[Krischenlay] Baby Cry [Luminescent Complement]

Titulo: Baby Cry. [Luminescent Complement]

Rated: +13.

Genero: AU.

Grupo: EXO.

Pairing: Krischenlay (Kris + Chen/Chen + Lay/Kris + Lay).

Nota de la autora: En este no pasa nada extraño. Vamos me refiero con que nadie acaba sintiéndose mujer o algo parecido, o sea que tranquilas *-* Espero que os guste, yo me lo he pasado muy bien escribiéndolo. 

Jongdae siempre se había considerado una persona con pocos sentimientos y muy centrada. No es que no le importasen las personas que tenía al lado, es que no llegaba a tener un vínculo demasiado fuerte como para prestarles atención. Aun así eso tuvo que cambiar cuando comenzó a formar grupo con otros seis chicos.

Al principio, cuando los seis chicos se conocieron jamás pensaron que fuesen a formar equipo, y menos pensaron que tipo de equipo iban a formar. Fue toda una gran sorpresa ver como las misiones que les daban cada vez eran más comprometidas y complicadas.

El chico coreano escuchaba cada dos por tres como la gente le llamaba asentimetal, y le daba igual, simplemente lo aguantaba. Pero no es que fuese así, simplemente no había encontrado a nadie con quien debía de mostrar aquel perfil.

Eso pensó hasta que comenzó a conocer de verdad a sus compañeros. Ellos se portaban amablemente con él, le apoyaban y ayudaban cuando le era necesario. Se sentía a gusto con ellos aunque no supiese demostrarlo abiertamente. No lo supo al menos lo que era cogerle cariño a alguien hasta que Kris y Lay me apoyaron tanto.

Kris era su jefe, lo veía como alguien superior, alguien a quien tenía que tenerle respeto. Y por esta razón siempre le había admirado y siempre le había atraído. Le gustaba su forma de pensar, se asemejaba bastante a la de su propia persona, comparando sobre todo con los de los demás compañeros. Era serio, pero de vez en cuando sonreía, y cuando lo hacía era con sinceridad hacia que el mundo de Kim Jongdae deslumbrase. Era buena persona en toda regla.

En cambio Lay siempre había sido muy amable y sincero con Jongdae. Siempre supo con que se podría atener con él y con que no. Era divertido y parecía dispuesto a cuidar del menor sin mostrarle que lo estuviese haciendo en realidad. De una manera discreta por así decirlo. Aquello hacia que a Jongdae le diesen ganas de cuidarlo y de darle el mismo cariño que recibía de él.

Pero vaya dos amantes se fue a buscar. No podía decirse que Yifan y Yixing se odiasen, porque no llegaba para tanto. Pero su rivalidad era bien grande. 

Para empezar desde bien pequeños se habían criado en pueblos rivales. Los dos pueblos estaban junto uno al lado del otro y de por si casi se podría considerar que eran el mismo pero no, simplemente eran especiales. Iban a la misma escuela y cada niño de un pueblo menospreciaba y se burlaba del que era el contrario.

Por esto mismo tenían dos equipos de futbol, de beisbol y de baloncesto diferentes. Nunca se ponían de acuerdo y los profesores fomentaban esa rivalidad que tenían entre ellos además. A estos dos chicos les toco enfrentarse más de una vez entre ellos. Kris era como un líder nato y Lay simplemente se ganaba a todos con su gracia natural. Los dos eran idolatrados por sus amigos y odiados por sus “contrincantes”.

Y así es como empezó todo entre ellos dos. Y luego siguió en la universidad. Por lo general la gente no se tomaba en serio la rivalidad que podrían tener las teorías antropológicas y las psicológicas, pero ellos dos llegaron a llevarlas al extremo. En los debates que organizaba la universidad siempre acababan discutiendo entre ellos buscando quien tenía la razón.

Las cosas cambiaron un tanto cuando entraron a formar parte de la mafia. Yixing jamás había tenido madera de líder o si quiera había querido serlo, en cambio Yifan si que tenía ese tipo de afán. Así acabaron siendo jefe y subordinado, aunque su relación no cambiase mucho pues la mayor parte se ignoraban y la parte en la que no se ignoraban simplemente discutían. Habían pasado ya tantos años haciéndolo que les salía solo.

El resto de compañeros habían hecho lo posible por que fuesen una familia, y lo habían logrado en la mayoría de su tiempo, siempre y cuando consiguiesen que de alguna manera aquellos dos hombres se pusiesen de acuerdo.

El día en el que Chen le confesó a Kris lo que sentía por él, se sintió rechazado aunque no lo estuviese siendo. Mostro indiferencia ante la elección de no ser pareja pero ser algo más que amigos del mayor, pero se sintió realmente dolido. Siendo así Lay el que poco a poco intento reconstruir aquel pequeño corazón roto, sin que este último lo supiera. Ver al menor mal no le agradaba y con sus dotes psicológicas y maña consiguió animarlo.

Pero aquello le hizo enamorarse de Jongdae, algo que nunca pensó que pasaría. Y al saber de los sentimientos del más pequeño intento retirarse de aquella pequeña “competición” que habían acabado creando entre los dos amantes por su pequeño trofeo, pero no pudo.

La relación que Chen y Lay tenia era prospera. Llena de lo que se podían contar como momentos muy íntimos y personales. Yixing conseguía sacar las más sinceras de las risas y sonrisas de Jongdae. Se divertían juntos y se lo pasaban muy bien, además de que la compenetración que tenían entre ellos para el sexo era enorme.

En cambio su relación con Kris era seria y efímera. Ninguno de los dos podía sentir que aquello fuese una relación, pero los inesperados besos y caricias que se proporcionaban el uno al otro ocasionalmente eran suficientes para aun mantener la pequeña llama que había entre ellos dos. Jamás habían sido propensos a mostrar su cariño a otra persona, por lo cual no fue un gran problema.

-Algún día deberíamos de hacer un viaje tú y yo solos. A un lugar apartado del resto –ofreció Lay mientras miraba de manera desinteresada un catalogo de lugares turísticos a los que se podían ir-. Siempre estamos los seis juntos, los siete –se corrigió al sumar a Tiarn-. Y Luhan siempre esta persiguiéndome para que tengamos cuidado y la pequeña no nos pille –le explico mientras miraba a lo lejos jugar a la mencionada con un feliz Minseok.

Jongdae metió la cabeza entre el brazo y el cuerpo de Lay, dejando así que este lo abrazase sin querer mientras miraba la revista que tenía en las manos.

-Deberíamos de probar algún día el ir a un parque de atracciones y comportarnos como dos adolescentes –propuso él mientras miraba la foto de una gran estatua.

