[Hunhan] Luminescent II Parte 24

¡Por fin! (Luhan).

Habíamos llegado a resistirnos hasta que llegamos al ascensor. En cuanto pudimos estar solos sin que uno de los dos, dígase yo, tuviese que hacer algo que requería tal concentración como el conducir nos abalanzamos él uno contra él otro. No me sentía orgulloso de mis actos, ya que yo no era así. Había dejado de ser chico de compañía hacia ya mucho tiempo. Pero mi cuerpo deseaba aquel placer. Quería sucumbir a ello.

En el fondo me extrañaba que fuese a ser con Sehun. Lo había dado ya como imposible cuando lo deje atrás. Y luego por propia cabezonería me había negado a querer verlo como algo más. Cuando en realidad mi cuerpo se moría de deseos por él.

-Que quede claro que… -logre decir entre beso y beso-…no pensé que acabaríamos así –otra vez el contacto de nuestros labios interrumpió lo que quería decir.

-No te preocupes, con le contare a nadie nuestro desliz –prometió antes de que lo empotrara contra una pared con espejo que tenía el ascensor. El golpe sonó sordo, pero aquello no impidió que nuestras desmesuradas acciones cesasen.

Cuando la puerta del ascensor se abrió lo empuje hacia fuera, dejando que él me llevase ya que me había cogido de la corbata. Rodamos al ras de la pared hasta que llegamos hasta la puerta. A duras penas pudo meter la contraseña para que pudiésemos entrar, ya que sin poder mirar el pequeño aparato y donde estaba apretando los botones le era muy difícil. Pero nuestros labios no se podían separar de los del otro.

Al escuchar la puerta abrirse entramos casi directamente, aun sin separarnos. Conseguí quitarle parte de la camiseta una vez dentro, no me parecía correcto hacerlo fuera por si alguien lo veía. Que tampoco tenía mucho sentido teniendo en cuenta la situación en la que nos encontrábamos pero me pareció lo correcto.

Pasamos el pasillo de manera rápida. Me pareció escuchar a alguien en alguna parte pero no preste gran atención. Sehun no vivía solo o sea que no le di gran importancia. Llegamos a la habitación ya los dos sin casi ropa en la parte de arriba ya que la teníamos casi fuera del todo.

Le empuje sobre la cama, tropezó con los zapatos que se estaban quitando cayendo sobre esta de manera atropellada. Sin dejar que se incorporase tan solo un centímetro me pose sobre su cadera, dejando que las entrepiernas de nuestros pantalones tuviesen algo más que un roce. Podía notar como mi miembro palpitaba de las ganas. Hacia tanto tiempo que no tenía acción, de la que de verdad merecía la pena, que estaba casi por explotar. Apreté él uno contra él otro, dejando así escuchar un suave gemido de sus labios, sin darme casi cuenta de que de los míos también salía uno bien tímido.

Me incline sobre él para besarlo largo y tendido, nada que ver con los cortos y efusivos besos que nos habíamos estado dando apenas unos segundos antes. Nuestros labios se rozaron lentamente, acompasados los unos con los otros. Dejando que lentamente nuestras lenguas se combinasen y peleasen entre ellas.

-¡¡HIJO DE PUTA!! –un grito femenino me desorientó. Eleve mi cabeza y mire hacia la puerta, la cual estaba totalmente abierta. Una furiosa Krystal se aproximaba rápidamente a nosotros con una expresión llena de furia. Sentí miedo por mi integridad, un gran miedo. Pero antes de que se pudiese tirar sobre nosotros el amigo moreno de Sehun la pudo agarrar por la cintura, parándola e intentando separarla de nosotros dos-. ¡¡ERES UN HIJO DE PUTA SEHUN!! –exclamo con fuerza-. ¡SUELTAME KAI! ¡TE DIGO QUE ME SUELTES! –comenzó a golpear a la persona que le retenía con los pies-. ¡YO TE MATO! –fijo su furiosa y asesina mirada en nosotros.

Respire con dificultad, intentando tranquilizarme a mí mismo. Ahora que me sentía medianamente a salvo podía pensar en otra cosa que no fuese la chica echándose sobre nosotros. Sehun se había incorporado e intentaba levantarse del todo. Para eso me movió a mí de sitio sin que yo me diera cuenta.

Note como una sensación desagradable que jamás había sentido antes, odio, crecía en mi interior. Me di la vuelta y golpee mi cuerpo contra el de él sin querer. Me había decidido yo también a volverme loco, de la misma manera que se había puesto ella.

-¿Sabes cuánto tiempo llevo sin follar? –exclame intentando acercarme a ella para zarandearla, lesionarla, matarla o algo, aun así el cuerpo de Sehun se interponía entre los dos y no iba a dejar que me aproximase a su prometida-. ¡Seis putos años! ¡FUERA DE AQUÍ! –le ordene como si tuviese algún derecho a hacerlo.

-¡CALLATE! –me ordeno ella a mí-. ¡SI SEHUN FIRMASE LOS PAPELES PARA CANCELAR NUESTRO COMPROMISO OS DEJARIA FOLLAR SIN NINGÚN PROBLEMA!

¿Había escuchado bien lo que decía aquella mujer?  Porque aquello no tenía ningún sentido. Sehun me había repetido una y otra vez que entre ellos dos no había ese tipo de amor y cariño, y que por eso no iban a casarse. Que encontrarían una solución para su problema y que se solucionaría. Pero si tenían una solución y Sehun no la llevaba a cabo era porque sentía algo por ella. Y ¿estaba jugando conmigo?

Mis ganas de matarla a ella pasaron a ser ganas de matar a Sehun. Ese maldito crío que… Le obligue a darse la vuelta, empujándolo del hombro y agarrándolo de la muñeca contraria. Acto seguido golpee mi frente contra la suya, provocándole daño. Quizás no había sido lo más inteligente ya que a mí también dolió pero fue lo único que supe hacer.

-¡Gege no! –exclamo él mientras se llevaba las manos a la cabeza-. Si no los he firmado es para poder estar contigo.

-¿Eh? –le mire extrañado sin poder hacer nada porque me dolía tanto la cabeza que no tenía ganas ni de pensar o de actuar. Vaya cabeza más dura que tenia Sehun.

-¡EL MUY CABRÓN NO QUIERE ROMPER EL COMPROMISO PARA PODER TENER UNA RELACIÓN SECRETA CONTIGO! –exclamo con fuerza, aunque de manera más tranquila que antes la mujer de la habitación-. ¿¡SABES COMO ME ESTAS JODIENDO A MI, SEHUN!? POR TU PUTA CABEZONERIA ME VAS A OBLIGAR A HACER ALGO QUE NUNCA HE DESEADO. ¡DE VERDAD QUE TE MATO!