una revisión médica ordinaria y al parecer las cosas no iban muy bien. Necesitaba una medicación más fuerte y esta le dejaba medio atontado la mayoría del tiempo. Aunque lo prefería a tener que ingresar en el hospital y tener que pasar por miles de pruebas. Esa misma mañana le habían sacado sangre (como cada semana desde la revisión) para ver como respondía su cuerpo a la medicación, y esta condición hacia que se sintiese especialmente débil.

–¿Tienes intenciones de fusionarte con la hierba? –preguntó una voz que le era realmente conocida. Al abrir lentamente los ojos, por la claridad del día, se encontró con un Kim Jongin que le miraba desde arriba. El chico se sentó a su lado, para hablar con él.

A ellos dos no les había ido tan bien como a otros. Su relación amorosa se les había ido de las manos a los cuatro meses de declararse novios. Las discusiones eran algo del día a día y en vez de solucionarlas u olvidarlas por siempre las ignoraban y volvían a incluir el tema en la pelea del día siguiente. Así una y otra vez.

Decidieron dejarlo de mutuo acuerdo, pero fue duro y tenso para ambos. Era imposible para ellos llevar una relación de amistad después de todo lo que habían hecho y vivido. Realmente deseaban que las cosas volviesen a ser como siempre pero era imposible. No solían mantener conversaciones a no ser que los demás estuviesen con ellos.

–Si lo hiciese todos mis problemas se solucionarían –respiro de manera honda. Por el gesto y la seriedad con la que había hablado el mayor de los dos se dio cuenta de que el chico no estaba para bromas–. Lo siento si no puedo ser una compañía muy reconfortante…

–No te preocupes.

No sabía que decir. Por lo general quien llevaba la conversación solía ser Sehun. Había descubierto eso hacía tiempo. Si el menor tenía ganas de hablar la conversación salía sola, si no la tenía era imposible de intercambiar cuatro frases seguidas. En cambio cuando Kai no quería hablar con nadie si Sehun tan solo se empeñaba un poco conseguía que hablase por los codos y que incluso sonriera ampliamente.

Se quedaron así durante un largo tiempo, quizás media hora o una hora. Sehun seguía tumbado en el césped sin moverse tan solo un poco, mientras que Kai de vez en cuando miraba el móvil y contestaba los mensajes que tenia.

–Me tengo que ir –el moreno comenzó a levantarse sin que el otro se moviese nada de nada–. He quedado con…

–…ella –terminó la frase que Jongin no quería terminar y que había empezado por pura inercia–. Ve tranquilo, yo seguiré aquí hasta que se ponga a llover.

Jongin apretó los labios entre si, no estaba seguro de que dejarlo ahí fuese la mejor elección. Pero la verdad era que él tampoco podía hacer mucho. Si fuese cualquiera de los demás tendría más capacidad para animarlo. Hacía tiempo que había perdido esa capacidad.

–Nos vemos el viernes si no nos encontramos por ahí antes –se despidió mientras miraba el móvil que recién se había puesto a vibrar–. Sí, lo siento –le hablo a la persona del otro lado–. Me he entretenido un poco… Voy ahora mismo –sonrió bobamente mientras comenzaba a andar hacia una estación cercana.

Aunque al principio Sehun odiase que Jongin hubiese encontrado a otra persona había acabado por autoconvencerse de que estaba bien. El moreno era joven, apuesto y tenía derecho a rehacer su vida. Él se había planteado hacerlo, pero era incapaz de pasar de los líos de una noche.

Y realmente lo veía mejor de esta manera. Así no tenía que preocuparse de amargarle la vida a alguien con su enfermedad. Por ahora le bastaba con la compañía y apoyo de Baekhyun, Luhan, Zitao y sus padres. Luhan se había acabado enterando, cosa que no le sorprendió porque era una persona muy espabilada y vivía con las dos personas que sabían su secreto. Era cuestión de tiempo que se enterase.


–¿Has vuelto a cambiar de sitió los platos? –preguntó Jongdae mientras abría y cerraba los armarios de la cocina–. No los encuentro –frunció el ceño frustrado porque no encontraba lo que buscaba.