Ninguno de los que vivían en la casa habían tenido una adolescencia y madurez normal. Se  habían perdido muchas cosas durante los buenos años y había sido una gran pena. Eran cosas que todo joven debía de haber probado al menos una vez en la vida. Algo que le iba a marcar su futuro aunque no lo creyese.

-Me parece bien siempre y cuando vayamos un fin de semana a Jeju –aceptó mientras pasaba la hoja para encontrarse con la foto de un pequeño bosque tropical-. Nunca he estado y me parece un lugar muy interesante al que ir.

-Umh… yo estuve cuando apenas era un bebe –comenzó a hablar mientras se pensaba eso de ir o no ir-. Mis padres me llevaron para hacerme fotos allí antes de que nos mudásemos a China por una larga temporada –luego ellos se habían otra vez a Corea, dejando a su hijo allí con una buena beca-. Les pediré a mis padres los mapas que utilizaron para que no nos perdamos nosotros –salió de entre los brazos del mayor pues la postura que estaba utilizando le estaba provocando dolor de espalda.

En mala hora hablaron los dos dentro de la casa sobre planes que podían tener. Pareció ser que Kris escucho la conversación entera, o al menos parte, y decidió sobrecargar a los dos jóvenes de trabajo (más a Yixing que a Jongdae), y no dejar que tuviesen los días libres a la par. Estaba claro que para la siguiente lo mejor sería hablarlo en algún lugar en el que nadie les podría escuchar, o no al menos alguien con tanto interés como el jefe de ambos en separarlos.

Aunque eso solo provoco que quisieran pasar más tiempo juntos. Entiéndase que a Jongdae le gustaba pasar tiempo con su jefe y que solía huir a su despacho o habitación para pasar un rato tranquilo con él. Pero no era nada comparando con la movida aventura que mantenía con Lay. Mientras que el antropólogo le daba prácticamente todo lo que quería a cambio de un poco de cariño el psicólogo le obligaba a ganárselo y aquello lo hacía muy interesante. Y luego casi siempre había una recompensa sexual, algo que con Yifan no pasaba porque no habían llegado más allá de las caricias y besos. Al menor de los tres le agradaba el sexo como a cualquier persona, pero se negaba a que alguien allanase su entrada trasera, algo a lo que también se negaba Kris. Y estos dos sabían perfectamente que si intentaban llegar un poco más allá se descontrolarían y acabaría pasando algo que ninguno de los dos quería. De ahí que mantuviesen tanta precaución entre ellos.

-Mañana tengo reunión con los jefes –le comentó Yifan cuando Jongdae llego a su despacho-. Necesito que me ayudes con esto ya que se me ha deformado todo el proyecto. No te rías –le ordeno al ver que este comenzaba a hacerlo. Jongdae conocía demasiado bien el historial que tenía su jefe con los ordenadores. Siempre tenía que programárselos para que fuesen más fáciles que los que iban dedicados para los niños pequeños.

-Te he dicho miles de veces que no toques nada si no estoy delante –le recordó con cierto regodeo. Se levanto de la silla que había ocupado y pasó a ponerse detrás de la mesa para mirar de cerca el trabajo que había hecho. Sonrió sin poder evitarlo al ver la tontería que era-. ¿No has probado a darle un paso atrás? –pregunto tan solo dándole una vez al botón “delete”. El mayor simplemente había entabulado el texto.

-No… -murmuro frunciendo el ceño cabreado con él ordenador. Le parecía impresionante que Chen pudiese solucionar aquellos problemas tan fácilmente cuando yo me desesperaba, literalmente.

-Tú solo encárgate de escribir. Cuando lo tengas todo preparado yo me encargare de ponértelo en un formato adecuado y que se vea bien ¿sí? –le indicó esperando de verdad que le fuese a hacer caso, si no acabaría yendo a su despacho cada cinco minutos-. Se te ve muy tierno cuando cometes estos errores –añadió mientras acariciaba las mejillas del mayor delicadamente.

Yifan sonrió ante ese pequeño toque de piel. Le era de lo más agradable sentir el calor de otra persona sobre su piel. Agarro la muñeca de la mano que no le estaba acariciando y le obligo a acercarse a él. El menor sonrió cuando sus rostros se encontraron uno frente a otro, sin poder evitarlo. El mayor se apresuro a entrelazar los labios antes de que su amante volviese a meterse con él otra vez más.

La verdad es que a veces no comprendía porque se empeñaba tanto en meterse con la gente y en hacerlos rabiar. Claro que él no era un ser creado para comprender, solo para pensar y ordenar, observar como mucho y no juzgar. Eso le habían enseñado durante años.

La puerta se abrió de manera repentina y de esta entro Yixing que se quedo mirándolos fijamente con la boca abierta. Le tembló el cuerpo entero por un segundo y salió de la estancia antes de dar un portazo. Jongdae se quedo mirando aquel lugar durante largos segundos, pensativo. Después, como si nada, volvió a girarse hacia Yifan y con una ligera sonrisa en sus labios se aproximo al mayor para volver a besarlo.

-¿No vas a ir detrás de él? –le pregunto el más alto rechazando su beso. El menor frunció el ceño ante este gesto que para nada se lo esperaba.

-Y ¿decirle qué? “Yixing, espera. Lo de ahí dentro si es lo que piensas. Pero no te preocupes esta…” –dejo de hablar con aquella vocecilla tan ridícula con la que estaba hablando-. Los tres somos mayores y sabemos cómo están las cosas entre nosotros ¿no es así gege? Yo no os he obligado a ninguno de los dos a estar conmigo, lo habéis decidido los dos solos, sin presiones. Tenéis que vivir con ello.

Una vez más volvió a abalanzarse sobre el mayor de los dos. Este no se movió del sitio, dejo que lo besara, pero sin hacer ningún esfuerzo para seguirlo.

-Vete por favor –le pidió completamente serio. Chen se separo de él y lo miro confundido a los ojos-. Sé que perdí mi oportunidad de oro cuando decidí no tener nada serio contigo pero eso no quita que al despreciar lo que sentimos Yixing y yo hacia ti me sienta herido. Si hubiese sido yo él que os hubiese descubierto ¿habrías actuado de la misma manera?

El silencio se hizo sepulcral en la oficina. Ambos se quedaron mirándose de manera seria a los ojos, sin parpadear. Finalmente el pequeño asintió con la cabeza y se dispuso a dejar el despacho de su jefe.

Kim Jongdae podía tener muchos defectos, pero no era un mentiroso.

