[Hunhan] Luminescent Parte 23

Cafeteria (Luhan).

Después de aquel brunch que hicimos en la gran casa de los Lee, Sehun y yo seguimos quedando de vez en cuando para poder contarnos batallitas del tiempo en el que no nos habíamos visto. O del que sí. Daba igual.

Y no me importaba de que hablar con él porqué cada vez se dejaba ver más el torpe e inocente Oh Sehun que había conocido hacia ya mucho tiempo. No parecía darse cuenta del cambio que pegaba cuando yo estaba al lado y eso lo hacía incluso más tierno e inocente.

-...y por eso el entrenador me echo la gran bronca del siglo. ¿Qué culpa tenía yo de que mis nuevos padres me hubiesen regalado aquellos zapatos tan caros? -reí levemente y asentí mientras tomaba un pequeño sorbo de mi café.

-Es normal. Tus actúales padres no estaban acostumbrados a tener un hijo, debiste de haberles dicho algo –le medio regañe aunque en realidad encontraba normal que no les hubiese dicho nada. Al fin y al cabo los acababa de conocer y él solo querría recibir cierto cariño y amor de alguien. Y si lo recibía de esos dos señores era normal que no quisiese rechazar nada de lo que le daban-. Parece que te tratan muy bien. Tu madre es realmente encantadora –observe.

-Lo es –afirmo él lentamente-. Se ha volcado mucho conmigo durante estos años y no siempre fue fácil –dejo salir un pequeño sonido por su boca que no llegue a caracterizar correctamente.

-Eso es porque tratar contigo hace seis años no era muy fácil que digamos –recordé mientras estiraba mi cuello hacia un lado-. Lo que me costó poder llegar a conocerte bien y que te fiaras medianamente de mi –murmure por lo bajo-. Y eso que tenia la ayuda de una preciosa y encantadora bebe.

-Pero acabaste por llegar muy al hondo dentro de mí –suspiro él con añoranza-. El otro día hable con Minseok y me dijo que el corto tiempo que estuvimos juntos había sido el más feliz para ti también –corte rápidamente mi acción de beber café sorprendido. ¿De qué cosas hablaba con Minseok? Note como algo caliente caía por mi barbilla y fui rápidamente a limpiarme-. ¡Gege! –exclamo el divertido al ver que no sabía beber como era debido-. Debería de comprarte un babero –bromeo mientras aplaudía ligeramente.

De mientras, yo me dedique a buscar alguna mancha que podría haber aparecido en mi ropa mientras él seguía riendo y bromeando como si hubiese sido la cosa más graciosa del mundo lo que había ocurrido.

-Ah, perdona –se disculpo mientras yo seguía limpiándome para poder atender al teléfono-. Ahora mismo no puedo hablar mucho Soojeong –se quedo callado unos segundos-. Así es, estoy en una cita –sonrió feliz mientras yo le miraba fijamente queriendo matarlo o algo. ¿De dónde coño había sacado pues que aquello era una cita? Habíamos quedado en tomar algo, no en tener una cita-. Claro que no me importa. Puedes hacer lo que quieras –volvió a quedarse por unos segundos en silencio-. Si, si. Luego nos vemos en casa –corto la llamada y dejo el teléfono encima de la mesa-. Lo siento –hablo dirigiéndose esta vez a mi-. Si hubiese sabido que llamaba para decirme tal tontería no le habría cogido –aseguro.

-¿Qué quería? –pregunte curioso por la llamada de su prometida y futura esposa.

-Nada –negó con la cabeza-. Solo decirme que lleva saliendo con Jongin como unos ocho meses –se encogió de hombros. Le mire asombrado. ¿No le importaba que de cierta manera ella le estuviese poniendo los cuernos con su mejor amigo?-. Ya te dije que entre nosotros no hay amor –repitió otra vez al ver mi expresión-. Solamente somos amigos, y que salga con otra persona no me importa, aunque sea alguien tan cercano a mí. No comprendo porque no me lo había dicho antes.

Le mire fijamente sin decir nada. Aunque sus palabras fuesen sinceras y las comprendiese no me parecía la mejor forma de arreglarlo. Algún día se casarían, sus familias estaban presionando por lo que me había contado, y cuando estuviesen casados seguro que le seria incomodo verlos juntos. Saber que su mujer y su mejor amigo habían tenido un idilio no siempre era algo fácil de digerir después de años.

-Gege… ¿Quieres venir a dormir hoy a mi casa? –notaba la duda en sus palabras, algo extraño de notar últimamente.

Pensé detenidamente que era lo que le debía de responder. Ante todo debía dejar de ser borde con él pobre chico. Luego me sentía completamente culpable y poco humano. Es que…: por mi culpa perdió la virginidad de la manera menos deseada: con un puto; por mi culpa se vio de repente teniendo que cuidar de un bebe mientras yo me dedicaba a trabajar; por mi culpa se había peleado varias veces con sus padres; por mi culpa sus padres biológicos estaban muertos; por mi culpa se quedo solo ya que lo abandone; por mi culpa se había quedado sin uno de sus mejores amigos, Baekhyun; y no contento con todo esto no le hacia la vida muy sencilla. Sin contar que había mentido a la autoridad por mí claro.

Viéndolo de esa manera me hacía sentir como que solo traía desgracias a la vida de aquel pequeño. No podría haberse juntado con una persona más normal, no. Y lo sentía tanto por él, porque no pudiese tener una relación normal como cualquier otra persona.

Baraje internamente las posibilidades que podían significar “dormir” para Sehun. Estaba la primera: la de SOLAMENTE dormir tranquilamente, como si nunca nada hubiese pasado entre los dos. La segunda: acabar viendo una película o cualquier otra cosa de manera TRANQUILA. Y tercera y última opción que se me ocurría: que ninguno de los dos pudiésemos resistirnos a nuestros INSTINTOS y acabásemos haciendo algo más que dormir.

-Espera un poco –puse la mano izquierda entre los dos mientras cogía el móvil con la derecha y tecleaba rápidamente el número de Yixing. Este tardo un poco en coger el teléfono y cuando lo hizo parecía somnoliento-. ¿Puedo pedirte un pequeño favor? –hable rápidamente en chino.

-¿No estás últimamente pidiéndome muchos favores? –pregunto con voz ronca mientras escuchaba como se levantaba de la cama.

-Solo quiero que vigiles un poco a Tiarn esta noche –le indique mientras seguía hablando de manera atropellada para que Sehun no me entendiese-. Me ha surgido algo que hacer –me mordí la lengua esperando que aceptase de una vez.

-Claro, si es para eso puedes contar conmigo –escuche el rozar de unas sabanas y luego la puerta abriéndose-. Menos mal que me has llamado Luhan –suspiro-, creo que te debo la vi… -no comprendí que era lo que quería decir. Su tono parecía aliviado hasta que dejo de hablarme por el teléfono-. ¡Chen! –exclamo haciéndome saber con quién estaba y lo que había pasado-. No… no… -antes de escuchar cualquier cosa más colgué el teléfono, no tenía ganas de volver a experimentar nada parecido a la otra vez corte el teléfono.

Lo deje sobre la mesa antes de alzar mi mirada hacia un expectante Sehun que parecía querer matarme o algo si tardaba más en contestar a su pregunta.

-Podemos retirarnos cuando quieras –acepte sutilmente su proposición.