–Los de comer los he movido al armario que está al lado de la puerta –contesto Yura mientras probaba de la comida que estaba preparando–. He pensado que es más lógico tenerlos ahí. Esta cerca de la mesa del comedor y de la cocina. Los de servir están justo… –se movió a la parte derecha de los fogones y abrió el armario de arriba– aquí. Listos para utilizar.

–Vale… –el menor se lo fue apuntando todo mentalmente. Su novia tenia la manía de reorganizar las cosas una vez al mes para atender a sus necesidades–. Me voy a poner la mesa entonces.

Hacia una semana que Jongdae había empezado con la mudanza. Después de hablarlo largo y tendido ambos habían decidido pasar su relación un paso adelante. La mudanza había provocado que todo estuviese lleno de cajas llenas de cosas del joven, cosas que aun no podía colocarlas en ninguna parte por falta de sitio.

Otro gran montón de cajas eran los envoltorios de los muebles que habían comprado y que tenían que montar. Para que fuese más fácil habían invitado a Chanyeol y a Jinri a comer y que les ayudasen. Chanyeol ya se había acostumbrado a verlos juntos y la verdad es que le gustaba la pareja que hacían. Se veían tiernos y muy bien coordinados. Ahora comprendía porque Baekhyun había apoyado esa relación, aunque seguía sin sentir que justificase que su hermana se hubiese enfadado con él y le hubiese llamado de todo por sentirse incomodo con la situación al enterarse. Si ella lo hubiese visto desde su punto de vista se habría dado cuenta de que era bien rara la situación.

Por su parte relación con Jinri iba bastante bien. Habían tenido grandes baches pero los habían sabido solucionar. Lo que quedaba claro era que ahora los dos tenían el mismo concepto de relación seria y que esa era una de las razones por las que les iba bien, no como anteriormente.

La situación más desesperante había llegado cuando una vez se les rompió el condón y no se enteraron hasta que ya era suficientemente tarde. En principio no vieron ningún problema hasta que a Jinri se le empezó a retrasar el periodo. Esos tres días que tardo en llegar fueron los más eternos para ambos. Se suponía que la menor tomaba la píldora y que no tendrían que tener ningún problema pero… Siempre existe un pequeño porcentaje en el que no funciona.

Por suerte para ellos se quedo todo en un gran susto y el pasaje les hizo tomárselo todo con más tranquilidad, no querían más sustos de esa índole (ni de ningún otro tipo).


La bonita e inocente sonrisa del chico le hizo sonreír a él también, como siempre. Tenía que admitir que la vez que le había dicho a Baekhyun que había encontrado a una persona con la que estaba completamente a gusto había mentido. Había pasado por tres intentos de pareja seria antes de encontrar a Minseok y decidir que él sería el definitivo. Durante las horas siguientes a rechazar de esa manera tan pésima al menor se arrepintió y estuvo tentado a llamarle, pero después de ver como casualmente su coche estaba sucio por dentro y había una sustancia liquida blanca y reseca en el asiento trasero se auto convenció a sí mismo de que no debía de matar a su ex novio.

Pero eso ya era agua pasada. En ese momento Kim Minseok era el chico con el que quería compartir su presente. Sonaba cursi, pero hasta les caía bien a sus padres y eso era muy difícil. De ahí que el chino estuviese convencido de lo seria que era su relación.

Como todas las parejas tenían sus momentos de flaqueza. Cuando discutían cada uno se irritaba porque el otro se lo tomaba todo muy a pecho y se volvían serios el uno con el otro. El señor Wu no paraba de decir que se parecían a sus padres mientras discutían, lo cual tenía gracia porque era la pareja más prospera que había conocido el nieto de la pareja.


Tener una relación con Minseok significaba vivir una vida tranquila, dentro de lo normal, y tener además de un novio un mejor amigo. Sin duda Wu Yifan era un hombre feliz.

1 comentario:

  1. Wooow me encanto tu sentí un poco de tristeza por sehun. Él qdo solo. Y me gusta q hayas metido parejas heterosexuales. No siempre todos tienen q ser gays xD me gusta como escribe. Saludos

    ResponderEliminar