 

 

Yixing había llevado a su jefe a un bar que quedaba más o menos entre su casa y la empresa para poder hablar. Como había podido apreciar al joven le había enfadado encontrárselos a los dos en una postura tan intima mientras él… Luego pensaba y comprendía que Yifan tenía que haberse sentido tan mal como él cada vez que los veía hacer algo juntos o planearlo. Lo mejor que podían hacer en esos momentos era hablar como los dos adultos que eran sobre el tema. Lejos del menor de todos, pues si lo hacían no serian capaces de ser completamente sinceros el uno con el otro. Sin quererlo se contendrían.

-¿No había otro lugar mejor para hablar? –cuestiono el líder hablando en chino.

-No uno en el que los dos pudiésemos hablar tranquilamente sin alzar la voz –le contesto el menor completamente serio-. Además, si llegamos a las manos por cualquier razón la seguridad del local nos separarían en seguida. Es el lugar indicado.

Kris debía de admitir que aunque Yixing pareciese tonto la mayor parte del tiempo era una persona muy inteligente y que solía pensar las cosas a conciencia.

-Deja a Jongdae –le pidió amablemente él líder. Se quedaron en silencio mirándose-. Sabes que te gusta porque estaba a medias conmigo –sentencio de manera fría-. Yo estaba ahí desde antes y vosotros solo tenéis una relación de adolescentes llenos de hormonas.

-Y ¿crees que él que tiene algo consistente con él eres tú? –rió de una manera que incluso llego a parecer cruel-. No te engañes, he escuchado antes la conversación que has tenido con él. Tú y yo para él no somos nada siempre y cuando nos tenga a los dos. Si no solucionamos esto ya nos vamos a volver locos y acabaremos haciendo una locura de verdad –aseguró-. Y no soy partidario de cortar mi relación con él –aclaró-. Está claro que entre Jongdae y yo hay más química que entre vosotros dos.

Yifan miro fijamente al chico, sin parpadear si quiera. Debía de admitir que en cierto modo tenía razón. Por lo general los dos eran chicos muy cuerdos, puede que de vez en cuando hiciesen alguna locura pero nada de lo que alarmarse. Y en cambio: ahí estaban. En un bar de noche intentando llegar a un acuerdo por el hombre que según ellos amaban. Por desgracia para ellos, aquello no era tan cierto como ambos esperaban.

-¿Cómo ha planeado que lo decidamos entonces? –cuestiono esperando que tuviese una respuesta lógica y correcta.

-Vamos a jugar a una ronda de chupitos –acto seguido se dispuso a citar las reglas-. Él que más aguante podrá quedarse con Jongdae y el otro se retirara. En el caso de que Jongdae no esté de acuerdo con el resultado se le cederá la última palabra a él. ¿Te parece?

Kris medito cada una de las palabras que salieron de la boca del psicólogo, pero la va verdad es que le parecía bastante justo todo, por lo cual acepto.

 

 

Lo primero que escucharon ambos chicos fue el atronador sonido de un móvil. Yixing alargo la mano palmeando el suelo en busca de donde podía estar. Lo encontró en uno de los bolsillos de su propia chaqueta, la cual estaba tirada por el suelo. Se acomodo entre las suaves sabanas de la cama y después de bostezar de manera perezosa alcanzo a coger el teléfono, reconociendo en seguida la voz de Luhan.

-¿Puedo pedirte un pequeño favor? –hablaba muy rápido y teniendo en cuenta que Yixing se acababa de despertar le costó un poco comprenderle.

-¿No estás últimamente pidiéndome muchos favores? –pregunto con voz ronca mientras al otro lado se escuchaba como se levantaba de la cama.

-Solo quiero que vigiles un poco a Tiarn esta noche –le indicó mientras seguía hablando de manera atropellada-. Me ha surgido algo que hacer –Yixing pudo notar cómo se mordía la lengua o el labio de manera nerviosa.

Miro a su acompañante, esperando encontrarse con un plácidamente dormido Jongdae, pero no fue así. En vez de eso se encontró con un gran Yifan en la cama. Espera… Es que aquella no era ni su habitación, era la que Kris y Luhan compartían.

Los vanos recuerdos de la noche anterior comenzaron a aparecerse en su mente. Nunca se había imaginado que Kris tuviese tanto aguante para el alcohol. Aun así no quería darse por vencido, jamás. Ingirió e ingirió alcohol, hasta que se dio cuenta de que ninguno de los dos podía más.

Los dos estaban borrachos, muy borrachos. Cuando llegaron a casa ninguno de los dos era capaz de razonar las cosas más simples. Le pareció recordar que Tao bajaba de su habitación para pedirles silencio pero que estos solamente se rieron del pobre chico. Y luego…

Yixing era capaz de recordar que el tacto de la piel de Kris era agradable. Cálido y firme, aunque hubiese bebido mil y un chupitos. Y sus besos… ¡Oh! No sabía si era porque la boca del mayor sabía a la mezcla de todos los sabores posibles o realmente sabía así todos los días, pero había sido una de las mejores cosas que había probado en vida. Después de los de Jongdae claramente.

Entonces un mal recuerdo interrumpió todo aquello. Definitivamente: no iba a volver a probar el alcohol cuando estuviese con una persona que poco le interesaba o podía acabar pasando lo que la noche anterior. No quería volver a acostarse con alguien que no fuese Chen. No por lo menos hasta que este huyese de sus brazos.

-Claro, si es para eso puedes contar conmigo –se quedó en silencio hasta que logro salir cuanto antes de la habitación-. Menos mal que me has llamado Luhan –suspiro-, creo que te debo la vi… -pronuncio aunque supiese que el rubio no iba a comprender nada. Alzo la mirada al frente, encontrándose de lleno con la mirada de Jongdae-. ¡Chen! No, no es lo que parece –le aseguro aunque en realidad si era lo que parecía.

-Gege, no es necesario que expliques nada –sonrió de manera agradable, algo que Yixing no se esperaba para nada-. Está claro que es lo que ha pasado y que es lo que no ha pasado. Yifan y tu habéis tenido sexo –se dio la vuelta antes de meterse en la habitación que compartía con Minseok y echaba el pestillo. Porque había sonado a eso, a un pestillo que se cerraba pero… ¿desde cuándo había habitaciones con pestillos en aquella casa?

 

 

El horrible plan de Yixing acabo en desastre. Después de pensarlo bien Yifan no llegaba a comprender porque había aceptado aquella estúpida prueba. ¿Él que más beba se queda con Kim Jongdae? Como si de aquello pudiese salir algo bueno. En realidad sí que había sido capaz de sacar algo positivo de ello aunque no le gustase. Por fin había tenido sexo, aunque fuese con Zhang Yixing. Aunque no quisiese admitirlo él tenía tantas necesidades como cualquier otra persona.

