[Hunhan] Luminescent Parte 22

Si no os habéis leido el capitulo 21 leedlo. He actualizado dos capitulos a la vez, por eso lo digo.

Abrazo familiar (Baekhyun).

La reacción de todos al verme fue darme un abrazo conjunto. Me sentía bien en los brazos de mis amigos, sobre todo después de haber disfrutado de un bonito y tranquilo día con Chanyeol. Cuando todos me dejaron libre, me enseñaron cada rincón de la casa aunque… ¿creían que no me iba a acordar? Vivian en la casa familiar que había pertenecido a la familia Oh durante años. Había pasado días y noches ahí metido. Definitivamente, no tenían del todo claro en qué consistía mi trastorno. Y quizás mejor.

Les explique con paciencia, aunque Chanyeol me tuvo que ayudar en más de una ocasión a explicarme, que precisamente aquel día me podían tratar como al Baekhyun que siempre habían conocido porque es lo que era. No era el Byun Baekhyun que se creía mujer. Era el chico de siempre.

-Echaba mucho de menos tu sonrisa Hyung –Kyungsoo se me había abrazado como si fuese un coala. No presentaba ningún síntoma de que me fuese a soltar con facilidad. Y ante tanta ternura que me demostraba yo no podía evitar responderle con la misma. Ya se me había olvidado lo mimoso que podía llegar a ser de vez en cuando.

Al vernos en aquella pose, Junmyeon y Sehun se apuntaron en seguida a colgarse de mí y aquello ya se me hacía más difícil de sostener. Había perdido mucha fuerza en el psiquiátrico porque mi otro yo había decidido ser un ser femenino y delicado. Con lo cual me tambalee varias veces hacia los lados antes de que Chanyeol me los sacase a todos de encima con una gran sonrisa.

No tardamos en ponernos a comer algo. Después de notar como durante meses una insípida comida se metía en mi organismo aquella comida sabia a gloria vendita. Creo que jamás podría olvidar como sabia aquello. Me llevaría toneladas y toneladas de comida en tuppers para que jamás se me terminase.

-Anda, podéis preguntar todo lo que queráis –les anime después de ver como sus miradas curiosas no hacían más que posarse en mi persona. Aun con la invitación parecía que estaban llenos de reparo en preguntar cualquier cosa. Seguro que se les haría violento-. Por lo aplatanado que tengo el cuerpo –comencé a hablar yo- podría decir que vivir en un psiquiátrico no es nada agradable. Los enfermeros por lo general siempre me suelen tratar bien, o eso dicen, ya que soy de los pocos que me porto genial y no da problemas. La verdad es que tampoco puedo contaros mucho porque pocas veces vuelvo en mi y soy consciente de lo que hay alrededor –murmure con tristeza.

-No tienes que hablar de lo que no quieres –Junmyeon poso su mano sobre mi mismo de manera fraternal. Sin poder evitarlo apoye mi mano sobre la suya mientras le sonreía-. Tenemos curiosidad, es algo innegable pero no tienes porque forzarte a ti mismo a hablar. Lo comprendemos de sobra.

Note mis ojos humedecerse. Me emocionaba escuchar como intentaban ponerse en mi lugar, ya que ni yo mismo sabía cómo debía de hacerlo. Mi situación era tan extraña y extrema que si me ponía a pensar detenidamente no encontraba la razón por la que se habían quedado a mi lado.

-Yo en realidad no quiero volver –admití-. Me da miedo poner otra vez un solo dedo allí. No saber cómo voy a despertar. Es algo que me aterra. Pero estar allí solo… -sentí como mi cuerpo comenzaba a temblar levemente, como si sintiese un gran escalofrío-. Solo quiero que sepáis que… -note como unos brazos pasaban alrededor de mi cuerpo, sujetándome con fuerza para que no siguiese temblando.

-Si no quieres volver está bien –aseguro Jongin apoyando su mano en mi mejilla, uno de los pocos lugares que el cuerpo de Chanyeol no cubría-. Nos las ingeniaremos de alguna manera para sacarte de allí. Sehun ahora es rico y puede sobornar a los… ¡auchs! –exclamo después de que este le propinase un capón.

Con un gesto de confianza, Sehun aparto a Jongin de donde estaba, pisándolo por todas partes para pasar hasta donde estaba yo. Al verlo de cerca y tan solo a él pude ver lo que había crecido mi pequeño. Ahora incluso llegaba a ser descarado, aunque fuese con los de su misma edad.

-Para sacar a alguien de un psiquiátrico no se necesita ningún soborno –me informo-. Con que tu tutor firme y se haga cargo de ti valdrá –miro hacia Chanyeol el cual asintió, pude notar aquel gesto.

-Podemos ir el lunes, antes de que tenga que irme a trabajar –susurro con su ronca voz-. Puede que el trámite dure un par de días pero después de eso podrás vivir aquí con nosotros, si quieres.

Observe como Junmyeon miraba al alto con una interrogante expresión, pero como parecía feliz por la decisión que habíamos tomado todos no le di mayor importancia. Poco a poco comencé a llorar otra vez más. No recordaba haber llorado tanto durante años. Y es que para mi iba a ser difícil poder recordarlo.

Recordé él primer día en el que desperté como hombre después de comenzar aquel trastorno. Chanyeol me había explicado todo lo ocurrido, intentando no detallar mucho para no herirme. Aun así llore como si fuese un niño pequeño. No podía creer que aquello me estuviese pasando a mí.

Puede que incluso me quedase sin agua dentro de mí, porque me sentí vacio y seco. Peor que nunca en mi vida. Incluso peor que cuando sentía que los sentimientos que tenia hacia Chanyeol no eran correspondidos. Y ese sentir fue durante largos años. Las pocas veces que despertaba como hombre me las pasaba triste porque era consciente de mi situación.

Era un desgraciado y todo… todo por amar a un hombre que no me correspondía. Agradecía el trato que me daba mi mejor amigo cuando estaba conmigo, lo cariñoso que era y el cómo me hacía sentir querido. Pero no era real. Y puede que aquello me acabase doliendo aun más pero… era un dolor que estaba dispuesto a soportar.

Porque ya estaba loco. No podía acabar aun peor.

Y es que el amor tiene la capacidad de volver loco a alguien.