[Hunhan] Luminescent Parte 13

Fiestak (Kai).

-Hacia mucho que no te veíamos tanto tiempo de seguido –le comento Junmyeon-Hyung a Sehun. Conocía lo suficiente a Junmyeon para saber que no lo decía con ningún tipo de malicia pero sí que se sentía herido por no ver a su tan querido Dongsaeng de tan seguido.

-Luhan no trabaja esta noche, ni a la tarde –le contesto él con una pequeña sonrisa en los labios, pareciendo aliviado de no tener que trabajar.

-Deberías de haberte quedado en casa descansando entonces –le hablo esta vez Kyungsoo-. Debes de estar muy cansado después de toda la semana trabajando y estudiando…

-No te creas, Tiarn es una niña muy tranquila y no molesta. Puedo hacer mis deberes mientras cuido de ella sin ningún problema.

Jugó con sus manos nerviosamente bajo la mirada de los tres. Baekhyun y Chanyeol habían ido a hablar con el de seguridad, al cual intentaban convencer de que nos pusiera el dichoso sello para luego poder entrar y salir con tranquilidad.

-No te fuerces mucho ¿sí, Sehun-ah? –Junmyeon-Hyung poso una mano sobre su cabeza, acariciando y desordenando su liso pelo-. Como acabes enfermo por su culpa iré a decirle unas cuantas cosas si es necesario –esbozo una sonrisa que contagio a mi gran amigo. Aunque Hyung fuese un entrometido en ciertos asuntos era demasiado agradable de tratar.

Aparte mi mirada intentando ignorar la conversación pues aunque no lo dejase ver abiertamente echaba mucho de menos a mi mejor amigo. Quería que terminase con ese estúpido trabajo de cuidar niños y volviese a venir todas las tardes a mi casa a molestar y a gorronearme comida.

Me acomode la chaqueta que llevaba pues había comenzado a sentir frío del gran rato que llevábamos levantados y quietos en medio de la calle sin hacer nada. Por raro que pareciese deseaba que Baekhyun y Chanyeol volviesen, aun con sus toqueteos, para que nos dijesen que sí, que habían conseguido hacerse amigos del de seguridad y que nos dejaría entrar y salir durante toda la noche.

No tengo nada claro que fue lo siguiente en pasar. Lo único de lo que tengo consciencia era de ver a mis amigos moverse y como si fuese una boba oveja los seguí allí a donde quiera que fuesen. De lo que sí que me entere era que alguien me agarraba la mano y presionaba sobre ella y… como si fuese arte de magia me encontraba dentro de la discoteca.

A veces, solo cuando me aburría mucho, solía desconectar de todo lo que tenía alrededor y simplemente seguía lo que creía que era adecuado. Pero era difícil de no darse cuenta de donde se estaba si la música a tope no te dejaba ni escuchar tus propios pensamientos. Levante la vista y observe como Junmyeon-Hyung me miraba y me tendía un vaso de algo. Yo no había pedido nada o sea que supuse que me lo había pedido el, ya que era al único al que le había hablando de esos momentos que pasaba. Sus palabras exactas fueron: “No te preocupes, yo te encubriré para que los demás no se enteren. De mientras intentaremos hacer algo para ayudarte ¿vale?”.

Desde entonces había procurado no separarme mucho de él porque sabía que me iba a cuidar y que lo tendría ahí para cualquier cosa, como nos tuvo a nosotros cuando murió Kyuhyun.

Le dedique una sonrisa para indicarle que ya había vuelto a la realidad y bebí el contenido del vaso que me había tendido en dos tragos esbozando un gesto a disgusto al ver lo fuerte que era el alcohol.

-¿Estás bien? –pregunto alarmado-. Eso era para mí, solo quería que lo probases –se acerco a mi oído para poder hablar en un tono que no desgarrase su garganta. Me pareció escuchar cómo se reía de manera despreocupada, pero me da a mí que solo fue una ilusión pues era imposible escuchar algo tan sutil con tanto ruido alrededor.

-¡Lo siento Hyung! No-no lo sabía y… ¡a la siguiente te invito yo!

-No te preocupes Jongin –me calmo el sin alarmarse-. Solo era una copa. Quedamos en paz por el café del otro día ¿sí? –acaricio mi nuca y luego se dio la vuelta para ir a lo suyo, porque los sábados por la noche casi de inmediato nos esparcíamos por el local al que íbamos y al día siguiente nos contábamos las batallitas. Aunque fuese un mal método de amigos, era nuestro método.

Habían pasado ya dos horas desde que me había separado de todos los demás, y hasta que vi a Sehun saliendo del baño no me encontré con nadie. Me acerque a él y me vio de inmediato.

-Jongin-ah –me saludo con cierta seriedad.

-Sehun-ah –le salude de la misma manera intentando no reírme. Me agarro de la camisa y tiro de mí hacia la pared más cercana con una fuerza que no pude rebatir ya que no tenía ganas de hacerlo y porque parecía que el pequeño había guardado toda esa fuerza durante años para hacer ese gesto.

Lo siguiente fue todo tan borroso… Sehun estampo sus labios contra los míos, agarrándome de la nuca, haciendo cierta fuerza. Introdujo su lengua dentro de mi boca pero en seguida la sacó, soltándome repentinamente.

-Lo-lo siento –tartamudeo dándose la vuelta dispuesto a irse. Lo agarre de la muñeca con una habilidad poco común en alguien que había bebido tanto, y lo obligue a volver hacia mí.

-¿Qué… que ha sido es?

-Jongin yo… perdóname –suplico con los ojos ciertamente llorosos. No parecía querer hablar más del asunto pero la fiera mirada que le eche, o eso creo, lo convenció para que siguiese hablando-. Yo… yo perdí mi virginidad con Luhan y… el otro día volvió a pasar y… -parecía tan confuso que se me asemejo a un niño pequeño al que le escondías algo y pensaba que era magia-. Solo quería averiguar si ahora me iban los chicos o las chicas –bajo la cabeza avergonzado.

Oh. Bien. Ahora no tendría que soportar solo el manoseo de Baekhyun y Chanyeol, si no que ahora Sehun se había sumado a su carro de la homosexualidad. ¿Qué coño le pasaba a la gente últimamente? Porque yo sabía que la primera parejita intentaba disimular su tensión sexual pareciendo amigos muy íntimos, es que lo sabia; y no me hacía ninguna que ahora Sehun se echase un NOVIO y además me utilizase a mí para experimentar su sexualidad.

Lo solté. Solté el agarre al que le estaba sometiendo y salió corriendo con la cabeza gacha. Metiéndose entre la multitud sin que yo pudiera volver a verle.

A la mañana siguiente, cuando desperté en mi cama con un gran dolor de cabeza solo pude recordar como los húmedos finos y suaves labios de Sehun me habían robado un beso en la discoteca. No quería admitirlo, ni para mi mismo ni para nadie en general; pero le había gustado.

-Tú no eres homosexual Sehun –habían sido las palabras que le había dicho hacia ya casi una semana cuando el pequeño le había confesado que había perdido la virginidad. “Tú no eres homosexual Jongin”. Se repitió una y otra vez antes de volver a quedar dormido en su cama.