Jongdae comenzó a ignorar a sus dos amantes. Hacía caso omiso de lo que estos le decían, incluso cuando le hablaban directamente a él. Estaba claro que estaba muy enfadado por lo que había ocurrido entre sus dos amantes. Al fin y al cabo siempre pensó que entre ellos nunca podría haber nada. La línea amorosa en la que creía que vivía (Kris -> Chen <- Lay) se había vuelto un triangulo de repente y no sabía cómo debía de actuar. Simplemente atino a enfadarse con ellos, ya que ellos habían sido los culpables de su propio desliz. No había pedido ni explicaciones, no las necesitaba. Simplemente le habían defraudado y no les quería volver a ver. Algo así de sencillo.

-Yifan-gege dice que necesita tu ayuda –le informo Tao después de que este le dejase pasar a su pequeña oficina llena de ordenadores-. Se le ha deformado el texto que estaba…

-Toma –le dio un pequeño USB-. Encárgate de que ponga el texto entero donde pone “TEXTO AQUÍ”. Esta en mayúsculas y es fácil de encontrarlo. Yo tengo mucho trabajo como para ir a atenderlo –se sentó delante del ordenador más grande y comenzó a hacer su trabajo.

-Pero… Yifan-gege me ha pedido estrictamente que te lleve para que le ayudes porque él…

Desde que la mafia china había dejado de mandarles encargos de asesinatos, torturas y cosas parecidas Tao se había vuelto un chico de lo más tranquilo, incluso podía decirse que tímido. No era de extrañar ya que anteriormente había tenido una gran presión sobre sus hombros. La presión de todos había desaparecido, aunque aun tuviesen misiones que hacer no eran nada comparando con las que habían sido antaño.

-Estoy muy ocupado y no quiero ver a Kris –le informo el informático desde detrás del gran ordenador.

-¡Seguro que en realidad no estás haciendo nada! –exclamo el menor de los dos siguiéndolo hasta donde estaba. Iba a seguir hablando, decirle que si Yifan le necesitaba era por algo realmente importante y no por una chorrada pero se quedo callado al ver que era verdad eso de que estaba ocupado. A la izquierda de la pantalla se podía ver una abstracta figura de colores mientras que a la izquierda un montón de letras y códigos incomprensibles para el chino.

-Precioso ¿verdad? –el alto asintió junto con una exclamación de admiración-. Mira –el coreano tecleó durante unos segundos y la parte de la derecha comenzó a moverse sin parar. Unos segundos después Tao pudo ver como la figura abstracta que había en la pantalla iba cambiando de forma y tomando otra diferente. Para ser más exactos un retrato suyo como si estuviese pintado con acuarela aguada. Volvió a exclamar con admiración, aquello había sido algo que no se esperaba-. Puedo hacer incluso que sonrías –comentó Jongdae intentando parecer despreocupado.

Le dio a una tecla más y una de las impresoras que había en el cuarto comenzó a funcionar. El mayor se levanto de la silla y cuando volvió otra vez le enseño lo que había imprimido la impresora. Justo la misma imagen que la que podía ver en la pantalla solo que en esta mostraba una tímida sonrisa.

-¿Cómo lo has hecho? Yo también quiero aprender a hacerlo –comenzó a emocionarse. Hacía mucho que no recibía un regalo de nadie. Tampoco sabía si aquella hoja llena de tinta le podía llamar regalo pero simplemente le había encantado.

-Para poder hacerlo tendrías que ser un as de la informática Zitao –sonrió delicadamente. Pocas personas en el mundo eran capaces de hacer cosas tan sorprendentes como aquellas sin probar varias veces o ir mirando cómo va quedando la pequeña obra de arte-. Aun así nunca es tarde para aprender, esta noche la tendré libre y no creo que sea capaz de dormir mucho. ¿Te parece?

El menor de los dos sonrió feliz. De entre todos sus compañeros se había decidido que él no necesitaba estudiar más. Sus capacidades físicas eran impresionantes y por eso lo habían entrenado aun más en las artes marciales. Mientras sus amigos estudiaban él se entrenaba. Le había dado realmente pena no poder seguir adelante con sus estudios. Por eso siempre seguía de un lado a otro a Yifan-gege, porque él era un hombre sabio que siempre tenía algo que compartir con los demás.

-Claro –asintió con la cabeza-. Voy a llevarle esto a Yifan-gege –le informo mientras alzaba el pequeño USB que le había dado su amigo nada más entrar en la pequeña oficina-. Nos vemos esta noche.

 

-¿Tampoco esta obedeciendo tus ordenes? –pregunto Yixing extrañado al escuchar lo mucho que había cambiado Chen desde que descubrió lo que había pasado aquella noche de copas.

-Si son ordenes sobre el trabajo sí que lo hace, si no es así es imposible controlarlo –respondió a su incertidumbre.

Justo en ese momento entro Tao por la puerta con el USB. Se quedo extrañado al ver precisamente a Yifan y a Yixing hablando tranquilamente en la misma habitación pero decidió terminar su pequeño recado.

-Jongdae está muy ocupado pero solo tienes que insertar el texto donde lo pone y ya está –le dio la misma información que le había dado su compañero.

-¿Qué te decía? –se dirigió a Yixing al decir aquellas palabras, luego volvió su mirada hacia su pequeño protegido y sonrió-. ¿Estás seguro de que tenía trabajo de verdad?

-Yo mismo le he visto –afirmo él-. Creo que estaba haciendo la nueva cabecera del nuevo drama, aunque no estoy muy seguro –se encogió de hombros-. Con permiso –se disculpo antes de salir de la oficina central.

Yixing miro el USB fijamente. Era como otro cualquiera, y solo esperaba que dentro de él no hubiese un pequeño mensaje secreto para el líder del escuadrón del que él podía salir perjudicado. Si tenía que ser sincero estaba volviéndose loco de remate. Odiaba la indiferencia de Kim Jongdae y por consiguiente odiaba a su pequeño amante. Al final todos los planes que tenia para hacer con él se habían ido al traste y no porque Kris se hubiese metido entre los dos, si no porque él había tenido una de las ideas más estúpidas de su vida.

-Algún día se le ira el enfado, no te preocupes –las palabras del mayor sonaban como si quisiese tranquilizarlo, aun así no se sentía a gusto con él.

-No me sirve eso de algún día. Yo quiero a Chen ahora –se levanto de su asiento y se dispuso a ir a su puesto de trabajo.

