Recuerdos desquiciantes (Sehun).
-¿Trabajas de algo más que de puto? –pregunte
en cuanto salimos a solas, siempre acompañados de Tiarn, del restaurante. Sus
amigos ni me habían saludado, simplemente me habían escrutado con la mirada y
comentado cosas en chino entre ellos. No llegue a entender nada aunque pude
reconocer el idioma. No tenían pintas de ser putos como el señorito Luhan, pero pude escuchar las palabras en chino trabajo, tiempo y así me hizo pensar que no solamente trabajaba de ello y más al ver
que volvía con una especie de carpeta con documentos dentro.
Se giro y me miro con mala cara. No parecía
estar precisamente de humor.
-Chico de compañía –me corregí a mi mismo
antes de que me soltase una torta. Entrecerró los ojos agotado y respondió con
un suave tono de voz.
-No. Son solo amigos.
Siguió andando y yo le seguí sin decir nada
más con el carrito detrás de él. Había algo en su expresión que me hacía pensar
que no había recibido una noticia que le agradase. Cogí aire por lo bajo y
cogiendo un poco de carrerilla me posicione a su lado.
-Tiarn es muy buena niña –asegure sin saber
si me estaba haciendo caso-. Pensaba que los bebes tan pequeños solo se
dedicaban a llorar a llorar y a nada más –confesé-, pero ya no estoy tan
seguro. En todo el tiempo que hemos estado esperándote se despertaba miraba
hacia la nada y se volvía a dormir.
No recibí ninguna contestación, Luhan
simplemente metió la mano dentro del carro y acaricio la cabeza de su sobrina
con la yema del dedo y luego la poso sobre su manita. Tiarn agarro el dedo con
fuerza y el mayor sonrió satisfecho.
-Es una pena que su madre haya muerto…
-murmure-. Los niños que son amamantados con leche materna luego tienen mayor
probabilidad de ser superdotados…
-¿De dónde has sacado eso? –pregunto con un
interés renovado volviendo su mirada hacia mí.
-De un artículo que nos hicieron leer en
clase –explique lentamente-. Hicieron experimentos del tema en los Estados
Unidos, aunque… ¿quién sabe?
-Una pena que no seas mujer –soltó haciendo
que enrojeciera de repente. ¿Qué tipo de petición o frase era esa? Río sin
sonido y volvió otra vez su mirada al frente, hacia el coche-. Si mi hermana no
estuviese muerta me hubiese encargado de que ella le diese leche materna aunque
no lo quisiera –aseguro un tanto triste.
-Mi vecina va a tener un niño dentro de poco
–expuse de repente sin pensar en la pobre señora-. Puedes pedirle a ella que de
de amamantar a Tiarn. No importa si la leche es de otra persona siempre y
cuando sea humana.
-No voy a ir a donde tu vecina a pedirle que
de amamantar a Tiarn. Eso sería… raro –negó con la cabeza fuertemente.
-La… ¿la echas de menos? –pregunte haciendo
que se quedara en silencio y se parase en seco. Imite su mismo gesto y baje la
mirada intentando buscar otro tema de conversación que no fuese sobre muertos.
Ya había tenido bastante con aquella temporada en la que Junmyeon no levantaba
cabeza y no sé si sería capaz de escuchar nuevamente la desesperación de una
persona.
-Llevaba años sin saber de ella. Se fugo con
su novio cuando estaba en la universidad y mis padres y yo no volvimos a saber
nada –hizo una pequeña pausa en la que se paso los dedos por los ojos, supongo
que quitándose las lagrimas que fuesen a asomar por ellos pues no podía verle y
su tono daba a entender que le afectaba mucho el tema-. Hace un mes me llamaron del hospital y me
informaron de que debía acudir con urgencia. Cuando llegue allí me dijeron que
mi hermana había dado a luz a una niña, pero que había muerto en el parto
–volvió a quedarse callado-, el hijo puta del padre se había ido sin decir nada
y hacia una semana que no aparecía. En-en cuanto lo dieron por desaparecido
investigaron sobre mi hermana y… y me encontraron –cogió aire-. No sé si la
echo de menos por…que hacía tiempo que no tenía relación alguna con ella pero…
te aseguro –se dio la vuelta y vi como de sus ojos ya saltaban ciertas lágrimas
dispersas- que odio a ese cabrón como no he odiado a nadie.
-Eso es normal. Abandono a tu hermana y a su
propia hija… -musite sin tener mucha idea de lo que debía de decir.
-Lo hizo, pero tampoco quiero saber que era
lo que pudo haber sido de Tiarn si se la hubiese llevado con él.
-No deberías de pensar en eso –le aconseje
apoyando mi mano sobre su espalda, así como hacia mi madre cuando me veía mal.
Acto seguido acaricie haciendo unos círculos deformes y agregue-. Las consultas
de psicología te saldrán por 1.000.000 wons o sea que aprovecha y cuenta cuanto
quieras –sonreí al ver como con un pequeño gesto de hipo el también acababa
sonriendo ampliamente.
-Tú no tienes ningún título psicológico, no intentes
engañarme –apoyo su mano sobre mi hombro, haciendo que nuestros brazos se
rozaran continuamente.
-¿A caso tu lo tienes de chico de compañía?
–volvió a sonreír de buena gana y negó con la cabeza, sin darle importancia a
lo que le dijese, como si no me escuchara.
No hay comentarios:
Publicar un comentario