[Huhan] Luminescent Parte 14

Golpeando una puerta (Luhan).

Escuche el aporrear de la puerta cuando estaba a punto de dormirme. ¿Quién seria a esas horas? Me levante de la cama, con el pijama ya arrugado de lo que me había movido para intentar conciliar el sueño y me puse algo en los pies para no notar el frío suelo.

-¡SEÑORITO LUHAN! –escuche gritar al otro lado de la puerta. Vale, era Sehun, eso estaba claro-. Ábreme la puerta Hyung –me pidió mientras seguía aporreando la puerta sin descanso-. Por favor… gege… -hablo por lo bajo, lo cual atribuí a que se había cansado o algo parecido. Llegue hasta la puerta mientras el pequeño seguía golpeándola con la misma intensidad con la que había comenzado. La abrí y me encontré con un borracho Sehun, con las mejillas totalmente coloradas y mojadas en sus propias lagrimas. Debían de ser las cuatro de la mañana, hacia apenas una hora que me había ido a dormir y ahí estaba el para despertarme con su “dulce” voz.

-¿Qué haces aquí? –pregunte con cierta preocupación aunque mi tono cansado se sobrepuso a esa connotación.

No respondió. Simplemente se echo sobre mí, abrazando mi cuello con sus finos brazos, besando mi cuello. Intente separarlo de mí ya que solo lo estaba haciendo por todo lo que había bebido aquella noche. No era algo que el quisiese hacer y yo… yo solo quería dormir. Era un acompañante, no una maquina del sexo humana.

-Sehun… para. No-no quiero hacerlo –me hizo caso pero no se separo de mi-. Voy a llevarte a la cama para que duermas ¿sí? –el asintió sorprendiéndome lo sumiso que era. Lo agarre con fuerza de la cintura y comencé a guiarlo hacia mi habitación.

-¿No me lleves a la habitación de invitados? –pregunto molesto intentando separase ahora de mi agarre pues ya había dejado de abrazarme el cuello-. Si no quieres que te haga nada deberías de llevarme allí, no a tu habitación  -comenzó a hacer fuerza para irse a esa habitación sin mi permiso. Lo agarre con fuerza de su jersey y  tire de él.

-¡Por ahí no! Hoy está ocupada por un…

-¿Cliente? –pregunto golpeando mi mano para que le soltara-. ¡Voy a despertarlo y a decirle que se vaya!

Oh Dios… Sehun estaba tan borracho que le había cambiado por completo la personalidad. Vale que siempre estuviese contradiciéndome y haciendo lo que yo no quería, pero era raro por su parte que tomase tal iniciativa tan de repente.

-¡No! ¡Es solo un amigo! –exclame agarrándolo por la cintura con los brazos volviendo a tirar de él hacia detrás intentando que no diese un paso más-. Yo no traigo trabajo a casa –intente convencerle con esas palabras, ya que eran ciertas. Si trajese a algún cliente a mi casa le estaría dando la entrada a mi vida personal pudiendo hacer que se sacaran conclusiones demasiado precipitadas.

-¿Un amigo? –exclamo dándose la vuelta de repente, lo cual por el impulso provoco que yo me golpease contra una pared con el brazo-. ¿¡Porque tienes a un “amigo” durmiendo en tu casa!?

Volvió a tirarse sobre mí, sin dejar que yo respondiera pues fue directo a por mis labios. Debía de haberme imaginad que con mi suerte no iba a poder encontrar un canguro adolescente normal pero aquello era demasiado diferente a lo que yo había esperado. Deje que me besara para que se tranquilizara, bueno en realidad deseaba que lo hiciese.

Note como su cuerpo estaba frío por el fresco que hacía en la calle y después un estirón en la oreja que comenzó a doler cada vez más hasta que Sehun y yo nos separamos y pudimos seguir la dirección a la cual nos tiraban a los dos.

-¡Vosotros dos! –exclamo un Minseok enfadado porque lo habían despertado en medio de la noche. Era curioso ver que con lo tranquilo que era el chico tuviese un muy mal despertar-. ¡No son horas de andar gritando! ¿¡Entendido!? –exclamo hablando aun más alto-. ¿¡ENTENDIDO!? –grito al ver que no le respondíamos.

-Si-si, entendido Minseokie –le respondí yo con un gesto de dolor pues había vuelto a dar otro tirón a mi oreja. La soltó y caí al suelo con las manos en ella como si aquello fuese a mitigar mi dolor. Mire hacia arriba y observe como Minseok miraba al enano con cara de querer matarlo. Alzo las cejas, como preguntando si tenía que volver a preguntar.

-¡Si señor! ¡Entendido, entendido! –repitió varias veces mientras caía a mi lado.

-Bien. Que tengáis una buena noche.

Se dio la vuelta y comenzó a caminar hacia el cuarto de invitados como si no hubiese pasado nada. Mire a Sehun, el cual también se había llevado la mano a la oreja. Aunque claro, con lo frías que estaban sus manos debía de mitigar su dolor al menos.

-Venga, vamos a la cama… -suspire mientras me aproximaba a él y lo ayudaba a levantarse ya que se había vuelto un borracho torpe. Lo metí en la cama con cuidado y me disculpe para a ver como estaba Tiarn ya que aunque durmiese cabía la posibilidad de que se hubiese despertado con tanto ruido.

Por fortuna tuve la gran suerte de que esta siguiese en su cuna durmiendo plácidamente con sus manitas hechas pequeños puños al lado de su cabeza. Sonreí para mí mismo y acaricie su moflete con ternura.

-Los jóvenes de hoy en día sois de lo que no hay –mi sonrisa se volvió más amplia aun. Me di la vuelta y me metí en la cama, con un Sehun aun bien despierto. Se agarro a mí con fuerza, rodeando mi cuerpo con sus brazos nuevamente.

-Hoy no va a pasar nada ¿verdad? –pregunto fingiendo un inocente tono.

-No… -susurre yo cerrando los ojos poco a poco respirando con suavidad para poder volver a dormirme cuanto antes. Alce la cabeza y bese su frente-. Hablamos mañana.