 

 

Junmyeon era el tipo de persona que estaba completamente concienciado con el medio ambiente y con el planeta. Por eso aunque sus padres le hubiesen obligado años atrás a sacarse el carnet de conducir el jamás se había comprado un coche o una moto, siempre preferiría ir en transporte público o andando. Aunque hubiese gente desagradable que también tomase las mismas líneas que él.

Y es que ahí se encontraba: esperando al bus para poder ir a casa después de una de las clases semanales de yoga que tenía. Lo malo era que un joven se le había puesto justo al lado a fumar, echándole prácticamente todo el humo en la cara. Tosió varias veces para ver si el individuo se daba por aludido pero no fue así. Cuando no pudo soportarlo más, al fin y al cabo estaba en riesgo el bienestar de sus pulmones, decidió apartarse.

-¿Eh tú? –escucho una voz bastante cerca-. ¿No ves que estas molestando? –se giró hacia donde provenía la voz. Un chico de rasgos bien marcados y no mucho más alto que él propio Suho le estaba hablando al “macarra” mientras se refería a él.

-¿Se está apartando no? –le contesto de malas maneras el chaval-. ¿Qué problema hay?

La gente que se encontraba alrededor comenzó a mirar que era lo que pasaba entre las tres personas en disputa. Junmyeon dio un paso atrás intentando no involucrarse con ellos dos.

-El problema es que él ha llegado bastante antes que tú o sea que apaga ese cigarro y deja que los demás respiremos aire contaminado gracias a los coches –le pidió aunque su tono de voz fuese más de una orden directa.

-Y ¿si no que? –se burlo el chico pues le sacaba más de una cabeza.

El bajo de los dos no espero ni un solo segundo para quitarle el cigarro de la boca, romperlo, tirarlo al suelo y pisarlo. Todo el mundo se quedo boquiabierto ante aquel acto.

-Anda, saca otro cigarro más –le reto con solo una sonrisa y el tono-. Voy a rompértelos todos –aseguro sin dejar de sonreír.

-¿Jongdae? –pregunto una voz conocida para los dos chicos bajitos-. ¿Qué crees que estás haciendo? –le pregunto Yixing en chino mientras le agarraba del brazo y tiraba de él alarmado-. Discúlpele por favor –le pidió al chico alto-. Se ve que hoy no anda con los pies en el suelo –volvió a tirar de su amigo una vez más apartándolo de la multitud.

Junmyeon los siguió, esperando así poder agradecer el gesto que había tenido aquel chico que al parecer se llamaba Jongdae y era amigo de su compañero de clase Yixing. Debía de admitir que había sido agradable volver a conocer a alguien ciertamente rudo de maneras que lo defendiera, así como lo había hecho Cho Kyuhyun en su día. 

-Debes de aprender a controlar esos impulsos tan fuertes que tienes contra la gente –exclamo Yixing bien alto para que el menor le hiciese caso aunque este ni le estuviese prestando atención-. ¡Te hemos advertido mil y una veces que acabaras mal si sigues tratando a la gente de esa manera!

-Ya, no creo que tú seas el más indicado para decirme como debo de comportarme –le respondió aun más enfadado que antes. Apartó a su mayor para poder dejarle atrás pero justo se encontró con un curioso Junmyeon.

-Gracias por lo de hace un momento –hizo una pequeña inclinación delante del menor de los tres-. No solo por haberme defendido, me has recordado a una persona muy querida y eso me ha hecho muy feliz –concretó. Sonrió mostrando su perfecta y paternal dentadura (¿Una dentadura puede ser paternal?) y se volvió a la parada de autobuses a esperar a que llegase el suyo.

Jongdae simplemente miro a su antiguo amante con suficiencia y luego se alejo del lugar con una gran desdichada sonrisa en la boca. El mayor lo observó hasta que este desapareció de la escena. ¿Qué coño le pasaba por la cabeza últimamente? Seguro que andaba tramando uno de esos planes tan complicados y difíciles de adivinar que se creaban en su cabeza.

 

 

Cuando Yifan llego a casa se encontró un panorama de lo  más curioso. Normalmente solían ser Tao y Tiarn los que le daban la bienvenida después del largo horario, pero aquella noche fue Tiarn sola. Se agarro a su pierna y no se la soltó hasta que este le cogió en brazos y la levanto casi hasta el techo. Luego para variar, apareció Luhan para echarle la bronca y decirle que acabaría por hacerle daño a la niña. Luego decidió ir a acostarla, si es que ella se iba a dejar fácilmente.

Decidió acompañarle, ya que solo quería dejar sus cosas en la habitación e irse a la cama. Había sido un día  realmente agotador ya que no había tenido a su técnico informático al lado para que le explicase lo que hacía mal; de ahí que hubiese tardado tanto en volver a casa. Su secretaria había intentado ayudarle, pero había sido en vano: la había acabado mosqueando y consumiendo toda la paciencia que tenia aquella pobre mujer. Lo que estaba claro era que Yifan, alias Kris, jamás se iba a llevar bien con un ordenador. A duras penas comprendía el teléfono móvil.

-Voy a por algo para beber a la cocina, ¿quieres algo? –escucho como Jongdae le hablaba a alguien que estaba dentro de la habitación que compartían Yixing y Zitao. Se dio la vuelta extrañado y lo miro detenidamente. Últimamente todo el mundo miraba así al informático.

-¿Has arreglado las cosas con Yixing? –le pregunto sin comprender. ¿Al final había escogido al psicólogo y no a él? Pensamientos como esos le hacían realmente daño. No le agradaban y prefería borrarlos de su memoria. 

Siempre había creído que la relación que tenía con Yixing no era más que sexo y algunos momentos juntos y que en cambio lo que tenía con él era algo más profundo. No tenían esa necesidad innata de tocarse y besuquearse todo el rato. Su relación estaba basada en  pilares más cultos y sostenibles. Pilares de verdad.

El chico de fracciones marcadas pasó a su lado sin siquiera mirarlo. El mayor de los dos intento cogerle de la mano pero este, como si hubiese sabido cuales iban a ser sus movimientos, lo esquivo con maestría. 

Se lo pensó bien antes de abrir la puerta de la habitación, esa que dos de sus compañeros compartían. Le daba miedo encontrarse con un Yixing feliz y a saber en qué situación; pero jamás se espero encontrarse con un Zitao sonriente sentado en su cama mientras indagaba en su ordenador.

-¡Yifan-gege! –exclamo feliz al verle-. Chen-Hyung me está enseñando a utilizar el photoshop –inclinó el ordenador para que viese lo mismo que podía ver él en la pantalla-. Es feo, lo sé, pero Jongdae-Hyung me ha dicho que lo estoy haciendo muy bien para ser un principiante.

