No soy celoso (Sehun).
Llevaba media hora vagando por las calles de
Seúl sin descanso, sin saber a dónde ir. Comenzaba a anochecer y a hacer frío.
Me abrace los brazos para intentar entrar en calor pero no lo logre. Había
acudido a la que era mi casa de verdad, la de mis padres. Por casualidades de
la vida me había dejado las llaves en casa y tuve que aporrear la puerta para
que me abriesen pero no había nadie dentro y no pude entrar a resguardarme.
Era desde entonces que llevaba caminando sin
ningún rumbo. Esperaba no tener la mala suerte que últimamente azotaba mi vida y
así no me pasase nada mala; que no me atracasen o que me pegasen vamos. Puede
incluso que temblase más por el miedo a que me pegasen antes que del frío que
sentía. No se… ¿Quién sabe? Intentaba quitarme esos incómodos pensamientos de
mi cabeza pero rápidamente volvían a ella, como si no tuviesen otro lugar donde
estar.
¿Qué debía de hacer? Volver a casa de Luhan
no me parecía una buena opción, no después de lo que me había gritado. Jamás le
había pedido que me “salvase” de mis
padres. Yo era feliz con ellos porque eran mis padres. Daba igual que me
pagasen de vez a veces, tenía que admitir que de vez en cuando me pasaba con
mis actuaciones. Además, desde siempre se les ha pegado a los niños cuando
hacían algo mal y por ahora la humanidad no había desaparecido ¿no? Un niño
mimado como él no podía comprenderlo. No sabía lo que era tener una familia a
la que podías amar realmente. El solo tenía a su sobrina, a nadie más… bueno a
sus amigos. A sus entrometidos amigos.
Me negaba a estar celoso de ellos. Ellos eran
viejos y mayores, aburridos. Yo estaba en la flor de la vida. Podía hacer con
ella cuanto más quisiera y no necesitaba a él tal Luhan para ser feliz. Oh
claro que no. Que ahora me atrajese no significaba que fuese a ser así toda la
vida. Algún día se pondría gordo, fofo y su bonita cara se llenaría de arrugas,
ese día su físico será tan feo que no podría atraer ni a las moscas empapado en
miel.
Y todo era su culpa. Si no fuese porque me
había obligado a acostarme con el aquella vez yo no estaría tan apegado a su
ser. Porque es cierto que si sabes quién es la persona con la que has perdido
la virginidad y si mantienes cierta relación con el te empeñas en que te gusta
y en que todo va a salir bien. Lo haces. Y es lo que me ocurría a mí.
¡Como lo odiaba en ese preciso momento!
-¡Oh! Sehun –me di la vuelta al escuchar mi
nombre, algo asombrado. Ahí, ahora en frente mío, se encontraban Baekhyun y
Chanyeol, aun en el uniforme escolar, con una gran sonrisa cada uno felices de
verme. Envidiaba, mucho, lo fácil que tenían ellos dos para ser felices en
cualquier momento y situación. Los admiraba por ello y ellos lo sabían. A veces
incluso me trataban como si fuese su discípulo, como a un hijo al que debían de
enseñar a ser feliz costase lo que costase.
-¿Qué haces a estas horas en la calle?
–pregunto Chanyeol con su grave voz mientras se quitaba el abrigo que tenia por
encima del uniforme y me lo ponía por encima.
-Me… -pensé en si debía de confesar o no- me
he olvidado las llaves en casa y no puedo entrar en ella…
Ambos echaron a reír con una gran carcajada
conjunta. Sabía que no era buena idea contar cosas como aquellas a mis dos
amigos, y nunca aprendía.
-Pobre… -musito Baekhyun mientras intentaba
dejar de reírse.
-Es…es tan típico de ti –siguió Chanyeol
apoyando uno de sus brazos sobre los hombros de su buen amigo, abrazándolo, y
otro sobre mi cabeza, despeinándome el pelo.
-¿Quieres quedarte en mi casa a dormir
entonces? –me pregunto Baekhyun con una gran sonrisa que aun provocaba ciertos
brotes de risa-. Mañana es fiesta nacional y –¡Mierda! Estaba tan en mi mundo
que hasta se me había olvidado aquello- Chanyeol y yo íbamos a pasar la noche
comiendo mierdas y viendo películas. Sabes que siempre eres bienvenido –ofreció.
Entonces me di cuenta de la bolsa que llevaba
en la mano el más alto de los tres. Debía de estar llena de chucherías y bolsas
de snaks, los conocía demasiado bien. Siendo sincero conmigo mismo necesitaba
la compañía de alguien para no decaer de repente y volverme un depresivo.
Porque normalmente cuando discutía con alguien, me volvía un pesimista en
potencia.
Pero una buenísima
idea cruzo por mi mente. Sonreí abiertamente, pareciendo mucho más animado de
lo que había estado en toda la tarde. La pareja simplemente me observo con
curiosidad y luego se miraron entre ellos.
-Tengo una idea mejor –les informe.
-¿Cuál puede ser una idea mejor que ir a casa
de mi marido a cenar y hacer el tonto? –inquirió Chanyeol sin creérselo
demasiado.
-Eh… pues… -me quede sin saber que
responderle para poder convencerlos-. Se supone que esta noche he de quedarme a
dormir en casa de Luhan –comencé a explicar mi pequeño suplicio-. Me da
vergüenza y… con vosotros ahí no lo pasare tan mal… Además estará Tiarn, la
bebe –acune la nada para explicarles que me refería a la niña pequeña que
habían visto el otro día en la puerta del instituto en su pequeño carrito.
-¡Oh! Es verdad. A tu jefe no le hizo mucha
gracia que quisiéramos secuestrar uno… -murmuro el mayor divertido.
-Bueno… si ese es el caso entonces nos
apuntamos –asintió Chanyeol aceptando por los dos como era costumbre ya.
Sonreí feliz, casi siempre conseguía que
estos dos hiciesen lo que yo quería, sobre todo si había “malas” intenciones de por medio. Y aunque ellos no lo supiesen iba
a poder pasármelo muy bien con la situación que se iba a armar en casa de
Luhan.
¿Celos yo de sus amigos?
Y ¿él de los míos?
asdfghjklñ los celos jajajaja LOL
ResponderEliminarSIEMPRE FUNCIONAL
ASDFGHJKLÑ ME EMOCIONE TA GHEI AL
LEER ESO JAJAJA
En realidad si que es un gran celoso, esta claro xDDDDDD
EliminarMe alegro de que te lo pases tan bien leyendo E___E