Realmente se le veía feliz aprendiendo a utilizar aquel programa que Kris jamás llegaría a entender (ni en un millón de años).

-Chen pocas veces halaga un trabajo con el ordenador, debes de sentirte orgulloso –intentó animarle para que siguiese así-. Sigue así didi –le sonrió de manera leve-. Yo me voy a la cama, hoy ha sido un día agotador y… -se quedó callado al darse cuenta de que poco caso le estaba haciendo el joven. Se veía muy feliz con su nueva destreza.

Así pues el mayor decidió dejarlo tranquilo, que disfrutase del momento. Cerró la puerta con suavidad para no molestarlo y se dio la vuelta. Apenas lo hizo, apareció Chen con dos botellas de agua, una en cada mano. El mayor de los dos le cerró el paso con él cuerpo.

-No creas que no sé lo que estás haciendo –le miró de manera desafiante como si con eso admitiera que la situación entre los dos estaba de lo más fría-. Aléjate de Tao –le ordenó con firmeza.

Como suponía que pasaría, Jongdae hizo caso omiso de las palabras del mayor. Con una actitud indiferente lo esquivó y pasó dentro de la habitación. Esa que antes solía visitar para encontrarse con Yixing y ahora utilizaba para enseñar a Zitao. O algo peor aún, intuía Kris.

-A la siguiente deberíamos de buscarnos un lugar menos transitado para estudiar –ensancho su sonrisa en cuanto entro por la puerta y se dirigió al que era menor que él-. Aquí pueden haber muchas distracciones ¿no crees? Apenas llevamos una semana con las clases y cada noche nos interrumpe una persona diferente –rio suavemente como si en realidad no le diese la importancia que realmente le daba.

-Pena que no haya otro lugar –el menor se encogió de hombros mientras aceptaba el botellín de agua que su amigo le ofrecía-. En la empresa sería algo ridículo y aquí, es el inconveniente que tiene eso de vivir tantas personas bajo el mismo techo –se encogió de hombros a la vez que sentía como el colchón cedía ante el peso de su amigo y compañero.

-Mi cuarto tiene pestillo, pena que Minseok se vaya a dormir tan temprano.

-¿Desde cuándo vuestro cuarto tiene pestillo? –rio el menor sin comprender para que lo querían-. ¿Eres un adolescente que tiene que esconder algo de su madre la entrometida? –pregunto entre risas. Chen no pudo evitar reír a su par por el comentario. La verdad era que a su madre jamás le había dado por registrarle la habitación o por hacer cosas del estilo.

-Anda, no te rías tanto y sigamos –le pidió mientras comenzaba a mirar lo que había avanzado mientras él no estaba. Y la verdad es que no había sido casi nada, parecía que el menor prefería hacer las cosas bajo supervisión, por si se equivocaba con alguno de los pasos-. Coloca esta capa por delante de la tercera –le señalo ambas mientras le explicaba-. ¿Ves como así queda mejor? Aunque estén las dos en blending y el cambio sea mínimo hay que procurar que el resultado siempre sea perfecto.

Siguió explicándole nuevas cosas durante una media hora, hasta que Tao cambio de conversación de manera radical.

-Yo sé de una manera en la que Yifan-gege no te podría prohibir pasar el tiempo conmigo.

-¿Has escuchado el pequeño monologo que me ha ofrecido? –pregunto lo obvio. Este asintió-. Solo esta cabreado y molesto porque paso de él y de Yixing. Mañana cuando se despierte se le habrá olvidado, seguro.

-Dudo que pueda olvidar algo tan fácilmente –frunció el ceño. Parecía que Jongdae hubiese olvidado todo lo que había aprendido viviendo junto al líder. Él pocas veces olvidaba las cosas, en ocasiones muy contadas-. No sería difícil quitárnoslo del medio.

Jongdae fijo su mirada en el de manera rápida.

-No estás hablando en serio –se le escapo una risa nerviosa. Era imposible que el querido protegido de Yifan siquiera intentase dañarle. Aun así el menor asintió-. Vamos Tao. No es como para querer matarlo. Hace tiempo que dejamos esa vida, pensaba que no la echabas de menos –intentó concentrarse en la pantalla del ordenador.

-Claramente –afirmó-. Pero no me agrada que alguien intente impedirme algo que me viene bien y que me agrada –pasó su brazo entre el de su amigo y su cuerpo, entrelazándolo así-. Es agradable tener tu compañía y afecto. Es algo que suele verse poco –sonrió afable.

-No te confundas –Jongdae rio molesto por el contacto físico al que le había obligado el maknae-, ni te ofendas. Es divertido pasar tiempo contigo pero ahora mismo solo eres una de las piezas que estoy utilizando para desquiciar a Lay y a Kris –le explicó-. Eso sí, he de admitir que en ti he encontrado algo más que una mera pieza de ajedrez –confesó-. Has llegado a ser realmente interesante.

El menor se quedo boquiabierto ante lo que le acababan de decir. Aunque hubiese adornado aquella declaración con palabras bonitas se sintió herido y deshonrado. Observo fijamente como su supuesto amigo se levantaba de la cama y se alisaba los pantalones.

-Creo que por hoy hemos tenido suficiente, mañana seguiremos –le prometió antes de salir de la habitación.

Casi corrió hasta la habitación del líder, si no fuese porque se obligo a sí mismo a ir con tranquilidad y no hacer ruido. Una vez dentro zarandeo el cuerpo del mayor, intentando despertarlo.

-Hyung, despierta. Es urgente –intento no levantar mucho la voz. Este en vez de querer hacerle caso, estaba ciertamente dolido por la actitud que tenían Zitao y Jongdae en ese momento, intento ignorarlo pero no fue capaz.

-Déjame en paz –le ordenó-. No vengas ahora a hablarme cuando has pasado de mi durante todo este tiempo –se resistió a abrir los ojos. La puerta se abrió. Chen miro con miedo a ver quién era el que se encaramaba al otro lado, pero solo era Yixing.

-¿Lo has escogido a él? ¿En serio? –exclamo dolido. Fue entonces cuando Yifan encontró interesante lo que Jongdae iba a decirle. Se incorporo y lo miro, expectante de que era lo que iba a decir.

-No es eso –con un gesto le indico a Lay que se acercase y que bajase la voz-. Es Tao.

-¿Cómo que has escogido a Tao? –exclamo Yixing con fuerza sin poder evitarlo-. ¿También era tu amante? Chen tener uno o dos no está mal, pero tres ya son demasiados –le regaño.

-¿Te digo que no te aproximes a él y lo primero que haces es ponerlo por encima de mi? –protestó entonces el líder.

-¿YA OS CALLAREIS UN DÍA NO? –exclamo explotando repentinamente el menor de la habitación. Algo que era sumamente difícil de ver-. Estoy intentando…

La puerta se volvió a abrir una vez más, y de esta entro Zitao haciendo que sumasen cinco los que se encontraban en la habitación pues Luhan se encontraba recostado en la cama sin decir nada de nada. Prefería no meterse en problemas amorosos de otras personas, ya tenía suficiente con lo suyo. 

-¿Intentando que Jongdae? –pregunto de manera seria Zitao mientras enfundaba una pistola en las manos, apuntando con esta a Kris. Claramente aquello no era nada que alguno del cuarto, exceptuando a los dos pequeños, podía haber previsto-. Adelante, cuéntales tu precioso plan y como me has utilizado a mí y a otros seguro.

-Zi–Zitao –intentó pronunciar de una manera tranquila y poco atropellada Yixing-. Está claro que todos odiamos a Jongdae, pero eso no significa que…

-¡Yo no odio a Jongdae! –concretó-. ¡Lo que no soporto es que por vuestra estúpida culpa yo haya tenido que sufrir! –señalo con el arma a Yixing y nuevamente Yifan-. Vosotros siempre habéis estado muy ocupados para haceros cargo de mi –indicó dolido-. Pero el saco tiempo para enseñarme cosas. Me he sentido mucho más hábil durante este corto tiempo que en toda mi vida. Y tú me lo querías quitar –indicó con más énfasis al líder.

-Eso no es del todo así, yo… -comenzó a justificarse Yifan.

-¡Cállate! –exclamo el pequeño poniéndose aun más nervioso. Repentinamente apunto a Jongdae con el arma-. ¿Te has dado cuenta de lo que eres capaz de hacer con tú egoísmo? –le pregunto casi de mala gana.

-¿Acaso yo tengo la culpa de que te enseñaran a matar y a nosotros otras cosas? –levanto la voz. 

La expresión de Tao se vio herida, realmente herida. ¿En que estaba pensando Jongdae al decir aquellas palabras? ¿No se daba cuenta del peligro en el que estaban todos en general?

Simplemente apretó el gatillo. Todos pudieron notar como el tiempo pasaba extremadamente rápido.

Luhan se levanto de la cama, dándose la vuelta para mirar que era lo que estaba pasando en realidad.

Kris se lanzó sobre Tao para que no volviese a disparar nuevamente.

Jongdae intentó hacerse a un lado para que la bala no le atravesase e hiriese.

Y Yixing se interpuso entre Tao y Chen tan rápido que la bala impacto contra su muslo.

Cayó al suelo con una larga exclamación de dolor. Durante su vida se había hecho muchas heridas y siempre pensó que una de bala debía de parecerse a otra cualquiera. Pero se equivocaba. Aquella dolía mucho más de lo normal.

El ruido que el arma había soltado se le había quedado grabado en el tímpano y no podía escuchar lo que los demás decían. Sus ojos se iban nublando poco a poco, pero pudo ver como su querido Jongdae lo agarraba con fuerza y gritaba algo, aunque no lo pudiese escuchar. Se veía realmente preocupado.

 

 

Cuando volvió a despertar se sintió extremadamente cansado. Intento abrir los ojos rápidamente para saber donde se encontraba, pero no era capaz. Cuando los abrió del todo giro la cabeza hacia los lados, intentando reconocer algo de aquella sala. A su derecha, en un butacón, se encontraban Jongdae y Zitao. El primero estaba dormido, o al menos intentaba dormir, y el otro miraba al paciente con los ojos más nerviosos que antes, lloriqueando. Cuando percibió que este se había despertado enseguida se levanto del butacón provocando que Chen se descolocara de la pose que había cogido.

-¡Yixing-gege! –exclamo fuerte mientras comenzaba a llorar-. Lo–lo siento yo… -se echó sobre la cama de manera derrotada. Los demás que se encontraban en la habitación acudieron rápidamente a la cama principal de la habitación del hospital.

-Eh –murmuro suavemente Luhan mientras le acariciaba el pelo-. ¿Te encuentras bien? ¿Te duele algo?

Yixing negó como pudo. Sentía la garganta reseca y quería hablar pero no era capaz de hacerlo.

-Toma, el médico dijo que bebieses mucho agua –Jongdae le acerco un vaso con una pajita de color verde, metiéndole esta en la boca como si hubiese adivinado que era lo que quería. Aunque no se sentía muy bien, no notaba su estomago de un modo muy adecuado, se obligo a beberse todo el agua del vaso.

-Estoy bien –habló casi en un suspiro sorprendiéndose a sí mismo de lo plana que tenia la voz-. ¿Qué ha dicho él médico? –tosió un poco al notar aun la garganta seca.

-Te pondrás bien –Jongdae acaricio su pelo con cuidado. Zitao seguía llorando a su vera mientras la otra mano de Chen le acariciaba la espalda a él-. Tendrás qué hacer mucho reposo pero la herida no es tan grave como nos esperábamos al principio –explico Yifan.

El enfermo pudo ver como tenia puesta una vía en el brazo, al igual que Luhan que todavía seguía a su lado. ¿Había perdido tanta sangre que sus propios amigos le habían tenido que donar? Así funcionaba. Kris era 0 negativo y Luhan era 0 positivo. Por lo cual Kris nos podía donar sangre a todos y Luhan a unos cuantos. Mi sangre era A positivo de ahí que los dos pudiesen donarme sangre.

No tardo en aparecer el médico para ver como se encontraba su paciente. Los mandó a todos fuera mientras me auscultaba a mí en privado.

-Pasara aquí la noche por si acaso –me informó-. Pero mañana por la mañana podrá irse a casa si así lo desea –yo asentí de acuerdo con lo que decía-. Solo se podrá quedar uno de sus amigos con usted –le explicó al ver que yo los estaba mirando al otro lado del cristal-. Y a ser preferible, no vuelvan a traer a una niña pequeña a esta sección del hospital –le medio regaño-. Pase buena noche.

Después de discutir brevemente se decidió que Luhan iba a quedarse con Lay. Habría que firmar mucho papeleo ya que la herida era de bala, un arma prohibida. Yixing había dejado claro que no iba a denunciar a Zitao, podía llegar a comprender porque había actuado así y no quería que por los locos planes de Jongdae este acabase pagándolo. Al fin y al cabo eran una familia.

-¿Quieres que te acomode un poco la almohada? –le pregunto el servicial rubio. El menor lo rechazo con una pequeña sonrisa. Intento incorporarse un poco en la cama, pero no podía hacerlo con la pierna dormida o sea que su amigo le tuvo que ayudar.

-Luhan, si de verdad te gusta Sehun –habló medio adormilado-. Deberías de luchar por él. No creo que acabes peor que yo –comenzó a lamentarse-. He recibido un disparo de bala por el hombre al que amo y él…

-Jongdae quería darte su sangre para salvarte –interrumpió Luhan pues comprendía que era lo que su amigo le quería decir-. Yifan y Xiumin casi no pudieron con él por el ímpetu que tenía en salvarte la vida. Creo que Yifan ya intuye que va a elegirte a ti y la verdad es que estaba totalmente ido cuando se ha dado cuenta. No parecía él.

El castaño intento sonreír aunque los calmantes no se lo desasen nada fácil. Que el tranquilo Jongdae se hubiese puesto histérico era algo que le agradaba. Sabía que si hubiese sido Kris el herido también habría actuado así. Lo hubiese hecho con cualquier herido del que se sintiese culpable.

-Sehun y tú –volvió a intentar hablar sobre ellos dos, ya con los ojos cerrados-. Os merecéis ser felices… juntos –musito muy suavemente antes de caer dormido. Lo último que sintió fue como Luhan le tapaba mejor con la manta y le daba un pequeño beso de buenas noches en la frente, como si fuese un niño pequeño del que tuviera que cuidar.

 

 

El coche entero iba en silencio. Yifan conducía en su propio mundo mientras tenia a un pensativo Minseok al lado como copiloto, que miraba a través de la ventana. Cuando escucho el disparo, se despertó de manera repentina y corrió hasta la habitación donde se creó todo el escándalo. Aunque en seguida desapareció pues escucho llorar a la pequeña, por el susto que se había pegado, y decidió ir a consolarla antes de hacer nada más.

En los asientos de atrás iban Tiarn dormida en una esquina. Apoyaba la cabeza en el regazo de Chen, que acariciaba su pequeña cabeza de manera delicada. Al otro lado se encontraba Tao, también dormido apoyado en el hombro de Jongdae.

Podía decirse que la escena se veía tierna, pero no en la situación en la que se encontraban. Kris pudo observar que Chen se encontraba mirando un punto fijo al frente, seguramente pensando en lo que acababa de pasar, o a saber en qué cosas más. Cuando llegaron a la casa nuevamente Minseok se encargo de llevarse a Tiarn a la cama, la cual no se quería despertar.

-¿Te encargas tu de Zitao? –le pregunto el líder al pequeño-. Agradecerá que te quedes con él.

Jongdae asintió sin mediar palabra. El mayor de los tres le ayudo a llevarlo hasta la cama sin despertarlo. Después de todo lo que había ocurrido aquella noche todos estaban agotados y si dos de ellos podían conciliar el sueño lo mejor era no despertarlos y dejar que siguiesen. Chen se acostó justo al lado de Zitao, apoyando su cabeza sobre la ancha espalda del pequeño mientras cerraba los ojos e intentaba dormir.

 

 

Cuando Yixing volvió a abrir los ojos de lo primero que se percato fue de que la herida en el muslo de la pierna le volvía a doler. Los calmantes habían dejado de hacer efecto hacía ya tiempo por lo que parecía. Lo segundo de lo se percató fue que Luhan no estaba en la habitación y en su lugar se encontraba Yifan, leyendo una revista aparentemente tranquilo.

-Buenos días –saludo el psicólogo mientras intentaba colocarse bien en la cama. Al escucharlo el líder enseguida se levantó de la silla y se dispuso a ayudarlo-. Gracias. 

Se rasco la nariz con los dedos antes de mirarlo fijamente. Estaba claro que Yifan no había dormido bien, se lo podía decir tanto el estado de su cara como la de la piel.

-Espero que tengas ganas de irte –le dedicó una sonrisa de medio lado-. Jongdae dice que quiere hablar con los dos.

-¿Te preocupa? –pregunto el menor sin ánimo de ofender.

-No es que me preocupe –hizo una pequeña pausa antes de seguir hablando, calculando prácticamente cada palabra que fuese a salir de su boca-. Se cual va a ser su respuesta. Te va a escoger a ti. He perdido pero algún día lo dejáis yo estaré ahí.

-No deberías de perder la esperanza tan fácilmente –le aconsejo el menor-. Sé que es fácil decirlo pero habéis estado mucho tiempo juntos, eso no se olvida fácilmente.

-¿Cuánto han tenido que drogarte para que digas eso? –rio entre dientes divertido por las palabras de su compañero. Jamás pensó que fuese a escucharlas de sus labios. Parecía demasiado bonito para ser verdad. 

Yixing rio también, sin poder evitarlo. La verdad es que le podía encontrar un lado cómico a la situación y todo. 

Su líder le ayudo a lavarse y a vestirse. Le sacó del hospital en silla de ruedas y luego le ayudo hasta el coche pues no podía andar como era debido. Al llegar ahí se encontraron con una pequeña sorpresa que no se esperaba ninguno de los dos.

Jongdae se encontraba apoyado contra una de las puertas, mirando hacia todos los lados esperando que aquellos dos chicos apareciesen. Cuando por fin los vio no pudo evitar sonreír ampliamente al verlo. Tuvo la tentativa de ir a ayudarles, pero se veían bien los dos juntos. Era tierno ver como después de años de rivalidad los dos chicos eran capaces de dejar sus diferencias a un lado.

-No quería esperar más para tener esta conversación –les explico sin darse ningún rodeo cuando sus dos amantes llegaron al coche-. Tampoco sé si queréis escucharlo ahora o preferís esperar pero… -dudó durante un corto segundo-. No voy a elegir entre vosotros dos.

-¿¡Qué!? –casi exclamaron los dos a la vez.

-Me enfado mucho el pensar que podíais tener algo entre vosotros. Precisamente os escogí a vosotros dos como amantes porque no os queríais ni ver –comenzó a explicar-. Y, en ese momento, sabía que jamás podría haber nada entre vosotros. Así erais los dos completamente para mí. Pero… os acostasteis a mis espaldas. Y me jodió pero ahora sé que me guste o no entre vosotros también hay algo… -¿Cómo podía haber malinterpretado así la escena? Entonces ¿jamás se llego a enterar de que habían hecho una especie de apuesta para ver quien se quedaba con él? ¿Lo que realmente le cabreaba era que hubiesen tenido sexo entre ellos?

Estaba claro que el menor de los tres era el más complicado de entender. Aunque como pareja tuviese a un experimentado antropólogo y a un brillante psicólogo. Su ciencia siempre había estudiado el comportamiento humano y lo había intentado comprender. Pero Kim Jongdae era un autentico fenómeno para ambos.